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- ¡Annie! - grito para que me escuche desde su habitacion intentando no sonar muy molesta. Esto tiene que ser una confusión ¿Por qué annie me haría almorzar con el hombre que me hirió hace aproximadamente una hora? - ¿Annie puedes bajar?
- ¿Puedes abrir? - me pregunta desde el piso de arriba - En unos minutos bajo
Suspiro y me acerco a la puerta. Miro por la mirilla y todavía está ahí. Su cuerpo fuerte se distorsiona por el lente que tiene el ojo mágico de la puerta. "No quiero abrirle" es lo primero que pienso, quiero dejarlo ahí por horas esperando, quiero que vuelva a su casa y no coma, que su almuerzo sea el característico pan azul del Distrito 4. Pero pienso que seguramente va a ser más divertido hecharlo, y si me siento feliz, insultarlo, así que abro. Finnick me mira sorprendido y un tanto irritado por verme
- ¿Que hace-
- ¿Que quieres, Odair? - lo interrumpo molesta
- Vine a almorzar - la expresión de Finnick sigue confundida
Hasta que deja de estarlo, y la mía también. Debi saberlo en el instante en que lo vi por la ventana
- Nunca se rinde ¿No es así? - dice Finnick con un tono sarcástico e irritado
Si bien ahora odio a Finnick, el y Annie solían ser mis mejores amigos. Solíamos pasar tiempo juntos todo el tiempo, salíamos a nadar y el chico nos enseñaba a pescar. En un momento Finnick y Annie empezaron a salir. Duraron un año pero rompieron unos meses antes de la cosecha. A las dos semanas empezó a salir con una chica llamada Darya. Annie estaba triste, aunque cuando Darya y Finnick rompieron, mis dos amigos retomaron su amistad. Yo ya no hablaba tanto con el, me había enojado la manera en la que le importó poco su separación Hasta que llegó la cosecha y lo eligieron.
Me sentí culpable por como lo había ignorado, pero nunca me despedí. Simplemente no pude y jamás entenderé porqué
Me castigué mentalmente en el transcurso de los juegos y miraba mi televisor todos los días, dormía poco esperando a que gane y pueda volverle a hablar
Y así fue, cuando los juegos terminaron, Finnick había marcado historia siendo el tributo más joven en ganar los juegos. Quise ir a felicitarlo, pero cuando lo vi después de tanto tiempo el estaba molesto
- No te despediste - reclamaba un joven Finnick de 14 años
- Pero, estoy aquí Finnick - me ofendí - Lo siento pe-
- No me importa ¿Que pasa si no volvía de esa arena? Si moría... - se quejaba
Y así estuvimos minutos, peleando y reprochandonos. Nunca me dejó explicarme ni justificarme, no me dio la chance. Aunque de vez en cuando pienso ¿Hubiera podido justificarme?
Después de ese día empezó a pasar mucho tiempo en el Capitolio, tanto tiempo que lo empezaron a amar. Todas las niñas querían estar con el y el parecía disfrutarlo. No le hablé en lo que restó del año
Todo se terminó de destruir cuando sali elegida en la cosecha de los sexagésimo séptimos juegos. Mi primer pensamiento fue "Finnick va a ser mi mentor" y solo deseaba que todo termine rápido. Cuando estuve en la arena recibí solo dos regalos de patrocinador, un pan y una botella vacia que potabilizaba todo líquido que la llene.
Aunque mis habilidades con el cuchillo y el tridente que pude sacar de la cornucopia me ayudaron a sobrevivir (matando tributos por supuesto) casi muero deshidratada porque el pantano más cercano estaba a horas de caminata, y si no hubiera sido porque la botella potabilizaba el agua, hubiera muerto
Cuando gané no se molestó en felicitarme, ni en hablarme en la gira de la victoria, ni tampoco en cruzar miradas conmigo. Las veces que lo hacíamos terminabamos peleando.
