Astrid
Nada había cambiado desde la última vez que vio el puerto, Tilbury permanecía como un fresco recién hecho ante los ojos del castaño quien no pudo evitar sentirse nostálgico. El muelle, el pueblo, de pronto todo ahí le parecía muy pequeño
-supongo que todo es pequeño en comparación al mar. –emprendió rumbo por la calle principal a paso veloz hacia su casa, ¿Qué les diré a mis padres? ¿Qué van a decirme ellos?, ¿me extrañarán?
Esas y muchísimas otras preguntas no dejaban de darle vueltas en la cabeza a medida que caminaba por las calles saludando con la cabeza a las personas del pueblo, algunos cuantos lo reconocieron y solo se le quedaron mirando con sorpresa, otros simplemente lo pasaron por alto. Tal y como lo recordaba.
Al llegar al descansillo de la entrada se quedó unos segundos mirando la puerta como dándose ánimos para golpearla, no sabía porque se había puesto tan nervioso, solo tenía que tocar y ya. Llenó los pulmones de aire y se armó de valor para llamar. Instantes después llegó el mayordomo para atenderlo y se quedó pálido como un fantasma mientras el menor le sonreía mostrando los dientes, Hiccup no pudo evitar abrazarlo.
Lo hicieron pasar a la sala, en medio de tropezones fue a anunciar su llegada a sus padres, aun dudando de su propio juicio, el joven Haddock había vuelto.
Hiccup escuchó los tacones bajando apresurados por las escaleras seguidos del ruido de las botas de su padre. El silencio reinó en todo el lugar cuando ambos vieron a su hijo parado frente a sus ojos, Valka se acercó despacio, como si temiera romper la ilusión de ver a su pequeño en casa, había perdido peso y se notaba cansadísima, su padre no se veía mucho mejor.
Su mano temblorosa fue a posarse en la mejilla pecosa de Hiccup, el recargó el rostro para sentir la piel tan suave de su madre, cómo la extrañaba.
-Hiccup... mi pequeño.
-aquí estoy mamá... aquí estoy. –sin poder contenerse más se acercó para esconderse entre los brazos de Valka, aún conmocionada y soltando lagrimas silenciosas, la mujer lo estrechó muy fuerte. Estoico se les unió sin dar crédito a lo que veían sus ojos.
-¿Cómo... cómo escapaste hijo?
El menor se separó del abrazo para mirarla también con los ojos vidriosos. –hay mucho que contar...
~
Habían pasado los abrazos efusivos y el llanto, los padres no cabían de dicha por tener nuevamente a su hijo a su lado. La casa entera se revolucionó con su llegada, decir que tuvieron un festín de almuerzo era poco; pavo, vegetales de la estación, un exquisito vino y por supuesto el mejor helado de postre, el castaño estaba siendo bombardeado tanto por preguntas como por bandejas y bandejas que llegaban llenas de la cocina. "Tal vez debería desaparecer más seguido" pensó dándole un bocado a su segunda copa de helado.
Al terminar el almuerzo pasaron a la sala, donde les contó todo lo que había pasado desde su salida de Tilbury hasta el regreso. Valka lo escuchaba emocionada, estoico cada vez estaba más desconcertado. "¿Cómo es eso de que un pirata no sabe nadar?
Les habló sobre Jack, tenía que hacerlo al fin y al cabo. No mencionó nada sobre su relación o por todo lo que habían pasado juntos, no quería que a su padre le diera un ataque al corazón o se echara a llorar por perder su única posibilidad de tener nietos. Por otro lado su madre lo conocía bien, sabía perfectamente lo que significaba el brillo en los ojos cuando su hijo hablaba del albino y no dejaba pasar oportunidad para sonreír discretamente cuando alguien más lo mencionaba. Conocía esa mirada perdida y el sonrojo en las mejillas, ella también había estado enamorada.
-bueno. –dijo Estoico. –al menos todo eso terminó, ahora estamos juntos hijo.
-lo estamos. –le dijo tratando de sonreír. –pero me temo que no podré quedarme. –su padre frunció el ceño, ¿había escuchado bien?
Hiccup quiso morderse la lengua, cómo no había pensado antes en eso, era obvio que ellos asumirían que se quedaría. Se maldijo internamente por ser tan idiota y no pensar en una excusa decente. -¿por qué no?
-verás, este pirata que no sabe nadar, ese que les dije que era un egocéntrico infantil... bueno, es algo más el capitán del barco. –Estoico lo miraba atento aún sin entender a dónde quería llegar su hijo. Hiccup suspiró, parece que no había más opción que decirlo de frente. –papá, estoy enamorado de Jack.
-Hiccup...
-no puedo quedarme aquí... no sin él.
-hijo por favor. –su padre hablaba rápido como hacia cuando estaba nervioso. Valka puso su mano sobre la suya para mantenerlo a raya, aunque no había rabia en su mirada o alguna señal de que estaba molesto, solo una profunda y terrible desesperación por tratar de entender al muchacho sentado frente a él. Al menos esta vez sí trataría de entender a su hijo. –aquí está tu familia, tu futuro. Toda tu vida está en Tilbury y vas a dejarla partir por una fantasía, por un pirata... ¡¡¿POR QUÉ?!! –dijo casi agarrándose la cabeza a dos manos.
-porque lo amo. –respondió el menor sin titubear, parecía como si hablara consigo mismo más que con ellos. Estoico se quedó boquiabierto tratando de decir algo más que palabras inconexas y sin sentido, finalmente y como siempre terminó por recurrir a su esposa.
-¡¡valka dile a tu hijo que está loco!! –Valka se levantó del sillón que compartía con su marido para sentarse al lado de Hiccup, lo miró a los ojos un largo rato, aun podía distinguir a la perfección a ese niño pequeño de seis años que soñaba con aventuras y la llamaba tirándola de la falda. Sus ojos verdes no habían cambiado en absoluto.
Entonces lo besó en la frente para luego peinarle el flequillo y susurrarle. –cuídate mucho a donde vayas, amor. –Estoico suspiró ya rendido. Su esposa siempre había tenido la última palabra y esta vez no sería diferente, pero por mucho que le costara admitirlo sabía que siempre tenía razón. Hiccup estaba radiante, había abrazado a su madre dándole las gracias repetidas veces. Su padre se los quedó viendo un segundo guardándose en la memoria la sonrisa de su único hijo. ¿Cómo negarle algo? Nunca lo había visto tan feliz.
En medio de la alegría y los abrazos les llegó el ruido de la puerta principal abriéndose, luego unos pasos veloces avanzando por el recibidor, Hiccup estaba de espaldas a la entrada cuando escuchó aquella voz llamándolo. –Hiccup... -se había imaginado muchas cosas que podían pasar, pero sin duda ver a su prometida no estaba ni cerca de aparecer en la lista.
-Astrid...
--------------------
aquí va a arder Troya, no digan que no se los advertí...
creo que hoy sale el capítulo de gravity falls que si no me equivoco es el último. (si no me avisan porque aun no me puedo creer que vaya a terminar T-T) me voy al tiro a revisar así que los dejo. Muchas gracias por leer, recuerden que me encantan sus comentarios y ver sus votos UwU me dan ánimos para seguir. y bueno, veremos que pasa en el siguiente cap
bye! >w<
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top