Capítulo Piloto. Dralion

Todos nosotros somos capaces de los cambios más increíbles. Podemos evolucionar mientras permanezcamos fieles a quienes somos. Podemos honrar a quien hemos sido y escoger lo que queremos ser.

Es posible que me dé una idea de lo que estén pensando luego de haber leído una frase sacada de la nada al principio de esta historia y es que es algo completamente cliché, como si no tuviese imaginación o que simplemente quise evitar el uso del Érase una vez.

Siendo honesta, solo quería compartirles las palabras que se grabaron a fuego en mi mente desde el día en que mi vida cambió por completo.

Tal vez se trate de una forma de augurarme un futuro cruel, pero a pesar de todas las dificultades por las que he atravesado hasta llegar a este punto ya no lo veo de ese modo, especialmente  cuando comprendí lo que estaba escrito entre líneas: mi destino ha sido marcado por los dioses desde antes de nacer, por lo que me sería imposible zafarme de todo este embrollo por cualquier medio aunque así lo deseara.

Sé que suena deprimente cuando resulta que eres una especie de Elegido Divino, porque te das cuenta que todo está escrito en piedra, aún así... considero que, una vez que conozcan quién soy realmente (o por lo menos una pequeña parte de mi historia), sabrán que el dúo maravilla de París necesitaba de un tercer miembro en su equipo para ayudarles a restaurar el equilibrio que se había roto desde hace tanto tiempo. Sí, sé que suena como el típico cliché de un videojuego bastante conocido por todos, pero en un mundo en el que la magia busca ser restaurada tengo que darle algo de sentido para continuar siendo una superhéroe... probablemente.

Ahora llegamos al punto en que se pregunten quién diantres soy, si pertenezco a este mundo o soy algo más improbable... quizá sí soy una chica o un chico... bueno, en cualquier caso, lamento decir que las presentaciones las tendré que dejar para otra ocasión y eso es porque tengo una razón importante para ello...

...esto de tener que enfrentarme a vida o muerte contra la persona encargada de abrir la caja de Pandora diariamente sobre esta ciudad con tal de conseguir los Miraculous de sus respectivos guardianes (incluido el mío), es una tarea titánica por llevar a cabo.

En este momento ya no es difícil adivinar a quién me estoy refiriendo con las pocas pistas que acabo de proporcionarles, sin embargo, si hay algún despistado entre el público que no lo haya advertido aún, lo anterior significa que me encuentro en la propia boca del lobo, es decir, en la guarida de HawkMoth.

¡Y vaya que el viejo estúpido ha resultado ser todo un reto en combate! ¡Ha sabido mantenernos contra las cuerdas del ring con o sin el uso de su poder sobre los akumas que le rodean, ¿la experiencia hace al maestro? ¡Joder, me está dejando en ridículo!

Entonces, volviendo al tema, ¿soy Rena Rouge? ¿Queen Bee? ¿Carapace? Tercer strike y todos fuera, no soy nadie de los que acabo de mencionar. Obviamente no se admiten objeciones porque tampoco soy la portadora del Miraculous del pavo real o algún otro Miraculous del que desconozcan... por lo tanto, ¿QUIÉN CARAJOS SOY? ¿POR QUÉ TANTO MISTERIO?

—¡Hey, lagarto subdesarrollado! ¡Será mejor que vuelvas a tierra firme si quieres conservar tu preciada cola!— la irritante voz de Chat Noir resonó a través del recinto donde nos encontrábamos, pero fue lo suficientemente audible para que reaccionara y me moviera de sitio para evitar el impacto de energía oscura que se dirigía hacia mí.

Resulta que soy un blanco fácil si permanezco inmóvil durante un minuto entero (o quizá más), pero ya que he sido la primera (y tal vez, única) persona que se opuso al control mental de este payaso (con la tortura mental incluida, gracias). Es posible que exista cierto resentimiento en mi interior por todo lo que sufrí a causa suya, lo que es una explicación válida ante el hecho de que se me dificulte mantenerme alerta.

