El restó de la ciudad no tardó para enterarse, todos los ositos se encontraban impactados y en shock por lo que le pasó a Generosita... Era la primera vez que algo como esto pasaba, era la primera vez que un osito moría de esa manera.
Nunca pensaron que esto llegaría a pasar, menos de que la desafortunada sea una osita tan generosa como ella... Todos estaban de luto desde ese día.

Obviamente le hicieron su funeral, todos fueron a excepción de Gruñosito... Según el, tenía la culpa de la muerte de Generosita ya que él le había dado el polvo, aunque la verdad es que todos sabían que lo que pasó no fue intencional y que nadie tenía la culpa... Aún así, el osito azul fuerte no podía evitar sentirse así.

Habían pasado ya 5 días desde el accidente, Quiereme mucho se sentía diferente sin la presencia de la dichosa difunta.
Alegrosita era a quien más le hacía falta su presencia, más que a nada...

...

–¿Alegrosita?– El osito torpe se encontraba en la puerta del hogar de la mencionada, tocando la puerta algunas veces. Al ver que no abría, por un momento, pensó en irse, pero la osita rosa (con algo de pereza) después de un rato fue a abrirle. Se notaba que ella no había dormido bien, además de haber estado llorando mucho... Estaba muy mal.
–¿Que quieres...?– Preguntaría con la voz entré cortada y soltando un bostezó –Dormiste poco, ¿No?– La mayor de estatura apartó la mirada, no queriendo responder a eso –Alegrosita... Se que te duele, a mi también... Pero no puedes descuidarte así, ¿Al menos comiste algo?– Revoltosito seguía sin recibir respuesta cuál no necesitaba la verdad, con solo ver lo flaca que su amiga estaba ya era suficiente como para deducir que no comió NADA en lo absoluto.

Revoltosito suspiró, algo agobiado he estresado, le preocupaba el estado de Alegrosita.

–Es que...– La osita rosa buscaba excusas, manteniendo su boca abierta unos minutos para luego cerrarla, al no encontrar alguna excusa a su falta de atención propia –A todos nos duele lo que pasó, incluyendome...– El osito verde se acercó un poco a la rosa, tomándole de las manos –Se que a ti, más que a nadie le dolió por el hecho de que Generosita era tu mejor amiga... Pero no puedes descuidarte así, no creo que eso le haya gustado a ella– Hubo mucho silenció entre ellos dos, hasta que Revoltosito lo rompió –Oye, ¿Que te parece si vamos a comer algo y tenemos una pijamada en mi casa? Así te distraes un poco... Vamos, no puedes decirme que no–

–... Está bien...–

–Y por favor sonríe, se que es duró, pero quiero verte feliz... Al menos inténtalo por mi, ¿Si?–

Alegrosita suspiro profundamente, para luego sonreír ligeramente mente.

–Intentare estar feliz, por ti...–