Capítulo 1: LA BODA ROJA (parte I)
Es de público conocimiento que una boda es, en la mayoría de las culturas, símbolo de paz, armonía y amor. Pero para Lee Chaerin, más conocida por aliados y enemigos como "CL", esa boda en particular no representaba ninguna de esas cosas. Y ese era el motivo por el cual, a pesar de las miradas de incredulidad que sabría recibiría, hizo acto de presencia en el lugar en donde el evento sería llevado a cabo luciendo como lo haría una mujer que asiste a un velorio. Era una calurosa tarde de verano, por lo que haberse puesto un vestido largo y de color negro no parecía tan buena idea, pero CL tenía una postura al respecto de todo aquello y estaba dispuesta a hacerla explícita.
Así que se contoneó por el predio de la estancia, tratando de no poner los ojos en blanco ante la opulencia de todo lo que la rodeaba. Una boda que representaba una alianza entre el Este y el Sur era, claramente, un asunto muy importante. Pero que los estandartes de ambas partes estuvieran por todos lados le parecía una innecesaria demostración de ego.
Todos los presentes sabían a qué unión estaban concurriendo. No hacía falta que la decoración fuera tan obvia.
Además, el rojo y el azul ni siquiera combinaban entre sí, pensó mientras se acomodaba el tocado que llevaba en su cabello, el cual constaba de un velo negro que cubría parte de su rostro. CL podría apostar a que la idea había sido de los Dragones. Siempre tan orgullosos de sí mismos, los malditos bastardos. El Sur también tenía su vanidad, pero la manifestaban de otro modo. Eran más sutiles en sus formas. Más elegantes.
CL escaneó los alrededores en busca de algo que pudiera alivianar sus tensiones. ¿En dónde estaba el alcohol? En el Oeste, las bodas no se consideraban tales sin una buena oferta de bebidas alcohólicas. Mas no tuvo que seguir buscando, porque un joven con una bandeja llena de copas de champagne se cruzó en su camino de manera muy oportuna. Tomando una al pasar junto a él sin siquiera detener su andar, se dirigió hacia las dos personas que había identificado desde el momento en que había puesto un pie sobre el césped.
Allí estaban, conversando tan amenamente como de costumbre. Ese dúo era muchas cosas, pero la falta de cordialidad no era un defecto con el que contaran.
La primera en darse cuenta de su presencia fue la hermana de la novia. Jessica Jung le mantuvo la mirada mientras la veía acercarse con ese caminar felino que tanto la caracterizaba. No sonrió ni asintió en su dirección, no la saludó de ninguna forma en particular. Pero CL sabía que el aura de elegante serenidad que emanaba de ella era una buena señal. En ese mundo, uno debía saber leer a sus "colegas", y la líder del Sur era como un libro abierto para ella. Esa mujer había sido dotada de una honestidad que rayaba con la brutalidad. Con ella, obtenías lo que veías. Y, aunque no estaba dispuesta a admitirlo en voz alta, CL la admiraba por ello y creía que eran, ciertamente, similares.
El hombre que acompañaba a Jessica, por otro lado, alzó una ceja al reparar en su presencia. Acto seguido, la recorrió con la mirada de los pies a la cabeza, no en actitud lasciva sino con lo que la líder del Oeste reconoció era diversión. El mensaje que había querido enviar ese día, sin dudas, había llegado a destino.
Kwon Jiyong, más conocido como "GD", le dedicó una inclinación de cabeza a modo de saludo, junto con una silenciosa sonrisa. CL se detuvo ante ellos al tiempo que bebía de su copa de champagne.
— Supongo que debería felicitarlos a ambos —espetó, en un tono que sonaba más como una ofensa que como una congratulación. Los otros cruzaron una mirada, pero el que contestó fue GD.
