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─¿Donde estoy?

─¡Al fin despiertas!

Era un lugar algo oscuro pero a la vez extraño, estaba encadenada, no podía mover sus extremidades debido a las cadenas, a su alrededor habían lo que parecían ser remolinos, el lugar daba una sensación de miedo pero a la vez era hermoso, se veían a lo lejos cientos y cientos de galaxias, había llegado al centro del universo.

─Demos inició al juicio, bien infórmenme ¿Que hace ella aquí?

Aquel ser de aspecto masivo parecía absorber la luz, no se alcanzaba a visualizar su apariencia

─Según nuestro análisis sobre reglas recién creadas, la señorita Urania rompió una de las reglas de oro de las sexoservidoras para planetas

─¿De que hablas?

─De la nueva propuesta impartida por un tal Sol, una estrella de un sistema solar situada en la galaxia de La Vía Láctea, rompió específicamente la regla #7:

7.-𝑃𝑟𝑜ℎ𝑖𝑏𝑖𝑑𝑜 𝑠𝑎𝑡𝑖𝑠𝑓𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑎 𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠 𝑝𝑙𝑎𝑛𝑒𝑡𝑎𝑠 𝑒𝑥𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑎𝑙 𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒𝑚𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑒𝑥𝑜𝑝𝑙𝑎𝑛𝑒𝑡𝑎𝑠 𝑎 𝑚𝑒𝑛𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑟𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑑𝑒𝑙 𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒𝑚𝑎 𝑑𝑒 𝑝𝑒𝑟𝑚𝑖𝑠𝑜

─Hizo caso omiso a dicha regla señor y en casos como este se aplica la regla #10 que dice así:

10.- 𝐶𝑢𝑎𝑙𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟 𝑖𝑛𝑐𝑢𝑚𝑝𝑙𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑟𝑒𝑔𝑙𝑎𝑠 𝑡𝑒𝑛𝑑𝑟𝑎 𝑢𝑛𝑎 𝑝𝑒𝑛𝑎 𝑑𝑒 𝑑𝑜𝑙𝑜𝑟 𝑒𝑥𝑡𝑟𝑒𝑚𝑜 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜

─Bien comprendo, ¡TU!, ¿Que tienes que decir en tu defensa sexoservidora? - Dijo señalando a Urania dándole la oportunidad de hablar

─No fue mi culpa!, yo dormía dentro de mi sistema y el exoplaneta me vi*l0 sin mi consentimiento

─Claramente si fue consentido o no fue tu culpa, ¡Saliste de tu orbita!, bien pudiste dormirte en ella en lugar de un lugar en donde no provocando a otros que no, y ahora traigan al principal cómplice.

Los asistentes trajeron a un exoplaneta que tal parece que apenas y hablaba, se trataba de otro planeta de hielo como ella pero sin anillos y de color azul Céruleo.

─Ahora preséntate y dí quien eres

─No tengo nombre

─¿La conoces?, habla honestamente

─N-No

─¡Habla bien pedazo de escoria!, ¡Sabemos todo de todos!, la conoces o no

─¡SI!

─¿Qua hacías tocándola?

─Y-yo la ví durmiendo y se me hizo sexy y decidí satisfacerme con ella, tenía esa necesidad ¡LO JURÓ!

─Bien suficiente traigan el agujero negro

─¿QUE?, no por favor piedad, ¡¡¡¡AHHHHHHHHHH!!!!....

Los gritos fueron desgarradores, Urania miro hacía abajo intentando aguantarse las ganas de llorar.

─¡Y ahora tu!

─Urania supo que era hora de saber su castigo así que dirigió su mirada al líder

─Te condeno a tortura por todo un día tuyo

Aquel ser dio por terminado el juicio, haciendo que sea transportada a otra parte.

─¿A-Adonde estoy?

Continuará

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Y bien aquí vamos con la siguiente parte, esta vez no hubo sexo, pero en fin ni modo, el siguiente si vendría un poquito fuerte aunque no tanto, nos vemos en la próxima adiós