Nuevo trato
chikys98 Feliz cumpleaños. Me alegra saber que llegas a un año más de vida y sobre todo, que me leas 😊. Espero que todos tus sueños se cumplan y sigas adelante. Te deseo lo mejor hoy y siempre.
FernandaUresti134 gracias a ti también por leerme y querer ser parte de mis mundos. Espero te guste este cap.
Espero que les guste a todos y no olviden votar para hacer crecer la historia. He notado que el cap pasado no tiene muchos votos y no sé si es porque no han leído o no picaron en la estrellita 🤔
No lo olviden esta vez 😉
Los quiero muchooooo ☺😘
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[Capítulo 6]
{Aiden}
Quise salir de casa antes de que Abby se despertara, intenté irme también sin decirles nada a mis padres, pero eso me fue imposible; Daemon seguía tratando de hablar conmigo y pasé de él como la noche antes. Podían juzgarme de insensato, insensible o lo que se les diera la puta gana, mas solo yo era consciente de lo que sentía y pensaba. Cuando fue D el de tomar decisiones que me lastimaron lo entendí y apoyé porque sabía que buscaba lo mejor para él y yo siempre querré eso para mi alma gemela, a Abby igual ya le había pasado muchos de sus caprichos, la apoyé en muchas locuras y la cubrí en otras. No obstante, estaba harto de solo entender y comprender a los demás y que no me devolvieran lo mismo; soy leal a los que amo y estoy para ellos en todo momento. Sin embargo, creo que se llegó el momento de hacer todo por mí sin pensar en los demás.
—No actúes así sin saber toda la realidad —pidió mamá cuando ambos estábamos en la cocina.
—¿Y me la dirás? Así dejo de lado esta cara de culo que dices que cargo —repuse.
Ella negó fastidiada y al ver que no llegaríamos a nada, seguí preparando mi sándwich de mantequilla de maní y mermelada de manzana. Esa mañana dejé de lado el jugo ya que la noche anterior bebí demasiado y mi estómago no estaba para más de él.
—Si te digo que se irá porque no soporta estar cerca de un chico del cual se enamoró y no le corresponde, ¿lo entenderías?
Me reí sin gracia y con mucha burla.
—Solo tiene diecisiete años y decide dejar a su familia por un hijo de puta que obviamente no la merece ¡Puf! Pues no, no lo entiendo —En ese momento le daba la espalda, pero pude sentir su mirada clavada en mi nuca—. Además, es una niña, no tiene edad para fijarse en chicos y tampoco el derecho de dejar a su hermano por culpa de uno.
Ya sabía que en ese momento yo era el dramático y que mi decisión de dejar a todos de lado se estaba yendo a la mierda, pero no quería que Abby se fuera por mucho orgullo que tenga, no estaba preparado para dejarla ir tan lejos. Sentí los brazos de mamá rodearme la cintura y apoyar su mejilla en mi espalda, suspiré tratando de que ella no lo notara y dejé de untar la mermelada en la rodaja de pan.
—A veces olvido que dentro de este enorme cuerpo, sigue habitando mi pequeño y sensible curioso —Negué al escucharla—. Eres demasiado posesivo, amor y ya tienes que entender que eso no te acarreará nada bueno, además, nunca te has enamorado y por lo mismo no puedes entender a tu hermana.
—No es solo eso, también está el hecho de que no me estás diciendo toda la verdad —La sentí tensarse, estaba demasiado presionada y pude percibir su cambio.
Me soltó, según ella con sutileza, y me giré para verla a la cara.
Yo más que nadie sabía el mundo al que pertenecíamos, tenía un pie dentro de las organizaciones y una noche antes volví a ser testigo de los peligros que corríamos, así que mamá no podía seguir tratando de ocultarme las cosas que pasaban a mi alrededor.
