Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa Los extrañé :) 

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Estoy sentada sobre mi cama, mirando la puerta de mi habitación... que ahora está abierta. Puedo irme de aquí si así lo quiero. Aún así, las palabras de mi mamá fueron claras: Sí pones un píe fuera de esta casa, te olvidas de que tienes familia. No lo puedo creer. ¿Por qué juzgan a Daniel sin antes conocerlo?

Tú tampoco lo conoces... al menos no lo suficiente, me repito a mi misma. Todo esto es tan complicado. Necesito tiempo para pensar. 

Le tuve que colgar a Daniel para que no escuchara la discusión que tuve con mi madre y mi hermana. Ahora debe estar pensando... no sé, que le doy demasiados problemas. Tal vez esté deseando estar con alguien más "independiente". 

Soy una adulta, sí, pero mi familia es muy unida, y sé que sólo quieren protegerme de un mundo que parece demasiado difícil para las personas que no sabemos leer entre líneas.

¿Qué ve mi familia que yo no puedo ver? Peligro. Inmadurez. Precipitación. 

¿No me creen capaz de poder relacionarme con Daniel sin salir afectada? Es porque se han dado cuenta de que soy incapaz de tomar decisiones? Siempre tengo una excusa para todavía no buscar un lugar para vivir yo sola. Aunque sea pequeño y modesto. Es porque no soy social. Es porque... me ven demasiado vulnerable. Y tienen razón. Debería asumir más responsabilidades y esconderme menos. 

Daniel. Él debe estar pensando lo peor de nosotros. Podría llamarle, pero como temo su reacción, en lugar de eso decido enviarle un correo.

De: Café y letras

Asunto: Perdón.

Fecha: 25 de enero de 2016. 21:08 hrs.

Para: Alexander Donoso

Lamento que hayas tenido que escuchar parte de la discusión que tuve con mi madre y mi hermana.

Él responde minutos después. Aunque esta vez desde su correo personal.

De: Daniel Saviñon

Asunto: ¿Perdón?

Fecha: 25 de enero de 2016. 21:14 hrs.

Para: Café y letras

1. ¿No soy yo quien debería pedirte perdón?

2. Comprendo que tu familia dude de mis buenas intenciones. Pero necesito saber si tú confías en mí.

De: Café y letras

Asunto: Perdón.

Fecha: 25 de enero de 2016. 21:16 hrs.

Para: Daniel Saviñon

1. No.

2. Sí.

No te conozco tanto como quisiera. Pero sí. Sí confío en ti.

P.D. ¿Ahora me escribirás desde ese correo?

De: Daniel Saviñon

Asunto: Bien.

Fecha: 25 de enero de 2016. 21:18 hrs.

Para: Café y letras

Entonces... ¿te hago lugar junto a mí y Peludo? :)

Él ronca, y como no le gusta dormir encogido inhabilita el 85% de la cama, pero si nos organizamos bien tú y yo podemos aprovechar  el otro 15% y un par de almohadas.

P.D. Sí. Ya no me esconderé de ti.

De: Café y letras

Asunto: Daniel...

Fecha: 25 de enero de 2016. 21:20 hrs.

Para: Daniel Saviñon

Esto es serio...

P.D. ♥

De: Daniel Saviñon

Asunto: ...

Fecha: 25 de enero de 2016. 21:21 hrs.

Para: Café y letras

Lo sé. Pero esa fue la mejor manera que encontré para proponerte que... puedes venir aquí... si quieres.

Aunque si decides ya no verme seguirás siendo bienvenida en tu casa.

P.D. No decidas no volver a verme. Encontremos un punto medio :(

De: Café y letras

Asunto: ¿?

Fecha: 25 de enero de 2016. 21:23 hrs.

Para: Daniel Saviñon

¿Ya no verte? Si nunca te he visto.

De: Daniel Saviñon

Asunto: Auch

Fecha: 25 de enero de 2016. 21:24 hrs.