De cualquier forma, ¿cómo es posible que HawkMoth conozca mi identidad si soy nueva en este negocio? Está claro que sabrán más conforme continúe con la historia, así me darán tiempo de mentalizarme que me odiarán en un momento dado.

Volviendo al punto en que me quedé antes de comenzar a divagar...

....me alejo lo suficiente para evitar otro ataque más de este molesto insecto, dejando que la memoria muscular se haga cargo de las reacciones rápidas una vez que la adrenalina ha salido disparada a través de mi torrente sanguíneo.

Los latidos de mi corazón van en aumento y mis sentidos se agudizan más que los de cualquier ser humano promedio; esto, por supuesto, provoca que el tiempo a mi alrededor se relentice lo suficiente como para permitirme observar todo tipo de detalles que no pueden ser captados en primera instancia.

"Fascinante..." pienso al retener mi aliento por caer en la cuenta de algo que puede ser problemático si no tenemos cuidado de ahora en adelante.

—Gracias por la advertencia, my kitty...— me coloqué cara a cara con el susodicho, cruzándome de brazos al estar dispuesta a echarle riña por mantener esa sonrisa burlona que lo caracteriza —...pero te he dicho mil veces que dejes de llamarme lagarto subdesarrollado, ¿acaso quieres que te dé una paliza y fastidiar todo lo que hemos logrado hasta ahora?—

—Si con los logros que hemos conseguido hasta el momento te refieres a: liberar a los akumas, proteger París, salvar gente, vencer innumerables villanos...— con sus garras comenzó a ennumerar cada uno de los hechos acontecidos hasta este momento —...ayudarte a ser una superheroína, destruir este sitio para terminar de una vez por todas con la amenaza de HawkMoth...—

—Chat...—

—Estarás de acuerdo conmigo, my lady, en que no la he fastidiado— ampliando su sonrisa, el chico de cabello dorado se atrevió a mostrar su superioridad al guiñarme un ojo —Al menos, no por ahora—emitió una suave risa gutural —Así que esa paliza de la que tanto hablas no estará bien fundamentada en caso de que lo hagas, porque en ese sentido serás tú quien eche a perder todo—

—Tú...— gruñí a modo de advertencia, su lógica a veces resultaba fastidiosa —...no tienes remedio—

—¡En absoluto!— respondió a punto de soltar una carcajada —Además, nada te cuesta con agradecerme de vez en cuando, princess— "A excepción de mi orgullo, claro está" —Recuerda que uno de mis deberes como héroe es salvar a las damiselas en peligro— por muchas ganas que tuviese ahora mismo de ahorcarlo, debo mentalizarme que somos parte del mismo equipo y que Ladybug es capaz de matarme si le toco un solo cabello a este maldito gato.

—¡Pequeño bastardo!— fue todo lo que logré articular antes de ser interrumpida por la mismísima reina de Inglaterra —Wow...— no pude ocultar mi sorpresa al verla llegar a nuestro lado con apenas unos cuantos rasguños, en verdad es alguien admirable por haberle dado pelea a HawkMoth sin nuestra ayuda. 

—Sí que eres bastante considerado con nosotras al intentar salvarnos del peligro, kitty— a pesar del cansancio que se hacía presente en la agitada voz de Ladybug, fue capaz de unirse a la conversación mostrando una sonrisa llena de ironía —Pero debo recordarte que hemos sido nosotras quienes terminan por salvarte la mayoría de veces—

—¡Oye!— inflando los mofletes, el gato negro se puso cara a cara contra Ladybug —¡No es necesario que seas tan cruel, my lady

—Siempre supe que la princesa del grupo eras tú, Chat— agregué con aires de suficiencia en un intento inútil de evitar no morir de risa en este preciso instante.

