Nuestro reencuentro (#20)
Fox
...¡No!
Me aparté bruscamente de él. Esto no podía estar sucediendo en verdad, pero él me vió con una mirada tan triste al ver mi reacción, tan real, pero esto no podía estar pasando.
' Me están jugando una broma... ' - Pensé - ' Mi cerebro me la está jugando...me he vuelto loco... '
- Fox, hazme un favor, y mírame - Le miré por instinto, siquiera pensé en hacerlo. Me veía con una sonrisa, y sus ojos entrecerrados; esa era una que estaba acostumbrado a ver en mi padre, una de calma, felicidad, y gracia al mismo tiempo.
- ¿Cómo es que te burlas de mí así sin más? - Le grité con más lágrimas saliendo de mis ojos.
- Lo siento, es solo que extrañaba mucho tus tonterías e impresiones. En serio, no cambiaste en nada, hijo - Comenzó a acercarse a mí y me alteré, así que empecé a retroceder lento y con mucho cuidado, pero poca atención.
' Esto no es real. Esto no es real ' - Me repetía en mi cabeza sin pensar en alguna otra palabra, esto me tenía en shock.
- ¡Vamos! ¿cómo es posible que no quieras hablarme? - Acariciaba mi mejilla con suma delicadeza, me sentía extraño conmigo mismo.
- .... ¿Qué está pasando aquí....? - Pregunté más para mí mismo que para él, a estas alturas estaba tan descolocado en todo el mundo...
Pero él no respondió, se quedó quiero, apartó su mano de mi mejilla y se dedicó a mirarme, mientras sus cejas se movían cambiando sus expresiones, bajó su cabeza y no hizo nada más que quedarse viendo a sus pies, o a los míos.
- Perdona... - Comenzó a hablar con algo de pena, se le notaba en su tono de voz, estaba algo quebrada - Esto debe ser muy confuso para tí y yo solo... solo continuo como si nada, debés estar tan confundido... - A pesar de que él estuviese hablándome, no alzaba su mirada para verme a los ojos, lo cual sólo hacía que me sintiese peor de lo que ya me sentía; Él murmuró algunas otras cosas, no pude escucharlas bien.
Comencé a moverme para tratar de liberarme cuando sus manos tomaron las mías, estaban frías y tenía la suficiente fuerza como para que no me soltara; alzó lentamente su mirada y, tal como pasaba hace poco tiempo, me miró a los ojos. Sentí ganas de gritar y correr por mi vida, pero todo esto ya me estaba dejando sin energías, y seguramente estaba a punto de un desmayo.
- Por favor, no te asustes. Hijo, soy tu padre, y si no me crees, mírame y contéstame, ¿acaso alguien se parecería tanto a mí y te conocería tanto como yo?. Fruncí el ceño al pensar que ahora más que antes la probabilidad de que todo esto se tratase de una broma de mal gusto, tenga más lógica ahora.
- Demuéstrame que me conoces - Le ordené y él me mostró una amplia sonrisa, y comenzó.
- Le tenías miedo a la nevera, porque pensabas que era un portal mágico en el que podrías quedar atrapado; de pequeño te gustaba dibujar bosques, porque pensabas que era el lugar indicado para jugar con tus juguetes; a la edad de seis años me pediste una bicicleta para navidad, y cuando te la di, me pediste cambiarla por unos patines, y luego por una cama más grande.
' ¿Cómo...? ' Esto ya era el colmo, ¿acaso querían ver cómo me vuelvo loco?.
- Me pedías que te trajera una nueva madr...
- NO SIGAS, PARA - Esto era suficiente para mí, ya no podía más, intenté golpearle el rostro pero el detuvo mi puño, volví a intentarlo pero con mi otro puño y sucedió lo mismo. Me separé de él y volví a intentarlo, pero no daba resultado. Él lograba frenar todos mis golpes, y lo hizo hasta que quedé cansado de todo esto y caí de rodillas al suelo, y él seguía sosteniendo mis puños.
- Para...por favor... - Le pedí, ya entre lágrimas y desesperación - ¿Porqué haces esto?.
- Fox, yo no miento cuando te digo que soy tu padre. ¿Porqué no lo quieres entender? - Esa respuesta causó un tremendo daño en mi cerebro, ya no pensaba, ya no quería nada. Sólo me quedé quieto, y seguí llorando - Fox... - Cuando vió que no paraba de llorar se puso de rodillas y me abrazó. Traté contener las ganas de devolverle el abrazo, pero al final, terminé haciéndolo.
Y, así, pasaron algunos minutos. En ningún momento se separó de mí o dijo algo, solo seguíamos abrazados. Yo ya no lloraba, ahora temblaba entre sus brazos.
' ¿Qué estoy haciendo?... ¿acaso yo... '
- Oh, pequeño zorrito. Por favor, no llores más. Oh, pequeño zorrito, mañana podrás jugar.
Y verás, como todo vuelve a brillar. Pues ahora junto a mí tú estás...
Vamos, no tengas más miedo. No trates de ocultarte más. No pienses que hay un monstruo bajo tu camita, solo juguetes hay, no tengas miedo, aquí siempre estaré, y para tí todo yo seré...