—Abigail no quiso verme ayer después de que vino a casa con un séquito de guardaespaldas, en la noche noté su rostro cargado de maquillaje y ella no es de las que usan tanta porquería en la cara. Papá no se ve feliz con ella, no es el típico consentidor de su princesa y eso me dice mucho, también ha accedido a que se vaya cuando era uno de los que siempre estuvo reacio a separarse de su niña. Así que estoy seguro de que esa realidad de la que hablas es muy peligrosa y no entiendo por qué no me la dices.
—Tu curiosidad puede llegar a ser muy peligrosa —señaló y volvió al taburete en el que antes estuvo sentada—. Sabes que Abigail puede ser demasiado impulsiva, pero su decisión de irse a estudiar fuera del país sí se debe a su mal enamoramiento, no obstante, ayer que se lo comunicamos a Elijah, en efecto se negó rotundamente, tu hermana se fue a donde una amiga y esa chica le tendió una trampa.
Empuñé mis manos al escucharla.
—Casi llegaron a violarla —Mis ojos se abrieron demás, aunque la tranquilidad en la voz de mamá me contuvo el miedo y la ira; por supuesto que se escuchaba triste y también molesta—, pero su guardaespaldas pidió refuerzos y tu padre se encargó de ir por ella; Abby se defendió como siempre le he enseñado y eso dio tiempo a que Elijah llegara antes de que lo peor pasara y ya te imaginarás cómo acabó lo demás. Eso y el que tú hayas sido atacado anoche, ha hecho que él acceda a que su princesa se vaya lejos.
—Imagino que no quedó ninguno para contar el cuento, pero si es así, espero saber dónde está —inquirí y mamá negó.
—Elijah procedió cómo debía y Sadashi se encargó de ayudarle —Alcé la vista cuando mencionó a la asiática.
La noche antes en la que me enteré de toda la verdad, no me sentó nada bien saber que la chica solo fingió conmigo, tampoco el que fuese ella quien tuviera que cuidarme y no porque es mujer, sino porque de cierta manera me incomodó que supiera tanto de mí. Lo último que me dijo antes de irse me dejó pensando demasiado y si ya me sentía mal por ver a Lane a la cara y actuar como si nada pasó con Leah, en ese instante me sentí el imbécil más miserable.
—Tú y padre confían mucho en esa chica —dije de pronto.
—Tanto como para permitir que ella te proteja y después de lo que pasaron anoche, mucho más. Necesito a tu lado a alguien con quien sepas trabajar y luchar porque más que tu guardaespaldas, será tu compañera —Bufé una sonrisa irónica cuando terminé de escucharla.
—Ma, no sé si te has dado cuenta, pero esa chica me atrae mucho y casi me la estás metiendo en la cama. Así que no respondo —confesé y vi el enojo cambiar su hermoso rostro.
—¡Ni se te ocurra, Aiden Pride! No he puesto a Sadashi en ese lugar para que tú vayas y la cagues de esa manera, así que te prohíbo que la veas como no se debe o te juro que soy capaz de cortarte los hu...
—Entonces remuévela, madre. Porque si me lo prohíbes, la conviertes en algo más atractivo para mí —advertí antes de que terminara de amenazar a mis compañeros, el hogar de sus futuros nietos.
—¡Aiden, por Dios! Necesito a los mejores a cargo de ustedes y Sadashi es en la única que confío para que esté cerca de ti. No lo tomes como un juego, nada bueno sale de mezclar el trabajo con la pasión.
—Según tengo entendido, tú y papá comenzaron como compañeros y mira todo lo bueno que llegaron a hacer —le recordé y me miró incrédula.
A veces le decía cosas solo por joderla y en muchas de esas ocasiones me gané una buena regañiza o un buen guantazo, pero ya me había acostumbrado.
—No nos compares, además, en nuestro caso fue distinto. En el de ustedes será solo para joder la situación. Sadashi no es una mujer sentimental y tú a pesar de que te la lleves de cabrón, sientes demasiado rápido, hijo. No quiero que te dañen y tampoco que dañes.
Eso era lo que me intrigaba de Sadashi, la dureza y frialdad que la caracteriza me llamaba demasiado la atención.
