FLUKE

Una suave melodía me despierta de mi sueño reparador. Me siento en la cama un poco desorientado, la sesión de anoche fue muy intensa y no me acuerdo ni siquiera como acabé limpio y con una camiseta de Ohm.

Abro la puerta despacio para no hacer ruido y bajo a mi sala segura, hay alguien tocando el piano. La puerta está cerrada y apenas puedo saber que canción es, me pregunto si hay alguien más viviendo en esta casa, quizás un huésped de Ohm. Después de pensármelo decido abrir un poco la puerta y espiar a quien sea que está en mi sala segura. Al fin y al cabo esta sala es mía los fines de semana y tengo derecho a saber quién hace uso de ella.

Entreabro un poco la puerta y es Ohm quien está sentado al piano. No tiene puesta su camiseta, simplemente unos pantalones de chándal cubren su precioso cuerpo. Su postura es muy buena y sus manos acarician el teclado con suavidad. Esas manos suyas son muy sexys y talentosas. Entro en la habitación sigilosamente y entonces me doy cuenta de algo que no había visto hasta ahora. Ohm tiene un tatuaje enorme en su espalda, una carpa remontando el río que se convierte en un dragón al llegar a la parte superior. Es totalmente hermoso, el trazo suave de la carpa se convierte en algo fuerte y colorido cuando aparece el dragón.

Me doy cuenta de que en todo este tiempo no he podido ver con claridad el cuerpo de Ohm. Siempre es él el que me tiene a su merced, pero ahora puedo descubrir nuevas facetas de él sin que me vea, y puedo decir que es lo más sexy que he visto en mucho tiempo.

En Ohm se mezcla la fuerza, el poder y la dominación con la ternura, la calidez y el talento. Me gustaría poder llegar a conocerlo de verdad, más allá de ser su sumiso, pero no sé si está dispuesto a eso, y sinceramente no sé si yo estoy preparado para ello.

Estoy disfrutando de su concierto improvisado cuando mi torpeza habitual me delata, me apoyo demasiado en una estantería y dejo caer un adorno al suelo con gran estruendo.

La música para de repente y él me mira como si lo hubiese pillado haciendo algo malo.

-Ohm, lo siento no quería interrumpirte, ya me voy – le digo dándome la vuelta para correr a mi habitación.

-No te vayas, esta es tu habitación segura, perdona por invadir tu espacio pero oyéndote tocar esta tarde he querido recordar lo que se siente – me dice.

Me acerco lentamente y me siento junto a él en el banco del piano.

-¿Quién te enseñó a tocar el piano? – le pregunto acariciando las suaves teclas blancas.

-Mi madre era una gran amante de la música, ella me enseñó lo básico, pero lo que me gusta realmente era escucharla tocar – me responde.

-¿Dónde está ella ahora? – me atrevo a preguntarle.

-Vive en el norte con mi hermano, esta casa era mi abuelo materno, la heredé cuando él murió. Después añadí el anexo donde están mi habitación y mi despacho. En esta sala solía ensayar cuando era niña, según me ha contado – me resume.

-Ya veo, es una sala muy especial – le digo pegándome un poco más a él.

-¿Quieres que toquemos algo juntos? – me pregunta.

-Claro – le digo y pongo mis manos sobre las teclas empezando una canción que sé que conocerá.

https://youtu.be/kG9KSWYg-Jc

Sus manos siguen el ritmo, cierra los ojos y se deja llevar por las sensaciones, es tan hermoso verlo así y sospecho que no es habitual. Dejo de pensar y me relajo yo también. Nos movemos en sincronía, es como hacer el amor suavemente poniendo todos los sentidos en ello. A medida de que la melodía asciende siento ese poder emanando de él, es fuerte y confiable, la sensación de que podría dejarme caer, que siempre estaría para recogerme me encoje el corazón. Sus manos rozan las mías cuando coinciden en la misma nota, chispas de pura lujuria saltan por todos lados, esto tan caliente que siento mi cuerpo arder. Poco a poco la canción llega a su fin y cuando la última nota suena Ohm me mira, cierra la tapa del piano y me coge en brazos posándome sobre ella. Su mano derecha recorre mi pecho con suavidad, mientras que con la izquierda me mantiene sujeto contra la superficie pulida del piano, es muy erótico.

-A veces pienso que realmente eres un sueño, que solo tengo que pellizcarme y me despertaré solo y sin tu piel en mi cama – me susurra.

-A lo mejor es un sueño, estamos los dos soñando y no queremos despertar – le respondo.

-Pues entonces déjanos soñar un poco más. Este es tu sitio, aquí solo hacemos lo que tú quieras, así que dime Fluke, ¿qué quieres hacer? – me pregunta mientras sus labios besan mis rodillas y después mis muslos haciendo de mí un guiñapo balbuceante.

