ACTO III (Veintidosava Escena)
Escena XXII: La historia de Yenko y la conversación de Yenko y Bihon
Lugar: Mar adentro
Fecha: 11 de enero del 2015 (Noche)
Personajes:
· Yenko
· Bihon
(Descripción del lugar: El mar adentro es un espacio amplio que contiene diversas características. En la parte central, se pueden observar algas marinas que adornan la mayor parte del escenario. Alrededor del escenario, se puede observar varios peces como anchovetas, toyos, corvinas y lenguados. Estos peces son también personajes. Arriba del escenario, nos podemos percatar de la espuma del mar, debido a que el escenario es parte del océano. En esta ocasión, el escenario tendrá un fondo nocturno)
(Se abre el telón) (Ingresan Yenko y Bihon por el pasillo derecho hacia el escenario) (Música malvada) (Yenko y Bihon empiezan a hablar entre ellos)
Yenko: (malvado a Bihon) Estoy tan enojado por haber perdido la batalla de esta mañana en contra de los lobos marinos. Sería capaz de consumir la sangre y la carne de Kapo para sentirme satisfecho con su muerte
Bihon: (perverso a Yenko) Yenko, esa carne proveniente de esos lobos marinos debe ser nuestra. Estoy harto de que ese maldito Kapo se siga saliendo con la suya. Quiero ver a ese joven lobo muerto en mi filosa mandíbula.
Yenko: (malvado a Bihon) Bihon, mi ira incita mi hambre de depredador. Haré lo que sea para obtener la carne de todos esos lobos marinos. De esta manera, podré consumir su sangre y sus órganos para que pueda tener el control de la isla
Bihon: (perverso a Yenko) ¿Para qué quieres deshacerte de los lobos marinos? Sé que somos cómplices en nuestro plan de atacar a esos lobos, pero me da curiosidad sobre la razón por la que estás haciendo esto, Yenko
Yenko: (malvado a Bihon) Desde pequeño, me encantaba cazar todo tipo de criaturas para devorarme su carne y sentirme satisfecho, pero nunca me sentía feliz. De repente, un día yo y mi manada de orcas vimos a varios lobos marinos que nos resultaban apetitosos.
Bihon: (perverso a Yenko) ¿Y qué ocurrió allí? ¿Acaso esos lobos marinos te atacaron bruscamente o los pudiste atrapar fácilmente? ¡Dímelo! ¡Por favor! Quizás podría ser una ayuda para volverlos a matar otra vez, Yenko
Yenko: (malvado a Bihon) Esos lobos marinos notaron nuestra presencia y comenzaron a huir de nosotros. Luego, vi que llegaron a una isla que se convirtió en su hogar sucesivamente. Observaba cómo eran felices y vivían en armonía a diferencia de mí.
Bihon: (perverso a Yenko) ¿Y acaso fuiste capaz de arrebatarles sus sonrisas para implantarles varios rostros de miedo o temor en sus ojos? Yo hubiera capturado a sus crías para amenazarlos de muerte mientras atrapaba otros peces para comérmelos
Yenko: (malvado a Bihon) Mi grupo de orcas y yo nos dirigimos hacia la orilla para atacar a esos felices lobos marinos. Sin embargo, nos rogaron no perder la vida en ese momento. A raíz de ello, les propuse el trato de que ellos no deberían ir hacia el mar si no querían morir por parte mía o de alguna orca de mi manada
Bihon: (perverso a Yenko) ¿Por qué quisiste desarrollar un acuerdo con esos lobos marinos? Ese aspecto no lo puede entender, porque tú solamente podrías atacarlos sin ningún tratado de por medio. Nuestra forma de cazar no merece estar restringido por algún acuerdo ridículo con nuestras víctimas
Yenko: (malvado a Bihon) Yo lo hice, porque sabía que algún día un lobo joven proveniente de esa isla rompería ese tratado para que yo tenga la oportunidad de quitarles la felicidad a través de diversos ataques hacia su pueblo que incluiría muchas presas para mí. Y ese lobo se llama Kapo, Bihon.
Bihon: (perverso a Yenko) Ahora entiendo tu motivación para asesinar a esos lobos, Yenko. Creo que podríamos encontrarlos de una vez para que obtengas su felicidad al devorar esas carnes deliciosas que provienen de esos lobos marinos.