—Mejor aún si es como dices, no nos costará dejar las cosas de lado cuando nos aburramos.
—¡Joder, Aiden! No juegues con fuego —inquirió muy molesta.
La miré, sonreí de lado y le guiñé un ojo; cogí mi sándwich y le di una mordida antes de irme a mi habitación.
—Avísame cuando esa asiática esté aquí —pedí—, quiero empezar a quemarme —solté y solo alcancé a encogerme y cubrir mi cabeza cuando cogió una banana del frutero cerca de ella y me la lanzó, haciendo que golpeara mi espalda— ¿En serio, Isabella? ¿Una banana?
—¡Aggrr! Mejor vete antes de que me pongas peor y termine golpeándote de verdad.
Me fui porque sabía lo que seguía si continuaba jediéndola y, aunque no iba a decírselo, podía estar tranquila porque de momento no pensaba hacer nada con esa chica. Primero, porque todavía estaba dolido por la verdad que lanzó en mi cara y segundo, pues no me agradaba el que ella insinuara que solo borracha se acostaría conmigo. Cabrón o no, tenía mi orgullo y esa engreída lo supo herir.
A mi cabeza llegaron de nuevo las palabras de madre respecto a Abby y en ese instante hasta yo la quería lejos ya que, el atentado que me hicieron estaba a punto de desatar una guerra sin cuartel. Subí los escalones y entré al pasillo que me llevaba a mi recámara y a la de mi hermanita, decidí ir a la de ella y demostrarle que me tenía para cualquier cosa, pero justo cuando llegué a la puerta esta se abrió y vi a Leah salir vestida con un pequeño pijama. La voz de la asiática resonó en mi mente casi como si fuese mi conciencia.
—Gracias al cielo sigues aquí, pensé que ya te habías ido —Se escuchó muy aliviada—. Por cierto, Abby está dormida así que creo que es mejor que la dejes descansar, anoche le costó demasiado dormirse.
—Está bien —cedí, tenía razón.
Después de lo que pasó era mejor que descansara.
Decidí seguir mi camino sin decir nada más y me fui a mi habitación a terminar de recoger mis cosas, pero me tensé cuando la puerta se abrió y cerró.
—¿Qué te sucede? Estás muy raro —Leah me había seguido y solo pude pensar en Lane.
—Sabes que no es buena idea que vengas a mi habitación, mis padres están en casa y si suben, nos escuchan y ven la puerta cerrada, vamos a meternos en miles de problemas —le recordé.
Días después de que ambos supieran lo que sucedió entre ella y yo, hablaron con nosotros para asegurarse de que de verdad todo había acabado; quedamos en que ese sería un secreto que jamás saldría a la luz, pero nos advirtieron que debíamos mantener una distancia prudente. Con los días nos dimos cuenta de que mis padres seguían con sus alertas y desconfianza, tal cosa no nos sentó bien, aunque éramos conscientes que nosotros nos lo buscamos y quisiéramos o no, nuestra relación fraternal se jodió.
Vi la tristeza en el rostro de Leah tras lo que dije y abrió la puerta un poco, también la noté apenada y supe que eso fue por mi forma de hablarle.
—No quise hablarte así, es solo que me pone nervioso esta situación. No quiero volver a estar mal con papá.
—Lo sé, Aiden. Sé que jodí todo cuando...
—Leah, ¿nunca has pensado en decirle a Lane lo que pasó entre nosotros? —Corté sus palabras con mi pregunta y la sorpresa fue evidente en ella.
—Quedamos en que el pasado será un secreto, en que nos olvidaríamos de los sucedido y seguiríamos adelante. Y no, no he pensado en decirle nada ya que no sucedió estando yo con él; tú y yo éramos libres y así como Lane tiene un pasado que respeto y no deseo saber, yo tengo el mío.
