-¿Pero entonces estás bien?

-Nata, ya he dicho que no importa. Puedo vivir con ello, en serio-me acaricia la cabeza.

Estamos acostados en el sofá de mi casa, viendo una película.

-Ese animal casi te rompe la nariz...

-Nata, déjalo, de verdad. Ya sé que es un idiota, no hace falta que le demos más vueltas.

-Está bien...

-La verdad es que Álvaro nunca me cayó bien. Es un chulo y un idiota.

-Hubo una época en la que a mí me cayó bien.

-¿Cuándo?

-Por la época en la que empezamos con el trabajo. Antes de eso nos llevábamos mal, pero durante el trabajo... No sé, fue distinto conmigo.

-Seguro que eso lo hace siempre para que las chicas estén entre sus sábanas. Menos mal que tú eres más que eso.

Recuerdo por un momento lo mal que lo pasé cuando creyó que Álvaro y yo estábamos juntos. Aprieto los dientes, no quiero defenderle.

-¿Sabes por qué te pegó?-niega con la cabeza-. Te pegó porque está enamorado de mí y no aceptó que yo estuviera contigo. Puede que sea un idiota, pero yo le gustaba de verdad.

-Tranquilizate, Natalia. Vamos a ver la peli, anda.

Asiento. Él me da un pequeño pico y seguimos viendo la película.

En el otro lado de la ciudad...

-¡Álvaro! ¡Espera!

Álvaro se sorprende al ver quien lo llama.

-¡Paula! ¿Q-qué quieres?

-¡Necesito hablar contigo!-la rubia resopla por el esfuerzo.

-Claro, dime.

-Quiero que me cuentes la verdad. ¿Fuiste tú el que le pegó la paliza a Blas?

-¿Y eso qué importa? Natalia cree que fui yo.

-Pero yo creo que no. No eres capaz de hacer eso sólo por una chica. Tú eres más de pegar para defender...

-Mira, yo ni siquiera sé si se lo ha inventado para dejarme mal o yo qué sé.

-No se lo ha inventado. Yo misma lo que visto. La paliza se la han pegado, pero creo que dice que fuiste tú para alejarte de ella.

-En primer lugar, no, no fui yo. En segundo lugar, si quería alejarnos, lo ha conseguido. No me va a hablar en la vida.

-Está bien...-al ver que el chico hace amago de marcharse, lo detiene-. ¡Otra cosa!

-¿Qué pasa ahora?

-Sé que Blas no es Auryn. Se le nota demasiado. Y también creo que tú sabes algo. No sé si eres tú, o si ayudas a alguien, pero necesito que me lo cuentes.

Álvaro resopla.

-Está bien. Auryn...