"Querida Natalia:

Siento decirte que no quiero que nos conozcamos. No quiero por la simple razón de quien soy. Tú eres una chica increíble y yo no, para nada. No mereces conocerme.

Al fin y al cabo, ¿no te vale con que yo ya te conozca? Sé perfectamente como eres, y aunque pareces interesada, te aseguro que perderás el interés si me ves.

Un beso,

Auryn"

Meto la carta en una carpeta y suspiro. Primero soy interrumpida, y luego Auryn no quiere que nos conozcamos. Menudo día llevo.

Carla lanza su bandeja contra la mesa. De milagro no se cae nada.

-Tienes muchas cosas que explicarme.

-¿De qué hablas?

-Lo de hacerte la tonta no te sale, Nata.

Veo a Paula y a Carlos dirigirse hacia nuestra mesa. Se sientan y nos saludan.

-Bien, ahora estamos todos. Ya nos puedes contar lo que ha pasado.

-¿Qué ha pasado?-me interroga la rubia oscura.

-Nada-me pongo roja.

-Uy, te has puesto roja-me acusa-. ¿Qué ha pasado, de lo que no me he enterado?

-Ya os lo cuento yo. Nata ha estado a punto de tirarse a Álvaro en plena biblioteca.

Carlos escupe el agua de vuelta a la botella y Paula me mira raro.

-¡No ha pasado así!

-Pues cuenta tu versión. Venga-se cruza de brazos Carla.

-Es cierto que estábamos a punto de besarnos, pero no íbamos a llegar a más.

-Ya claro, Nata. Admite de una vez, que se te estaban cayendo las bragas por Álvaro. El tío te mola, no pasa nada.

-¡Que no! Juro que sólo fue un casi beso.

-O sea,-resume Carlos-que casi os volveis a besar.

-¿¡Que ya se besaron?!-las chicas gritan, provocando que media cafetería nos mire.

-Sí, pero por favor, calmaros.

-No sabía que confiaras más en él que en mí.

-Es menos cotilla...

-Ah, vale... Muy bonito, de verdad.

Recibo un WhatsApp. Sonrío, es Dani.