—Ya, pero en mi caso es distinto, él es mi mejor amigo y siempre dijimos que no nos enrollaríamos con alguien que ya había estado con uno de nosotros en plan serio y, aunque tú te salgas de ese contexto, eres mi prima y créeme, verlo a la cara cuando habla de ti, se siente feo.
Se sentó en la silla del escritorio que tenía en mi habitación y soltó todo el aire que estaba reteniendo, ellos estaban bien, se llevaban de maravilla y sabía que no existía ningún otro tipo que mereciera estar a su lado; pero como lo dije antes: Sadashi tocó un punto que me hizo sentir vergüenza de mí mismo.
—¿Cómo reaccionarías si fueras tú en su lugar? —preguntó y me miró a los ojos.
Me imaginé siendo Lane, lo conocía a la perfección y estaba consciente que por muy correcto que quisiera ser, terminaría dejándola y mandándome a la mierda. Años de amistad se tirarían por la borda y de seguro Leah perdería al único hombre que todos aceptábamos como su pareja.
¡Joder! Si Lane ya hasta se había ganado a Dominik y Fabio estaba a punto de aceptarlo, el cabrón hacía todo lo posible por ser el mejor para Leah y no se valía que yo le arruinara todo el esfuerzo.
—Cuando pasó lo que pasó, no sabía que Lane pretendería algo conmigo, tampoco tú; su interés por mí se supo después de que tú y yo estuvimos juntos y acepté ser su novia hasta que todo se aclaró, así que no lo he engañado y si le oculto mi pasado es porque es mío y tengo derecho a guardármelo así como él se guarda el suyo. Y no voy a pedirte que no le digas nada ya que respeto tu amistad con él, solo te pido que me avises cuando pienses hacerlo para estar preparada.
Me acosté en la cama dejando mis pies en el suelo y miré al techo, me sentí egoísta porque quería desahogar mi conciencia, pero eso jodería una relación estable y también mi amistad con uno de los que consideraba mi mejor amigo.
—¿Lo amas? ¿Estás enamorada de él? —pregunté sin dejar de ver el techo.
Arriesgándose a ganarse un sermón, se acercó a la cama y tomó la misma posición que yo tenía.
—Ya casi no pienso en ti de la forma en que lo hacía antes y he comenzado a sentir mariposas en el estómago cada vez que lo voy a ver. Sabía que con él las cosas no pasarían así de la nada como sucede en otros casos, porque lo que sentí por ti fue de verdad, pero así sea poco a poco, Lane se me va metiendo entre los huesos y me ilusiona mucho pensar en un futuro a su lado.
Su respuesta fue suficiente para tener claro que ella también fue mi pasado y eso era solo mío, ya lo sabían suficientes personas y no tenía porqué sacarlo a la luz, no era mi derecho joder la ilusión de Leah y el amor que estaba seguro de que Lane sentía por ella.
—Creo que solo lo aceptaré a él como tu novio, veo que te hace feliz y ojalá lo llegues a amar como estoy seguro de que él te ama a ti. Así que no la cagues, Leah —advertí y nos miramos en ese instante—. Somos un pasado que nunca debe salir a la luz y en eso creo que estamos de acuerdo los dos, mis padres y D.
Ella asintió a lo que dije y la vi aliviada.
Sadashi me hizo sentir mal, pero Leah logró lo contrario después de hablar, puesto que al final, solo nosotros sabíamos las razones de llegar a lo que llegamos.
Cambiamos el tema después de eso y me dijo que se iría conmigo para Virginia Beach, el verano al fin había llegado y sus clases acabaron, a nosotros todavía nos quedaba una semana para terminar todo y prepararnos para nuestra graduación, pero ese ya no era impedimento para disfrutar del sol, la playa, arena y las chicas, aunque cuando vi a Sadashi recordé mi maldita apuesta y me enseñaron siempre a cumplir mis tratos.
—¡Mierda! —murmuré para mí.
Estar un mes sin follar sería una tortura.
