CAPITULO 13
SIDHARTA
Escuché atento la conversación mientras Clark sonreía a mi hermano con Angie.
Y yo, rasqué mi barbilla pensativo.
¿O asombrado?
Oh mi Dios, esto no puede estar sucediendo.
Y mi mirada con mi silencio por su combo de sonrisa ante el consentimiento de Caos por su relación, se focaliza en una de las ventanas de mi departamento y se podría decir analítica con todo esto.
Pero más bien, perdida y creo, que hasta si pudiera ya que mi cuerpo no puede salir por ella.
Todo mi interior, sí.
Escapar por ahí.
Soy bueno en eso y muchas veces por mi profesión, entré y me salí de una, si la ocasión lo ameritaba y más fuego que me diera la bienvenida.
Un extraño como irritante sentimiento tira de vientre.
¿O mi corazón?
¿Culpa quizás, por como me comporté?
Y mi cerebro se sacude mentalmente, negando.
No, no es eso.
Miro a Clark.
¿A quién quiero engañar?
Porque es por otra gran pregunta, cual y con lo de Angie y el jodido de mi hermano, solo repite mi mente, cuando nos enteramos de esta buena nueva.
¿Qué carajo, somos?
¿Es mi sobrina?
¿Pasó a ser en serio, la hija de Sacha?
¿Y si yo y como el abuelo me alentó y llega a suceder, a su vez, nuera y nieta de mis padres?
¿Y Sacha a su vez, mi suegro?
Resuelvan eso.
Y jadeo de la intriga.
Tanta y puta, intriga.
Y los ojos de Clark se levantan y se encuentran con los míos, también regalándome una sonrisa y elevando ambas cejas inconsciente, haciéndola ingenua, bonita y feliz.
Y mi pecho se infló por una respiración contenida.
Porque maldición, eso fue lindo.
Y me lo reprocho mientras me pongo de pie, porque no tengo que pensar en eso, cuando se me complican más las cosas.
Tanto Clark como Sacha y Angie me miran por actitud de golpe y jodidamente se hace una pausa de sus charlas ya más alegre y distendida, aclarada las cosas.
Cierro mis ojos.
Rayos.
Y la verdad, para mí, también.
- Yo, lo único que deseo es que sean felices... - Suelto en un susurro y abriendo mis ojos.
CLARK
Y el abrazo de Sacha escuchando a su hermano, no se hace esperar.
Igual mi papá, porque los dos al mismo tiempo se levantan para hacerlo y Sidharta lo acepta asintiendo lentamente mientras los felicita.
Pero, aunque su postura es casual y realmente siento que lo hace de corazón abrazándolos, la quietud de su cuerpo como la fuerza o mejor dicho, la intensidad de su mirada no lo son y no termino de comprender el motivo.
SIDHARTA
Sacha me empuja hacia afuera en la primer ocasión que tuvo.
Clark y su padre quedaron dentro de mi departamento terminando de conversar las cosas.
Supongo.
Cierra la puerta y con otro empujón, me pide que nos alejemos un poco más.
- ¡Vuelve a hacer eso y no garantizo tus pelotas en su lugar! - Lo amenazo y ríe.
- Es que no quiero que Angie y mi hija escuchen... - Me dice, llegando a una distancia prudente.
Casi, llegando a la acera.
Y yo, tapo mi rostro.
- Dios, no digas eso... - Imploro, porque aún no lo terminé de asimilar.
- ¿Mi relación con Angie? - Me mira curioso y niego, mostrando dos dedos y se sonríe.
- ¿Lo de Clark como mi hija? - Afirmo, permitiendo apenas que la mano que ocultaba mi rostro se deslice hacia abajo y lo vea.
Pone sus manos como jarra.
- Oye, no me juzgues... - Muy en serio. - ...yo estoy feliz de ser papá...
Y Santo Dios, sus palabras no me ayudan en nada para que no se avive la llamas.
Pero, no de amor hacia mi hermano.
Sino.
De otra vez ahorcarlo.
Carajo.
Y me rueda sus grandes ojos tan azules como los míos, sin perder su postura de manos a las caderas, pero caminando sobre su lugar como meditando brevemente.
Sacude su cabeza y se detiene para focalizar en mí.
- Eres un idiota... - Me dice.
- Lo sé... - Le doy la razón.
Me eleva un dedo y lo sacude a fuerza de motivo.
- Y un puto mezquino...
- También... - Nada nuevo.