Para: Café y letras

Cierto.

Mi ideal: Pon ya la fecha, el lugar y la hora.

Mi razón: No desafíes a tu familia por mi culpa.

Porque nunca he contradicho a mi madre o a mi hermana. Soy Carolina la obediente. La hija pródiga. La que... no toma decisiones propias. Maldición, ¿qué es lo peor que podría pasar? ¿Que mi madre, mi hermana y posiblemente mi hermano, ya no quieran verme? Pero no sería para siempre. En algún momento tendrían que aceptar a Daniel... Espero.

Cabeza: Si es que las cosas "funcionan" con Daniel. Porque si no funcionan, prepárate para el famoso: Te lo dije.

Corazón: Yo sólo sé que ya deberías estar preparando esas maletas. ¡Nos vamos con Daniel!  Ya. Ahora.

Tal vez debería enfrentar a mi familia. Porque en este caso eso no es malo, es necesario. Pero como mi cabeza y mi corazón no se ponen de acuerdo, decido llamar al juez que usualmente media entre los dos.

—¿Estás ocupada? —le pregunto a Vanesa cuando contesta mi llamada.

—Estoy llegando a mi casa. Mis píes me matan —lloriquea—. ¿Qué pasó?

Me recuesto sobre mi cama. ¿Por qué de pronto mi vida es tan complicada? Antes era aburrida. Ahora tiene giros inesperados. Es una vida de novela. 

—Mi mamá está de visita —digo, en parte preocupada, en parte molesta.

—Oh, no... —La respuesta de Vanesa resume la gravedad del problema—. ¿Ya te regañó por cortarte el cabello o depilarte?

—Vane...

—Esa mujer no es tu madre, es tu carcelera —Conocer a mi madre desde hace dos décadas le da valor a sus palabras—. Déjame adivinar ¿Te amenazó con golpearte con un cinturón si no te alejas de Daniel?

Casi. 

—Me pidió olvidarme de que tengo familia.

—Que amenaza tan telenovelera —bufa Vanesa—. Menos mal no tienen herencia familiar porque también te amenazaría con sacarte del testamento.

Rasco mi cabeza. —¿Qué hago?

Necesito que alguien me diga si debo ir por la izquierda o por la derecha.

—Ese es tu problema —dicta ella—. Preguntar a los demás qué tienes qué hacer. Aquí la pregunta correcta es: ¿Qué quieres hacer?

¿Qué quiero hacer? No lo tengo que pensar demasiado. —Quiero conocer más a Daniel.

—Y ve poco a poco.

—Claro —Mi repentino silencio me delata.

—Escupe —pide Vanesa—. Cuéntale tus problemas a tía Vanesa.

—Él me insinuó que puedo, no sé... irme a vivir con él.

Vanesa aclara su garganta. —Ok. Eso es...

—¿Demasiado arriesgado? —termino yo por ella—. Y no porque  piense que él sea malo...

—Claro que no —Me alegra que ella lo haya aceptado.

—Pero esto vendría a ser... —Busco las palabras adecuadas.

—¿Una decisión apresurada? 

—Sí —digo—. Una decisión apresurada. 

—Podrías mudarte aquí.

—Eres muy amable al decir eso, pero necesito...

—Tiempo para pensar —termina Vanesa por mi. Es bueno tener una amiga con la que conectas facilmente.

—No sé qué hacer —repito, incorporándome. Ahora estoy caminando de un lado al otro. 

—Alejarte de Daniel no es una opción —Por como lo dice Vanesa suena como un reto. 

—No, no es una opción.

—Vete con él —suelta.

Este consejo me sorprende. 

—Un momento —digo, haciendo una mueca de confusión—. ¿Ayer me encarcelaste para que no le hablara y ahora quieres que huya con él?

—No fue peor de lo que se oye.

—No pude ir a trabajar hoy —me quejo.

