Los meses pasaron, los ositos empezaron a volver a la "normalidad" después de un tiempo. Todavía extrañaban a Generosita pero sabían que no ganarían nada con estar tristes todo el tiempo, tenían que seguir sus vidas, no podían estancarse por aquel trágico suceso.
Claro que, aún si la osa generosa está muerta, siempre estará viva en sus corazones...

Por otro lado, Alegrosita mejoró en tanto a su salud, había vuelto a comer y dormir, algo que alegraba a Revoltosito... Desde la muerte de Generosita, el se aseguró de que Alegrosita logré superarlo y que no se quedé estancada en su muerte, ya que, secretamente, el la amaba... El osito torpe no le gustaba ver a quien quería tanto en esa tristeza, sumando el hecho de que ella siempre había Sido alguien tan alegré, verla tan triste de golpe no era agradable. El la ayudó he acompañó, no la dejaría sola por nada del mundo, porque la amaba y deseaba que estuviera bien, que fuera feliz de vuelta... Al parecer, lo había logrado.

Alegrosita todavía extrañaba a Generosita, más que cualquier osito, pero gracias a Revoltosito, aprendió a dejarla ir, aprendió a superarlo... Había vuelto a ser feliz.

...

¿Verdad...?

...

–Hmm, que raro, se supone que Alegrosita ya tuvo que haber llegado...– Revoltosito y Alegrosita habían planeado un pequeño paseó por las nubes, era algo que solían hacer desde siempre y como hace mucho no lo hacían, habían planeado volverlo a hacer hoy... Pero la osa alegré no daba señales de haber venido –¿Estará ocupada?– Pensaba en voz alta, mirando a ambos lados mientras que la angustia llenaba su cuerpo... Su amiga no era de llegar tarde.

–Debería ir a su casa, ¡S-si! Solo para ver si se quedó dormida o está bien...– Sin decir más, se dirigió a la casa de la de rosa.

...

–¿Alegrosita? ¿Estás ahí?– Exclamaba mientras golpeaba la puerta, aunque después de unos segundos se dió cuenta que la puerta estaba... ¿Abierta?.
–.... A-ah... ¿Alegrosita...?– Se adentró en la casa de su amiga... La sala estaba decorada con arcoiris he colores rosados de todos los tipos, no había nada fuera de lugar o al menos a los ojos del torpe todo estaba en su lugar... Igual, no podía evitar sentir un presentimiento de que algo estaba pasando, vuelvo a decirlo, que Alegrosita tardé tanto no era normal en ella.

–..¿Hm..?– Miró que en una mesa había una un vaso con algo verdoso, además de que aquél vaso estaba medio vacío –¿Ella está haciendo jugó?– Agarró el vaso, mirándolo con curiosidad debido a su color tan verdoso, y debido a eso decidió olerlo.
Al olerlo por impulso dejó caer el vaso, afortunadamente no rompiéndose pero si manchando el piso con ese... Jugó, o más bien veneno.

–... E-eso... ¿¡Eso es veneno para ratas..?!– Exclamó para si mismo, entrando en un pánico... ¿DONDE estaba Alegrosita..? ¿Dónde estaba?.

Decidió agarrar el vaso y ir a la cocina, para lavarlo bien y ir por algo para limpiar el piso... No sabía lo que se encontraría...

...

Al entrar a la cocina una escena horrible lo recibiría. Alegrosita se encontraba recostada/tirada en uno de los muebles, con sangre combinado con vómito arriba de ella...
Revoltosito al ver esto dejó tirar el vaso, está vez rompiéndose... El estaba en un shock y lo único que hizo fue gritar en horror.

–¡¡ALEGROSITA!!–

Fue rápidamente hacía ella, a su vez que empezaba a llorar descontroladamente. ¿Alegrosita se había suicidado? Era en lo único que Revoltosito podía deducir entré el shock he impactó en el momento, y se culpaba tanto por no haber evitado esto...

–¡¡ALEGROSITA HÁBLAME POR FAVOR!! ¡¡H-HABLAM-ME!!– Se aferraba al cuerpo de la difunta, manchando se de vómito y sangre, pero eso era lo que menos le importaba al torpe... Tenía frente suyo a la persona que más había amado MUERTA, algo que siempre había temido que pasará –¡¡A-alegrositaa-a... N-noo!! ¡¡NOO!!– Lloraba en el pecho de la mencionada, cuál por obvias razones no daba respuesta alguna –Y-yo... Y-yo te amo... A-alegrosita... ¡P-por favor n-no...! N-no... N-no ahora...–

Ni siquiera había podido declararse a ella antes de que esto pasará, ni siquiera lo puedo evitar...