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Capítulo 11: Promesa.

°°°°°°

—No nos iremos—Nego Rick.

—No podemos quedarnos aquí—Habló Hershel.

—¿Y si hay otro Francotirador?, una tabla de madera no servirá.

—Ni siquiera podemos salir—Agrego Beth.

—No a la luz del día—Siguió Carol.

—Si Rick dice que no vamos a ir no lo haremos—Aseguró Glenn.

—No, es mejor vivir como ratas—Hablo Merle, encerrado en una celda.

—¿Tienes una mejor idea?—Pregunto Rick.

—Deberíamos habernos escabullido anoche y vivir para pelear otro día, pero se nos fue esa oportunidad—Siguio el hermano mayor Dixon—Seguro tiene exploradores en los caminos que salen de aquí.

—No le tenemos miedo a ese imbécil—Aparecio Daryl por las escaleras.

—Deberían, eso del camión y la reja no es más que tocar el timbre para el, puede que tengamos muros fuertes pero el tiene armas y gente, si controla los terrenos altos, mierda, podría hacernos morir de hambre.

Marlene dirigió su mirada a Merle, antes de hablar.

—¿Por qué no cierras la boca?—Maggie asintió. Pues Merle comenzaba a meter miedo en algunos miembros del grupo, principalmente en Annie quien estaba juntó a Daryl.

—Pongamoslo en otro bloque de celda—Sugirió Maggie, Daryl negó.

—El tiene razón—Concordo el Arquero.

—Tu tienes la culpa, ¡Fuiste tu quien empezó esto!—Culpó Maggie a Dixon.

—¿Qué importa quien tiene la culpa?¿Qué hacemos ahora?—Pregunto Beth bajando las escaleras.

—Dije que debíamos irnos. Ya mataron a Axel. No podemos permanecer aquí sentados—Dijo Hershel, Rick comenzó a alejarse—¡Regresa!—Hershel se acercó hacía Rick—Te estas desmoronando, Rick, todos lo hemos visto. Entendemos porque, pero ahora no es el momento. Una vez dijiste que esto no es una democracia, ahora tienes que hacerlo valer, puse la vida de mi familia en tus manos, así que aclara tus ideas, y haz algo.

El comisario sin decir nada se alejó del grupo, dejando a todos en silencio.

(…)

Melody, la joven niña de ojos bonitos se encontraba sentada en un Banco, recargando su arma con total concentración.

Mientras tanto en las escaleras se encontraba Daryl, el grupo no aceptaba a Merle, luego de lo que el Dixon había hecho se había ganando el odio de sus amigos.

—¿Tú también dirás algo de Merle?—Pregunto Daryl.

—No tengo nada que comentar sobre tu hermano—Respondio Marlene—Solo me alegra que hayas regresado.

—Por un momento creí que me golpearias en el momento en el que pusiera un pie en la prisión—Hizo saber sonriendo de lado.

—Yo no, pero Melody quizás, se esta conteniendo, no le gustó que te marcharas—Comento.

—Jamás creí que me costará tanto hablar con una niña, y es más difícil si tiene un arma.

—Puede que la este cargando para ti—Sonrio la Greene levantándose—Hablemos luego.

—Como digas.

Marlene camino delante de Melody, acarició su cabello antes de marcharse, la niña alzó la mirada, encontrándose con la de Daryl.

Desde que el Arquero había regresado no le había dirigido la palabra, era orgullosa, y le gustaba ser dramática para obligar a que Daryl sea quien se disculpara.

El Arquero suspiró antes de levantarse, caminó hacia la chica y se sentó junto a ella.

—¿Sabes por qué me fui?—Pregunto sin obtener respuesta—Melody.

—Por tu hermano—Respondió—¿O no, viejo?

—No fue porque quisiera, pero no lo aceptaban, ni Rick, ni Glenn. Pasamos por muchas cosas, no podía abandonarlo otra vez—Melody guardó el arma antes de dirigir su mirada hacia el Arquero quien respiró aliviado.

—Pero el ahora esta aquí, ¿Ya no te irás, cierto?—Una leve sonrisa se formó en el rostro de Dixon, le agradaba la preocupación que Melody tenía hacia el.

—No lo haré, lo prometo—Aseguró.

—Bien, anciano—Golpeó puños con el hombre cerrando su promesa.

(…)

—Veo veo—Repitio Melody con los Binoculares entré sus manos.

Ambos niños se encontraban en la torre improvisada vigilando la zona, a pocos metros suyo estaba Maggie.

Llevaban ahí unas pocas horas pero lo único que se había avistado eran caminantes merodeando la zona.

—¿Qué ves?—Pregunto Carl siguiendo el juego de la castaña, por lo general siempre respondía que había visto otro caminante con diferentes prendas.

—Un caminante con algo en el cuello y una rubia detrás suyo—Respondio, Carl la miró por un segundo antes de tomar los binoculares y confirmalos.

—Maggie, hay algo ahí afuera—Informó, la mujer rápidamente observó por la mira del su arma.

—Es Andrea.


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