Carlin, Gilbert, Beatriz y Úrsula estaban en su sala de estar pensando qué podían hacer con todo el lío que se había armado.

- Tal vez podríamos comunicarnos de alguna manera con la Úrsula de quince años y preguntarle dónde está Arnold. Luego, encontramos a Arnold y, finalmente, borramos todas estas acciones del registro del tiempo. - propuso Beatriz.

- Es una muy buena idea, Beatriz. - dijo Carlin. - pero ¿cómo nos comunicamos con la Úrsula del pasado?

- Creo que es sencillo. - dijo Úrsula del futuro - Tenemos que ir a una estación de teléfonos sin tiempo. Un teléfono sin tiempo te permite elegir a qué hora quieres llamar, incluso si es en el pasado, y a quién. Tengo mi número de cuando tenía quince años todavía, así que debemos elegir la hora nada más.

- ¡Hagámoslo! - dijo Carlin.

- Bueno, vamos a la estación de teléfonos sin tiempo. Yo conozco una que está cerca. - dijo Úrsula del futuro.

Todos se levantaron de los sillones y salieron a la calle con Carlin oculta, porque estaba en la línea de tiempo equivocada. Después de caminar un momento, por fin llegaron a la estación de teléfonos sin tiempo y entonces Úrsula del futuro marcó en el teléfono el momento en el que ella (con quince años) discutía con Arnold, después de que Carlin fue mandada al futuro. Esperó un momento y por fin fue atendida.

- ¿Qué desea? - dijo la Úrsula de quince años.

- Necesito que devuelva a Arnold a nuestra época - dijo la Úrsula de setenta y cinco años. - debe abrir el portal golpeando un reloj de arena mágico tres veces y diciendo "que se abra el portal temporal"

- Está bien. - dijo Úrsula de quince años, y luego murmuró para si misma: - aquí Carlin tiene uno.

A continuación, Úrsula de quince años hizo el procedimiento para abrir el portal temporal.

- Listo, el portal ya está abierto. - dijo Úrsula de quince años.

- Perfecto. - dijo Úrsula de setenta y cinco años observando con satisfacción el portal.

- Lo que sí, no encuentro a Arnold, ¡Qué extraño! Y yo que creía que estaba por aquí - dijo Úrsula de quince años.

- Oh Dios mío - exclamó Úrsula de setenta y cinco años - ¡Ya estoy vieja para estas aventuras sin fin! No puedo aguantar demasiado.

- Tú no te preocupes, abuelita, - dijo Beatriz - Gilbert, esta muchacha y yo nos encargaremos de arreglarlo todo. Ve a descansar, que ese resfrío no se va a curar solo.

- Es verdad - dijo Úrsula de setenta y cinco años - muchas gracias, suerte Beatriz, suerte Gilbert y... suerte a ti también

- Muchas gracias - exclamaron todos juntos, Gilbert, Beatriz y Carlin. A Carlin le llamaba la atención que Úrsula de setenta y cinco años no la llamara por su nombre ¿a caso no la reconocía? ¿O tal vez no quería que sus nietos supieran quién era ella? Pueden haber muchas razones, Carlin sabía que Úrsula no haría eso porque sí.

- Tal vez Arnold ha salido por otra linea temporal... - dijo Úrsula de quince años - ¿Quién sabe? Es capaz de cualquier cosa, me di cuenta.

- Habrá que buscarlo - dijo Carlin dirigiéndose a Gilbert y Beatriz - pero ustedes quédense en su línea temporal, Úrsula y yo nos encargaremos de resolver esto. Ustedes por ahora olviden todo esto.

A continuación, Carlin regresó a su línea temporal y cerró el portal.