Cansado
Necesitaba hacer esto. Estaba cansado. No más. Las ganas de morir lo inundaban. Ya quería sentir el dulce frió del arma en su sien, para dispararse y morir sin dolor alguno.
Pero no lo haría solo. Quería que esos hijos de puta que lo llevaron al limite sufrieran sus acciones.
No sabía si su familia lo lloraría. Esperaba que no le doliese su muerte, pero ¿que importa? Siempre pensando en que los demás estén bien. Torturándose para que sus conocidos sean felices.
Gracias a ello se había llevado varías palizas. Y nunca había escuchado un gracias.
Estaba hecho un desastre. Ojeras, peinado desarreglado, cicatrices, vendajes. Ya no le dolía nada.
Se vistió con unas sudadera naranja y salió de su habitación con una sonrisa extraña. Ya faltaba poco para que sea hora de irse a la escuela.
Miro a sus hermanas, quienes hacían fila para el baño. Ya no pasaba tiempo con ellas. Más bien, estaba todos los días tirado en su cama, revolcándose en su miseria.
¿Ayuda en un poema? ¿Necesitas un bajista? ¿Un estúpido concurso? No jodan.
Intentaron todo para que su hermanito les vuelva a ser caso. No hubo resultados.
Los padres, por otro lado, estaban preocupados por su hijo. Al principio creyeron que sería solo una etapa de la pubertad. Pero se dieron cuenta que no era así en cuanto lo vieron entrar hecho una bolsa de boxeo en el segundo mes de clases.
Sin embargo, no hicieron nada por el más que hablar con la escuela. Eso no soluciono nada.
Putos vagos
Cada día se aislaba más. No tenía amigos nuevos, ya que su grupo había sido separado en distintos salones. Ademas, en la primera semana, ya se había vuelto la paria de la escuela. Nadie quería acercarse.
No más de eso.
Bajó las escaleras sin siquiera ir al baño para arreglarse. Se preparó el desayuno (leche con cereales) y comió en silencio.
Al poco rato, las chicas bajaron. Vieron a su hermano en el patio trasero, mirando al cielo.
- Lincoln esta muy extraño últimamente... -Comentó Luna, mientras se sentaba.
- Gracias por la observación nada obvia. -Respondió sarcásticamente Lynn- Más que actuar raro, parece odiarnos. -
- Dudo que nos odie. Todo parece indicar que es algún tipo de violencia externa. -Especuló Lisa, pensando en voz alta.
- ¿¡Violencia!? -Gritó exaltada Lori- ¡Matare a los pequeños engendros que estén molestando a mi hermano! -
- Tranquila unidad mayor, puede que sea otra cosa. Quizá simplemente sea el estrés de la secundaria, ya que la ultima vez que llegó golpeado nuestras unidades paternales se encargaron de ello. -
Lucy, dudando, habló- No lo se. Tiene un aura de tristeza. -La chica miró hacía el patio, para ver como Lincoln seguía ahí tirado- La ultima vez que le pedí algo me dijo que me no moleste y se encerró. -
Leni sale de la cocina junto con unos platos de comida- ¡Esta vez si salieron bien los panesque! -
- Es panqueques Leni -Corrigió Luan, mientras probaba- Aunque digo ¡Que rico! Jeje ¿Entienden? -
Así, la conversación centrada en el peliblanco se desvió del tema.
El albino busco en su mochila que estaba con el en el patio y miró la pistola. Algunas lagrimas de tristeza inundaron sus ojos muertos.
Dejaría a su familia atrás. Pero, ¿se rendiría ahora? ¿luego de pasar noches en vela solo planeando cada paso de como se suicidaría?
Una parte de el llamaba a la vida. A su familia. Era la parte más inocente que le quedaba en su ser corrupto.
Y la otra parte, que llamaba a su muerte. Y, para bien o mal, esta era mayoritaria.
- No importa -Se dijo en voz baja conteniendo las pocas lagrimas restantes- Ya no vale la pena -
- ¡Lincoln nos vamos! -Gritó Luan desde la cocina mientras se colocaba su mochila.