-Hazme el amor, Ohm – logro decirle y él asiente con la cabeza.

Sus manos recorren mi cuerpo mientras sus labios me besan sin cesar. Abre mis piernas y lame la cara interna de mis muslos deleitándose con el sabor de mi piel. Es una sensación maravillosa sentirme apreciado, valorado, querido, parte de algo especial otra vez.

Alzo un poco el cuerpo y me apoyo en los codos para poder ver su preciosa espalda mientras su boca me vuelve loco, es excitante. Me deshago de la camiseta y Ohm tira mis boxes al suelo junto a ella.

-Ahora tú – le pido suavemente mirándolo con dulzura.

Él se aparta un poco de mí y se quita el pantalón y su ropa interior que acaba sobre el suelo junto al piano.

Me tomo mi tiempo para disfrutar de las vistas, Ohm me mira con una sonrisa en su preciosa cara y eso lo hace parecer muy joven. Después avanza hasta donde estoy y alza mis piernas colocándolas sobre sus hombros. Su boca recorre mi polla arrancándome gemidos lastimeros que ni me molesto en ocultar, este hombre sabe lo que hace.

Su lengua se abre paso hasta mi entrada y se dedica a hacer que me derrita en sus brazos, un día de estos tendrá que recogerme de un charco en el suelo.

-Eres delicioso pequeño, ven aquí – me pide incorporándome mientras se sienta en el banco del piano.

Me arrodillo entre sus piernas y sin mediar palabra me trago su erección, resbalando hasta mi garganta. No puedo negar que me enciende que su cuerpo se tense esperando a que mi lengua lama todo a su paso. Aprieto mis labios alrededor de su bonita polla, bajo y subo lentamente para oírlo gruñir sin parar. Joder es tan excitante que estoy al borde sin que me haya follado debidamente.

Suelto su erección tras una última chupada profunda y paso mi lengua por sus marcados abdominales hasta sus pezones. Después me encaramo a su regazo, pongo mis piernas a cada lado de sus caderas y enredo mis manos en su pelo.

-Ayúdame guapo – le pido, él sonríe maliciosamente y pone sus manos en mi culo abriéndome para él. Alineo mi culo con su polla y me voy sentando poco a poco. Cuando estoy lleno del todo me arqueo un poco y empiezo mi vaivén dentro y fuera.

Su polla me abre deliciosamente con cada estocada, me inclino hacia delante y me abrazo a su cuerpo pasando mis manos por su fuerte espalda. Mis dedos rozan una cicatriz que antes no había notado. El tatuaje esconde una gran cicatriz que le cruza la espalda desde la cadera hasta el hombro izquierdo. Ohm salta un poco cuando la rozo con mis dedos, así que decido agarrarme a su pelo para empezar verdaderamente a follarlo con ganas.

Me catapulto con mis piernas hacia arriba mientras me apoyo en sus hombros para estabilizarme. El sudor hace que nuestros cuerpos resbalen uno contra el otro haciendo que mi polla quede atrapada entre los dos, su estómago fuerte rozando mi erección me está volviendo loco.

De repente Ohm se pone de pie conmigo cargado en brazos y me deja suavemente sobre la mullida alfombra junto a la chimenea.

-Ahora me toca a mí Fluke, es mi turno de deleitarme con tu cara mientras te corres para mí, ¿lo harás? – me pregunta y su mirada me dice que es importante para él que yo le diga que sí.

-Lo haré – le respondo besando sus preciosos labios.

Entonces si que me pierdo en sus movimientos, desaparezco debajo del cuerpo escultural de Ohm, totalmente a su merced. Sus estocadas son tan fuertes que tengo que agarrarme a la alfombra para no desplazarme hacia arriba. Mi pelo se pega a mi frente por el sudor y el suyo cae sobre su cara dándole un aspecto irreal.

-Fluke cariño, te quiero conmigo, ahora – me susurra con la voz entrecortada.

-Fóllame fuerte y rápido y tendrás un verdadero espectáculo – le respondo al borde del colapso.

Deseo concedido, me folla como si no hubiese un mañana y yo me pierdo en un orgasmo demoledor que ha hervido a fuego lento todo el fin de semana. Ahí está mi rendición y con ella la suya, se corre dentro de mí con la fuerza de un tren de mercancías arrancándome un grito de satisfacción.

Si un solo fin de semana con él ha hecho esto conmigo no puedo esperar a nuestro próximo encuentro, quizá esto pueda salir bien, a lo mejor Ohm era lo que necesitaba para renacer de nuevo. Ahora queda saber si yo soy lo que él realmente necesita porque intuyo que hay mucha historia detrás de las cicatrices de este poderoso hombre que me está robando el aliento y el corazón.