12. Un adiós
Imagino Vivviene, que a estas alturas de la carta ya sabrás quién soy. Así que lo primero de todo es darte las gracias por leer hasta aquí.
Se acerca la despedida. Y todavía no se cómo enfrentarme a ella.
Mis manos apenas me responden. Me pregunto en qué momento se me ocurrió escribirte la carta de mi propio puño.
El bolígrafo se está quedando sin tinta.
Los ojos se me empañan. Siento como algo cálido y húmedo recorre mi mejilla y va bajando con rapidez por mi cara.
Me pregunto qué va ser de mí, de tí y del resto.
Tengo miedo a olvidarte, no quiero que esto solo sea una etapa como suelen decir. Y no puedo dejar de preguntarme que nos deparará el futuro.
Pero no quiero ponerte triste. Sé que para tí será muy difícil mudarte tan lejos.
Pero puedes estar tranquila. Estoy segura de que harás nuevos amigos y los que tienes aquí, aquí seguirán y seguiremos para tí.
Ya que esto es una despedida quiero darte las gracias.
Gracias porque ahora soy mejor persona. Y todo lo he aprendido de tí.
Gracias por tus sonrisas, por tus ánimos, por tu forma de ser.
Gracias por aportarme ese nuevo sentimiento, que es el amor que tengo hacia tí.
Un sentimiento, que aún sin ser correspondido me ha encantado.
Me repito mucho y lo siento. Pero tengo la necesidad de que sepas que... ¿ Ya lo sabes, verdad?
Me alegro tanto de haberte conocido. De que, por pura casualidad o por cosa del destino, nuestros caminos se hayan juntado.
Porque como ya he dicho antes gracias a tí veo el mundo de una forma distinta.
Espero que mi mayor miedo no se cumpla nunca. Que aunque el tiempo nos separe más y más. Que la vida nos siga alejando la una de la otra. Espero siempre recordarte.
Quién sabe, tal vez en un futuro muy lejano podré presumir de haberte conocido. De haber tenido la oportunidad de hablar, quedar, y ser la amiga de un ángel caído. En el buen sentido.
Espero mi querida Vivviene, que sea donde quiera que te lleve la vida seas feliz.
Así que supongo que esto es un dulce y tierno adiós.
Adiós, mi dulce Vivviene.
Con todo el amor del mundo,
Clara Biela.
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