— No creo que sea necesario. Tu entusiasmo es evidente —y, como para concluir su comentario, Jiyong alzó su propia copa y la hizo chocar contra la de ella con un leve tintineo. CL, entendiendo que él estaba proponiéndole un duelo de intelectos -como ya era costumbre entre ellos-, se dispuso a dar una respuesta que estuviera a la altura de lo anteriormente dicho. Sin embargo, tuvo que detenerse en el acto, pues alguien llamó su atención de manera soberana.
En la zona de las mesas que habían sido dispuestas sobre el predio, un grupo de personas a las que CL no acostumbraba a ver en eventos sociales de esa índole parecía estar generando cierto alboroto. La figura central, quien la rubia sabía se hacía llamar Zico, se encontraba semi-sentado sobre la mesa, con una botella entre sus manos. A su alrededor, se encontraban tres personas más: un joven moreno de expresión inescrutable y lo que parecía ser una pareja, con la chica sentada sobre las piernas del chico. El líder del grupo se arremangó la camisa con desenfado y procedió a descorchar la botella que sostenía justo cuando sus ojos se encontraron con los de CL a la distancia. Él, entonces, le ofreció una sonrisa torcida que hizo que ella apretara los dientes.
— Exijo una explicación sobre esa... situación —murmuró, volviéndose a los otros dos. Jessica afinó la mirada cuando volteó hacia Zico y compañía. Su rostro, hasta ese momento relajado, se tensó de inmediato.
— Ninguno de nosotros lo quiere aquí. Él simplemente decidió que podía presentarse como si lo hubiéramos invitado.
CL soltó un bufido quedo.
— ¿Y ustedes se lo permitieron?
No podían confiar en ese sujeto, y la líder del Oeste no creía que Jessica y GD fueran a rebatir ese punto. Zico había comenzado a interactuar con ellos hacía aproximadamente un año, luego de autoproclamarse líder del Norte. Sus dominios habían estado hasta entonces carentes de una figura central que pudiera organizar un clan estable a su alrededor, por lo que su repentina aparición había tomado a todo el mundo con la guardia baja. Sabían poco -prácticamente nada- sobre su persona, por lo cual resultaba sorprendente que se atreviera a tratar a los líderes de los otros tres clanes con semejante confianza y desparpajo. Actualmente Zico frecuentaba los territorios del Sur, Este y Oeste con demasiada liviandad para el gusto de sus respectivos cabecillas, pero sus intenciones no eran claras para nadie.
Y CL ciertamente no se sentaría a esperar a que algo desastroso sucediera por culpa del forastero.
— Es la boda de mi hermana —dijo Jessica, señalando lo que era obvio—. No quiero disturbios de ningún tipo.
Chaerin reconoció la advertencia en el tono de su voz, sin embargo optó por guardar silencio.
— Además —continuó la otra mujer—, he dado instrucciones para que, en caso de que se vuelvan una verdadera molestia, sean invitados a retirarse —concluyó, dando a entender que, como era usual, tenía todo bajo control.
CL sabía que si Jessica Jung consideraba que alguien era una "molestia", sus hombres harían algo más que "invitarlo a retirarse", por lo que supuso que, por el momento, podía conformarse con ese estado de situación. Los tres líderes se dispusieron entonces a conversar sobre temas menos problemáticos, hasta que Chaerin abrió los ojos en un gesto de sorpresa al divisar a un grupo de jóvenes a espaldas de GD.
— Tus hijos han crecido mucho en poco tiempo, Jiyong —acotó, con la familiaridad de quien los había visto nacer.
— ¿"Poco tiempo"? Si no me equivoco, la última vez que los viste fue hace tres años —puntualizó GD, al tiempo que la tomaba de un brazo con delicadeza para poder guiarla hacia la zona que había sido dispuesta como espacio de descanso, con sillones y mesas bajas, para que los invitados pudieran acomodarse allí con mayor soltura que en la zona de las mesas altas.