Sadashi me miró cuando dije eso, mamá acaba de decirnos que viajaría conmigo en el mismo coche y no sabía si fue por mayor seguridad o porque Leah también me acompañaría. Si era por lo último, me hacía sentir molesto, mas no podía quejarme ya que mis acciones me llevaron a perder la confianza de mis padres.
—No creas que para mí es de mi agrado esta situación, me siento tan molesta como tú, pero debo seguir órdenes —La miré sorprendido cuando espetó aquello, entendió todo mal.
—No dije eso porque vas a viajar conmigo, en serio necesitas bajarle dos rayitas a tu antipatía hacia a mí —solté, en ese instante sí le hablé con fastidio.
Iba a decir algo, pero Leah llegó toda emocionada por irnos, imaginé que lograr que Dominik la dejara irse sin poner peros, influía en su buen humor.
Al parecer Sadashi no estaba al tanto de nuestra acompañante y cuando Leah la saludó, solo asintió seria; desde que llegó a nuestras vidas y se dejó ver, fue de esa manera con mi prima, su actitud dejaba ver que no le caía bien. Leah insistió en que Sadashi viajara como mi copiloto, mas esta última se negó y se instaló muy cómoda en la parte de atrás.
Suspiré antes de subir, ese viaje estaba a punto de tornarse más que incómodo.
Y no me equivoqué, el camino fue más largo de lo normal; Leah cuando quería podía ser más parlanchina que yo e intentaba sacarle conversación a Sadashi, quien solo respondía con monosílabos y por último decidió echarse una siesta para evitar a mi prima. La miraba a cada momento por el retrovisor y admiré que se viera tan en paz con los ojos cerrados y tan molesta cuando los tenía abiertos.
—Creo que no le caigo bien —susurró Leah.
—No me digas —ironicé y ella sonrió.
—¿Por qué viaja con nosotros? —quiso saber.
—Estás consciente de que puede estarse haciendo la dormida y nos va escuchando —inquirí y de nuevo volví a verla por el retrovisor, pero su expresión no cambió.
—Sí y también soy consciente de que si le pregunto a ella no me responderá.
Mis padres fueron claros al pedir que mantuviéramos todo en secreto, pues hasta ese momento las chicas no sabían nada de las organizaciones, incluso mi hermano llegó a olvidar mucho de esa información.
Por los espejos laterales del coche noté que tres autos me seguían y reconocí que eran los refuerzos que tendría tras mi culo por el resto de mi vida, ya que sabía que la situación no cambiaría, pues tras de un peligro, llegaría otro.
—Es protegida de mamá y quiere que pase el verano con nosotros para que no se aburra, además, sabes que estamos a punto de graduarnos y tenemos planes de formar una pequeña empresa con Dasher y Lane, ella será parte de nuestro equipo de trabajo —No le estaba mintiendo del todo, pues Sadashi estaría cuidándome por un buen tiempo.
—Lane me ha hablado de los planes que tienen, creo que me he emocionado hasta yo. Cuando termine mis estudios espero poder unirme a ustedes —Sonreí al escucharla.
Al principio, Daemon también era parte de ese plan, pero después de todo lo que pasó, las cosas cambiaron y la vida lo alejó de nosotros. Se había atrasado un año y se graduaría hasta el siguiente, aunque ya se estaba haciendo cargo de la empresa de mamá, en California, con la ayuda de tío Elliot. Por mi parte, junto a Dasher y Lane nos convertiríamos en socios y así los planes que teníamos fueran ambiciosos, nuestros padres nos apoyaron y nos prestarían el capital para iniciar una empresa de remodelación.
—Espero que para ese momento, ya hayamos crecido y seamos una compañía grande —deseé.
—Verás que sí, yo creo en ustedes —En ese momento llevaba mi mano puesta en la palanca de cambios y Leah me la tomó en señal de apoyo, pero me solté de inmediato y la llevé a mi cuello para disimular.
Aunque me salió muy mal.
—Solo buscaba apoyarte como mi primo, Aiden. No actúes como si tocarnos fuera un pecado porque ni cuando...