—¡Oh! ¡Tú!— señalándome de manera acusadora —¡Cierra el pico, lagartija!—pude notar el sonrojo en sus mejillas ante la vergüenza por la que estaba atravesando, pero antes de tener la oportunidad para apaciguar la tensión, la catarina se adelantó a ese plan.

—Aún así...— "Y aquí viene" —Agradezco que hayas estado a mi lado desde... bueno... siempre— la dulce voz de Ladybug se volvió un susurro en cuanto el rubor en las mejillas de la chica se hizo presente.

My lady...— la sonrisa del felino se amplió.

"¡Oh, por favor! ¡Tienen que estar bromeando! ¿No se supone que el coqueteo es una especie de broma?"

—Uno de estos días terminaré enfermándome por su culpa si siguen con estas malditas muestras de afecto en público— puse los ojos en blanco.

—Y espero ese día con ansias—  el chico me dirigió una mirada pícara —Pero volviendo al tema, ¿no podías mirar hacia otro lado?— su risa, que bien pudo ser un bufido, dejó en claro que le encantaba hacerme enojar "¡LO HACEN APOSTA!" —Eres un poco contradictoria en ese aspecto, ¡no eres más que una romántica reprimida!—

—Sigue soñando, pequeño bastardo— lo fulminé con la mirada, comenzaba a sentirme hastiada de todo —Recuerda en dónde diantres nos hemos metido...— señalé a mi alrededor para enfatizar mis palabras —...así que, si tienes un poco de sentido común, controla esas hormonas tuyas y céntrate en la batalla, no podemos dejarle toda esta ardua tarea a tu querida catarina

—Exclamó la bella dama— volviendo a ignorar mis palabras, la ira volvió a fluir por mis venas.

"Suficiente, hasta aquí llegan tus nueve vidas"

—¡Serás un hijo de...!— sin importarme demasiado la presencia de Ladybug, tomé al felino roñoso por el cascabel de su traje —Por si aún no lo notas, hemos comprometido la estructura interna de la mansión al grado de que cualquier otro ataque de nuestra parte o del idiota a quien hemos venido a derrotar provocará un derrumbe sobre nosotros— siseé —¡Y parece ser que soy la única que lo nota! ¡No tendré suficiente tiempo para salvarlos!—

—¡Oye! Tranquilízate, ¿quieres?— es increíble que este chico sea capaz de mantenerse en calma en una situación tan estresante como esta, a diferencia de mi... que solo puedo sentir miedo "Noy soy tan veloz como creen" —No todo gira en torno a ti, dragoncita, ¿crees que eres la única que tiene miedo sobre este asunto?— comencé a aflojar mi agarre sobre él —Pero a diferencia de ti, aprendí a controlar mis emociones, no todo está perdido...— esbozó una media sonrisa en cuanto lo solté por completo —...no aún—

"Tenía razón... yo..."

—Yo...— desvié la mirada, sintiéndome incapaz de responderle o disculparme ahora que lo he liberado.

—Deja de preocuparte por cosas que aún no suceden— fue la tranquila voz de Ladybug la que llamó mi atención —Después de todo lo que has pasado para llegar hasta aquí se puede decir que has dado un gran paso para ser parte de esto, incluidos todos los peligros a los que nos hemos enfrentado— ofreciéndome una sonrisa, tocó mi hombro en un intento de levantar mi ánimo.

—Eres más valiente de lo que crees, my princess— con una delicadeza que pocas veces he llegado a presenciar, Chat Noir tomó mi mentón entre sus garras para obligarme a encontrarme con sus ojos esmeralda y apreciar una de sus bellas sonrisas —Hasta ahora no has dejado que el abismo te devuelva la mirada y aunque no elegiste ser una superhéroe, sí que elegiste por tu cuenta el camino a seguir para demostrar quién puedes llegar a ser—

Mordí mi labio inferior... las dudas  volvían a abrumarme... las emociones negativas eran un torbellino que, de seguir así podrían deshacer mi transformación sin que me diese cuenta, por lo que quedaría a merced (una vez más) de HawkMoth.

