〔 17 〕Especial 20k

Amor imposible - Yin-yang Iko Runx.

El gran e imponente hombre de cabellera oscura y larga, con barba negra tupida cubriendo gran parte de su barbilla y rostro, de aspecto fortachon y casi vikingo, tal vez arcaico, se encontraba caminando por nuevos rumbos, buscando otro lugar al cual destruir o contaminar tóxicamente en territorio y las personas a realizar el caos, o bien, el mismo comenzarlo. Sin embargo, aquella noche nublada parecía que caería una gran nevada próximamente; se encontraba muy abrigado, odiaba el frío con toda su alma oscura, desde las primeras veces y mucho antes de volverse un frío soldado, era un líder nato de poderío, estrategias y convencimiento al reunir gente para las batallas. Tenía una maldición ya impuesta por haber matado a una especie de lobos, siendo convertido en uno, su pelaje era oscuro e imponente, sus ojos dorados.

No odiaba serlo, sino que habían hecho un gran honor al maldecirlo, haciendo más orgulloso al ganarse el odio. Pero lo que no sabía el hombre, era el secreto que ella sí veía tras perder a tu pequeño.

[...]

«¿Puede guardar un secreto?
Can you keep a secret?»

El Bárbaro hombre se encontró con una horrible escena, una que no quería observar, porque sus ojos notaron algo nunca antes visto.

"Tu sendero se vanagloria al subir la mirada, donde yace ella, perecerás. Para ser feliz, buscarás que ella sea feliz antes. Todos tus caminos se cortan de un tajo, donde la oscuridad sea solitario y gloriosa, ya no será la misma sin tu Luna magestuosa, sus rayos largos y armónicos, en aquellas fosas celestes pálidos, sin ella nunca más sería él mismo. Sus ojos, su aroma al polo Norte y menta estaban teñidos por sangre, ese aroma siempre sería la diferencia, donde estaría su vida y su mundo. Su luna"

—¿Cómo te llamas? —susurró perdido y consumado en aquellas fosas celestes perdidas, vacías.

—Yin... Gin... ¿T-tu? —susurró la mujer albina con voz rota.

—Yang Onix. —respondió con seguridad, tan arcaico pero embelezado en ella, acudiendo a la necesidad de arrodillarse ante ella.

De ser descarriado, ser obscuro sin retorno alguno, el más malo de todos, el caos. Este ser encontró a su totem, a su pilar, a quien sí rompieran, lo matarían sin reparo alguno. Su barco hundiéndose en el proceso de conocerla, porque ella se estaba muriendo, lo descubrió tras notar la sangre mezclada con su aroma.

«¿Tomarás tu mano?
Will you hold your hand»

Desesperado intentó curarla con una mano protectora y cálida, envolviendo aquellas manos pálidas, frías y temblorosas entre las suyas.

—¿Que hiciste...? —preguntó horrorizado al ver cómo ella tan solo se dejaba caer ante su merced.

El cuerpo de la albina cedió ante el dolor, revelando la gran estaca de hielo incrustado en su corazón. Pero ninguno sabía cómo era que ella seguía aún entre los 'vivos'.

—Me quitaron a mí niño... Mi niño de mis ojos... Me lo quitaron... Era mi final... Nadie más... Llegara a mi... No puedo.. Yo... No debo...

El hombre arcaico y bárbaro, presentado como Yang Onix, estaba dolido, sentía demasiado el dolor de su luna, sentía como con cada respiro, sollozo, tartamudeo se hacía más grande el dolor a su corazón. Sintiendo un frío desolador, la sanación que la maldición le había dado no funcionaba para con ella.

«¿Entre las llamas?
Among the flames?»

—É-estas ardiendo... N-no debiste verme... Yang. —susurra la mujer albina al sentir el corazón y la piel desnuda de los brazos musculosos del contrario, quien la tenía como si estuviera aferrándose a algo que estaba perdiendo.

No podían ni podrían romperla, porque Yang ya la había encontrado así, rota y sin camino en la vida. Marchandose de sus manos.

«Cariño, eres un naufragio
Honey, you're a shipwreck»

Con tu corazón de piedra
With your heart of stone

Yang era el guerrero más tozudo y terco, no quería perderla, por eso la llevó junto a ellos, descubriendo a su paso, que ella era la mujer que restauraba el bien en el final de su caos, la paz en el caos y la luz en la oscuridad. Ella era Yin, la diosa Yin.

También era un Dios menor como él. Pero ella había tenido su castigo maldito por haberse enamorado de un humano, sin embargo, él la había encontrado rota y desolada, sin poder decirle que era él... El verdadero amor al que si podía amar sin ser castigada, que podía amar sin sentirse despreciada, lástima que no la llegó a conocer antes de su suicidio.

