La isla de los espejos (#14)
* Denme ánimos! Pienso actualizar seguido este historia. Es un año nuevo, y pienso tratar de actualizar más seguido. Que conste, trataré.
* He visto que varias personas han creado historias wolox ¿creían que no me enteraría? Lastima, si creas una avisame por que quiero leer ¡ya! también esto leyendo varias ambreings pero estoy seguro que no saben que es eso.
* Tengo una pequeña idea, un mini spin off donde cuente la vida amorosa de Alex y Ren aunque la verdad ni yo se que voy a hacer.
Narrador
Fox montó en el pequeño bote y busco en su interior un par de remos que logró encontrar de forma rápida, no estaba totalmente seguro de querer hacer eso pero debía hacer lo correcto. Ayudar a los demás era algo que Fox debía de hacer por que él era una persona enseñada por el bien y para el bien.
Se llevó sus manos a su espalda y presionó un poco mientras se quejaba, dejo mostrar sus colmillos y su ojos cerraron; el olor a sangre seguía en el aire, Fox lo captaba mientras el bote se balanceaba lentamente sintiendo las brisas del río. Dejó de quejarse y posó sus manos sobre los remos para tomarlos y dejarlos cada uno a un lado del bote, se felicitó mentalmente por hacer bien algo y descansó un rato para asegurarse bien de lo que iba a hacer. Nadie lo debuto y nada le dio una mala señal por lo que decidió comenzar a remar tratando de ignorar lo máximo el dolor. Pensaba que sería un buen entrenamiento para él para cuando regrese al torneo, si es que regresaba.
No sabía si el olor a sangre era de Wolf, pero lo que si sabía es que el canino había pasado por el lugar a causa de que su olor era percibido por donde Fox remaba.
' ¿Porqué soy tan buena persona y ayudo a todos? ' - se preguntaba el zorro algo cansado.
...
Comenzó a abrir los ojos de forma lenta al sentir algo chocar con su cabeza. Se preguntó mentalmente donde se encontraba, pero aún no había reaccionado lo completo, se abastecía sintiendo el agua rodeándole y las suaves corrientes chocar contra su cuerpo; sentía sus manos mojadas y sus ropas igual, lo que sea que había chocado con su cabeza seguía ahí, haciendo contacto. No reaccionó de forma rápida; sentía un pequeño ardor en la parte trasera se su cabeza.
Comenzó a quejarse y a parpadear de forma pesada. Podía ver el cielo, arboles, y su hocico y nariz.
Se tomó un tiempo para reaccionar como debía y cuando lo hizo llevo sus brazos hacia abajo para ver que tocaba. Sintió algo que ya conocía, relacionó eso a arena. Giró y quedó con su rostro hundido en el agua y miró bien, si era arena, había también algo de tierra y unas pequeñas hierbas sumergidas. Miró hacia los lados y no vio mucho, algunos peces y rocas. Alzó su cabeza para respirar y la volvió a hundir, justo al hacerlo se percató de que los peces a su derecha se habían vuelo locos y nadaban rápido sin alguna coordinación entre ellos. Miró un poco más hacia su derecha y notó la razón, un pez de grandes proporciones se estaba acercando e iba directo hacia él, el ser abrió su boca y dejó ver una larga fila de dientes. Wolf abrió sus ojos impresionado y movió sus brazos y intento agarrarse a algo. Sintió nuevamente la arena y llevo sus piernas abajo para impulsarse con ellas y dar un gran salto desde el agua.
Salió del cuerpo acuático y cayó encima de arena, no esperó y gateó rápido alejándose lo más posible de la orilla. A pocos segundos se detuvo y vio como un pez de aspecto robusto asomaba un poco su cola y luego la volvía a esconder.
Respiró hondo y bajó su mirada; cerró sus ojos y comenzó a pensar, se agradeció a sí mismo por haberse salvado.
