"La piel es tan suave que puedo cortarla con un cuchillo de mantequilla".

¿"Qué hay en ti que me hace

sentir que me vuelvo loco"?

"Nunca pensé que sería tan profundo".

"Pero entonces me besaste".

Lee Felix no recordaba cuando había sido la última vez en la que se había sentido tan bien, su respiración entrecortada a causa de gemidos y jadeos, sus cabellos desordenados, las caricias y el contacto que recibía por parte del coreano estaban derrumbando su autocontrol poco a poco.

—M-Min Ho—Lo llamó con una voz más grave de lo usual.

El nombrado dejó de mimarlo para encontrarse con sus ojos, mostrándose atento a sus palabras.

—¿Qué quieres, Lixxie?—Preguntó con un tono cariñoso.

El australiano dejó de estar encima de su pareja acomodándose en el sillón. Min Ho imitó su acción y tomó su mano.

—Hagámoslo.

—¿Hacer qué?—Preguntó con un leve sonrojo.

—Sabes de lo que hablo—Contestó—Hazme tuyo, Hyung.

Decir eso fue suficiente para tener al mayor apoderándose de sus labios.

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Despertó al no sentir compañía alguna en el sillón de la sala. Suspiró un poco aliviado al ver que estaba supuestamente solo, pensando en sus cosas hasta que escuchó la voz de su amado susurrándole a sus espaldas.

—Buenos días, pecoso durmiente—Saludó en su oído y besó su mejilla—¿Puedes caminar?

—S-Sí... ¡Ah!—Gimió al intentar pararse—No—Hizo un puchero.

Min Ho soltó una pequeña risa, orgulloso de sí mismo y enternecido por la mueca del rubio.

—Iré a la tienda ¿Quieres que te traiga algo?

—¡Helado!—Sonrió como niño pequeño.

El mayor volvió a reír con ternura, amaba ver esas actitudes infantiles pero adorables que su novio hacía de manera involuntaria. Se fue no sin antes plantarle un beso en los labios al rubio.

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"Oh, algo me pasa cuando siento tus latidos".

"Oh, algo me pasa cuando siento tus latidos parar".

Se sentía extraño, como si de un modo u otro supiera que lo que deseaba estaba mal, pero no podía evitarlo. Sangre, sangre y más sangre era en lo único que podía pensar.

—Min Ho Hyung—Llamó pasando la lengua por la mejilla del mayor.

—¿Qué quieres, cariño?—Preguntó, tomándolo por la cintura.

—Comerte, quiero comerte—Susurró en el oído del contrario luego de darle una suave mordida—Y no en el sentido sexual...

Volvió a despertar de su pequeña siesta un poco sobresaltado, no era la primera vez que tenía ese tipo de sueños. Tampoco era la primera vez que tenían relaciones, pero últimamente sentía que no probaba suficiente de Min Ho, quería más, necesitaba más, deseaba probar cada parte de Lee Min Ho incluso cuando su corazón dejara de latir.

♤◇♧♡♧◇♤

"Así que si quieres donarme tu cuerpo,

nunca lo desperdiciaré".

"Porque cada pieza, sabes que realmente quiero probarla".

Cuando Min Ho llegó Felix se encontraba con toda su atención puesta en el canal de noticias, le parecía extraño no solamente porque no fuera a recibirlo con un abrazo y un beso como en otras ocasiones. Sino también por el hecho de que la noticia tratara de un tema en específico.

Canibalismo.

—¡Min Ho! Llegaste—Rápidamente apagó la televisión.

—Sí, llegué...—Dijo con un tono bajo.

—¿Me trajiste mi helado?—Preguntó una vez que se encontró frente a él.

El castaño simplemente asintió sacando un paquete de la bolsa del supermercado, el cual le fue rápidamente arrebatado por el menor.

—¿Qué te está pasando, Lixxie?

¿Qué le sucedía a su novio de lindas pecas? Era lo que se preguntaba mientras lo seguía en dirección a la cocina.

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"Cuando te llevo abajo, te llevo abajo, te llevo abajo".

"Cuando te llevo abajo, te llevo abajo, te llevo abajo".

Min Ho no podía quitarse de la cabeza al australiano de lindas pecas, no sólo por tenerlo locamente enamorado, eso ya era otra historia. Sino que sus actitudes le preocupaban, pero en cierto modo, también le era bastante excitante que lo mordiera aún con intenciones de perforar su carne.