- ¡Voy! -El respondió intentando tener un tono de voz alegre.
El joven entró a su casa y vio desde la ventana como Lori encendía la Van.
- ¿Porque nos lleva Lori hoy? -
- Tiene día libre, lo dijo ayer en la cena. -Contestó Luan- Espera. Ya no comes tanto con nosotros. ¿Porque es eso Linc? -Indagó
Eso también era verdad. Lincoln había dejado de comer con su familia. No tenía tanta hambre, por lo que siempre comía una fruta antes de dormir, al despertar desayunaba un simplón tazón de cereal y para el almuerzo en la escuela, era un sándwich o pan. Aunque no siempre era así, ya que sus padres lo obligaban comer con ellos cuando podían.
- No tengo idea porque es eso Luan, solo vamos a la escuela. -
Sintiéndose algo ofendida, la comediante lo siguió al auto. Al llegar, Lincoln se sentó en el primer lugar que vio y se desconecto del mundo, divagando en sus pensamientos.
Tenía algo de miedo. Temblaba. Pero estaba dispuesto. Una muerte a los 14, una nueva noticia trágica, ¿que podría pasar?
- Lincoln, ¿tienes alguna tarea para hoy? -Preguntó sorpresivamente Lucy, sobresaltando al peliblanco, quien salto de su asiento.
- No hagas eso Lucy... -Murmuro el peliblanco- Y en tu pregunta, si, hoy tengo algo que hacer. -
Al terminar de hablar, Vanzilla paró el chico se bajo rápidamente con una sonrisa en sus labios.
Es hora...
Lentamente se dirigió a su escuela. Al entrar vio lo de siempre. Gente molestando gente.
Lynn, que lo acompañaba, se percató que el veía muy fijamente a los bullys.
- Son imbéciles, ¿no? -Rió un poco Lynn.
- Si hermana, tienes razón. -Respondió con una sonrisa Lincoln- Ve adelantándote, tengo algo que hacer antes de ir a clase. -
- Muy bien hermanito, cuídate. -Y Lynn salió corriendo.
Estando rodeado de gente sin que nadie lo notará, se agachó y comenzó a rebuscar en su mochila.
La tenía en sus manos
Unos tres disparos aturdieron a todos en el pasillo. Miraron hacía todos lados en cuanto se percataron quien era el responsable de todo eso.
Tembloroso, el albino acercó la pistola a su cabeza.
- Probablemente... -Cortó un segundo para tomar aire- Nadie de aquí sepa quien soy, o porque mierda hago esto. -Paró de hablar, para mirar a todos que lo miraban horrorizado- Soy Lincoln, Lincoln Loud. Hermano menor de la capitana de todos lo equipos femeninos de aquí, de la mejor comediante y mejor música de esta asquerosa institución. Lynn, Luan y Luna Loud. -Volví a callarse unos segundos- Desde que entre, fui una paria. Y lo sigo siendo. Esos gorilas que me golpeaban. Cada día terminaba entumecido, adolorido y humillado ya que todos los que veían como me golpeaban lo ignoraban o simplemente se reían de ello... -Gritó- Y ya estoy harto de esto... -
Todos miraban horrorizados esta escena. Pero la que estaba en shock de verdad era Lynn, quien miraba todo con miedo.
- Lin-Lincoln baja eso, por favor -Se comenzó a acercar a el lentamente- No hay necesidad de hacer esto hermanito -
- Tarde -
Dos cuerpos cayeron. Uno de Lynn Loud, que estaba arrodillada llorando. Y otro, era de Lincoln Loud, quien tenía un agujero en la cabeza y había muerto frente a su hermana.
- Lo siento, Lincoln... -
Nota del Autor: No se si salió tan bien como esperaba. De igual manera, espero lo disfruten.
Avísenme de cualquier error que logren ver para que pueda corregirlo. Bueno, muchas gracias por leer :D
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