' Esa...es la canción que me cantaba cuando era pequeño... era... ¡la recuerdo! '
- ¡Recuerdo eso! - Grité y me separé de él con brusquedad para lograr verlo a los ojos - ¡Lo recuerdo y... - Me enteré que mi padre sonreía, mostrando sus dientes, y movió un poco la cabeza en señal de que yo siga. Pero me puse a pensar y, todo esto, ya habría superado muchas de mis aventuras pasadas. O incluso las suyas - ¿Cómo sabes eso?.
- Soy tu padre - Me respondió sin más, a lo que comencé a reír y él igual.
- No sé quién seas, pero lo conoces muy bien... aunque... hay detalles que no están bien.
- ¿Cómo lo sabes? hace años que no me ves - Me respondió parando de reír.
- Tengo varias fotos tuyas en mi casa, las veo antes de salir a trabajar - Yo le respondí y el abrió los ojos un poco asombrado, y me preguntó por cuántas tenía - Tres, dos en la sala, y una en mi billetera - Él río y me preguntó si ya le creía.
Pensé tantas cosas. Pero recordé que este es un lugar desconocido, la isla de los espejos. Así que esto podría ser real, pero al mismo tiempo tan irreal y mágico, y justamente algo impensable. Pero él sabía tantas cosas y, lograba reconocer bien sus rasgos, y si actitud. Siempre tratando de estar alegre. Y la canción que me cantaba de niño...
Al final, pensé tanto que me dejé llevar entre lágrimas y algo de sentimiento.
- Hijo, no llores más por fav... - No pudo continuar porque me fuí encima de él y le abracé con mucha fuerza, toda la que podría tener en este momento tan inimaginable por mi y por nadie en este mundo...
...
- Tienes una vida muy interesante hijo. Casi idéntica a la mía, jaja - Me decía mi padre después de que lo pusiera al día con mi vida. Yo también reí un poco y le dí la razón - Pero hay cosas que jamás hice y... ahora... ahora pienso que no tienes una vida igual a la mía porque... no se parecen en tanto como pensé...
- Tienes razón, hago cosas que tú nunca hiciste, y es... complicado - Nuevamente le dí la razón, con algo de gracia y le seguí contando algunos otros aspectos de mi vida.
- Hijo, aún no me has contado... ¿tienes una noviecita por ahí? - Yo reí con miedo y pena por la pregunta. Después de todo, las mujeres no eran mi objetivo que yo diga...
- No. Soy soltero y... pienso seguirlo siendo - Le contesté esperando una risa de su parte pero no la obtuve. Me apené más que antes y me sonroje de forma considerable, y con el rojo en aumento - Je... jeje.
- Pero hijo...ya tienes...¿cuánto? ¿treinta años?.
- Ochenta - Contesté.
- No mientas - Él me contestó y volvió a reír, yo fingí hacerlo, pues seguía apenado por el tema de mi pareja.
- Veintisiete, papá.
- Aún sigues jóven, después de todo - Me dijo y se rascó la nuca, yo sonreí con gusto ante su reacción y le mostré mis dientes en una pequeña sonrisa - Entonces, si no es chica, ¿tienes algún chico en tu vida? - Me preguntó en un todo amiga, aunque yo no quise verlo de esa manera y rápidamente movi cabeza de lado a lado para negarle eso. Él comenzó a reír aún más fuerte - ¡Vamos, hijo!, no hay problema en eso. Si te gusta, te gusta.
- Papá... no me gusta, tengo novia.
- ¿No decías que no tenías?.
- ... - Mis orejas apuntaron hacia atrás al yo escuchar eso - Pues... verás, si tengo. Pero es... complicado. Muy complicado.
- Y... ¿cómo se llama?.
- Krystal. Es muy linda y todo - Le contesté, y moví un poco mi mano en señal de lo linda que me parece (y nisiquiera yo mismo entendía qué estaba haciendo).
Él se acercó a mí, a mi oreja, y me susurró ' Si te gustan los hombres, no hay problema. Sigues siendo mi hijo, y yo también paso por eso '.
Mi pena llegó hasta los cielos.
**************
No tengo ganas de continuar esta historia. Todas las ideas que me llegan no me ayudan a avanzar en esta, y de hecho, gracias a esas ideas, estoy haciendo otra historia. No pienso publicarla aún, pues creo que faltan algunos detalles por pulir. Pero aún así, el proceso va bien.
Perdón a todos los que siguen esta historia. Enserio, siento hacerlos esperar tanto por que termine. También hay otros que me piden la segunda parte de EME, cuando no tengo mucho de eso por ahora; hace mucho tiempo (enserio mucho) tenía este capítulo listo, pero no quería publicarlo. Simplemente no tenía ganas.
Tal vez cancele esto, o lo siga, pero solo con el tiempo podré tomar esa decisión, por ahora no puedo hacerlo.
Si te gusto vota, o comenta, quiero saber a cuantas personas les gusta esto. Quiero que este sea nuestro trato, que si te gusta lo votes, si no, no lo hagas. De esa forma podré ver si les gusta o no.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top