Problemas Familiares No Sabemos

Me alejé unos pasos atrás tosiendo

-¿ bien... bien echo de... Que ? - ella solo sonrió más y levantando los pies, paso sobre Eliot que seguía inconsciente y guardó el tubo con el que lo agredió para tomar mi rostro entre sus manos.

- vi que ese hijo de puta te ahorco y es algo estupido preguntar, pero lo hago más por protocolo que otra cosa- se quitó los lentes- ¿estas bien?

Detalle sus ojos. No parecía muy preocupada, sino más bien feliz por algo que no llegaba a comprender, ese hermoso universo expresivo que tenía en la mirada casi le podía gritar que sentía orgullo de lo que estaba viendo, suspiré perdiéndome en ellos un momento y tome su mano que seguía en mi rostro.

Su toque era demasiado diferente, no hay punto de comparación a como me estaba tomando Lauren en este momento. Fácilmente podría confundir su mano con plumas y ni aun así sentía un agarre débil.

- Estoy bien, gracias, otra vez.

- para ti siempre, bonita

Me volvió a mirar como hace una horas en el baño, perdiendo total de mi cuerpo cerré los ojos esperando otro beso robado de su parte, sin embargo solo sentí como sus manos abandonaron mi rostro con una caricia tan suave que no dejó rastro de estar ahí en ningún momento.

Abrí mis ojos para toparme con esa galaxia verde más brillante que antes.

-¿te puedo acompañar a casa? -susurró aun cerca de mi.

-si... - respondí en automático sin querer perder un segundo de la maravilla que ocurría en sus ojos.

Jauregui sonrió de lado.

- perfecto - me dio la espalda y se agacho para registrar el cuerpo de Eliot.

- ¿qué haces, Lauren?

- no pensarás que este hijo de puta salga ileso después de que te tocó, ¿verdad?

Bueno, está tirado en el suelo, inconsciente. "ileso" no salió.

Me vi tentada a contestar por un segundo. Pero lo descarté tan rápido como apareció en mi mente, eso sonaría a que lo esté defendiendo.

Lauren se levantó volteando hacia mi mientras guardaba en su bolsillo efectivo y una llaves de auto.

- listo. vamos bonita.

Me mordí la lengua para no argumentar que robar estaba mal porque una voz más fuerte en mi cabeza solo decía "se lo merece, eso y más. Tiene que pudrirse" cosa que me asustó un poco.

No conteste y solo me ajusté mi mochila para dar varios pasos hacia atrás rodeando el cuerpo de Eliot y comenzar a caminar en dirección a mi casa, sabía que Jauregui estaba al lado mío volviendo a disfrutar de su silencio.

Era agradable.

De por sí adoro los silencios y la soledad, pero cuando estoy con otra persona se me hace muy incomodo y si tengo pocas palabras compartidas con la persona, más aún. Me hacía sentir que no era lo suficientemente interesante para esta persona. Que era alguien super aburrida que no vale la pena ni hablarle. Pero con Jauregui era simplemente distinto. Tal vez por que ahora se que le gusto o por que así es su esencia.

Luego de unos 20 minutos caminando ella encendió un cigarrillo. No lo habia notado, pero a diferencia de la mayoría de los fumadores que conozco, ella no carga sus cigarros en el mismo empaque que los compra, si no que al parecer se toma la molestia de sacarlos todos y ponerlos en un envase especial de metal, se podía abrir y volver a cerrar.

- ¿qué le dirías a tu madre? - preguntó guardando rápidamente aquel artilugio antes de que lo pudiera detallar mejor, tenía un diseño que me llamaba la atención.

- ¿sobre que? - ella se puso delante de mi deteniendo mi paso, sacó el cigarro de sus labios y me sonrió como solo ella sabe hacerlo.

- se te está formando una fea marca - susurró analizando mi rostro de arriba a abajo, comenzando con mi frente, siguiendo por mi nariz y terminando en mis labios para morderse el suyo y finalmente dirigir esos abismos verdes en mi cuello.

- yo... - note que quiso alzar su otra mano para acariciar la zona, pero volvió a su lugar antes de llegar a su destino dejándome a mi sin respiración. - creo que - trague saliva ante su mirada

"me enamore de una sonrisa que no me fue dirigida"

- no se dará cuenta. - frunció el ceño.

- Camila, tienes un morado enorme en todo el cuello, hasta un maldito vampiro sería más delicado que ese animal. ¿Como no se va a dar cuenta la mujer con la que has pasado la mayor parte de tu vida? - renegó y yo le di una sonrisa triste.