—Volviendo a Daniel —me cambia de tema—, eso tarde o temprano sucederá —Mi amiga se escucha resignada—. Ya sabes, irte con él. No eres el tipo de mujer que se enamore cada cinco minutos. Lo de Saviñon está destinado a ser relevante.

—Pero, ¿mudarme con él? ¿Vanesa estás hablando en serio?

—Oye, lo haces sonar como si hubiera sido mi idea. Fue él quien te lo propuso, ¿no? Aunque para mi debes ir más despacio.

—¿Vanesa Salcedo me está aconsejando ir despacio en una relación? —Casi estoy riendo.

—No nos compares. Yo estoy acostumbrada a correr. Tú eres más...

—¿Más qué? 

Vanesa percibe que lo próximo que diga lo puedo tomar como una ofensa, o bien, como un halago, por lo relaja un poco su tono de voz —Seria. Más madura.

—Vanesa...

—Ok. Más santurrona —admite—. Tú jamás te irías a vivir con un tipo. Tu historias de amor son del tipo Jane Austen, no Megan Maxwell. 

—También puedo ser un poco Megan Maxwell —me defiendo.

—Carolina, eres virgen y te puedo asegurar que ni siquiera has acordado citarte con Saviñon.

Ouch. Es por este tipo de razones que mi familia teme por mi. Nadie me considera lo suficientemente preparada para enfrentar el mundo allá afuera.

Irme a vivir con Daniel. Le cuelgo a Vanesa y lo medito un poco. Irme a vivir con Daniel. Pero puede que en lugar de ser indecisión, sea prudencia. No lo conozco. Ir detrás de él es un acto de fe muy arriesgado. En eso estoy pensando cuando recibo un nuevo correo de él.

De: Daniel Saviñon

Asunto: Noticia

Fecha: 25 de enero de 2016. 22:02 hrs.

Para: Café y letras

Antes de que se me olvide comentarte, ahora que estoy de vuelta en el bufete mi padre me pidió encargarme de un caso especial. Mañana tengo viajar 2,000 kilómetros lejos de aquí.

La noticia me descompensa un poco.

De: Café y letras

Asunto: ...

Fecha: 25 de enero de 2016. 22:05 hrs.

Para: Daniel Saviñon

Siempre hay algo que nos separa :(  Pero te deseo éxitos. Me da gusto que estés de vuelta en el bufete :)

De: Daniel Saviñon

Asunto: Noticia

Fecha: 25 de enero de 2016. 22:06 hrs.

Para: Café y letras

Veo que no pillaste la indirecta. Seré más claro: Ven conmigo. Y entonces decides qué quieres hacer... si alejarte o quedarte cerca... 

Virgen santísima...

De: Café y letras

Asunto: ...

Fecha: 25 de enero de 2016. 22:08 hrs.

Para: Daniel Saviñon

Es un viaje de trabajo ¿Estás seguro sobre querer llevarme? :O

De: Daniel Saviñon

Asunto: Noticia

Fecha: 25 de enero de 2016. 22:11 hrs.

Para: Café y letras

Son tres días. El destino está cerca de una playa paradisíaca... Ni siquiera lo estoy pensando.

Por otro lado, venir posiblemente afectaría la relación que tienes con tu familia.

Yo propongo. Tú decides.

Lo pienso...

Corazón: ¡Arena y sol, el amor azul, contigo yo oh oh, conmigo tú...!

Cabeza: Error 404: Logic not found.

Debo tomar una decisión, una decisión adulta. El siguiente correo lo respondo con manos temblorosas.

De: Café y letras

Asunto: Ok.

Fecha: 25 de enero de 2016. 22:15 hrs.

Para: Daniel Saviñon

Está bien. Vamos. "Saltaré al agua". Literal y metafóricamente hablando.

Pero mi familia no puede saberlo... aún. Les diré que necesito tiempo para pensar qué haré. Les diré que pasaré tres días en casa de Vanesa.

Cuando envío el correo miro a mi alrededor temiendo que alguien ya esté al tanto de mi mentira. "Culpabilidad", le llaman. 

