Epílogo.
Richard Camacho era completamente incapaz de apartar la mirada de Emmillye que permanecía sentada en el filo del escenario mientras la señora Foster la felicitaba por lo hermoso que había cantado en escena.
Y Richard también quería felicitarla, ansiaba el momento en el que la profesora dejara de llorar mientras le seguía aplaudiendo por haber dado tan magnífica actuación.
—¿Sigues pensando que participar en el club de teatro de la universidad es una estupidez?—cuestionó Joel acercándose a paso lento a Richard.
El rubio se giró lentamente, lo observó un momento y se echó a reír—Si, pero ahora pienso que es mejor estupidez que se te ha ocurrido a lo largo de toda tu existencia—comentó y ambos rieron.
Joel llevó su mirada hasta la señora Foster y Emmy que parecían realmente enfrascadas en una conversación y negó un poco arrugando la frente—¿Crees que algún día dejará de llorar?—murmuró elevando un poco su barbilla para señalar disimuladamente a la profesora.
—La verdad espero que lo haga muy pronto...
—¡Estuvieron estupendos!—chilló Alanis acercándose al par de chicos que permanecían casi ocultos a los costados del telón rojo—Aunque tengo que admitir que me hubiese gustado más que Scarlett se quedase con Jack Sparrow—musitó y Joel la miró.
—Se llama Joe Spaguelove—la corrigió.
—¡Como sea! La verdad es que sigo creyendo que esa obra de teatro era algo así como una copia de Romeo y Julieta modificada con piratas y reyes...—se burló la castaña.
—¿En dónde está Emmy?—cuestionó Ana acercándose.
—Ahí...creo que se quedará presa de las garras y las lágrimas de la señora Foster...—anunció Richard—¿Por qué no lo supera y ya? En todas las obras escolares de todos los años hace lo mismo...
—Tal vez ahora está esperando a un director de cine la descubra y la hagan película—se rio Ariana cruzándose de brazos al tiempo que los cinco veían como Emmillye se despedía de una realmente llorosa señora Foster, se ponía de pie y con una hueca de satisfacción se acercaba a ellos.
Richard se puso de pie para acercarse a la muchacha pero las trillizas eran más rápidas. La envolvieron en un gran abrazo mientras la halagaban y las mejillas de la chica se sonrojaban a sobremanera ante las palabras de las chicas.—Estamos tan orgullosas de ti, Emmy—le informó Ariana con media sonrisa.
—Realmente te luciste, cantaste realmente hermoso, Emm...—agregó Alanis volviéndola a abrazar con fuerza.
—Sí, el orgullo es por partida doble porque además de haber actuado increíble, cantado espectacular también venciste el pánico escénico...—anunció Ana sonriéndole ampliamente.
—Estoy esperando que me traigas mi autógrafo—le recordó y la chica se echó a reír.
—Te lo mereces...
—¡Emmy!—la llamó Erick haciendo acto de presencia con un pequeño ramo de claveles color blanco.—Realmente espero que te gusta, es de parte de las Triple A y yo—inquirió y ella lo envolvió en un largo abrazo.—Estuviste increíble...
—Gracias, Er...y de verdad no tenían que traerme nada...
—¿Para nosotros también hay flores?—cuestionó Joel de manera divertida.
—Claro que no—respondió Alanis—pero esperamos que vengan con nosotros a celebrar esto...
—¿Ya me pueden dejar hablar con ella?—musitó Richard cruzándose de brazos.
—Ya los dejamos solos tortolitos—se rio Erick.
—¿En serio la señora Foster no va a dejar de llorar jamás...?—susurró Joel mientras se alejaba de ellos.
—Estoy completamente orgulloso de ti...—comenzó Richard tomándola de cintura para acercarla a él. Emmillye lo miró a los ojos un momento antes de pasar sus brazos por detrás del cuello del muchacho.
Le ofreció una pequeña sonrisa y sin más preámbulos hizo presión sobre los labios del muchacho—Gracias por todo esto, Richard...
—¿Gracias? ¿Por qué me estás dando las gracias por esto? Si lo hiciste tú sola...—susurró el chico.
—Bueno, tal vez sí lo hice yo sola pero eso no quita que lo hice pensando en ti...cuando entraste al salón de música todo lo que podía hacer era rezar para que no se te ocurriese revisar los armarios de las guitarras...
—¿Qué? ¿Estuviste ahí?—cuestionó Richard y Emmillye rio.—Realmente pensé que estaba loco...un momento estaba viéndote a través de la ranura de la puerta y al siguiente no había nadie...estoy completamente seguro que la rectora pensó que estaba loco...—agregó y ella se echó a reír.
—Lo siento por eso, en serio...—susurró sin apartar sus ojos un momento de los de Richard.
—Te perdono pero con una condición...—anunció el chico—Bueno, en realidad con dos condiciones...la primera es que vuelvas a cantar esa canción para mí...
Emmillye le obsequió una pequeña sonrisa y llenó de aire sus pulmones para comenzar a cumplir con la primera petición de Richard—Es poco decir; que eres mi luz, mi cielo, mi otra mitad. Es poco decir; que daría la vida por tu amor y aún más. Ya no me alcanzan las palabras, no, para explicarte lo que siento yo y todo lo que vas causando en mí. Lo blanco y negro se vuelve color. Y todo es dulce cuando está en tu voz y si nace de ti...Te voy amar y hacerte sentir que cada día yo te vuelvo a elegir porque me das...tu amor sin medir, quiero vivir la vida entera junto a ti.—El corazón de Richard dejó de latir automáticamente y una pequeña sonrisa se instaló en sus labios.
—Hermoso...—susurró dejando un beso sobre los labios de Emmillye. Ella se volvió a sonrojar y negó un poco.
—¿Y cuál es la segunda condición?—preguntó apartándose un poco, siendo testigo de la extensa sonrisa que se estaba formando en los labios de Richard.
—Que seas mi novia...es decir, eres mi novia desde la primera vez que te escuché cantar pero digamos que eras mi novia mental...ahora quiero que seas mi novia pero en la vida real...—anunció y el corazón de la chica comenzó a latir descontroladamente. Le sonrió y lo besó de nueva cuenta.—¿Eso es un sí?—cuestionó el rubio y ella rio.
—Eso es un no sabes cuánto soñé con esto...—susurró y él la envolvió en un largo abrazo.
—Te quiero...
—También te quiero, Richard...—inquirió Emmillye sin apartarse un solo centímetro.
—¿Cantas para mi otra vez?—cuestionó el chico y ella rio divertida.
—Sólo con una condición...—respondió la pelirroja.
—¿Cuál?
—Que me des un beso...—Richard se echó a reír.
—Todos los que quiera esta bella señorita...
—¿Es una oferta?—cuestionó la chica enarcando una de sus cejas y él sonrió.
—Es una promesa...
_ _ _
TEMAZO; Te voy a amar.-Axel.
¿Ven como si puedo hacer historias donde nadie sufre, ah? *inserte lunita negra*
JAJAJA espero que les haya gustado mucho la mini historia de la niña con nombre difícil –Emmillye- y de Richard.
Las quiero millonessssss, son lo más.
Un beso enorme, G ;)x.
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