03🌼
Narra Leandro
A la noche lo vi llegar tarde a Paulo. Ya me imaginaba donde estaba, y preguntar podía incomodarme.
—¿Qué hacías?
—Tuve una noche riquísima con la mini Álvarez. Me voy a bañar que enseguida llega Oriana y tengo que ir a buscarla.
Me quedé pensando.
—No le digas nada a Juli. —dice Paulo mirando como dormía Julian.
—¿No te cansa jugar así?—Pregunté.
—Lean, si la probaras a Nicole, creo que no te cansarias nunca. —rode los ojos. Me limite acno decir nada ya.
Él salió de la pieza, y supuse que iba a buscar a Oriana.
—Te juro que no entiendo a Paulo.—dije y Enzo estaba despierto.
—y yo tampoco, mira.—dice pasándome el celular. Era una historia de Nicole, en mejores amigos.
—No entiendo a las mujeres. —solté un suspiro.
Ver el saludo entre Oriana y Nicole. Fue lo más incómodo, pero trate de disimular mi cara sobretodo por Juli.
Narra Nicole
Hoy era el partido entre Arabia Saudita y Argentina, tenía unos nervios y Juli más.
Enzo también se sentía bastante nervioso. Y yo me había levantado temprano para poder ser de ayuda con ellos.
—Holis niños.—dije acercándome a Juli y a Enzo.—¿Cómo están?
—Y remando los nervios amiga.—dijo Enzo.
—Boluda en mi vida tuve tanto nervios. —Me reí. —Lo van a hacer bien. Tranqui.
Con Paulo no volvimos a hablar después de lo sucedido, no se me acerco y no me acerqué tampoco. Pero lo llore como 5 veces.
—Holis,Alexiss.—Dije con una sonrisa.
—Son las 5 de la mañana amiga, por qué estas de tan buen humor.—Dice el anteriormente nombrado y yo me reí. Nos sentamos los 4 en la sala y estábamos tomando mates. Los otros no se levantaban todavía.
—Déjame loco, encima que pongo la mejor.
—¿Te vas a poner mi remera? —Pregunta Juli.
—Sí, sino la de quien.
—Mira, me ofende muchísimo que no pienses que podes usar la mía.—Dice un Enzo ofendido.
—O la mía también Nikita. —Dice Alexis. Me reí.
—Ustedes le tienen a sus novias para eso. Mi hermanito no tiene eso.
Alexis estaba por decir algo pero justo hablo Paulo que se acercaba a nosotros.
—Ale, te esta buscando tu novia.—El recién nombrado se levanta y se va a buscarla.
A los pocos minutos vuelve y se acerca con Cami Mayan.
—Hola Niki. —Me saluda ella. Y nos alejamos a hablar. —¿Cómo andas con Paulo?— Mi sonrisa triste le dio la respuesta. Ella sabe lo de Paulo porque Alexis sabe, supongo él se lo dijo.
En eso Oriana y Tini se acercan a nosotras.
Y me sentía incomoda, Cami me cae de 10, pero con Oriana y Tini no tenia mucha relación, con Oriana porque bueno se sabe por qué, y con Tini, porque es amiga de Oriana.
Me fui a mi habitación. Me cambie y me puse la camiseta de mi hermano, la misma tenia un olor a su perfume. Y era rico. Rico de oler bien obvio.
Las lágrimas no salían hasta que entre a insta y vi un mensaje de Tiago PZK.
@tiagopzk
Hola Nicole, la verdad que no sabia como hablarte de la manera más normal, porque lo practique mil veces y en todas quedaba raro. Pero quería ofrecerte ser la protagonista de un video musical mío. Pensalo y avísame que pensas.
Si les digo cuanto amo a este hombre, la historia de superación de Tiago y todo lo que le pasó me parece que es de admirar. Y aunque yo sea amiga de Mauro, nunca me crucé con Tiago, cuando decimos de vernos con Mauro, literal es vernos a solas.
Salí de la habitación con una prisa incontenible y corrí por el pasillo para bajar y contarle esto a mi hermano. Mis pasos eran rápidos y apresurados, llenos de emoción. Sin embargo, en mi carrera desenfrenada, sentí un choque inesperado y, en un abrir y cerrar de ojos, caí al suelo sin previo aviso.
