Abrazo
Espero que les guste~
Nota: Hay mucha angustia sobre Ramón y toda su depresión pero tenía ganas de algo se angustia sobre Bullfrog, cuya historia no se conoce del todo y da lugar para la imaginación ^_^
Bullfrog se despierta y no necesita un reloj para saber que es muy temprano como para estar despierto pero aun así, se siente, alzando las manos para limpiarse las lágrimas silenciosas que recorren sus mejillas.
Las pesadillas no son exactamente algo nuevo, no cuando eres un asesino y luchas por sobrevivir luego de ser tachado como un terrorista, pero eso no significa que no lo afecten. Sus sueños estuvieron pagados de rostros conocidos, familiares y amigos, con muecas por el dolor y la agonía, todo manchándose de rejo muy rápido.
Se siente angustiado, con algo pesado rodeando su corazón y pecho hasta el punto de ser difícil de respirar, pero no se desahoga, no cuando puede escuchar los ronquidos de su compañero profundamente dormido.
Se levanta y se mueve en silencio, quedándose solo con la remera sin mangas y calzones que utiliza siempre bajo su uniforme, y sale para estirarse todo lo que puede, suspirando con cierta satisfacción al sentir que parte de su tensión se relaja. Se permite respirar profundo o tanto como puede teniendo en cuenta en donde están. Están en algo que parece funcionar como deposito de chatarra, con autos viejos y abandonados a los que les faltan partes pero funciona para ambos. Tienen un techo y un lugar para dormir, lejos de los drones y soldados que los buscan, es suficiente.
Deja escapar un suspiro tembloroso mientras se aleja un poco, decidido no molestar a su amigo, y buscando algo de tranquilidad.
Sus sueños aún lo persiguen.
Familia, compañeros, amigos, había perdido a tantos y sus muertes aún pesaban en su conciencia. Había querido ayudar, salvarlos, pero no había podido y por alguna razón, él sobrevivió. No se sentía justo, aunque nada podía serlo a estas alturas pero seguía adelante por todos ellos. Debía mantenerse activo, útil, luchar por aquello en lo que todos ellos habían creído hasta el final y esperar poder cumplirlo antes de morir, para quizás poder verlos nuevamente del todo lado, orgulloso.
Aunque en ese mismo momento, estaba muy cansado.
Escucha algo que llama la atención y es entonces que nota las nubes negras, iluminadas de vez en cuando al mismo tiempo que resuena grave y estruendoso sonido. Así que inclina ligeramente su cabeza, de cara al cielo, y se permite cerrar los ojos, justo a tiempo para sentir algunas gotas golpear su rostro.
La llovizna se convierte en lluvia y pronto, termina como una tormenta a toda regla. Es ruidosa y constante pero eso no lo molesta. Es una rana, el agua no es un problema y lo disfruta, porque trae recuerdos de una época más simple, cuando era un pequeño renacuajo inocente que salía a la lluvia y se ganaba una mala mirada al entrar cubierto de barro por haberse caído en algún momento.
Además, la sensación del agua golpeando su piel trae una especie de alivio, como si lavara de alguna manera su tristeza y miedo.
También se lleva sus lágrimas, una ventaja.
-¡Bullfrog!- vuelve a la realidad ante el grito que de alguna manera llega a él entre toda la tormenta y se arma de valor antes de voltearse, caminando a paso lento hasta donde esta su amigo, quien de paso luce alterado.
-Ah, Mon ami- no había esperado que despertará y siente una punzada de culpa ante la expresión frenética de Ramón, quien seguro se alertó y pensó lo peor al no verlo. -Espero no haberte molestado-
-Al diablo con eso- gruñó y pronto, hay una mano flotante agarrando el brazo del híbrido, tirando de manera insistente y obligándolo a apurar el paso. Básicamente es arrastrado hasta adentro, lejos de la lluvia. -No deberías estar bajo una tormenta, ¿Cuánto tiempo llevas allí?- agarra una toalla que tenían y lo seca, luciendo molesto pero preocupado y Bullfrog simplemente lo deja. -¿Te puedes enfermar? Rayos, espero que no-
-Soy una rana, el agua no me hará ningún daño- parpadeo lento y tranquilo, sintiendo el cansancio golpearlo de repente. Tiene un ligero dolor de cabeza en la parte superior de sus ojos por culpa de su pequeño momento de llanto y aunque se siente mucho mejor después de desahogarse un poco, aun se siente angustiado.