- confía en mí, se lo que te digo - ella cruzó sus brazos con cuidado por el cigarrillo aún encendido entre sus dedos.

- suena a que prefieres pasar el rato en mi casa siendo yo una drogadicta que no tiene nada bueno que aportar antes que volver a tu "hogar dulce hogar" - replicó con voz dura

Que tierna.

Pensé por un momento para mi horror. Llevaba todo el día pensando en adjetivos contrarios a Lauren Jauregui y eso me aterraba. Yo no soy lesbiana no me gustan la chicas y si lo hiciera definitivamente es un NO rotundo al que me guste Lauren Jauregui.

Me encojo un poco incomoda, la verdad es que por otro lado ella tenía razón, prefiero pasar el día en cualquier lugar que en mi casa, pero la suya no era una opción.

- tengo que hacer tarea de química... - puse de excusa y ella cambió su expresión a una coqueta.

-nunca te invite a mi casa, bonita. - contestó acercándose un paso hacia mi. - puse el peor ejemplo. Pero si quieres vamos y te ayudo - volvió a escanear todo mi rostro desde un extremo a otro.

-¿Ayudarme?

- eres un asco en química - abrí los ojos sorprendida - un día quise ver si la letra de la persona más hermosa de este planeta de mierda tenia una letra que le hiciera justicia o si sería tan especial como su personalidad - explicó - así que en clases estire un poco el cuello para ver tu cuaderno, estábamos viendo química y tenias todos los ejercicios malos.

Inhale profundamente para bajar el calor de mi rostro, pero solo logré hacerme de una taquipnea, definitivamente estar con Lauren era una montaña rusa de emociones. Aveces me sentía capaz de enfrentarla, luego me sonrojaba y me ponía nerviosa o simplemente me provocaba terror y ponia sobre alerta con su aura de peligro.

En este momento le tocaba a los nervios "la cosa mas hermosa de este planeta" ¿la coquetería venia con los ojos verdes incluidos, o como? Si Lauren fuera un chico las mujeres se desmayaran por ella y la persiguieran a todos lados, con esa chaqueta vieja de cuero, esos ojitos que tiene, su piel inmaculada, el cigarrillo entre sus labios carnosos, cejas pobladas, cuerpo atlético y encima esa jodida labia era un jodido pack completo de lo que las chicas leemos en los libros hoy en día, lo único que faltaba, era que Lauren fuera un chico agresivo sin inteligencia emocional y que solo ve por su propio bienestar para ser un fuck boy

Pero no lo era

En menos de 24 horas Lauren ha sido sincera conmigo, acepto sus sentimientos por mi cuando trate de enfrentarla, ya me ha salvado tres veces y... Y es una chica, una hermosa chica, si. Pero tampoco era el tipo de chicas que los chicos buscan.

- esta bien - acepte al ver que no se pensaba mover. - ayudame en química.

Le dio una calada rápida a su cigarro para volverlo a botar al suelo y pisarlo para dar otro paso hacia mi, me dedicó una sonrisa diferente, que parecía iluminar más que el sol de esa tarde y sin esperarmelo paso sus brazos por mi cuello y me abrazó.

Mientras sus brazos firmes me rodeaban escuche que tosio un poco y mi piloto automático volvió a actuar sin mi permiso y le di unas leves palmadas en la espalda mientras que mi otro brazo rodeó su cintura.

- disculpa - la escuche con sus voz gruesa que me hizo suspirar captando su olor, que era una combinación de cigarrillos con su deliciosa colonia y el cuero de la chaqueta - es que me sorprendí y dirigí mal el humo - se separó suavemente volviendo a analizar mi rostro de lado a lado. - ¿vamos?

Se separo de mí guardando sus manos en los bolsillos y señalando con la cabeza el camino que debemos tomar.

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Llegamos a su casa en una corta caminata silenciosa por su parte, por que mi cerebro no dejaba de recriminarme que estaba yendo por voluntad propia a la casa de una drogadicta que estaba enamorada de mi, que ya me haía besado sin consultarme y vivía en la misma calle que Eliot para hacer la tarea de quimica.

Al menos sé que Jauregui podría ser una genio oculta, según sus notas.

Y que a pesar del beso y el abrazo que me dio sin consentimiento el resto me a respetado y dado mi propio espacio. - acentuó mi conciencia.

Abrió la puerta de su casa y entró sin preocuparse si yo entraba o no.

