Espero que les guste~

Nota: Tengo tantas ganas de escribir algo dulce y meloso, aunque no sé que tan bien me quede xD

Nota-2: Vi un dibujo de Bullfrog con una colita. Sé que las ranas no tiene colas pero se veía super adorable :3

Nota-3: Pueden imaginar que todo el grupo esta vivo o son un grupo nuevo, la verdad es que no le pensé más allá

Nota-4: Muchos hacen a Bullfrog como alguien super confiado y coqueto pero me gusta hacerlo torpe y nervioso ^_^

Bullfrog se mira al espejo y no se reconoce.

-¿Cómo llegue a esto?- es la pregunta que cruza por su mente mientras se analiza a si mismo.

Ser un asesino venía con múltiples entrenamientos, desde moverse con agilidad hasta abrir cualquier cerradura posible sin hacer ningún tipo de ruido y mucho más, pero entre todo eso, se debía aprender a esconderse, ya sea en las sombras o a simple vista.

Las misiones de incógnito era algo que se hacía en la hermandad, vestirse de cierta manera y pasar completamente desapercibidos con tal de poder cumplir su objetivo era una parte básica del entrenamiento pero Bullfrog había tenido mucha suerte de lucir diferente, demasiado pequeño y verde como para poder siquiera intentar disimular, así que se había salvado de aquello.

Hasta el momento.

En una gran ciudad, donde los híbridos de todo los tipos podían caminar en relativa libertad entre la gente y no llamar demasiado la atención a menos que fuera intencional, un ser de apariencia de rana no llamaba demasiado la atención.

Así que básicamente fue obligado, con ropa y accesorios siendo empujados a su pecho, siendo arrastrado hacia un privado, con la orden directa de sacarse su amado y cómodo uniforme por lo que le dieron. Una orden directa acompañada de una mirada llena de amenazas y sin opciones.

No le quedo otra más que obedecer. Es su primera misión de incognito a plena vista, eso lo hace estremecerse de los nervios, y para colmo, como para empeorarlo todo, esta vestido de mujer.

-Merde...- suelta, sintiendo sus mejillas arder de vergüenza y nervios mientras analiza su apariencia actual. El vestido es largo y de un bonito color rojo, ceñido hasta el punto de ser incomodo, con el corsé tan firmemente apretado para resaltar la cintura que nunca había esperado ver y un ligero relleno en la parte superior delantera para dar la ilusión de que tiene pecho, con dos largos tajos a cada lado de la parte inferior para mostrar sus piernas casi por completo, con zapatos de un rojo más intenso y bajos para su buena suerte. Tiene una peluca de tonos oscuros que cree que es negro, atada en un peinado alto y complicado que no tiene idea de como describir. Incluso lo obligaron a usar maquillaje pero ligero para su alivio, con largas pestañas postizas que odio cada segundo mientras se las pegaban y quiere quitar.

Le niegan sus muñequeras con cuchillas ocultas o algún arma bajo su vestido, porque no tiene ningún lugar donde ocultarlo según ellos, aunque si le dejan un pequeño cuchillo en su peluca y con solo el mango bien decorado luciendo como un adorno más en su peinado pero eso no quita la sensación vaga de estar vulnerable al estar desarmado.

-¡Bullfrog!- croa de la sorpresa ante la voz de su amigo y encoge, cruzando sus brazos para cubrirse el pecho, incluso si el otro no puede verlo. -¿Ya terminaste? Porque ya debemos irnos- se estremeció pero termino por juntar fuerza y recordando que ese una misión, sale con la frente en alto, aunque sus mejillas arden de vergüenza ante la mirada fija que se gana. Ramón tiene una extraña expresión, en una mezcla de sorpresa y asombro, con un ligero color rojo llegando a sus mejillas. Lo esta mirando fijamente y eso solo aumenta sus nervios.

-¿Me veo muy mal?- no le gusta el silencio repentino y su voz parece sacar a su amigo de su extraño trance, parpadeando rapidamente mientras tosí, luciendo avergonzado por alguna razón.

-No, no, no- se apresuro a decir, tropezando un poco con sus palabras, repentinamente nervioso. Parece dudar por unos segundos, solo para dejar escapar un suspiro con cierta resignación, y mirarlo con algo suave brillando en sus ojos, su sonrisa luciendo cariñosa y encantada de repente. -Te vez increíble- las mejillas del hibrido arden ante la sinceridad que puede detectar en esa simple frase, sintiendo su corazón acelerarse y enviando una ola de calidez por todo su cuerpo.

-Merci- las palabras ajenas lo hacen sentir un poco mejor por alguna razón, sonriendo mientras avanzaba con pasos cuidadosos para pararse al lado del ser de otra dimensión, apenas evitando levantar la mano para alejar uno de los mechones de su peluca. Se suponía que eran parte de su peinado.

-Vamos...- le extendió la mano con una sonrisa confiada. -...en cuanto antes terminemos con esto, antes podrás volver a tu uniforme- y Bullfrog no puede evitar animarse ante ese simple pensamiento, sintiendo una ligera sensación de consuelo al solo imaginarlo.

-Eso espero- no lo necesitaba pero aun así, acepto la mano ajena, y caminaron juntos, decidido a disfrutar del extraño momento entre ellos antes de que todo realmente iniciara.

En su camino hacia la gran fiesta a la que debe ingresar, empujan un collar en sus manos y aunque no lo entiende del todo, capta la indirecta, colocándose el collar en su lugar. Es más una gargantilla con apariencia de flores unidas completamente negras, resaltando un poco debido a su piel verdosa.

-¿Esto debería hacer algo?- se sobresalta, abriendo los ojos con horror ante la voz femenina, cerrando la boca de golpe. Se oye suave y bonita, manteniendo su ligero acento francés. No tiene tiempo a siquiera quejarse, siendo básicamente empujado para bajar del móvil y quedándose allí por unos segundos, sin darse cuenta de que lucia como un ciervo atrapado por los faros de un auto, sus ojos bien abiertos y los labios apretados.

Cuando lo dejan en la puerta principal, rodeado de gente que espera como él a entrar, sabe que ya no hay vuelta atrás. Así que traga, se endereza y como en cualquier misión, mantiene la mejor expresión que puede en la situación, avanzando con paso confiado, esperando que las cosas salieran mejor que la última vez.

Sinceramente, no quería que nadie muriera.