El aire pasó de forma brusca por su rostro empapado y luego, a lo lejos, se formaba un sonido de choque. Se giró y vio una pequeña cueva en la que el interior era un misterio, pues estaba misteriosamente oscurecida y sus ojos raramente no lograban ver algo, se sintió llamado por aquella cueva dando un mal presentimiento al lobo.
Definitivamente no quería entrar pero comenzó a llover fuerte, todo esto no le dio más alternativas al lobo que ya hacía su camino hasta la cueva.
...
- Choco choco la la, choco choco tete, chocola, chocote, chocolate - Cantaba Fox aburrido mientras el bote era movido por las suaves corrientes del lugar.
Movía su cabeza de lado a lado con lentitud y ritmo, sus ojos cerrados y una mueca de disgusto formada en sus labios daban a entender que el zorro no estaba en las mejores condiciones en aquél momento y tenía la necesidad de descansar. No quería quedarse dormido por cualquier peligro que se pueda presentar, pero con el pasar del tiempo su mente comenzó a nublarse y sus pensar era cada vez más lento, alzó su cabeza y vio que estaba llegando a tierra no se emocionó mucho debido a su falta de energía.
Inevitablemente el bote chocó contra orilla y se movió algo brusco; Fox perdió el equilibrio y se dejó caer a la orilla algo mareado, gruñó al sentir su espalda golpear la tierra y se sintió lamentable.
Miró al cielo que se veía teñido en una especie de morado azulado, las nubes se veían de color fucsia y daban una sensación de calma hermosa.
No podía aguantar más tiempo despierto pero le dio igual, tenía sed, hambre, frío y un gran dolor en su cabeza (sin contar el de su espalda). Ya parpadeaba lento, y sus sentidos comenzaban a apagarse. Antes de que cayera en su sueño pudo ver con su ahora limitada visión como unos pies se acercaban a él, hasta que no pudo más y cerró sus ojos.
...
Fox comenzó a despertar sintiendo algo caliente regarse por su cuerpo. Abrió sus ojos de forma lenta y con pesar de despertar aunque ya no tuviese sueño.
Abrió sus ojos de forma mínima contemplando como unas manos pasaban sobre su cuerpo y le untaban algo, no pensaba en absoluto para ese momento y se fijó en el movimiento de esas manos; casi un minuto había pasado y sus ojos ya estaban totalmente abierto, se encontraba callado y sin interrumpir la labor de quien sea ese.
Mientras los segundos pasaban el interés de Fox en saber quién era y qué era esa persona aumentaban considerablemente, por eso paso bien su mirada desde esas manos pasando por sus brazos y más arriba llegando al cuerpo, subió un poco más y logró ver un lado de la cara de la persona, notando inmediatamente por sus facciones y largo cabello que era una mujer, no muy joven pero tampoco muy vieja. Se preguntaba que le estaba pasando por su cuerpo pero se impedía hablar a sí mismo para evitar cualquier tipo de reacción que le llevase a atacar, o en otro caso recibir.
Cuando vio que la mujer había parado cerró sus ojos con fuerza y sintió como era volteado quedando boca abajo. Comenzó a sentir las manos de la mujer pasando algo caliente por su espalda, contuvo varios quejidos de dolor al sentir el contacto y poco a poco se esfumaba el dolor. Movía sus manos por toda la espalda de Fox, y este se mantenía quieto pero expectante; ya pasado un rato la mujer dejó de tocarle y Fox escuchó como se levantaba y comenzaba a alejarse.
- Ya puedes levantarte - Dijo la mujer y Fox abrió sus ojos como platos. ¿De verdad todo este tiempo había sabido que estaba despierto?.
Finalmente la mujer salió del lugar y Fox se levanto un poco para sentarse bien en el suelo. Mientras lo hacía se quedó quedó durante un momento, impresionado por que el dolor en su espalda ya no estaba.