La primera en notar que su padre se acercaba con CL fue Jennie. Se había sentado en uno de los sillones de manera despreocupada para, acto seguido, ordenar que alguien le trajera algo para beber. Hanbin, su hermano mellizo, tan paciente como de costumbre, se dispuso a cumplirle el capricho de inmediato, no sin antes arrastrar a Jungkook con él. Cuando regresaron, le presentaron -con una pomposidad que la hizo reír- una bandeja entera de tragos dulces que habían, según ellos, "tomado prestada" del bar que se encontraba al otro lado de la pista de baile.
A los tres hermanos se les había agregado pronto la presencia de Taehyung, su primo por parte materna, atraído por la mercancía que Hanbin y Jungkook habían conseguido. El grupo había entonces permanecido en su propia burbuja, hasta que GD condujo a CL hacia donde estaban.
Para sorpresa de todos, Taehyung fue el primero en ponerse de pie. Con un gesto de extrema galantería, que a sus primos les pareció ciertamente exagerado, el joven se inclinó para poder besar la mano de la líder del Oeste.
— Es un placer volver a verla después de tanto tiempo, señora Lee.
El saludo, a todas luces formal, hizo que más de uno soltara una risita por lo bajo. Incluso GD sonrió, pensando que a nadie, ni siquiera a CL, debía sorprenderle ya la extravagante personalidad de Taehyung.
La rubia le devolvió el saludo, conteniendo una carcajada. Luego dirigió su mirada al resto, comprobando que su primera impresión había sido correcta. Todos habían crecido mucho.
BI, a quien sólo los miembros de su familia llamaban Hanbin, era el que menos había cambiado. Chaerin lo recordaba como un joven fuerte de mirada intimidante, similar a la de su padre. Sin embargo, en ese momento parecía estar muy relajado, por lo que su semblante reflejaba dicho estado de ánimo. CL reparó entonces en su melliza. Jennie se había convertido en toda una mujer, puesto que ya no era una adolescente. Seguía teniendo la misma aura de sereno poder que tanto caracterizaba a las mujeres de la familia Kwon, quienes no necesitaban siquiera alzar la voz para ser obedecidas al instante.
— Debo decirte, Jiyong, que Jennie es a quien yo personalmente querría ver como futura jefa de tu clan. Tiene todo lo que es necesario en un líder.
GD soltó un suspiro, con la mirada fija en su hija. Ambos sabían que CL había emitido ese mismo comentario una infinidad de veces en el pasado. Cada vez que la líder del Oeste se encontraba con Jennie, la rubia consideraba que era necesario repetirlo. Por si acaso.
— Jennie es tan capaz de liderar el clan como cualquiera de los otros candidatos, de eso no hay duda —respondió GD, haciendo que su hija le dirigiera una sonrisa. A su padre nunca le había importado el hecho de que ella fuera la única mujer entre todos los aspirantes al puesto. Siempre la había tratado con el mismo respeto que a sus hermanos y primos.
— Bueno, en mi opinión... —quiso continuar CL, pero el otro la interrumpió en el acto.
— Vaya que tienes opiniones respecto a clanes que no son el tuyo.
CL se lo quedó mirando en silencio. Ese hombre podía ser realmente irritante cuando se lo proponía. Por el rabillo del ojo, pudo notar que los jóvenes estaban conteniendo la risa, mas cuando se disponía a contraatacar apareció alguien a quien aún no había visto en ese lugar.
Kim Taeyeon era un verdadero misterio. Aunque de cuerpo pequeño y delicado, poseía el aura que le había heredado a su hija. Era, por sobre todas las cosas, una muy buena observadora, y ese era el motivo por el que su esposo siempre acudía a ella en primer lugar cuando se suscitaban problemas. CL, ciertamente, la respetaba. Taeyeon no era ninguna "esposa florero", puesto que no se limitaba a ser increíblemente bella y a sonreír tomada del brazo de su marido. El que pensara algo semejante, estaba completamente equivocado.
