EE capítulo 13

Pinkie Pie se encontraba mirando su reflejo en un espejo, analizando toda su situacion actual.

Derpy había sido su novia y le había gustado estar junto a ella pero desde que se había enterado que tenía una hija de una relación anterior, le dolió mucho sobretodo porque la misma Derpy no le había contado sobre eso y cuando fue a pedir respuestas fue que todo se derrumbó.

Flashback.

La pelirosa se estaba acercando a casa de Derpy para hablar con ella, recientemente se había enterado de que su novia al parecer tenía una hija y aunque no estaba molesta, necesitaba algunas explicaciones de todo el asunto, ahora también comprendía porque la rubia nunca la había invitado a quedarse en su casa, iba a tocar la puerta pero se percató de que estaba abierta, su sentido le decía que algo estaba pasando por lo que sin dudar entró y al llegar a la sala vió a su novia siendo besada por... Claro, todo tenía sentido ahora, su "ex" pareja con la que tuvo su hija, era nada más y nada menos que el amigo íntimo que había ayudado tanto a Derpy, entonces la pelirosa aunque intentó simplemente dar la vuelta e irse, siguió viendo la escena hasta que Derpy se separó del Doctor Whooves para finalmente percatarse de que ella estaba allí.

- ¿¡P-Pinkie!? ¿Qué haces aquí? - preguntó la rubia.

- Solo... Quise venir para que me dieras algunas explicaciones pero... Creo que ya no son necesarias - dijo la pelirosa para luego salir corriendo de la casa sintiendo como sus lágrimas bajaban por sus mejillas, hace mucho que no lloraba.

- ¡Espera Pinkie! ¡No es lo que parece! - pudo escuchar un grito de Derpy a la distancia.

Pero la pelirosa no se detuvo y aunque su sentido le decía que se detuviera y escuchará lo que Derpy tenía que explicar pero su sentido también le dijo que tenía que entrar a la casa porque sentía que algo estaba pasando así que simplemente decidió esta vez ignorarlo.

Fin de flashback.

Pero ahora que después de tanto huir, ira a volver a encontrarse con esa chica para que le dé las explicaciones que no quiso oír hace un tiempo, en ese momento frente al espejo viendo su cabello completamente liso, comenzó a pensar si tal vez lo que hizo estuvo bien o no.

Pero entonces pensó - Si no hubiera tomado la decisión de huir, tal vez jamás hubiera conocido a Gilda y la verdad me alegra haberla conocido, acaso, ¿Podría haber sido el destino? - mientras la pelirosa pensaba en eso, recordó el momento en que conoció a la chica.

Flashback (Sí, de nuevo :v).

La pelirosa llevaba unas cuantas semanas intentando evadir de cualquier manera a Derpy, en ese momento estaba en bar intentando ahogar las penas hasta que un sujeto notablemente ebrio se acercó a molestarla y aunque no tenía la energía para discutir con el sujeto ya que le estaba comenzando a cansar la situacion con Derpy, escuchó cuando alguien más le dijo al tipo.

- Hey amigo, ve a molestar a alguien más sino quieres acabar con una paliza - dijo la voz.

- ¿Encerio? ¿Y quién me la va a dar? - preguntó el tipo volteandose para ver a la chica peliblanca mirándolo con el ceño fruncido.

- Simple, yo. Pierdete idiota, antes de que pierda la poca paciencia que tengo - dijo seriamente la chica.

El sujeto bufó y se retiró tambaleándose un poco, Pinkie sonrió ligeramente mirando a la peliblanca y murmuró - Gracias...

La penetrante mirada de la chica pasó a ver a Pinkie y ese intenso dorado en los ojos de la chica la escaneó un poco antes de decir - No ha sido nada, te ves demasiado cansada para que además venga un idiota a empeorar tu día.

- Es muy considerado de tu parte, la verdad es que no la he estado pasando bien últimamente, un gesto tan simple como ese la verdad significa mucho para mí - dijo la pelirosa.

- Sí bueno, tampoco ha sido la gran cosa - dijo la peliblanca.