' Increíble ' - Pensó el zorro y miró hacia los lados, era una habitación levemente iluminada y con un gran espacio vacío, encontró a la puerta y después de pensar durante un largo minuto decidió salir a ver a aquella mujer.
Al cruzar la puerta, que era de madera y tenía partes cortadas, vio el lugar. Se encontraba en un lago al parecer, habían varios arboles con largas lianas colgando de sus ramas, ranas en el lugar. Fox pensó durante unos segundos cómo había llegado al lugar y quien era esa mujer. Las vistas le resultaban lindas, pues el anochecer se había hecho presente y el cielo se había teñido de naranja mientras el sol se ocultaba a través del horizonte, todo le provocaba una sensación de calma y después de muchos días por fin podía asegurar que estaba en paz con sigo mismo, olvidándose de sus temores, de Wolf, de sus amigos, de todo lo existente.
Sonrió y llevo su mano a su frente para intentar tapar la luz del sol que daba contra su rostro, todo le parecía hermoso.
- ¿Te gusta? - Escuchó aquella voz femenina a su izquierda y sin tomarse la molestia de verle decidió responderle.
- Me encanta - Nuevamente el silencio reinó entre ellos sin importarles. Se quedaron en silencio viendo como el sol bajaba y cada vez se hacía más imposible seguir viéndolo a este lado, las nubes comenzaban a oscurecerse junto con el cielo y la noche por fin había llegado.
Fox giró su cabeza para ver a aquella mujer. Tenía el cabello no muy largo y algunos collares en su cuello, su mirada seguía fija en el frente aunque el sol ya no estuviese en el lugar. Su respiración era tranquila y junto a ella se notaba la calma que tenía.
- ¿Dónde estoy? - Preguntó Fox apoyándose en un gran bloque de madera que formaba parte de la casa.
- Estás en Numeria, el bosque con el más bello atardecer sobre la faz de la tierra. Estamos en mi casa - Respondió con calma moviendo sus manos con delicadeza.
Fox
Yo le miraba confundido. ¿Numeria? ¿su casa? ¿cuándo había llegado a este lugar?.
- ¿Qué fue lo que me untaste en la espalda? - Le pregunte de forma rápida sin pensar mucho; varias eran las preguntas y pocas las que tenía ahora mismo en mente.
Ella no respondió, de hecho y no estaba a mi lado. Ahora estaba acostada en una silla que se veía había sido hecha a mano, muy bien detallada y creada, sostenía una pequeña piedra que al rato tiró al lago, cayendo después de dar pocos rebotes.
- Te interesa mucho. Poco es lo que importa - Quise gritarle por no responderme bien y mantenerme en duda, pero entones comenzó a reírse frente a mí - No es nada malo. Es una medicina que creo con hiervas, te alivia hasta lo incurable. Tú lo debes de necesitar si tienes un mal.
Su forma de hablar me molestaba un poco. Al menos estaba contento de algo; ya no sufría por mi espalda. Todo era maravilloso sin ese horrendo dolor provocado por...
- Wolf...
Ella me miró con duda. Yo me puse nervioso al pensar en él, había recordado que fui tras él para ayudarle. No lo encontré, lo más probable es que este muerto ya, eso saltaría nuestras deudas de seguro.
- ¿Te refieres al lobo? - Yo abrí mis grandes ojos impresionado, ¿cómo sabía que era un lobo?.
- Cómo sabes qué...
- Oh querido, yo lo sé todo...y tú querido amigo está en graves problemas ahora mismo. Él llegó a la isla de los espejos.
- ¿Qué? - Puse una expresión de duda. Mis dudas estaban saltadas y ahora entendía perfectamente que esa tipa estaba loca.
Ella no habló más, dejándome en duda, no pude resistir y preguntarle a lo que ella separó sus labios lista para hablar.
Wolf
Al entrar quedé impresionado, incluso eso para mí es mucho decir, el lugar ahora estaba iluminado y habían varios caminos.