Después de eso estuve meses encerrada en mi habitación saliendo solo para bañarme o ir al baño. No hablé con nadie, mi mamá me pasaba comida por la puerta e intentaba hablarme pero yo no podía, no salían palabras de mi boca
Esto a Finnick le molestó muchisimo ya que mi madre le hablaba preocupada a el sobre mi. Ellos siempre se llevaron bien y ella se sintió muy apenada cuando nos dejamos de hablar, entonces cuando su segunda mamá estaba angustiada por mi, el solo pensó en eso, no pensó en la razón de mi encierro
Cuando mi mamá murió decidí que nunca más iba a encerrarme así, si perdí a mi madre sin decir adios ¿Que más me podrían quitar? a Snow no le gustó mucho la idea de que la ganadora de los últimos juegos se negara a ser mentora y a aparecer en entrevistas así que me vi obligada a revivir los Juegos todos los años viendo morir tributos
Volviendo al tema de Annie, desde mis juegos (después de mi encierro), que intenta volvernos a unir a los tres como amigos o mínimamente que Finnick y yo nos toleremos, pero nunca lo logra.
Hace dos años me dijo que me vería en la playa para pescar, sin embargo, cuando llegué ahí estaba Finnick. Nos quedamos una hora en silencio esperando a Annie y nunca llegó. Terminamos en una discusión sobre que si yo no hubiera sido tan inmadura esto no estaría pasando, Annie no tendría que unirnos, cosa que yo negaba diciendo que era su culpa por ser el niño del Capitolio. Eventualmente me fui a casa y me quejé con Annie diciéndole que no iba a funcionar, que deje de intentar y esa había sido la última vez, pensé que se había rendido
Pero si, debi imaginar que todo era un plan de Annie, otro plan que fracasaría y que terminaría en peleas que le amargan el día. Pero con Finnick en la puerta con la misma cara irritada que yo, no me queda más opción que aceptarlo, solo para hacer feliz a Annie.
Aunque siento una punzada mezclada de melancolía y odio. A veces detesto odiar a Finnick, a veces quiero volver a tener diez años y pescar con mis amigos
Pero esa era mi vida antes de los juegos, no vale la pena pensar en ella. Esa niña está muerta y también lo está mi pasado, además preferiría casarme con Coriolanus Snow antes que decirselo a Finnick y hacerme quedar débil
- Entra antes de que pueda envenenar el calamar - digo entre dientes - Annie está en su habitación cambiándose
Sigo preparando el calamar ignorando la presencia de Finnick y en un momento baja Annie. Ambos la miramos irritados pero no tanto como para ofenderla
- Si se van a ver todos los años y todos los días, mínimamente deberían tolerarse ¿Saben?
Suspiramos porque tiene razón, si bien no vamos a ser mentores todos los años, este año vamos a serlo en el vasallaje, vivimos en la misma aldea y nos vamos a tener que cruzar de vez en cuando. Una vez más, Annie tiene razón, pero tolerar a Finnick me parece imposible
Cuando termino de hacer el arroz con calamar, lo sirvo en tres platos diferentes, Annie agradece sinceramente mientras que las gracias de Finnick suenan burlonas. Le sonrío con sarcasmo y decido ignorarlo, lo tengo que tolerar. Empiezo a comer mirando el plato sin mucho apetito pero comiendo porque no hacerlo no sería muy educado, por más molesta que esté. Logramos mantener 10 minutos de silencio
- Bueno, este año es el vasallaje - menciona Finnick y lo miro con odio. Nunca mencionamos los Juegos en frente de Annie, es un tema sensible para ella ya que de los tres es la que más afectada salió. Recordar los juegos significa recordar la decapitación del otro tributo del 4. A veces suele entrar en pánico cuando los recuerda o son mencionados y las únicas personas capaces de calmarla cuando se siente así somos Finnick y yo. Sin embargo, hay veces que puede hablar del tema y ruego para que hoy reaccione así
Toso para que Finnick se de cuenta de lo que dijo y lo hace, se arrepiente de inmediato y yo ruedo los ojos
- Em, pero nada nuevo ¿No? - disimula el rubio
- Sólo espero que no sean muy crueles este año - dice Annie con expresión preocupada pero sin entrar en pánico
- Si... Gran calamar, Astromelia - Finnick intenta cambiar de tema
- Gracias Finnick - le agradezco con una sonrisa notoriamente falsa para recordarle lo estúpido que fue - ¿A ti te gustó, Annie?