Aún en el suelo, levanté ligeramente la mirada y pude ver su mano extendida hacia mí. Mi atención se desvió hacia su brazo, el cual estaba adornado con numerosos tatuajes que se destacaban en su piel. Cada tatuaje parecía contar una historia única y misteriosa, dando lugar a una sensación de curiosidad y asombro en medio de la situación inesperada en la que me encontraba. Tomé su mano sin dudarlo y con su ayuda, me incorporé del suelo. Su firme agarre y amabilidad me tranquilizaron después del repentino tropiezo.
—Perdón Leandro,iba apurada y no me fije.—Le dije tímidamente mientras mantenía la mirada hacia abajo. Sin embargo, en lugar de mostrar alguna señal de enfado, él me dedicó una cálida sonrisa comprensiva. Fue un gesto que me reconfortó y me hizo sentir un poco menos torpe por el tropiezo anterior.
—No hay problema en absoluto, todos tenemos días apresurados. ¿No te lastimaste?—Asentí con gratitud ante su preocupación y le respondí.
—No, por suerte no me lastimé, solo fue un susto. Gracias a vos, todo está bien ahora. —Al mirarlo a los ojos, noté una calidez genuina en su mirada, lo cual me hizo sentir aún más agradecido por su amabilidad y consideración.
Y no es que nunca lo haya mirado, Leandro era, sin lugar a dudas, uno de los chicos más atractivos de la selección, pero en esta ocasión, su mirada reflejaba una profunda sinceridad y una nueva faceta que hasta entonces no había percibido.
En ese momento, me di cuenta de que aquella breve interacción no solo había disipado el bochorno inicial, sino que también había creado un pequeño momento de conexión entre nosotros.
—¿por qué ibas tan emocionada?—Preguntó y fuimos bajando las escaleras juntos.
—Mira. —Le dije y le mostré el celular. —Capaz te parezca una pavada, pero te juro que lo amo a ese pibe. Eso y que es una oportunidad grande para mi trabajo. —Dije, ya que pensé en Paulo y a él esto le parecería una boludez. ¿Por qué? Porque "yo ya estoy en ese mundo, no tendria que parecerme la gran cosa".
—¡No me parece una pavada! Te felicito mucho, te lo mereces.—dice él con entusiasmo mientras me sonríe. Sus palabras me llegan al corazón, y puedo sentir la sinceridad en cada una de ellas. No puedo evitar que una sonrisa de agradecimiento se dibuje en mi rostro.
Llegamos a la sala de abajo y todos nos quedaron mirando. Entre ese "todos", Paulo que nos miraba bastante mal. Ya que con Leandro nos estábamos riendo de cosas que empezamos a hablar. Ambos ignoramos eso, y me di media vuelta y le dije;
—
suerte hoy.—Él me sonrió. Me acerque a Juli, que estaba con Paulo, Alexis, Enzo, Rodri y las respectivas parejas de los chicos nombrados anteriormente.
—¿Qué onda ahí? —Pregunta Enzo. Me reí. A Juli y a Paulo no le causó tanta gracia igual.
—No no, es qué lo choqué. Venia a hablar con vos Ju. Todavía no le respondo el mensaje porque quería que lo veas. —dije para mostrarle el celular.
—¡Me muero! Felicidades boluda. Te lo mereces mejor que nadie. ¡Contestale ya!—dice él devolviendome el celular.
—Contanos pues, somos amigos acá.—dijo Enzo. Me reí.
—Tiago PZK me hablo hoy, para protagonizar uno de sus videos. —solté con emoción.
—Ey Nikita, felicidades.—dice Enzo y se acerca a abrazarme.
Y todos me felicitan también.
Estábamos haciendo horario, entonces entre al chat de Tiago y le escribí.
@tiagopzk
holis Tiago, me encantaría.
Cuándo me des el OK empezamos.
Yo ando por Qatar ahora, me vuelvo terminando el mundial recién.
❤
De una reina, termina todo y nos ponemos en contacto.
❤
Arabia Saudita vs Argentina
Me senté en una de las primeras filas, donde estaba Oriana también. Irónico ¿no?
Mi mirada buscaba a Paulo y lo vi sentado en la banca.
El partido entre Argentina y Arabia Saudita comenzó con un gol a favor de Argentina gracias a un penal sancionado después de que el VAR lo verificara, siendo Messi el encargado de convertirlo en gol a los 8 minutos del primer tiempo. Durante toda la primera mitad, Argentina fue el claro dominador y anotó tres goles más, pero estos fueron anulados por el VAR debido a la posición adelantada de los jugadores.