Además, ser la pareja de Kwon Jiyong no era algo que CL envidiara. En absoluto. Aunque nunca lo admitiría en voz alta, la sola presencia de GD imponía respeto. Era, a todas luces, un líder nato, y ese punto estaba fuera de discusión. CL consideraba que gobernar junto a él sin ser tragada por el agujero negro que representaba era toda una hazaña por parte de la morocha.
Taeyeon aparentemente había presenciado el intercambio entre su esposo y CL, porque se limitó a sacudir la cabeza con incredulidad, al tiempo que se cruzaba de brazos con elegancia.
— Había olvidado lo entretenido que podía ser verlos juntos —comentó, haciendo clara alusión a los otros dos—. A estas alturas, estoy convencida de que lo hacen a propósito.
Como si de un niño pequeño se tratara, GD se encogió de hombros, fingiendo inocencia.
— Sólo estábamos intercambiando opiniones sobre los jóvenes aquí presentes —cuando CL quiso acotar algo en su defensa, él volvió a interrumpirla con cierta malicia—. Por cierto, has expresado tus preferencias con respecto a mis hijos y nuestro clan, pero... ¿qué hay del tuyo?
La rubia alzó una ceja, interrogando a su interlocutor con ese simple gesto.
— En el Oeste no tenemos nada que debatir —sentenció, alzando la barbilla. GD suprimió una carcajada al cruzar miradas con su esposa. CL era ahora la viva imagen del orgullo—. Sabes que mi hija es la única sucesora posible.
— Lo sé. Después de todo, te has asegurado de que Lisa no tenga que competir con nadie, Chaerin —GD trató de que su último comentario no se prestara a malentendidos suavizando el tono de su voz. La realidad era que no había pretendido ofenderla. No le tenía miedo a la rubia, por lo que se divertía buscando maneras de molestarla siempre que la veía, pero jamás se atrevería a meterse con su hija.
Afortunadamente, CL entendió que el hombre simplemente había evidenciado una verdad. Poco tenía que ver el hecho de que Lisa estuviera ampliamente calificada para liderar el clan del Oeste; lo cierto era que, a ojos de su madre, ese puesto le pertenecería a la chica tarde o temprano.
— Así es —aceptó—. Tener varios candidatos al puesto es cosa de ustedes. ¡Y, por si fuera poco, la mayoría son hombres!
GD decidió que omitiría el hecho de que la rubia ya había mencionado ese punto. El comentario de CL había, además, provocado una nueva oleada de risas, a la que incluso Taeyeon se había unido.
El único que no parecía estar disfrutando de la situación era Jungkook, ya que no había rastro alguno de diversión en su semblante. Desde que la conversación entre su padre y CL había virado hacia la figura de Lisa, el morocho había estado tratando de disimular su incomodidad. Aunque no supiera bien el motivo, su cuerpo tendía a tensarse por cuenta propia ante la sola mención de la chica.
Notó también que no podía estarse quieto. Había cambiado de posición desde su lugar en el sillón una infinidad de veces a lo largo de esa conversación, pero creyó que nadie repararía en ello. Desafortunadamente, estaba equivocado, y lo supo cuando su hermana clavó sus ojos en los suyos. La penetrante mirada de Jennie contenía una simple pregunta, "¿qué te sucede?", por lo que Jungkook se dispuso a darle una respuesta también simple: sacudió la cabeza y apartó la mirada con rapidez, temiendo que su hermana pudiera leerle la mente.
El morocho soltó un suspiro de alivio cuando su madre le puso fin a la conversación, prácticamente retando a los otros dos por estar hablando de clanes y negocios en medio de una boda. Cuando los tres líderes se retiraron, Jungkook notó que finalmente era capaz de relajarse nuevamente. Tomó entonces otra copa de la bandeja que se encontraba sobre la mesa baja que tenía enfrente, sabiendo que al otro día tendría que lidiar con una soberana resaca. Pero estaban en una jodida boda y los novios no habían escatimado en gastos, por lo que no aprovecharlo le parecía ridículo.
