Mi querida y dulce Vivviene, te voy a echar tanto de menos...

Ahora que te marchas las cosas van a ser muy distintas. Sin tí... Sin tí nada será lo mismo.

No sé si podré acostumbrarme. Desde hace tiempo ocupas un lugar importante en mi corazón. Y cuando te vayas... Prefiero no saber que pasará.

Sé que te sorprenderá recibir esta carta. Si la recibes, no estoy segura  sobre como llegará a ti. Pero no quiero irme por las ramas... Ya me ocuparé del transporte en otro momento.

No te asustes. Ni tires el sobre al suelo. No hagas nada parecido. Por favor.

Imagínate que esto es una conversación entre nosotras. Como esas muchas otras que hemos mantenido. Al fin y al cabo, aquí solo están las cosas que nunca me he atrevido a decirte a la cara, pero ahora que te marchas... No puedo quedarme callada.

Así que déjame contártelo todo. Y darte esas gracias que tanto te mereces Vivviene.Gracias por llenarnos a todos de vida.

Pero... Pero empecemos por el principio.