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"Por supuesto, estoy hablando hipotéticamente aquí".

"Tu cuerpo es para la ciencia, pero realmente amaría intentarlo".

Felix lamía lentamente el cuello del mayor mientras este lo tenía de las caderas moviéndolo en su regazo, la temperatura de la sala aumentaba cada vez más con el deseo de la pareja de ambos Lee.

—Min Ho Hyung—Gimoteó el menor—Hazlo, quiero que me marques—Rogó, dando una leve mordida en el cuello del nombrado.

—Tus deseos son ordenes, koala—Susurró en su oído.

Lo único que se oía eran los sonidos provenientes de sus voces entrecortadas por el placer y sus cuerpos chocando, convirtiéndose en una sola persona.

Y lo más probable, una de sus últimas veces.

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"Estoy seguro de que sería difícil

para que tu familia me deje hacer lo que quiera contigo".

Min Ho sabía bien que el australiano era misterioso, la forma en la que se conocieron no había sido de lo más común, Felix apenas y soltaba palabra alguna cuando se encontraban en aquel hospital. Al coreano le costó bastante volverse cercano a ese pequeño extranjero que en poco tiempo había despertado su curiosidad.

—Te amo, Min Ho Hyung—Confesó el menor entre lágrimas—Pero dudo que sientas lo mismo, sabes que estoy loco—Gimoteó.

—No me importa la razón por la que te hayan encerrado aquí—Le sonrió de manera dulce, delicadamente se puso a limpiar las lágrimas del menor—También te amo, Felix—Confesó antes de unir sus labios.

No le importaba porqué habían puesto al menor en la parte de enfermos mentales, para él siempre sería maravilloso.

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"Llévatelo a la tumba, este es nuestro pequeño secreto".

Ellos finalmente habían hablado, eso era todo lo que necesitaban. Una charla era todo lo que necesitaban.

—Entonces... ¿Qué es lo que quieres, Felix?—El coreano lo miró fijamente.

—Quiero que al morir me des tu cuerpo, Min Ho—Respondió con seriedad.

—Lo haré—Aceptó el pelinegro al instante.

Felix tenía deseos de carne humana desde que era pequeño, llegando al punto de casi asesinar a su hermana pequeña, por tal motivo sus padres decidieron mandarlo a un hospital psiquiátrico en Corea del Sur. En ese momento los había odiado, pero gracias a eso tenía al mayor a su lado.

Min Ho lo quería sin importar qué, lo amaba. Aún sabiendo que su pequeño australiano no estaba realmente recuperado como le había hecho pensar a los supuestos profesionales, no le importaba.

Haría su deseo realidad.

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"Cada vez que nos tocamos puedo romperte en pedazos".

Las uñas del más bajo perforaban su espalda fuertemente, se encontraba mordiendo sus labios para ahogar sus gritos.

—Amor, pásame el cuchillo, por favor—Pidió en un susurro.

Sin decir nada, Min Ho hizo caso a su orden, dándole el cuchillo de mantequilla al instante. La siguiente acción del menor fue quitar una mano de la espalda de su novio para tomar el elemento de acero y luego, besar la mejilla del mayor antes de cortarle la piel en ese mismo lugar.

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"Un dedo en mi boca porque pienso que eres delicioso".

Una vez que el corte le pareció lo suficientemente grande, Felix pasó su lengua por la zona cubierta de sangre.

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"Nunca le digas a un alma,

porque ellos dirán que estamos locos".

Min Ho sintió su piel erizarse ante la imagen de su novio, era una sensación de miedo mezclada con fascinación.

Ver como su propia sangre se escurría por los dedos de su novio mientras este les pasaba la lengua lentamente era increíble, Min Ho deseaba morir en ese instante con tal de cumplir con la fantasía de Felix.

Felix quería disfrutar hasta que el corazón de Min Ho dejara de latir. Y Min Ho estaba dispuesto a hacerlo feliz.

¿Qué más daba si estaban locos? No importaba en lo más mínimo, no si se tenían el uno al otro.

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Hola~

A pesar de que esto sea un Short MinLix, no los Shippeo xd

Es como un pequeño regalo para el grupo de WhatsApp ¿?

Perdón por esto, creo que desde... ¿La mitad? Es una kk, desde el inicio más bien.