(...) Aunque así se quisiese, no sería posible reducir la historia de tan noble nación a unas pocas páginas, puesto que tanto su identidad como sus principios fundamentales han sido construidos a lo largo de muchos siglos de constantes y sangrientos conflictos (...).

Al principio de todo, se trataba de un apacible país, cuyo pequeño tamaño no lo convertía en amenaza para las naciones que se habían ido estableciendo a su alrededor. (...) Existía y perduraba de forma armoniosa por el adecuado gobierno de una única familia real, compuesta en su interior por un clan principal y por numerosos clanes secundarios (...). Se encontraba dividido en cuatro distritos diferentes, según los puntos cardinales: Norte, Sur, Este, Oeste (...). El clan que se ubicaba en el Este era el clan principal, sobre quienes recaía la responsabilidad, pero también el prestigio, de gobernar la nación en su totalidad. El Sur, Norte y Oeste, por su parte, eran regenteados por clanes igualmente nobles, emparentados de forma muy estrecha con el clan del Este, pero que no ostentaban el rol de gobernantes del país entero, sino que tenían voz y voto únicamente sobre sus respectivos Distritos (...).

(...) El período conocido como "Período de la conquista" marcó el abrupto final de la era de paz y armonía en la que habían estado viviendo. (...) La amenaza tuvo el rostro de otra nación: una nación vecina de carácter expansionista, cuyos deseos eran los de construir un verdadero Imperio. (...) La tragedia fue inevitable. El ejército invasor ingresó al país por la zona Norte y procedió, valiéndose de su superioridad numérica, a conquistar y ocupar el resto del territorio (...). La nación que acababan de apropiarse recibió entonces el nombre de "Imperial Nation" por parte de sus nuevos gobernantes (...).

(...) La opresión terminó por despertar a un león que había estado durmiendo por muchos años... y fue entonces cuando la revolución comenzó. (..) El "Período de la rebelión" fue definitorio para la obtención de la tan ansiada libertad. Los miembros de todos los clanes que componían la familia real lucharon lado a lado con el resto de la población (...). A pesar de que finalmente se logró obtener la victoria y expulsar a los invasores, el precio que tuvo que pagarse fue, tal vez, demasiado alto. La nación nunca volvió a ser la misma. (...) Es en este período donde se remontan los últimos registros históricos del clan de la familia real que regenteaba el Distrito Norte, quienes fueron totalmente aniquilados en el proceso de rebelión (...).

(...) El "Período Cardinal" fue igualmente revolucionario y trágico para la historia nacional. (...) Debido al estado de inestabilidad en que había quedado el país luego del anterior período, se generó un gran vacío de poder. No había orden, tampoco una dirección clara (...). Era cuestión de tiempo que estallara una guerra civil... y así fue. (...) Los descendientes de los clanes reales que originalmente habían convivido y regenteado el país en armonía, pronto entraron en conflicto. (...) El Distrito Norte ya no tenía líderes, puesto que habían perecido en la rebelión, por lo que los tres distritos restantes, cuyos clanes también habían sido severamente diezmados, y conscientes del vacío de poder generado en el Norte, comenzaron a conspirar para poder hacerse con el control de dicho distrito. (...) Algo así no podía, bajo ninguna circunstancia, suceder, ya que sólo provocaría un gran desequilibrio de poder a nivel interno (...).

(...) La guerra civil dejó al país al borde de la más absoluta ruina. (...) El establecimiento del Tratado de Paz consolidó los deseos de una nueva armonía nacional. El país, ahora rebautizado como Cardinal Nation para eliminar todo vestigio de la conquista, no tendría ya el poder centralizado en uno solo de los clanes. (...) Se pactó que los tres distritos cuyos clanes regentes habían sobrevivido, con sus respectivos líderes al mando de cada uno de ellos, continuarían existiendo sin que ninguno ocupara un lugar de jerarquía sobre los demás. Cada clan debía de ahora en más ocuparse principalmente de su propio distrito y de las necesidades de la población que lo habitaba. (...) El Tratado también aseguraba la conformación de un Distrito Central, independiente de los otros distritos, en donde se establecería un Gobierno Central que admitiría representantes de todos los distritos del país, a excepción del Norte. (...) El Norte, por su parte, no podría ser reclamado por ningún distrito, por lo que esa zona pasaría a ser 'tierra de nadie' (...).

*Fragmentos extraídos del Libro Familiar del Clan Kwon.

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D-10