- Para mí sí lo ha sido, mi nombre es Pinkie Pie y te repito que últimamente no la he estado pasando bien, tal vez me lo he buscado por no haber escuchado mi sentido pero...

Pinkie fue interrumpida por la chica que dijo - Oye, solo evite que tu día empeorará por un tipo ebrio, ha sido un gesto totalmente desinteresado, realmente no me importa que pasa en tu vida.

De alguna manera eso le dolió a la pelirosa quien apartó la mirada y debido a toda la presión de los últimos días, la alegre chica volvió a sentir a sus lágrimas apunto de salir pero logró decirle a la peliblanca - Lo siento - pero para la desgracia de Pinkie su voz salió quebrada demostrando que tenía ganas de llorar.

Pero su atención regresó a la peliblanca cuando escuchó un suspiro y la chica lo dijo - Oye, lo siento... Sé que debes estar pasando por un mal momento.

- ¿Cómo lo sabes? - preguntó Pinkie.

- Primero que todo, se nota y además eres muy fácil de leer, se nota que eres una chica extrovertida por lo que tus emociones se ven muy fácilmente - respondió la peliblanca.

- ¿Encerio soy tan fácil de leer? Tal vez por eso me pudieron engañar tan fácil - dijo la pelirosa.

- ¿Te han engañado? - preguntó la chica a lo cuál Pinkie asintió lentamente sintiendo sus lágrimas volver al recordar todo pero entonces la peliblanca volvió a hablar - Lamento informarte que estás en lo cierto.

- ¿Perdón?

- Que sí, te han engañado por ser muy extrovertida pero no ha sido por la razón que piensas, ha sido porque eres demasiado ilusa, necesitas aprender a ser más dura, cambiar un poco esa actitud alegre y apariencia a una que demuestre algo más fuerte para que los demás sólo por apariencia sienta que no deben meterse contigo.

Pinkie sonrió ligeramente y dijo - El cambio de apariencia me serviría también para evitar a la persona que me engañó.

La peliblanca miró seriamente a la pelirosa y dijo - Eso sí que no, apenas cambies, tú debes afrontar a esa persona y demostrarle que por más que te hizo daño ahora eres mucho mejor.

Pinkie dudó antes eso y dijo - Aún no me siento lista...

- Tranquila, con el tiempo lo estarás.

- Pero, no sé qué hacer con mi apariencia o cómo cambiar mi actitud, jamás lo había hecho y no tengo la menor idea de cómo ser "dura" - dijo la pelirosa e hizo unas comillas con sus dedos.

La peliblanca suspiró y dijo - Yo puedo enseñarte...

Pinkie miró emocionada a la chica y dijo - ¿Encerio? ¡Oh, gracias, gracias, gracias! - comenzó a elevar su tono de voz y abrazó a la peliblanca.

Pero ella se separó del abrazo y dijo - Lección 1, nada de abrazos.

La pelirosa avergonzada dijo - Lo siento.

- No importa, mi nombre es Gilda y quiero aclararte algo desde ahora, no soy un alma caritativa, no soy una buena persona solo que he decidido ayudarte porque de alguna manera comprendo tu dolor - dijo la peliblanca.

- ¿Encerio? - preguntó la pelirosa.

A lo cuál Gilda respondió - Sí y no me preguntes cómo lo sé, para mí, el pasado es pasado y no vale la pena recordarlo - Pinkie asintió lentamente y por primera vez Gilda sonrió y dijo - Sígueme Pinkie, te transformare totalmente para ser tan dura como yo, ya nadie volverá a engañarte o burlarse de ti...

Fin de Flashback.

En ese momento había parecido una gran idea y aunque no se arrepentía, la pelirosa comenzaba a cuestionar todas las decisiones que había tenido desde que descubrió que Derpy tenía una hija hasta ahora.

Se encontraba muy confundida y su sentido ahora le decía que dentro de poco se reuniría con 3 personas que no solo le habían cambiado la vida de alguna manera sino que estás 3 personas se encontraban enamoradas de ella.