- Oh sí - responde con la misma expresión de nervios - Está delicioso Astro
- Me alegro - sonrío
El almuerzo continúa en un silencio tenso, con algunos comentarios de Annie sobre cuando salíamos a pescar justos y lo mucho que me costó aprender a usar un tridente. Nos dice que lo extraña y la miro apenada porque se que no va a ser lo mismo nunca
- ¿Quieres que me quede a lavar los trastes? - le pregunto a Annie cuando faltan unos minutos para las dos de la tarde y ya terminamos de almorzar
- Esta bien, yo lavaré - me sonríe - Tu puedes ir a... Bueno ya sabes
- ¿Tu no irás? - pregunta Finnick
- No, tengo suerte de que para nosotros no sea obligatorio - ríe no muy feliz
- Te veo en cuanto vuelva, Ann - la abrazo fuerte - gracias por invitarme
También abraza a Finnick pero antes de poder si quiera despedirme de el salgo por la puerta, aunque cuando escucho como alguien también sale me volteo molesta
- ¡¿Los Juegos?! - exclamo alterada - ¿Ese es el mejor tema que se te ocurrió?
- ¡No lo se! - Finnick se ve extrañamente avergonzado - Al menos lo tomó bien
- ¡Eso no importa Finnick! ¿Como puedes mencionar los Juegos en casa de Annie? ¡Es tu mejor amiga! Deberías saber que temas tocar y que temas no tocar
- Lo siento Seawood ¿Ok? ¿Eso es lo que quieres oir? - sorprendentemente no es lo que quiero oir, no se que es lo que quiero oir ¿Acaso me pidió disculpas? - Es lo primero que se me ocurrió después de 10 minutos en silencio
- ¿Acaso no piensas antes de hablar? - sigo gritando - Yo planifico cada palabra que sale de mi boca ¿Sabes? Intento ser buena amiga
- ¿Por qué te quejas de todo lo que hago? Ya pedí perdón y sabes que realmente estoy arrepentido - si lo se, pero todavía estoy enojada - y no eres la indicada para hablar de amigos de mierda
Me río y muy fuerte, de manera preocupante
- Siempre buscas la manera de traer ese tema ¿No es así? - niego con la cabeza
- Nunca mencioné ese tema - levanta las manos como prisionero diciendo "no hice nada, soy inocente" - ¿De que tema estás hablando?
- No sabes por lo que pasé, Finnick - le apunto un dedo - no sabes lo que significaron los Juegos para mi
- ¡Me podrias haber dicho! Annie me dijo y ahora no la odio
- ¿Como explicárselo al niño del Capitolio? - mis palabras parecieron enojarlo más - ¡Ni siquiera me dejaste pedirte perdón! ¿No sabes cuantas veces me castigué porque se que todo esto es mi culpa? ¿Te crees que siempre quise odiarte? ¿Te crees que lo disfruto? - ok, aparentemente no siempre planifico cada palabra que sale de mi boca porque nunca pensé en decirle eso
Finnick luce sorprendido, pero antes de que podamos tener una charla sensible cambio de tema
- ¡Nunca me quisieron en el Capitolio! - sigo - Intenté evitar mis responsabilidades de ganadora y matar-
Me freno ahí porque estoy a punto de revelarle mi mayor secreto a Finnick ¿Que está pasando?¿Por que de la nada hablo sin pensar? Mi mente culpa a el chico por provocarme pero en el fondo se que no tiene culpa de nada. Pienso en decirle, pero no quiero, no así, ni en ningún contexto, no quiero que sepa ni puede saberlo. Nadie puede saber lo que Snow me hizo
Me mira confundido así que tengo que inventarme una excusa
- Me mataron - Finnick ahora luce muchisimo más confundido así que tengo que agregar - metaforicamente hablando, estúpido¿O acaso soy la misma niña a la que le enseñaste a pescar?
- No, a ella la recuerdo menos odiosa
De la nada, Finnick me deja de mirar para mirar hacia algo que está detrás mío por lo que volteo para ver. Todo el Distrito 4 esta caminando hacia la plaza, más específicamente hacia el Edificio de Justicia, con agentes de la paz gritando y empujando civiles para que se apuren
Había visto esta escena antes, de hecho, la vi todos los años de mi vida
La gira de la victoria había llegado al distrito 4
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