Salimos de la ciudad cuando caía la noche, para escapar de los reanimados que la asolaban.

A medida que avanzábamos, el miedo se fue apoderando del grupo; pero aunque estuviéramos agotadas, nuestra líder insistió en seguir adelante: no había tiempo que perder.

Cuando por fin se detuvo y se dio vuelta para mirarnos, la luz de la luna iluminó sus ojos, inyectados de sangre. Poco después, un gruñido escalofriante salió de su boca. Se estaba transformando ante nosotras en uno de los monstruos de los que veníamos huyendo.

Originalmente, este microcuento seguía la premisa de WattpadZombisES que puse arriba, pero en esta versión es un poco distinta a la original.

Y si quieren pensar más cosas con esa premisa, ¡adelante! :D