Suspiró pesadamente, ya había recordado como fue que Derpy y Gilda lograron influir en su vida pero al ver un gorro de fiesta sobre la cama recordó como hace tiempo, un castaño le había dado una lección.

Flashback (No se quejen son importantes para la historia).

La pelirosa había cambiado totalmente su actitud y apariencia, la actual Pinkie hasta podía intimidar con solo una mirada, había aprendido demasiado de Gilda pero había aprendido tanto que apenas comenzó a sentir algo por la peliblanca, habló directamente con ella pero no para contarle sino para aclararle que para la pelirosa no era más que una amiga.

Eso no pareció molestar a Gilda pero la pelirosa había logrado conocer tan bien a la peliblanca que se dió cuenta de que eso le había dolido pero no le importó en lo más mínimo, ya que no podía permitirse volver a salir herida.

La pelirosa decidió ir al parque a despejar un poco la mente, algunos de los que veían a Pinkie, la evitaban por el temor de que pudiera hacerles algo hasta que vió a un castaño de espaldas repartiendo lo que parecían ser unas invitaciones pero entonces el chico por accidente cuando dió la vuelta se tropezó con la pelirosa y la hizo caer.

- ¡Hey fíjate! - exclamó con voz neutral la pelirosa sentada en el suelo del parque para luego ver como el chico le estaba ofreciendo la mano.

- Lo siento señorita, estaba muy distraído, no ha sido mi intención - aclaró el castaño aún con la mano extendida.

Pinkie decidió mirar al chico a los ojos solo para encontrarse con un muy lindo verde esmeralda que además como la pelirosa había aprendido a leer a las personas pudo ver qué no existía ninguna mala intención de parte del chico.

Aún así Pinkie rechazó la mano del chico y se puso de pie solo para decir con un tono seco - No me importa, a la próxima ten más cuidado... - luego decidió retomar su camino pero entonces escuchó una risa a sus espaldas.

- Oh, ya veo. Eres una de esas... - dijo el castaño que estaba a punto de retomar su ruta también.

Pero entonces Pinkie decidió hablar - Espera, ¿A qué te refieres?

- ¿Con qué? - preguntó inocentemente el chico.

- A eso de que soy una de esas - respondió la pelirosa mirando seriamente al chico pero no logró intimidar al chico quien volvió a reír.

- Oh nada, solo que eres una de esas chicas rudas y serias que parecen nunca divertirse o sonreír - dijo el castaño con una sonrisa.

Pinkie se molestó antes ese comentario y le dijo al chico - Escúchame muy bien amigo, antes yo era una de las personas más divertidas y extrovertidas que existía, te podía armar una fiesta en cualquier momento y cualquier lugar.

Finalmente la pelirosa logró que el castaño se sorprendiera y él preguntó - ¿Encerio? ¿Y por qué ya no eres así?

- ¿Qué te hace pensar que no lo soy? - preguntó en respuesta la pelirosa.

- Toda tú, en general - respondió sin miedo el castaño.

- Bueno, tienes razón... Hace algún tiempo que no me divierto de verdad pero tuve que cambiar por algo que me pasó - dijo Pinkie aún conservando su actitud entre neutral y seria.

- No preguntaré porque de lo más seguro me dirás qué no es de mí incumbencia pero si tengo una pregunta, ¿Y por qué tenías que cambiar? - preguntó el ojiverde.

- Eso tampoco es de tú incumbencia - respondió la pelirosa.

- Oh, entonces me obligaras a adivinar - dijo el castaño mirando a la pelirosa como analizándola un poco - Cambiaste porque algo muy malo o triste te pasó y pensaste o alguien te dijo que tenías que ser más como lo que eres ahora para que no te volviera a pasar.

- ¿Cómo lo supiste? - preguntó la pelirosa pero luego intentó cambiar sus palabras y dijo - Emmmm, digo... No, tengo la menor idea de lo que hablas, eso no fue así...