Tantas dudas y tantos miedos que me invaden.... estoy a punto de tener un ataque de ansiedad o al menos así lo creo.

"Quizá todo este embrollo es parte de un plan maestro, pero... ¿por qué yo? ¿Qué es lo que tengo de especial para ser una más en su equipo?"

Emití un gemido lleno de angustia al mismo tiempo que mis manos se volvían puños para ocultar el temblor que me ha invadido.

"Solo quiero una vida tranquila, lejos de todo esto... no quiero ser una Elegida Divina... no quiero formar una triada... no quiero ser una heroína... no quiero que mi destino esté marcado de por vida... No quiero morir"

"¿Realmente eso es lo que deseas?" sorprendida por ese lejano pensamiento que logró destacar entre la oscuridad de mi mente, quise llegar hasta él como ese rayo de luz al final del túnel, pero este no era el momento adecuado.

"¿Qué... fue eso?"

—Dralion...— el ronroneo de Chat me devolvió a la realidad, no obstante su peligrosa cercanía resultó ser inesperada, por lo que un rubor atravesó mis mejillas.

Como si de una burbuja se tratase, el tiempo a nuestro alrededor pareció paralizarse... ahora ya nada más importaba, solo éramos Chat y yo...

—Mi dulce Dralion...— continuó hablando, ocasionando que un escalofrío recorriera mi espina dorsal debido a la forma en que me llamó —...¿hasta cuándo vas a aprender que no tienes porqué cargar con todos los problemas por cuenta propia?— su sonrisa se amplió —Entiende que somos un equipo...—

Su respiración, sus latidos, ¡incluso su aroma!... todo en él resultaba reconfortante y, aunque en mi mente apenas cabía el significado de serenidad, estando con él... las cosas cambiaron por completo. Podía olvidarme de todo aunque sea por un instante.

Pude percibir sus finas garras deslizarse alrededor de mi cintura con un cuidado meticuloso, lo que causó que mi nerviosismo fuese en aumento.

Con la respiración irregular, mis latidos erráticos que vagamente intentaba controlar y la piel erizada de mi cuerpo, solo pude quedarme paralizada sin tener la mínima idea de cómo reaccionar en estos momentos.

"Vamos, cordura, vuelve a mí ¿Qué puedo hacer en estos momentos? ¿¡POR QUÉ ESTÁ TAN CERCA!?"

—No nos ruegues que te dejemos o que volvamos por nuestros caminos cuando te estemos siguiendo...— apoyó su frente contra la mía —...a donde vayas, estaremos ahí...— cerró sus párpados y yo me dediqué a seguir la corriente al hacer lo mismo —Porque sin ti, no seríamos capaces ahora de salvar París— aferró su agarre sobre mi cintura —Te necesitamos, Dralion— sonaba preocupado, algo difícil de creer cuando has vivido día con día toda clase de bromas estúpidas de su parte.

—Realmente... eres despreciable— esbocé una sonrisa que se vio opacada por su dedo índice sobre mis labios en cuanto él se separó de este encuentro.

—Y tú demasiado terca— correspondió a mi gesto —Pero creo que ese es uno de tus puntos fuertes en ciertas circunstancias— retrocedió un par de pasos con tal de darme espacio —Aún así, creo que es mejor recordarte que no estás sola—

—Gracias— susurré, siendo interrumpida por el carraspeo de alguien probablemente celosa.

"Algún día conoceré el infierno por culpa de este gato"

—¿Ya terminaron?— sin separarnos del todo, Ladybug se colocó en medio de nosotros a la espera de que el felino decidiera soltarme y ofrecerle una terrible explicación a manera de excusa.

Al escuchar la voz de su amada, Chat no fue demasiado sutil al momento de deshacer el abrazo, de modo que me empujó lo suficientemente fuerte como para hacerme tropezar con mis propios talones, aunque tuve la fortuna de mantener el equilibrio sin caer de bruces sobre mi trasero.