Sin embargo, la sorpresa llegó al comienzo del segundo tiempo, cuando Arabia Saudita logró darle vuelta al marcador en tan solo 8 minutos. Primero, a los 3 minutos, Saleh Al-Shehri empató con un disparo cruzado. Luego, 5 minutos después, Salem Al-Dawsari marcó un espectacular gol por arriba del arquero Martínez, quien alcanzó a rozar el balón pero no pudo evitar el gol.
A partir de ese momento, Argentina intentó revertir la situación, pero careció de ideas, con un Messi apagado y sin su habitual rebeldía. A pesar de contar con algunas oportunidades, el equipo argentino no logró cambiar la historia del partido.
Así, Arabia Saudita se llevó una victoria tan inesperada como histórica, mientras que Argentina perdió después de 36 encuentros sin conocer la derrota, y en un momento desfavorable para el equipo.
Busqué a Leandro con la mirada y lo encontré, estaba junto a mí hermano los dos se notaban tristes. Y yo, me sentía mal por ellos. Intenté salir entre la gente, y acercarme a ellos, me pareció imposible pero después de que me empujaban pude lograr salir.
—Juli. —dije y lo abracé. Lo sentí llorar, y me destrozo el corazón escucharlo así.—Él próximo partido lo ganamos, vamos a tener la revancha.
Él se intento calmar, y fue con Enzo.
Me acerque a Leandro. Me acordé lo que me había dicho cuando bajábamos las escaleras.
"Quiero que ganemos, pero no por mi, por Messi, nadie se merece más que él ".
Él estaba por decirme algo, pero lo corte abrazándolo. Y lo sentí llorar. Se escondió en mi cuello y lo sentí tan mal.
Soy bastante chiquita entonces esta de más decirles que él estaba agachado a mi altura.
—En el próximo remontan. Fue mi culpa seguro.
—¿por qué decis así?
—Me puse la camiseta de Juli.—Él se río.
—¿cuáles usaste siempre?—Y no conteste, porque no le iba a decir "Usaba la de Paulo".
—bueno, definitivamente la de Juli no. —Reímos.
Seguíamos abrazados.
—¿Interrumpo?—Pregunta esa voz. La misma voz que logra destruirme y armarme.
Nos separamos al instante de escuchar su voz.
Leandro niega y se va. Y solté un suspiro.
—te puedo explicar. —dije y él se río. Pero claramente no le causaba gracia.
Me tomo fuerte de la muñeca y me llevo a los baños, tranco la puerta. Sabía que se venía una bastante fea.
—Me estas lastimando.—me queje. Hace caso omiso y me sigue aprentando del brazo.—Paulo Basta.
—¿Me queres explicar que mierda haces?
Nunca antes lo había visto actuar de esa manera, aunque siempre discutíamos, nunca me había tratado así.
—Él se sentía mal. Me había dicho algo bajando las escaleras y me acordé de eso. — Se rió irónicamente.
—Claro. Él estaba mal. ¿No pensaste que yo también me sentí mal? Es mi equipo también.— respondió con molestia.
—Vos estabas con Oriana."
Y no era mentira, estaban besándose, ella lo estaba reconfortando.
—Pero quiero estar con vos.— Suspiré exasperada. —Basta, no hagas esto.—Dice él nuevamente.
—No soy yo. No hago nada.
—No. No haces nada. Te quieres acostar con mi amigo, pero pretender que no es nada.
Esas palabras fueron como cuchillos directamente a mi corazón.
—Sos un imbecil. A penas y lo conozco.
—Sí lo conocieras más ¿te acostarias? —Reí irónica.
—No tenes el derecho de hacerme esto. Te recuerdo que él que tiene problemas para estar conmigo sos vos. No me elegis. La otra vez nos acostamos, ¿Y qué hiciste? Te fuiste a la mierda porque venía ella. —Levanté la voz.—No me dijiste que venía.
Las lágrimas amenazaban con salir pero no podía hacer esto.
—Perdón. Hice mal en no decirte que venía. –
—No solo no me dijiste que venía. Paulo, cogiste con ella cuando terminabas de estar conmigo.
—No estuve con ella.
—No me mientas en la cara. Tenias un chupón y yo no te hice eso.
—Perdón. Es la última vez. Lo juro.
"Yo prefiero fingir que por ti estoy feliz aunque no me escogiste
Si me toca romper todo mi corazón para atarte a mi vida
Ya tendré que entender que en las guerras de amor siempre hay balas perdidas"
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