Tiene muchas ganas de dormir, sin ningún tipo de sueño si tiene suerte.
-Si tu lo dices- Ramón solo lo mira y termina por suspirar, alejándose un par de pasos para darle la espalda en un intento de darle toda la intimidad posible y el híbrido se lo agradece. No tienen mucho, porque necesitaban viajar ligero, y tienen todo mayormente guardado de la mejor manera, por si tienen que huir, pero al menos tiene para reemplazar sus ropa húmeda mientras esta se seca.
-Listo- avisa y el ser de otra dimensión no tarda mucho en voltearse, sujetando alto entre sus manos flotantes.
-Levanta los brazos- suena como una orden y esta lo suficientemente cansado como para obedecer, quejándose apenas ante la tela que de repente lo rodea y obstruye de momento su vista. Ramón se burla con diversión mientras lo ayuda a acomodar el buzo con capucha que no recuerda con exactitud de dónde lo sacaron pero al final, logra encontrar las mangas para pasar sus brazos y pronto, puede sacar la cabeza, tarareando ante la capucha de gran tamaño. La tela está desgastada, un poco vieja, pero aun así es suave contra su fría piel y lo llena de calidez.
-Merci- se arregla las largas mangas que cubren sus manos, sintiendo la mirada fija de su amigo. Lo está analizando y lo sabe.
-¿Estás bien?- el rubio decide preguntar, preocupado y cuando el híbrido lo mira, esperando que no se notara que había estado llorando, siente sus labios temblar.
-Yo...- quiere decirle que no, pedirle un abrazo o simple compañía, quizás que hable de lo que sea hasta que pudiera dormir pero duda. Ramón ya tiene suficiente en su propio plato y cree que no necesita su angustia extra cuando ya tiene de sobra. -...estoy bien, Mon ami- no duda en sonreír tanto como puede. -No hay nada de que preocuparse- puede verlo enarcar una cena en señal de no creerle.
-Eres un pésimo mentiroso- el rubio bufa, con el ceño apenas fruncido en señal de molestia ligera, pasando su mano por su cabello mientas avanza. El híbrido se queda quieto, queriendo preguntar, pero termina por croar cuando el otro invade por completo su espacio personal, siendo empujado básicamente hasta que su cuerpo estuviera pegado al ajeno.
Lo están abrazando.
Bullfrog no puede evitar tensarse ante el repentino gesto. Misiones, asesinatos, supervivencias, había estado tan ocupado en todo aquello y sin mucha compañía que en realidad no había recibido ningún tipo de gesto cariñoso en mucho tiempo. Se siente extraño pero de una buena manera. Ramón no tiene exactamente un hombro en el que apoyarse pero el espacio entre su cabeza flotante y torso es cómodo. Las mangas que de alguna manera flotan hacen ilusión de que tiene brazos que lo rodean y hay grandes manos que lo presionan, en su espalda y en su nuca, para mantenerlo cerca. Sus propias manos estar atrapados entre ambos y aun así, encuentra una manera de aferrarse a la ropa ajena, sin importarle por esta vez el fuerte olor a cigarrillo mientras se acurruca y entierra su rostro en donde puede. Creía que ya no le quedaban lágrimas y aun así, ya puede sentir que esta llorando pero al otro no parece molestarle.
Ramón no murmura palabras de consuelo ni una tonada o algo así, simplemente se aferra, firme y fuerte, como si le estuviera diciendo "Estoy aquí, yo te sostengo" sin necesidad de usar su voz y eso se siente mucho mejor que cualquier otra cosa.
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