—Los odio...— murmuré al colocarme firme en el sitio donde me hallaba en pie.

—¡Todo en orden, my lady!— por mucho que adore ver a este chico temblar de miedo por haber sido pillado in fraganti, tuve que dejar a un lado ese sentimiento de satisfacción cuando soy cómplice de este delito —No es lo que parece— Ladybug enarcó una ceja por debajo de su antifaz, incapaz de creer las palabras de su compañero.

¿Realmente debería echar más leña al fuego? La respuesta, por supuesto, es un sí... Claro que eso puede significar el que me arrepienta en un futuro muy cercano al implorar por mi vida.

—¡Hey, kitty!— ambos se giraron para prestarme atención, aun cuando en mi rostro se dibujó una sonrisa maliciosa, supongo que no sospechaban mis intensiones —¿Quién diría que tienes un lado bastante cariñoso?— hice mi mejor intento de que mi voz fuese más como un ronroneo —¿Está mal que me haya enamorado de ti en un momento como este?—

Por un lado, tenía a Chat Noir sorprendido y, por el otro, a Ladybug con una mirada asesina que dejaba en claro la calma antes de la tormenta que puede desatar. Sin embargo, tuve que aguantar las ganas de reírme a carcajadas, es decir... no es el mejor momento para morir de risa, en especial cuando la pequeña catarina es la más recta de nosotros.

—¿Podrías explicarte?— inquirió con una tranquilidad abrumadora que no presagia nada nuevo dependiendo de la respuesta que dé el gato negro —¿O has olvidado en dónde nos encontramos?—

—Eres... tú... eres una...— las palabras del chico chocaban una contra otra en tanto el rubor subía por su rostro —¡No estás ayudando en absoluto, maldita lagartija!—

—¿Esa es la forma de tratar a tu enamorada, my kitty?— hice mi mejor intento de puchero cuando sabía a la perfección que estaba haciendo el ridículo, pero poco importaba cuando tendré una escena memorable para la posteridad.

Para nuestra desgracia, la diversión no podía durar por siempre, pues antes de que tuviese la oportunidad de reaccionar al peligro inminente que nos acechaba, ninguno fue capaz de esquivar las esferas de energía oscura que se dirigían hacia nosotros por todas partes y tal vez por ninguna.

A partir de aquí perdí el sentido de la realidad, pues el impacto de mi cuerpo contra la pared a mi espalda logró ponerme fuera de combate por lo que me pareció una eternidad.

Adolorida y tosiendo lo que parecía ser sangre, intenté mantenerme consciente a pesar del dolor que recorría cada vértebra, cada nervio... cada trozo de mi alma... y aunque no importase cuánto empeño dispusiera en tratar de ponerme en pie, el mundo exterior comenzó a sonar lejano.

¡Qué manera tan estúpida de ser derrotada!

"No... no ahora... mantente despierta"

Esto cada vez se parecía al incidente que ocurrió hace un par de meses y aunque las circunstancias fueron distintas en aquella ocasión, pareciera que el resultado siempre será el mismo...

Una vez más, no sería capaz de siquiera ayudar a quienes más lo necesitaban, ¿con cuánta mala suerte he de contar para que me tropezase con la misma piedra una y otra y otra vez? Realmente soy la superheroína más patética de toda la historia.

Sonreí amargamente.

"Soy todo lo que HawkMoth esperaría de alguien torpe que juega a ser héroe sin medir las consecuencias de sus actos... una inútil que solo estorba a los mayores héroes de París"

Cualquier movimiento que haga ahora resultaba ser un calvario, mantenerme inmóvil parecía ser la mejor opción... sumirme en la oscuridad tal vez sería el fin más melodramático jamás esperado.

De cualquier manera, esto puede darles una idea acerca de las condiciones en las que me encuentro... débil, creyendo que todo está perdido, rindiéndome a lo que podría significar mi muerte... ¿o es que habría algo peor que ello?

