La idea es de Saby-Rod. Me pareció bastante adorable y me dieron ganas de escribirla xD

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Lo primero que vio Mitsuki al abrir la puerta, fue a su propio hijo que ya estaba de regreso.

—¡Oh, Katsuki...

Pero se detuvo al observar con claridad cómo Bakugou permanecía en la puerta de la casa evadiendo su mirada y con el ceño fruncido.

Cabe decir que, al parecer, había alguien detrás de él... y que de vez en cuando asomaba su rostro, por encima del hombro del rubio, dejando ver sus puntiagudas orejas y cómo no dejaba de mover su colita; se notaba que estaba feliz y había cierto brillo de ilusión en sus ojos.

—Oh, vaya... —comentó Mitsuki comenzando a sonreír con picardía—. ¿Eso es lo que creo que es?

Admitirlo era demasiado difícil para Katsuki, sobre todo conociendo cuánto se iba a burlar su madre de él.

Pero tenía que, por esta vez (o al menos por Todoroki), tragarse parte de su orgullo y sentenciar aquella pregunta.

—¿Puedo... —comenzó haciendo el vano intento de no sonrojarse— quedármelo? —inquirió con el ceño totalmente fruncido y apretando los dientes cada vez más para intentar controlarse.

Mitsuki no podía negarse ante aquel esfuerzo que había hecho su hijo; mucho menos a la cara de cachorrito abandonado que estaba poniendo Shouto.

—De acuerdo —aceptó la señora con una sonrisa—. Pero ni se os ocurra hacer ruido por las mañanas o las noches —finalizó dando el visto bueno e invitando a aquel joven lobo a su nuevo hogar.

Shouto no pudo controlar sus instintos y se abalanzó nuevamente encima de Katsuki para comenzar a darle lamidas en el cuello.

Por unos segundos, aquel rubio explosivo sintió unas ganas inmensas de acariciar las puntiagudas orejas del de cabello bicolor.

Ahora sí que sí, iban a ser felices para siempre.

FIN

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