Los tragos dulces se acabaron pero luego fueron suplantados por copas de vino. Cuando Jungkook ya comenzaba a sentirse acalorado, vio que otro de sus primos se acercaba. Jimin, el hermano del novio, había sido honrado con el título de "padrino de bodas" pero no parecía estar disfrutando de la situación. Jungkook estaba seguro de que su primo habría deseado estar en la zona de sillones con ellos, que no tenían responsabilidad alguna para con la boda y podían limitarse a beber todo lo que los mozos pusieran sobre la mesa. Jimin, en cambio, debía estar alerta y dispuesto a solucionar cualquier cosa que pudiera salir mal, y su larga lista de tareas incluía ser el apoyo moral de su propio hermano.
Jungkook, sus hermanos y Taehyung se quedaron perplejos al ver que Jimin, sin siquiera dirigirles la palabra, tomaba una copa de vino y la vaciaba de un solo trago.
— No me juzguen. Estoy muy estresado —y, acto seguido, vació una segunda copa. Los otros explotaron en carcajadas de todos modos. Jimin soltó un suspiro y dejó la copa que había vaciado sobre la mesa, pero un descuido hizo que derribara otras dos copas con el dorso de la mano. El contenido de dichas copas se volcó sobre el brazo derecho de Jungkook, empapando su ropa en el proceso y escurriéndose sin cuidado por los dedos de su mano.
— Si encuentro una sola gota de vino en mi vestido... —murmuró Jennie al tiempo que comenzaba a examinar su propia ropa, pero Jimin no tardó en esfumarse de la escena por miedo a que su prima lo asesinara a sangre fría.
Jungkook maldijo entre dientes, poniéndose de pie para dirigirse hacia el baño de hombres con el fin de poder arreglar el desastre que Jimin había causado.
No tardó mucho, puesto que pronto comprendió que no podía hacer nada por su ropa manchada de vino. Así que, luego de lavarse las manos, emprendió el camino de regreso preguntándose si su hermana habría encontrado vino en su vestido y si Jimin viviría para ver otro día.
Pero todas sus preguntas desaparecieron de su mente cuando alzó la vista y sus ojos se encontraron con los de la chica que venía caminando en sentido contrario al suyo: Lalisa Manoban en persona.
-x-
Finalmente hemos revelado la primera parte del capítulo 1 de esta nueva historia que comienza!
Nos hacía mucha ilusión escribir un au de mafia, ¡que es de hecho nuestro primer au! Este fic posee: representaciones gráficas de violencia, contenido sexual, lenguaje vulgar y temas maduros. Con respecto a las cuestiones relacionadas con el mundo de la mafia (drogas, armas, etc.), nos gustaría aclarar que no promovemos el uso o abuso de ninguna de estas cosas, pero decidimos utilizar dichos temas con el fin de mantenernos fieles a la historia. Después de todo, estamos presentando un au de mafia y nos pareció que lo más correcto como escritoras era retratarlo de manera realista. Hemos tomado a los idols que queremos y admiramos como personajes, pero tengan en cuenta que los verán en situaciones en las que no solemos ponerlos, e incluso esto podría llegar a resultarles difícil o incómodo a algunas personas, pero repetimos que todas las decisiones tomadas por nosotras al crear esta historia responden a nuestra aspiración de ser coherentes con lo que estamos haciendo. Es por esto también que se encontrarán con algunos idols que son muy queridos por nosotras, presentados como "antagonistas". Una vez más, les pedimos que comprendan que todo forma parte de este universo independiente que estamos creando.
Como saben, los protagonistas de esta historia son Jungkook y Lisa, por lo que pueden esperar muchísimo contenido de esta pareja. Asimismo, los otros ships también estarán presentes, ¡y mucho!
Dicho todo esto, los instamos a anticipar una historia que se ha vuelto con rapidez una de nuestras favoritas. Nos gusta tanto, que trabajamos en ella casi a diario, así que acompáñennos en esta nueva aventura :)
¡Hasta la próxima actualización!
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