Traté de incorporarme en cuanto mi sentido de la audición se recobró lo suficiente como para percibir el sonido de la batalla que se estaba librando a pocos metros de donde me encontraba, más resultaba una tarea titánica levantar un dedo por lo menos.

Volví a toser a causa del polvo acumulado en mis pulmones al mismo tiempo en que abría de a poco los párpados, sintiendo como si éstos hubiesen sido cocidos con alambre de púas para impedirme la visión del pandemonium a mi alrededor.

Todo giraba a mi alrededor, mi cabeza dolía y el pecho ardía cual agua hirviendo. Mordí mi lengua en un intento de enfocarme en otro tipo de dolor, pero llegando a este punto, solo era una excusa para mantenerme lúcida.

"Sí, en definitiva estoy hecha trizas, incluso antes de relucir..."

Gemí de dolor.

"Joder... es inútil"

Sin poner más resistencia, me quedé tumbada al no ver la necesidad de hacerlo... si lo hacía, puede que esto termine de la peor forma posible. Así que, en mi momento pesimista del día, ¿valía la pena esforzarme para prestar una ayuda inservible a mis compañeros, a sabiendas que el enemigo nos supera en fuerza?

"Absolutamente no... HawkMoth ha ganado"

"No... él no puede ganar, no aún... ¡no puedes rendirte tan fácil!"

"¿Eh? ¿Quién eres tú?" busqué con la mirada aquella voz desconocida que hizo eco en lo profundo de mi mente... era como escuchar una campana de Notre Dame repicar: gruesa, severa, ¿tal vez fuera de este mundo?, pero llena de sabiduría... creo.

"¿Importa eso? Ahora será mejor que te levantes, ellos te necesitan, no se han dejado vencer, aún hay esperanza... ¡el mundo aún necesita de la esperanza!"

"¿Esperanza?... sí, claro"

"Levántate"

"No puedo"

"Levántate"

Intenté de nuevo ponerme en pie... fracasando por segunda ocasión.

"Te lo dije, no puedo"

"¡Levántante!"

"¿Así? ¿Sin más? ¿Sin darme razones?" apreté los dientes, comenzaba a hartarme de este tira y afloja.

"¿Acaso las necesitas?" silencio "¡Levántate!"

Volví a gemir de dolor al reunir lo poco que me quedaba de fuerza al obedecer a quien quiera que estuviese manejando los hilos de mi consciencia, por lo menos así dejaría de fastidiarme por un rato.

—De acuerdo... aquí vamos—

Con cuidado, logré incorporarme hasta quedar de rodillas, manteniendo el equilibrio con las palmas de las manos apoyadas sobre el suelo. Tuve que tragar la bilis que subía por mi boca en cuanto el dolor se volvió insoportable, solo a mí se me ocurrió la grandiosa idea de ponerme en pie encontrándome en condiciones deplorables.

"Bien, ¿y ahora qué? ¿Quieres que vaya a luchar?" escupí la pregunta con un veneno atroz, harta de tener que soportar toda esta lucha que, en principio, no debía ser mía.

"Esa es la única opción"

"¡Por favor! Si voy allá seré el blanco perfecto para otro ataque como este, ¡aún no estoy lista para esto! ¡Jamás lo he estado!"

"Yo diría que lo estás"

"Lo dice el sujeto que solo ve entre las sombras sin atreverse a intervenir... ¡adelante, haz mi trabajo! ¡Ya he tenido suficiente de los akumas, de Ladybug, de Chat Noir, de HawkMoth... de todo!"

"¿Estás segura de lo que dices?"

