Extra nº1


El alfa suspiró nuevamente. No había pensado en lo duro que podía ser un embarazo, pero en aquel momento estaba comprobándolo. Sus ojos dolían como la mierda y la jaqueca que cargaba estaba haciendo que la agonía fuera cada vez mayor. A su lado, JiMin dormía plácidamente, al fin, aunque no sabía por cuánto tiempo sería así. Con el pasar de los meses de gestación, los efectos se habían ido dando. Primero el gran apetito, luego los vómitos mañaneros y por último, los incesables pedidos a diferentes horas del día y la noche para saciar hasta los más extraños antojos.

Sin embargo, ver al omega con su barriguita allí donde descansaba su preciado bebé era un placer que eclipsaba los dolores y las noches de insomnio con creces. A Jeon le encantaba pasar horas y horas tocando la suave piel para poder percibir los pataleos de la pequeña criatura que habían creado. La sensación de alegría, amor y orgullo era inigualable, a tal punto que en ocasiones esperaba que el parto nunca llegara. JiMin era hermoso, y el embarazado solo le había vuelto aún más adorable a sus ojos, con aquellas mejillas redondeadas y sus ojos brillantes cada que el bebé se movía en su interior o decoraban la habitación de éste. Las sonrisas que el omega le había regalado cada que compraban un pequeño zapatito o un conjunto hacía que su corazón se encogiera, solo esperando por la siguiente sonrisa que con un poco de suerte sería acompañada de un suave beso.

JungKook sonrió, girando su cuerpo para poder observar al pelinegro, deslizando uno de sus brazos a su alrededor para aproximarle a su pecho. Un suspiro abandonó los belfos rosados. EL castaño se sentía feliz, el aroma a café era más fuerte. Solo unas semanas atrás habían descubierto que su pequeña criatura era una hermosa y sana cachorra. El alfa había celebrado quizás demasiado la noticia, tomando al más bajo en sus brazos, girándole mientras reía para luego besarle hasta hartarse. YangMi sería una bebé muy amada, de eso no cabía duda. Ahora JungKook tendría a su propia familia, una que había llegado de forma inesperada, pero que completaba su alma.

* * *

JiMin rodó los ojos.

— Creo que estoy arrepintiéndome.

HoSeok soltó una fuerte carcajada cuando su terroncito gruñó en dirección del pelinegro.

— Ni se te ocurra cambiar de opinión. Esa nena tiene que pasar tiempo con sus tíos y Jeon y tú necesitáis pasar un tiempo S-O-L-O-S.

— Amor, creo que estás siendo un poco agresivo. JiMin seguro que quiere pasar tiempo con su hija una vez naz-. — no terminó de hablar cuando recibió un leve golpe en el brazo — Ay. ¿Qué?

— Los alfas sois muy idiotas a veces. — suspiró Yoon, cruzándose de brazos — En cuanto JiMin tenga a su bebé va a querer follar como perra en celo. — declaró.

El omega embarazado soltó el aire que había contenido. — ¿Cómo?

El único alfa en la sala decidió permanecer en silencio mientras veía el intercambio de fuertes miradas entre ambos omegas. Al parecer no era el único en desconocer sobre el tema, aunque la pregunta que le rondaba en ese momento con mayor interés era la razón por la que su terroncito sabía de aquello. ¿Acaso estaba considerando para cuando ellos...? Se atragantó con su saliva y se disculpó antes de salir a por un vaso de agua a la cocina. Si eso era así, tenía que hablar con su pareja una vez llegaran a casa.

— Obviando el hecho de que Seokie huyó, tienes que ser consciente de tu cuerpo JiMin. Durante el embarazo no has tenido sexo ¿no? — las mejillas coloreadas contestaron— Bueno, no habréis tenido sexo en los últimos meses de gestación, porque es cuando más hay que ser cuidadoso y no veo a JungKook como un loco en ese sentido. Dios, si te tiene envuelto en algodón. — bufó— La cuestión es que tu cuerpo va a querer ser jodido, muy bien jodido por tu alfa. Así que mientras eso pasa, yo me quedaré con la cachorra, por supuesto.

— Yoon, ¿cómo sabes que querré eso?

— Puede que haya estado haciendo investigación por mi parte.

JiMin enarcó una ceja, formulando con la mirada la pregunta que le rondaba y que sabía YoonGi no respondería, al menos en voz alta. El omega le debía una conversación sobre eso.

— Esta bien, supongamos que eso ocurre porque tu investigación es acertada. ¿Crees que JungKook te dejará llevarte a YangMi solo porque esté cachondo?

La sonrisa gatuna que recibió hizo que su piel se erizara.

— No sé si un alfa 100% enamorado se su omega pueda resistirse cuando éste está tan caliente como si estuviera en celo, digo.

El pelinegro no tuvo palabras para responderle. Era verdad que podría ser difícil resistirse. No importaba cuántas pajas se hubieran hecho uno al otro, JungKook querría follarlo sin tener que preocuparse por la pequeña.

Oh mierda, voy a ser bien jodido.


* * *


JungKook empujó la puerta de entrada. Por alguna razón la escena ante sus ojos le pareció extraña. YoonGi y JiMin parecían tener una guerra de miradas, mientras que HoSeok parecía querer fundirse con la pared, incómodo.

— Regresé. — anunció, provocando que el duelo entre omegas finalizara y pronto tuviera a su preciosa pareja envuelto en sus brazos. — Minie.

— Tardaste más de lo esperado, Kook.

— Pero te traje esos pasteles que tanto querías.

Aquello hizo que los ojos del omega brillaran y la bolsa que había dejado a un lado fuera robada.

— Mmhh. Pasteles.

Sonrió mientras le veía dirigirse a la cocina para poder disfrutar de aquel manjar por el que había esperado. Una vez estuvo fuera de vista, se centró en la pareja que aún se encontraba en su sala.

— ¿Me perdí algo?

— Esto... — comenzó HoSeok.

— Solo le informaba a JiMin que una vez tenga a la bebé, debería quedarse con nosotros para que tengáis vuestra noche de pasión desenfrenada que jodidamente vais a tener porque es imposible no querer follar cuando han pasado meses desde la última vez. — comentó sin tapujos el omega mientras recogía sus cosas y se dirigía a la salida, pasando al lado del castaño. — Nos encargaremos de todo, solo tienes que follarle hasta los sesos. Lo necesita, empieza a discutir demasiado conmigo, es un poco irritante. — terminó deslizándose al exterior de la casa con una palmada final a modo de despedida.

El castaño parpadeó, absorbiendo la información y apenas registrando cuando HoSeok se despidió también. Su mente regresó al escuchar el gemido proveniente de la cocina. Se apresuró en llegar, observando a su omega tomarse del abdomen, un charco a sus pies.

— Ya viene.

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