Yenko: (malvado a Bihon) La única manera para que yo me sienta feliz es alimentarme de las pieles marrones para poder vivir en armonía al igual que ellos. Todavía recuerdo ver a esos rostros de temor y tristeza en frente de mis ojos cuando les propuse aceptar el tratado.
(Bihon comienza a pensar en la maldad de Yenko y empieza a reflexionar) (Música reflexiva) (Yenko ruge de maldad y Bihon le golpea al lomo de Yenko para calmar su rugido)
Bihon: (reflexivo a Yenko) Creo que mejor podríamos buscar otras presas para alimentarnos. Podemos ignorar a los lobos marinos, porque no podemos perder el tiempo con ellos en vez de aprovechar nuestras habilidades de cacerías para capturar presas indefensas.
Yenko: (malvado a Bihon) Tienes razón, Bihon. Sin embargo, nunca puedo quedarme tranquilo cuandoveo a esos lobos sonriendo o sintiéndose tranquilos. Estás convenciéndome deolvidarme acerca de mi deseo acerca de matar a aquellas criaturas que habitanen esa isla, pero nunca voy a dejar de cazar a esos lobos
Bihon: (reflexivo a Yenko) Y no te sentirías más tranquilo o armonioso si dejas de prestarle atención a esos lobos Solo te recomiendo que priorices tus cacerías en presas indefensas como los peces o los moluscos. Dudo que los lobos sigan teniendo miedo de ti.
Yenko: (malvado a Bihon) ¿Enserio crees que voy a rendirme ante mis presas tan pronto? Se nota que no me conoces realmente, Bihon. En los siguientes días, nosotros seguiremos cazando a esos lobos hasta que pueda contemplar con placer sus rostros de tristeza y angustia cuando me los vaya a comer.
Bihon: (reflexivo a Yenko) ¿Estás seguro de que todavía tenemos alguna posibilidad de cazarlos? En la última batalla, ni siquiera pudimos matar a uno de ellos y un miembro del pueblo de Kapo asesinó a Ikilo.
Yenko: (malvado a Bihon) Esta vez será diferente, porque vamos a atacar de manera sorpresiva para que ellos no puedan reaccionar con tiempo ante nuestras agresiones. Kapo ni siquiera podrá pensar con claridad cuando acabemos con todos los miembros de su comunidad.
Bihon: (reflexivo a Yenko) ¿De verdad piensas enfocarte en un grupo de lobos que ya no te presta atención o te considera un peligro? Es un poco estúpido que sigas obsesionado con alimentarte de esas criaturas lobinas.
Yenko: (malvado a Bihon) Bihon, tú no me puedes comprenderme hasta ahora. Cuando éramos más jóvenes, ambos nos divertíamos atrapando y devorando peces, pero nunca me sentí feliz al deshacerme de esas presas como lo estaré cuando me deshaga de esos lobos marinos
Bihon: (reflexivo a Yenko) Amigo, debes hacerme caso por favor. Los lobos ya no están concentrados en nosotros y no podemos darnos el lujo de insistir en atraparlos, ya que nos van a humillar fácilmente.
Yenko: (malvado a Bihon) Bihon, no olvides de que cualquier bocado hacia cualquier animal indefenso. Además, Kapo es el único obstáculo para cumplir mi deseo de devorar a todos los lobos marinos.
Bihon: (reflexivo a Yenko) Yenko, me parece que tú no eres un verdadero depredador como yo. Mi anhelo de consumir esos inocentes peces no lograr desaparecerse tan fácil. Mi hambre es un instinto que nunca se puede acabar.
Yenko: (malvado a Bihon) No hagas reírme de ti, Bihon. Existen muchos aperitivos deliciosos en el mar, pero nunca unas presas tan grandes como esos lobos marinos. ¿Me entiendes?
(Música malvada) (Risa malvada de Yenko)
Bihon: (reflexivo a Yenko) De acuerdo, Yenko. Se nota que no vas a parar de molestar a los lobos para matarlos rápidamente. Te acompañaré, aunque quizás debas dejarlos ir.
(Yenko y Bihon se retiran del escenario por el pasillo izquierdo)
(Cierre del telón) (Fin de la escena XXII)
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