Nadie se esperaba está muerte, o más bien dicho "suicidio" por parte de la de rosa... ¿Cómo era posible que alguien tan alegré como Alegrosita llegué a estar tan triste como para cometer tal acto? Otra vez, se pusieron de luto, y al igual que a Generosita le hicieron su funeral, enterrando la juntó a la lápida de la osita generosa.

Entré todos, Revoltosito era el más afectado... El había amado a Alegrosita más que a cualquier osito, con ella experimento la sensación de querer a alguien en una forma más allá de amistad... Joder, hasta había planeado una vida juntó a ella, con hijos y todo... Pero ni siquiera llegó a decirle lo mucho que la amaba, ni siquiera pudo detener su intentó de suicidio o al menos hacer algo para salvarla... Solo puedo llorar y llorar arriba de su cadáver hasta que los demás ositos notarán sus llantos...

Revoltosito se sentía tan inútil...

...

Había pasado 1 mes después de lo sucedido y había una tensión algo triste en Quiereme mucho, era normal he razonable, pues estaban superando dos muertes que no se esperaban para nada y ese tipo de cosas son difíciles de superar...

El osito amarillo junto al de azul fuerte se encontraban en la entrada de la casa del torpe, querían saber cómo iba batallando con la muerte y tal vez podían intentar subirle el ánimo. El de gorra tocó la puerta dos veces, siendo atendido por el amigo robótico del de verde: Tuercas –Hola Tuercas, ¿Está Revoltosito en casa?– El robot asintió, dando a entender que el mencionado se encontraba en casa. Los dejó pasar a ambos y los llevó hacía la sala, dónde se encontraba el osito sin insignia sentado en el sofá, dibujando... Suele dibujar como desahogo, y por los papeles en el suelo ambos deducieron que Revoltosito estuvo desahogando se MUCHO.

Al notar la presencia de sus visitas, Revoltosito dejó el lápiz quieto un rato –Hola chicos... ¿Que hacen aquí?– Preguntaría en casi susurros, debido a que no tenía muchas ganas de hablar últimamente –Vinimos a ver si estabas bien y querías hacer algo, pues hace un mes que no sales de tu casa...– Respondió el osito con insignia de sol, acercándose al osito dibujante –¿Estuviste todo ese tiempo dibujando?– Preguntó el gruñón, mirando la cantidad de papeles en el suelo y mesa –E-esque... Tengo de costumbre dibujar cuando me siento triste... Y... Bueno..–

Los tres estarían en silenció un rato, hasta que el robot vino con unas galletas recién hechas, ofreciéndose las primero a Revoltosito –Gracias Tuercas..– Agradeció el de verde, tomando dos galletas y comiendo una de ellas –¿Gustan de alguna galleta? Tuercas las hace muy deliciosas– Ofreció, mientras terminaba de comer la primera galleta y se comía la segunda –¡Claro! Tengo algo de hambre la verdad– Divertosito agarró una galleta y la comió, dándose cuenta de que Revoltosito tenía razón, eran deliciosas –Yo ya comí, así que no, pero gracias– Diría Gruñosito, para después agarrar algunos papeles y acomodarlos en la mesa, pues en el piso alguien podría tropezar con ellos y, tal vez, lastimarse.

–Oye Revoltosito, Gruñosito y yo íbamos a dar un paseó por Quiereme mucho, como hace un mes que no sales pensábamos en invitarte a venir con nosotros... Después de todo no puedes estar encerrado todo el día, necesitas aire fresco– Con lo que el de gorra dijo, el sin insignia pensó aquella petición... No estaba interesado en salir la verdad, pero sus amigos estaban en lo cierto: Debía salir he intentar despejar su mente de aquel horrible suceso, al menos unos segundos... Después de unos minutos, dió su respuesta –Tienen razón, ya llevó mucho tiempo encerrado... ¿Pero puede venir Tuercas con nosotros? Es que no quiero dejarlo solo..–

–¡Claro! Mientras más sean mejor, ¿No Gruñosito?–

–¡Si!–