- ¿Ah no? ¿Y como fue? - preguntó el castaño pero antes de que Pinkie pudiera responder dijo - Déjame adivinar, ¿No es de mí incumbencia? - la pelirosa se quedó completamente callada causando que el ojiverde riera muy fuerte - Sabía que era por eso, tal vez seas intimidante con tu actitud y todo eso además de que no eres fácil de leer pero ya había visto a gente como tú antes así que reconozco su actitud.

- Eso explica muchas cosas - dijo la pelirosa mientras una pequeña sonrisa parecía comenzar a formarse en su rostro.

- Lo sé y déjame decirte de que si cambiaste por voluntad propia, has tomado una mala decisión y si fue alguien que te convenció de cambiar ha sido una pésima idea - dijo el castaño.

- ¿Por qué lo dices? - preguntó Pinkie.

- Muy simple, es que no sirve de nada cambiar, ser más "rudo" no te ayudará en nada, las cosas que van a suceder como lo que sea que te haya pasado a ti, suceden y ya, sin importar que actitud tengas porque así funciona el destino - respondió el ojiverde y agregó - Uno tiene que disfrutar la vida y dejar que las cosas sucedan, sin importar si son buenas o malas, ya que si están destinadas a pasar, pasarán sin importar que.

- Eso suena demasiado sabio - dijo la pelirosa sorprendida viendo al castaño.

- ¿Para alguien como yo? Sí, lo sé pero es la pura verdad y aunque no quieras cambiar esa actitud por miedo, aún así puedes divertirte, siempre hay tiempo para disfrutar y sonreír - dijo el castaño y agregó - Te lo demostraré esta noche, ven a mi fiesta y verás que aún sin cambiar lo que eres ahora puedes disfrutar como antes - terminó de decir mientras le pasaba una de las invitaciones.

Pinkie aunque dudó un poco terminó agarrando la invitación y finalmente le sonrió al chico - Muchas gracias, allí estaré.

- Deberías sonreír más seguido, tu sonrisa es muy linda y me alegra escuchar eso, nos vemos esta noche... - dijo el castaño indagando para ver si la pelirosa le decía su nombre.

- Pinkimena Diane Pie - dijo y aún sonriendo agregó - Pero la mayoría de mis amigos me llaman Pinkie.

- Bien, Pinkie. Nos vemos esta noche - dijo el castaño con una sonrisa listo para irse.

- ¡Espera! Aún no se tu nombre - dijo la pelirosa.

El castaño se volteó y todavía con su sonrisa dijo - Está en el invitación.

Pinkie la leyó rápidamente y preguntó - ¿Cheese Sandwich? ¿Ese encerio es tu nombre?

Cheese respondió - Es un apodo que tengo debido a lo que me dedico.

- ¿Eres payaso o algo así?

- Más bien organizador de fiestas y esa es una especie de nombre artístico o apodo del oficio pero bueno, te contaré más sobre mí no esta noche y espero conocer más de ti, Pinkie - dijo el chico y finalmente siguió su camino.

Fin de flashback.

La pelirosa suspiró profundamente y se tiró en la cama comenzando a sentir unos grandes nervios, tenía muchas dudas de si asistir o no a la reunión con estas 3 personas importantes de una manera u otra para ella.

Pero entonces escuchó que alguien tocó la puerta de su habitación, Pinkie sin moverse de su posición en la cama dijo - Pase...

La puerta se abrió y en la habitación de la pelirosa entró la hermana de Pinkie - ¿Para que llamaste Pinkie? - preguntó con su característica actitud seria.

- Te pedí que vinieras porque pensé que tal vez podrías ayudarme con mi dilema...

- ¿Cómo podría ayudar? - preguntó Maude sentándose en la cama cerca de Pinkie.

- Pues, estoy muy confundida en este momento, iré a reunirme con 3 personas que de una forma influyeron en mi vida pero siento como si mi corazón estuviera dividido, sé que probablemente tenga que tomar una decisión importante hoy pero no me siento capaz - explicó la pelirosa acomodándose para quedar sentada igual que su hermana.

- ¿Quieres que te ayude a tomar una decisión? - preguntó Maude algo confundida sin saber exactamente qué quería Pinkie que ella hiciera.

