Los días pasaron rápido. 

Con la compañía de Zoe, así fuera por el teléfono o notas, el tiempo se hacia más lindo. El aire entraba a mi sistema con más pureza.

Faltaban tres días para la sorpresa y cinco para el cumpleaños de Zoe.

Hoy, le dejé una nota con algunas galletas de chocolate.

"Zoe, me has preguntado mucho sobre la sorpresa. Te diré que es mañana. Así que tienes tiempo de arreglar algunas cosas. Solo busca la manera de pedir permiso para regresar tarde. ¡JURO QUE NO SOY UN VIOLADOR!

-Tu Edward"

Sonrió al leer la nota.

No dejó de hacerlo ni cuando se fue.

Estaba alegre. Yo la alegro. Y no hay mejor cosa en el mundo que hacerla feliz.