Para que entiendan y como mencioné antes.
Sacha siendo de los tres, el alegre, divertido y todo su ser como las vestimenta que siempre viste y calza.
Mucho color, brillo, carisma querible y hablándole hasta las piedras, como dije más de una vez.
Siendo el mayor de los tres y por más que con Saimon renegamos de eso, porque hasta el hartazgo no los recuerda.
Pero locamente le va muy bien, por más disparatada su vida, cual muy pocas veces llevando el ritmo normal como resto de la humanidad, herencia del viejo, donde la vida por más metas o proyectos, siempre.
Pero, siempre.
Se vive y disfruta, cada día.
Pero como en este caso, a la hora de un reproche, su voz es dura, masculina y con acento autoritario y dejo caer desinflado mis hombros, porque la mierda que me esté por decir.
Le presto atención, entregándome.
Va a tener racionalidad.
Y por eso me apoyó con mi espalda esperando sus palabras, contra el mediano muro que divide el condominio de la calle.
- Yo, realmente amo a Angie. - Comienza. - Y no me preguntes como sucedió...solo así, fue... - También se apoya a mi par en esa pared. - Y me costó asimilar, aceptando mis sentimientos, con Clark en todo esto, pero... - Me mira de lado. - ...me ganó frente a esas dudas o problemas que pueden presentarse, por ser más allá de una nueva familia disfuncional y van a titular. - Se lo comprendo. - No solo, la aprobación de los viejos y los abuelos cuando les hablé...
- ¿Qué te dijeron? - Interrumpo y hablo por el resto, ya que papá y el abuelo Hero, ya sabemos.
Se sonríe.
- La abuela rayo como siempre, feliz y ya decidiendo la boda y casa a elegir. - Ríe. - Y la abue Mel diciendo algo de filmar no sé, qué, cuando el abuelo Hero se entere y el abuelito Rodo se lo festejó. - Se encoje de hombros alegre, poniendo sus manos en los bolsillos delanteros de sus jeans con pintas de colores.
Pero vuelve a su seriedad de hermano mayor, volteando hacia mí y sin abandonar la pared.
- Sidharta. - Quiere que le preste atención. - Yo ese día, vi lo que sucedió...
Y lo miro raro, porque no entiendo y mira hacia la puerta cerrada de mi departamento y que nos separa de dos personas grandiosas para nosotros.
- ...cuando Clark y sin ser apropósito. - Continúa. - escuchó tu pelotera con mamá. - Prosigue. - Estábamos en mi habitación y le pedí que fuera por bebidas, pero notando su demora, fui por ella. Pero me detuve sobre la la entrada y contra las escaleras sin bajar, cuando la vi sin saber que hacer al notar tu discusión de jamás aceptarla a Clark, para luego entre ambos encontrarse de frente por dar finalizada tu disputa con la vieja...
Niego.
- ...yo no...no fue mi intención... - Lo vuelvo a interrumpir, necesito que comprenda esa discusión.
Pero Sacha aferra mi brazo comprensivo, para detener la posible verborragia justificativa que me amenaza por eso.
Y me sonríe conciliador.
- Aunque tuve ganas de borrarte esa sonrisa de mierda y linda, gracias a los años de ortodoncia y de un puñetazo esa vez, por lastimar a Clark... - Me dice con su mandíbula apretada ante el recuerdo. - ...yo, luego entendí. - La afloja. - Tú, no la aceptabas como hermana...
- Porque, jodidamente no puedo verla así... - Sigo por él y ambos al mismo tiempo, asentimos como nos cruzamos de brazos.
Nos hace sonreír esa sincronización de toda la vida y chocamos los puños.
- ¿Qué piensas hacer?
Y nuevamente niego.
- No sé...
Me mira.
- ¿Y la cagaste más el 14 de Febrero? - Agrega.
- Dios... - Oculto mis ojos con mi mano, porque tiene razón.
- Vas a tener que remarla.
- Sí...
- Y en cemento... - Acota con un dedo en su barbilla, analizando la situación y lo miro feo.
- Estás despedido como consciencia... - Suelto y lo hace reír.
Pero vuelve a su seriedad, elevando un puto índice.
- Soy tu suegro, más respeto si deseas mi bendición...
- Vete a la mierda... - Refuto, cortando su orgullo de ser jodido padre ahora de Clark, caminando al departamento y dejándolo solo, mientras siento su risita divertida por toda esta situación a mi espaldas.
Qué, pendejo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top