- Básicamente, sí - respondió Pinkie mirando a su hermana.

Maude se dió cuenta de que en la mirada de Pinkie se encontraban un montón de emociones, una extraña mezcla de confusión, ansiedad, desesperación y miedo por lo que suspiró y le dijo a la pelirosa - Primero que todo, cálmate. No es bueno para tu salud desesperarte y bueno Pinkie, quisiera poder ayudarte pero yo no mando en tu corazón, ni siquiera conozco a ninguno de los 3, solo me has hablado de ellos, tú debes tomar una decisión...

- ¿Y qué tal si me equivoco? - preguntó la pelirosa.

- No soy una experta en estos asuntos - respondió Maude y luego agregó - Pero creo, que si escuchas a tu corazón, este te dará la respuesta.

- ¿Te lo dice tu sentido? - preguntó Pinkie con una pequeña sonrisa.

- Sí, y sabes que el sentido de los Pie jamás se equivoca, deberías escuchar al tuyo - respondió Maude y luego salió de la habitación.

Pinkie suspiró y se levantó de la cama para luego volver a acercarse al espejo, entonces la pelirosa movió su cabeza frenéticamente y con sus manos lo revolvió un poco para que se pusiera esponjado como lo tenía antes de haber cambiado y se acercó a su clóset para buscar ropas más coloridas y se dijo - Muy bien, haré lo que Maude me dijo, esta noche escucharé a mi corazón y seguiré a mi sentido, no volveré a equivocarme...

Más tarde esa noche estaban Gilda, Cheese y Derpy esperando a la pelirosa donde ella había pedido que se reunieran.

- Aún me parece un enorme descaro - dijo Gilda negando lentamente con su cabeza.

- ¿A qué te refieres? - preguntó Cheese.

- A que ella se haya atrevido a buscar a Pinkie después de todo el daño que le hizo - respondió la peliblanca mirando seriamente a Derpy.

- Como ya he dicho, tengo una explicación para todo - dijo Derpy mirando de forma seria a la peliblanca.

- Pues me encantaría escucharla - dijo Gilda acercándose a la rubia.

- Hey chicas, por favor. No creo que a Pinkie le gustaría que al llegar nos viera peleando o discutiendo - dijo el castaño interponiendose entre las chicas.

- Él tiene razón además, no tengo porqué darte explicaciones a ti, solo se las daré a Pinkie - dijo la rubia alejándose un poco.

Gilda bufó y dijo - Como sea - para luego darse la vuelta y esperar en silencio.

Pero la espera no duró mucho más porque la pelirosa llegó, vestida como solía hacerlo antes de cambiar de actitud y con su cabello esponjado.

- ¿Qué te has hecho? - preguntó Gilda mirando a la pelirosa sorprendida.

- Está soy yo, siempre fuí así, incluso aunque me enseñaste a ser más dura, no puedo negar lo que soy - respondió la pelirosa con una sonrisa.

- Y yo que pensaba que te veías linda con tu actitud de chica mala pero ahora entiendo a lo que te referías cuando hablabas de la vieja tu, eres aún más hermosa y puedo suponer que mucho más divertida - dijo Cheese con una amplia sonrisa viendo a Pinkie.

- Gracias Cheese - dijo la pelirosa viendo al castaño con una amplia sonrisa también y luego miró a Derpy quien se veía cautivada pero también avergonzada así que le preguntó - ¿Algo que decir?

- De hecho muchas, Pinkie yo... Lo siento y debo explicarte tantas cosas pero créeme cuando te digo que no te engañe - respondió la rubia algo desesperada.

- Déjalo Derpy, tal vez me lo expliques luego - dijo Pinkie.

- ¿Tal vez? ¿Luego? ¿A qué te refieres? - preguntó Derpy.

- Hoy los he reunido aquí porque no soy tonta, soy muy consciente de los sentimientos que ustedes tienen hacía mí - dijo la pelirosa y luego agregó - Y he decidido que hoy, voy a tomar una decisión sobre a quien debería darle una oportunidad, así que después de meditarlo yo creo que...

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