Casi me ofendí, pero recordé que no somos nada y que es una chica. No tendría que ser "caballerosa" conmigo.

Cuando entré mirando todo por primera vez Lauren sin mas tomo mi mochila de mi hombro y se dirigió a su pequeño comedor dejándola sobre la mesa.

- si quieres siéntate - dijo y se fue tras una puerta que creo que es la cocina. No me quedó mas que obedecer, pero cuando apoyé mis brazos en la mesa mire con horror que había residuos de polvo blanco.

Escuche la puerta abrirse nuevamente y la voz de Lauren hizo que levantara la vista de aquel polvo.

-ten - puso un vaso delante de mi y le sirvio agua con la jarra que tenía y después lo hizo con otro vaso que tenía en su mano y le dio un largo trago, vi casi en cámara lenta como una gota de agua escapaba de sus labios y se deslizaba por su cuello blanco y perderse en

Quite la vista de inmediato ¿en qué momento se quitó la chaqueta, su camisa negra y puso una guarda camisa?

Tome el agua de mi vaso para disimular que le estaba viendo los pechos, cerré los ojos al sentir el líquido frío bajar por mi garganta, tenía mucha sed, hacía calor.

Cuando baje el vaso me tope con dos abismos verdes viéndome fijamente con su ya acostumbrada sonrisa coqueta. Parece que desde que sabe que me reveló sus sentimientos hacia mi ya no los disimula con su cara de frialdad.

No me incomodaba como debería.

- empecemos pues - se sentó en la silla que estaba a mi lado. Ignore el polvo blanco que Lauren no se molestó en ocultar y fui a sacar mis cosas hasta que se escucharon fuertes golpes en la puerta.

- mierda - susurro Lauren levantándose a abrir la puerta.

No me anime a ir a ver que estaba pasando. Pero los gritos resonaban sin esfuerzo en la pequeña casa.

- ¿¡qué demonios hiciste anoche!? - era la voz de una chica

- estar aquí - respondió simple Lauren

- no mientas, mamá no encuentra su collar.

- y en qué maldito momento yo voy a ir a su casa y llevarmelo.

- eres la única ratera que conocemos

-nunca robe nada, ni antes, ni ahora.

- ¿así? ¿Y las porquerías que compras de donde salen?

Hubo un pequeño silencio.

- no se de que hablas.

- no seas cínica, Lauren. Seguro tienes esta casa llena de mierda.

Cuando escuche los pasos entrando apresurada a la casa sin razones limpie la mesa con las mangas de mi suéter para que quede sin rastros del polvo blanco.

- Tylor. No puedes entrar en mi casa así.

- esta casa es de papá y por ende es tan mía como tuya.

- sabes que dentro de poco no será así.

Finalmente llegaron hasta donde me encontraba, le di una mirada de pánico a Lauren que me devolvio una de disculpa.

- ¿ Quién es? - le pregunto la chica- ¿ otra de tus putas, lesbiana? - Lauren solo rodó sus ojos al aprecer: aburrida de ella y esas palabras.

¿Otra?

Casi, casi. Por un momento espere que Lauren haga uso de sus ataques de agresividad y me defendiera diciendo que no soy una más si no alguien especial o que yo no era así y que solo era una amiga aunque ni a eso lleguemos, pero no hizo nada de eso.

- no te importa con quien me acueste Ty, vete.

-te doy un consejo, ya que no te ves tan vulgar como las demás que he encontrado aquí -se dirigió a mí poniendo su mano directamente donde antes estaba el residuo de cocaína. - no la vuelvas a ver nunca, solo es un problema gigante que no sirve para nada.

¿ Las demás? - volvió a repetir esa vocecita.

Sin esperar respuesta de mi parte se volvió a Lauren que tenía un gesto de fastidio.

- ¿dónde está el collar de mamá?

- ya te dije que yo no lo tengo - se metió las manos en los bolsillos otra vez. - pase toda la noche aquí.

- voy a denunciarte Lauren - respondió sin escucharla. - aun viviendo lejos eres un maldito problema. Nadie te creerá nunca.

- bueno - interrumpió con voz temblorosa - ella dice la verdad.

- disculpa, linda, pero la palabra de una más de la lista de Lauren tampoco tiene validez en esto.

- ¿la de mi papá si? - digo rápido al notar sus intenciones de volver a gritar a Lauren. Era más alta que ella y parecía que en cualquier momento le iba a golpear y Lauren se dejaría.

