Unas tres semanas después...

Hay cosas que cambian y hay cosas que se mantienen...

Paula y mi hermano tenían una relación preciosa, aunque a veces llegaban a ser algo empalagosos. Pero adoraba que estuvieran juntos y tan felices.

Carla y Carlos seguían haciendo el idiota, sin atreverse a dar el primer paso. Los ayudaría, pero les prometí a ambos por separado que no lo haría...

Dani y yo nos habíamos hecho cada vez más amigos. Al contrario que Álvaro, él había aceptado mi relación con Blas.

¿Blas y yo? Nos iba genial. Me demostraba día tras día las razones para estar enamorada de él.

En cuanto a Álvaro... No nos hablábamos desde lo ocurrido con Blas, y tampoco me importaba. Estaba mejor sin él, aunque no podía evitar observarle cuando nos cruzábamos.

A propósito, Paula y él se habían hecho muy amigos de repente. Nunca lo comprenderé...

*Sueño*

El chico es increíble. Me hace sonreír sólo con mirarle. Le veo la cara, pero mi subconsciente no lo reconoce. ¿Quién es?

-¿Te lo pasas bien?

-¿Quién eres?-ignoro su pregunta. Necesito saberlo.

Juro que su voz me suena mucho, pero no logro ponerle cara...

Se ríe. Una risa increíble... Como todo él. Ya me conozco el sueño, no es la primera vez que lo tengo en estas tres semanas.

-Soy el amor de tu vida.

Sonrío.

-Blas...

-No, no soy Blas.

-Bueno, entonces te llamaré Auryn en el sueño.

-Tampoco soy Auryn, Natalia...

-No lo entiendo. Me dices que eres el amor de mi vida, pero que no eres Blas, ni Auryn. ¿Quién eres? Blas es ambas cosas.

-No lo es tanto como crees, preciosa. Blas, Auryn y yo, el amor de tu vida, somos muy distintos...

Me despierto sobresaltada. Siempre lo mismo, y no sé lo que significa el maldito sueño...