De: Daniel Saviñon

Asunto: Wow

Fecha: 25 de enero de 2016. 22:17 hrs.

Para: Café y letras

Confírmame que estamos hablando en serio.

De: Café y letras

Asunto: Ok.

Fecha: 25 de enero de 2016. 22:18 hrs.

Para: Daniel Saviñon

Sí. Le pediré a Vanesa que venga por mi mañana. ¿Dónde nos encontramos?

Estoy decidida.

Corazón: ¡Moriré de taquicardia!

De: Daniel Saviñon

Asunto: Ok

Fecha: 25 de enero de 2016. 22:24 hrs.

Para: Café y letras

El vuelo está programado para las siete de la noche. Iré por ti a las tres de la tarde. Estaré lo más cerca posible de tu casa. Tú dime dónde.

Por cierto, ¿por qué nos estamos enviando correos si ya tengo tú número de teléfono? ¿Te llamo?

De: Café y letras

Asunto: De acuerdo

Fecha: 25 de enero de 2016. 22:26 hrs.

Para: Daniel Saviñon

Dos calles cerca de mi casa.

Sigamos con los correos. Me ayudan a pensar. Porque cuando escucho tu voz no puedo pensar. Aunque puede que en este momento tampoco esté pensando con claridad :S  

De: Daniel Saviñon

Asunto: Extrañaba las caritas

Fecha: 25 de enero de 2016. 22:27 hrs.

Para: Café y letras

Ya somos dos.

Me iré de viaje con él. Lo haré. Lo haré porque eso deseo hacer. Pero me siento jodidamente nerviosa.

Cabeza: ¿Qué estás haciendo?

Corazón: ¡No pienses, sólo hazlo!

Y necesito ayuda para escapar de casa. Vanesa. Debo llamar otra vez a Vanesa.

—Estoy actualizando mi novela. Llámame en una hora —me pide.

—Es urgente —lloriqueo, antes de que me cuelgue.

—No a menos de que estés embarazada de Daniel, y eso de momento no es...

—Voy a huir con él —suelto. El silencio de Vanesa empieza a ser preocupante—. ¿Vane?

—Creo que no oí bien.

—Sí oíste bien. Sólo necesitas tiempo para asimilarlo.

—Ok —Puedo escuchar a Vanesa servirse un poco de agua—. No pensé que te atrevieras.

Imagino que debe ser increíble verme añadir un poco de acción a mi vida. —Sólo serán tres días —digo. A mi familia le diré que estoy contigo.

—¿Conmigo? ¿Tengo que cubrirte?

—¿Cuántas veces te cubrí yo a ti? —devuelvo. Saldré victoriosa de esta discusión.

—Oh por Dios, Carolina —Vanesa apenas puedo creerlo.

Yo apenas puedo creerlo. —No sé si estoy haciendo bien...

—Pero tienes que hacerlo.

—Sí. Eso creo —admito.

—Bien —Ella coge un poco de aire—. Cuenta conmigo.

—¿En serio?

—¿Qué más opciones tengo? Si estás decida lo harás esté o no esté yo dentro de esto.

—Ok. Daniel me esperará dos calles cerca de mi casa mañana a las tres de la tarde.

—Bien. Entonces a esa hora debo estar allí.

—Sí. Anótalo, por favor.

—Ya. Ya.

—Pídele el coche a tu mamá —suplico.

—Sí. Sí. Anotando "pedir coche".

—Y sé discreta al venir —puntualizo—. Entre más natural parezca, mejor.

—"Se natural". Anotado.

—Y discreta... y prudente.

—No te preocupes —Vanesa ahora se escucha un poco más animada—, "discreción y prudencia" será mi segundo nombre mañana.

No es garantía, pero es lo que hay. —Gracias, Vane.

—Estás loca —dice y cuelga.

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¿Qué creen que pasará ahora?

Gracias por votar c: ♥