Se detuvo cuando ambos escuchamos que Sadashi carraspeó, me sentí demasiado estresado y más cuando nos miramos por el espejo y noté en su mirada un poco de burla.
—Detente por favor —pidió de pronto y busqué la orilla de la carretera.
Los coches que nos seguían también se detuvieron.
—¿Necesitas orinar? Porque si es así, pronto pasaremos por un área de descanso y podrás ir al baño tranquila, yo también necesito ir —Habló Leah intentando despistar a Sadashi de una situación de la cual fue muy consciente.
—No, solo quiero un poco de aire fresco y cambiar de coche. Es incómodo ir aquí con ustedes sabiendo que tienen muchas cosas de las cuales hablar.
—Sadashi —la llamé y bloqueé las puertas.
—Lo que escuchaste no es lo que parece —Quiso aclarar Leah, negué a eso ya que no tenía ni idea de todo lo que Sadashi sabía.
—Yo no supongo solo por lo que escucho y tampoco me importa lo que veo, simplemente me siento incómoda viajando con ustedes y más si después, por algún motivo algo de este viaje llegue a oídos de los señores Pride y me culpen a mí. Así que quita los malditos seguros y déjame salir de aquí.
—¿Le dirás algo a mamá? —La pregunta salió de mi boca sin pensarlo.
No hicimos nada malo con Leah, pero no quería que se nos juzgara hasta por lo que hablábamos.
—Abre la maldita puerta —Su voz dejó ver que estaba molesta.
Leah nos miró y decidí abrir ya que había cosas que no quería que ella se enterara.
Sadashi salió pitando del coche y la seguí sin poderlo evitar, no necesitaba más problemas en mi vida, pero ella me los podía ocasionar si informaba mal lo que sucedió en mi conversación con Leah.
—¡Espera! —pedí y la tomé del brazo cuando ya estábamos a mitad del camino entre mi coche y el de los guardaespaldas.
—No le diré nada a tus padres, Aiden —aclaró y se soltó de mi agarre—. Despreocúpate porque no soy una bocona y espero que lo entiendas pronto porque me estoy hartando de que insinúes cosas que no son. Les informo solo de movimientos que te puedan poner en peligro, lo demás me importa un carajo y si tu madre supo de lo tuyo con esa chica fue por un imbécil que quiso ganar puntos extras, pero créeme que recibió su castigo.
En ese instante comprendí que su molestia se debía a que yo la creía culpable de que todo saliera a la luz, o más bien de que insinuara que era una bocona.
Tras decir eso se fue al otro coche y solo me quedé mirándola hasta que se subió en él, maldije y volví a mi auto, me puse en marcha y callé a Leah cuando quiso saber si Sadashi diría algo. El viaje pasó de incómodo a pésimo.
Cuando llegamos a casa, Lane salió para recibir a su novia y ayudarle con la maleta; estaba muy entusiasmado de tenerla ahí con él. Sadashi llegó en ese instante y se estacionó cerca, mi intención era ayudarle y pedirle que hiciéramos un nuevo trato para intentar llevarnos bien, pero justo cuando Lane la vio, dijo algo que jamás esperé escuchar.
—¿Eres tú de nuevo? —Sadashi abrió sus rasgados ojos más de la cuenta cuando lo escuchó.
—¿Se conocen? —pregunté y Lane sonrió de lado.
—¿Recuerdas a la chica misteriosa con la que Daemon se acostó en la última fiesta que tuvimos aquí, cuando él todavía no se sometía a los electrochoques?
No. Me. Jodas.
Eso no podía ser cierto.
Los tres nos intrigamos cuando nos enteramos de que mi copia se folló a una chica misteriosa y hasta la dejó dormir en su cama cuando tal cosa solo se la permitió a la maldita rubia. Y eso nos llevó a creer que era especial.
—Pues la tienes frente a ti, la vi salir ese día de la recámara de D muy feliz, jamás olvidaría su rostro —Me quedé esperando a Sadashi negara todo.
Pero solo me quedé así, esperando.
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