- ¿como así?

- anoche me acompaño hasta mi casa y saludo a mi papá antes de regresar, era muy entrada la noche y Lauren dijo que solo iba a dormir ya que hoy tuvimos escuela y ella de hecho llegó a primera hora. - miento al final y la chica bien vestida se queda en silencio.

- deberían buscar bajo la cama - Lauren no disimuló la sonrisa.

La chica que dijo nada y tal como entró, volvió a salir, dando un portazo.

- muchas gracias, bonita. - me dio una sonrisa cansada, se sentó sacando una bolsita de polvo blanco de uno de sus bolsillos. - me salvaste.

- supongo que era mi turno - sus ojos brillaron por un momento.

- será mejor que empecemos, saca tu cuaderno.

Me paralize viendo cómo preparaba eso con suma habilidad sin importarle mi presencia.

- Lauren, yo no..

- oh no, claro que no Camz. - abrió sus ojos apenas me escucho. - por mi parte nunca probaras esto - señaló el polvo blanco y con una pequeña pajita inhalo una raya - las drogas son malas.

- ¿y por que las consumes? - volví a ignorar la rara forma en la que me llamó

- ya es tarde para mi. - se rió guardando todo, ya estaba teniendo efecto - pero tu no, tu eres linda y pura y espero que sigas así hasta que te mueras muy de viejita en un sofá viejo con todos tus títulos en la pared de atrás y tomando la mano del cabron con el que hayas decidido pasar el resto de tu vida. - me sonrió triste. - bueno, deja te explico todo lo que se de química.

Efectivamente, Lauren me dijo todo lo que sabía de química, desde lo básico hasta lo de años superiores y rozó un poco lo universitario. Era la segunda vez que la veía colocada y sin duda alguna habla mucho, mucho más. Me explico incluso reacciones químicas para hacer el Hachís con un "los narcos son unos putos geniooooos" y me reveló que la chica que vino gritando, era su hermana, más no me dijo nada mas de su familia, de por que estaba viviendo aparte, ni siquiera hizo mención a aquellas "otras" chicas que al parecer tenia.

Sentía curiosidad, por que.... Por qué no me imaginaba que en este pequeño pueblo conservador hubieran más chicas así. Solo me hablo de química, corrigió todos los ejercicios de mi cuaderno murmurando un "hermosa, sexi, preciosa, con linda letra, inteligente y todo, pero no sabe pasar masa a volumen JA! " cosa que no me ofendio, pero si me dio risa. La verdad es que si llegue a entender todo.

Estaba bastante comoda, habia olvidado en esas horas el infierno que estaba pasando, hasta que se me ocurrio ver por la ventana topandome con el cielo negro.

- mierda. - exclame buscando en mi bolso mi teléfono que estaba en vibrador por que estuve en clases.

16 llamadas perdidas

Me iban a matar.

- Lauren... - digo bajo volteando mi cara para verla rozando mi nariz con la suya - me tengo que ir. Ella solo sonrió volviendo a escanear todo mi rostro como parece que le gusta hacer.

En algún punto de la clases Lauren pegó su silla a la mía y ya harta de mi. Rodeó mi cuerpo con su brazo para quitarme el lápiz con el que estaba escribiendo y escribir la respuesta ella misma, desde entonces dejó el brazo en el respaldar de la silla y se quedo muy cerca a mi.

Siendo sincera espere que me volviera a besar en cualquier momento como ya a echo. En más de una ocasión se quedó viendo mis labios, pero nunca se propasó conmigo por mas drogada que estuviera.

- me gusta tanto verte - susurro en respuesta - eres tan hermosa Camz, pareces de otro planeta. ¿Abra otro planetas con mas tus? Tal vez haya uno que se llame "camilas" Quiero ir para allá, así tenga que vivir pegada a un tanque de oxígeno, porque definitivamente tú no pareces haber sido concebida en este mundo de mierda... - suspiro - o mejor no, capaz muero, mi corazon no soportaría poder admirar tanta belleza junta.

Trague saliva sonrojandome y obligándome a concentrarme en lo importante.

- me, me - me muerdo los labios al ver que ella vuelve a analizar los míos e inevitablemente recordé que me beso en la mañana - ¿me acompañas a mi casa? - ella lamió lentamente su labio inferior y se levantó de la silla.

- por ti baby, sería batman - imito al gato con botas. Haciendo que sonría pese a que estaba preocupada por lo que pasaría llegando a casa

Podríamos ser buenas amigas

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