"...Sí"

"Dudaste"

"¿Importa? Todo estaba mejor cuando no era una superhéroe"

"Por supuesto que importa, porque eso significa que aún guardas esperanza, además no fue coincidencia que obtuvieses el Miraculous que equilibrará todo"

"Ya estamos de nuevo... ¿podrías explicarte mejor con ese tema? Sinceramente, odio cuando las personas son crípticas... considerando que seas una persona, claro está"

"Solo diré que lo estás viendo desde una perspectiva equivocada, todo lo que crees que es una desgracia en tu vida, todo el dolor y sufrimiento que has atravesado, te ha servido para fortalecerte, tu futuro será brillante si decides continuar con esta empresa"

"Dame una buena razón para creerte, porque dudo ser la indicada para esto"

"¿Por qué no lo descubres por tu cuenta?" pude sentir que sonreía más allá de las sombras "Eres más fuerte de lo que crees, tu voluntad te puede llevar lejos, siempre y cuando mantengas en alto tus ideales, Ronette... la chica extraordinaria"

"Yo... yo nunca te dije cómo me llamo" quien quiera que haya sido esa presencia, se esfumó como el humo "Es oficial, estoy enloqueciendo" suspiré, apretando los dientes ante lo que se viene "Quien quiera que seas, será mejor que me observes..."

Y qué mejor manera de enloquecer que sentir una nueva energía fluir a través de todo mi cuerpo. Esperanza, voluntad, fe... sea lo que sea, parece como si todas mis debilidades, dudas y miedos se hubiesen esfumado, quedando solo el deseo de ponerme en pie y ayudar a mis amigos.

"No puedo abandonarlos" tomé el polvo y los escombros entre mis manos, esbozando una sonrisa que no sabría describir.

Entre gemidos de dolor y alguno que otro improperio en voz baja, pude levantarme entre las cenizas de este sitio con el poco equilibrio que le quedaba a mi cuerpo, pues era necesario apoyarme contra algunos escombros para no caer otra vez.

¿Es posible... que ahora sea capaz de comprender por qué obtuve un Miraculous?

Aguardé cabizbaja a que mi respiración y los latidos de mi corazón volvieran a ser regulares.

"Vamos, recupérate" imploré con desesperación "Ellos te necesitan" cerré los párpados con fuerza "Recupérate, recupérate, recupérate, recupérate..." Mantuve este mantra por un largo rato, esperando, anhelando que mi deseo se volviera realidad.

—¿Pero qué...?— mi sorpresa fue absoluta cuando me atreví a abrir mis párpados una vez más.

Realmente, realmente costaba creerlo, pero danzando alrededor de mi cuerpo estaban esas chispas de un hermoso color azul neón, causando que sintiera un cosquilleo similar a cuando se te duerme alguna extremidad luego de un largo rato de ejercicio físico.

—¿Qué demonios es esto?— Al alzar la mirada a mi alrededor (como si buscase una respuesta a lo que estaba ocurriendo), me topo con el rostro horrorizado de HawkMoth.

—¡Imposible! Tú...— haciendo un esfuerzo por comprender lo que estaba sucediendo, HawkMoth retrocedía con cada palabra que salía de su boca —¿Qué clase de Miraculous te otorgaron?— con un aumento de adrenalina y mis fuerzas restauradas, fui capaz de alzarme entre la oscuridad, iluminando mi entorno con este color neón a mi alrededor.

El alcance de mis poderes aún era desconocido incluso para mi como neófita, sin embargo con tan solo notar que las heridas ya han desaparecido por completo, puedo darme una idea acerca de todo este asunto gracias a los cómics que tratan sobre humanos con mutaciones genéticas... Regeneración celular.

—¡Viejo!— adopté una posición de pelea al desenrollar el látigo de alrededor de mi cintura —¡Estás en serios problemas!— ahora era el turno de este maldito desgraciado de pagar por todo lo que me ha hecho sufrir...











⚡¡GIGAVOLT HAVOC!⚡




Notas de la autora:

Ninguna, realmente no esperaba volver a publicar esto, solo lo hice gracias a que cierto fanfic de Miguel O'Hara logró darme el impulso de querer volver a este medio. Es como el Breath of the wild de los fanfics que me hizo volver a tener esperanza. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top