Porque... Yin Gin... Se había suicidado por su único amor, y por no sentirse más amada, sin ser capaz de ser libre amando. Se había suicidado por el peso del dolor y la pérdida.

«Puedo conseguir un testigo
Can I get a witness»

«A los moretones y
To the bruises and»

Las lágrimas desperdiciadas
The wasted tears

La Diosa Luna vio como su castigo dolía y podría ser un recuperado si tan solo su amada pareja destinada hubiera estado siempre para él, siempre a su lado. Había descubierto que si, Yin y Yang estuvieran juntos habría el equilibrio que los líderes del orden querían para la vida de cualquier individuo del mundo.

—Mis señores concedelenle otra vida... He visto la rehabilitación de ambos dioses... Os juro. —suplicó la Diosa Luna ante los líderes del orden.

Sin embargo, la vida de Yin se iba yendo entre las lágrimas de Yang, que no creía que conseguir una respuesta que pudiera salvar la vida de su única mujer que había encontrado para amar, se le estuviera yendo.

«Podrías secar un río
You could dry a river»

Yin cada vez se sentía como un hielo, tan duro como una roca, en los ojos de Yang y frente a todos esos a los que había acudido para sanará, pudieron ver que la albina era el corazón de piedra que hacía respirar y ser mejor al caos.

«Con tu corazón de piedra
With your heart of stone»

—Se les perdonará la vida, pero juntos estarán privados de la libertad de cuerpos. Porque sólo unidos, prevalecerán. Separados nunca debieron estar. Los maldigo estando juntos por siempre, siendo el elegido. —dijeron las tres voces del orden, desterrandolos a la tierra.

«Con tu corazón de piedra
With your heart of stone»

Siendo así como con el corazón de piedra, ambos cuerpos físicos perdieron la vida en ese más allá. Pero ambos resurgieron en una vida juntos, en la tierra de los humanos.

«puedo respirar
I can breathe»

Ambos inhalaron abruptamente al volver a tener consciência, ambos estaban vivos, podían escuchar, ver y sentir que todo era agua.

«Puedo respirar agua, agua
I can breathe water, water»

Ambos estaban envueltos en una fosa de agua que los dejaba respirar, pero un extraño tuvo conectados a ellos parecía darles de comer. No entendían nada, ambos querían salir de ese lugar, era muy cálido para su gusto. Yang era calidez pero esto lo superaba, yin era frio y esto le enfermaba.

«puedo respirar
I can breathe»

Yang... Q-que nos pasó... ¿Porque puedo respirar bajo el agua?» —preguntó pero no salían palabras de sus labios solo era una voz.

«Puedo respirar agua, agua
I can breathe water, water»
«cuando estas aquí conmigo
When you're here with me»

Yo solo puedo respirar si contigo estoy. Ahora estando contigo me siento vivo, es curioso y raro. —admitió el Yang.

El hombre ya no se podía ver, pero si que se podía escuchar como uno. El seguía siendo el mismo.

[...]

Sin embargo el tiempo parecía pasar más lento, estaban aún encerrados sin ser capaces de ver más allá que aquella pared que los envolvía en agua, aveces hacia sonidos tétricos.

«No estás aquí conmigo
You're not here with me»

El mocoso humano no volverá. Pero se que estaría feliz de que pudieras ser feliz en otra vida. ¿No le sería amargo verte triste?»preguntó mentalmente Yang en aquel lugar tan raro de existir.

Yin al escuchar sopeza un poco la situación, pero aún siente dolor en su alma, pero un calor la inunda ligeramente no es molesto pero si la incomoda.

—¿Qué estas haciendo Yang?

—Te protejo... Te resguardo... ¿Puedo hacer palanca en tu dedo? —pregunta la voz grave del hombre.

—¿Qué? —preguntó confundida. —De todo lo que yo digo y hago, tú sólo dices eso. ¿Qué me dices, Yang?

«Se que no podrás olvidarlo, pero déjame ser tu amor imposible, tu protector, tu poeta, tu guerrero, quin te cuide y te guarde. Porque tu si eres el amor de mi vida. Eres mi corazón de piedra... Yin gin.»—respondió Yang.

Yin supo en ese instante que tal vez no le era incomoda la sensación de resguardo, ella siempre protegió a su pequeño y tal como era eso... : «Y simplemente no puedo olvidarte» pensó tristemente en su niño y alma gemela, su soulmate.

Nunca seré él, pero tan solo dame una oportunidad, solo buscaré darte la vida como lo hace usted ahora conmigo. —imploró Yang con cierto asco al sentir aún el amor enfermizo que ella tenía hacía el humano, pero también sintió el ardor del daño suyo como el de él mismo.

Bien... A partir de hoy en adelante seré tuya y tu mi guardián, Seremos... Yin y Yang Ginonix.

—Por siempre y para siempre, mi preciosa Yin—sentenció con gusto y orgullo Yang. Embelezado de amor por ella.

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