Me sentí obligado a ir a través de uno aunque fuese peligroso, algo me hacía ir y no sabía que era.
Elegí uno a la derecha, me puse a recorrerlo hasta que me encontré con un espejo al final. No veía mi reflejo. Comencé a mover mis manos frente al cristal pero mi reflejó simplemente no estaba.
' Pero... ' - Y antes que terminase de pensar sentí como comencé a caer de la nada.
Gritaba y cerré mis ojos con fuerza, mostrando mis colmillos, esto era demasiado extraño. No dejaba de caer; el miedo en mí me impedía abrí los ojos y contemplar mi muerte, todo esto me estaba asustando y me comenzaba a enojar.
No iba a dejar mis ojos cerrados por siempre, soy un guerrero y como tal mi temor no debe de existir, por eso abrí mis ojos y tal parecía ya no estaba cayendo. Ahora me encontraba en un lugar lleno de espejos.
' ¿Qué se supone que es esto...? ' - Pensé mientras me levantaba del suelo y miraba con detenimiento el lugar.
- Wolf...
Esto no podía ser...esa vos...no...
Fox
- La isla de los espejos... - comenzó la mujer - es un lugar de encuentro con quien sea.
- No entiendo... - Le respondí moviendo a un lado mi cabeza, de forma muy lenta.
Ella se aclaró la voz y fijó su mirada en mí. Comenzaba a sentirme incomodo y tenia ganas de irme ya de este lugar, iba a decir adiós, cuando ella comenzó.
- La isla de los espejos...es una isla que se ve pequeña, y lo es,...pero en el centro de la isla hay una cueva en la que abundan espejos en el interior. En esa isla puedes ver a personas muertas en los espejos, hablarles, e interactuar con ellas; cuando es muy fuerte el sentimiento de quien está al otro lado del espejo puede materializarse, pero solo dentro de la cueva.
No creía mucho de lo que decía, se me hacia imposible imaginar que algo así existiera. Ella notó mi duda, eso creo, y con un palo de madera comenzó a hacer figuras en el aire, hasta que una figura comenzó a materializarse. ¡Era Wolf!, esto me parecía cada vez mas imposible.
- Míralo - Dijo ella - Esta asustado y corre peligro.
- ¿Asustado?...¿peligro? - Cada vez estaba mas aterrado por lo que veía, hasta que Wolf comenzaba a pasar entre algo que no sabia bien que era y desaparecía.
- ¿QUE LE SUCEDIO? - Pregunte aterrado y confundido.
- Acaba de pasar por un espejo. Si no sale rápido de el, quedara atrapado para siempre.
- TIENES QUE AYUDARME
- Entonces, te diré donde debes ir. Pero te diré de una vez que debes ser cuidadoso, la isla esta rodeada de peligros, y el peor es el que interpretas.
La señora se levanto y fue dentro de su caza. Yo veía hacia la nada, pensando. ¿Enserio Wolf estaba en peligro? y si así era ¿enserio debería ayudarlo?
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BUENO BUENO. Aquí un nuevo capitulo. Las cosas se pondran interesantes, hasta yo lo digo. Apuesto que a muchos no se les ocurre el final de esta historia, ¡jaja! sera epico, lo digo yo, EPICO
Un saludo y chao chao
NO, ESTO AUN NO TERMINA
Fox
' Tal vez deba dejar de interesarme en intentar ser su amigo, después de todo, jamás me verá de esa forma... ' - Pensaba y dudaba sobre si ayudarle o no.
- Veo que tienes dudas. Muchas cosas pasan por tu cabecita, ¿cierto? - Habló la mujer saliendo de su casita - Hay cosas que no debes de verlas tal y como las ves con tus ojos. Nunca debes de usar tus ojos como única forma de interpretación, pues si miras en tu interior te darás cuenta de todos los cambios que los sucesos producen en ti. Te fortalecen, ayudan, te hacen como eres. Pero más importante, te muestran que tú ves lo que quieres ver y no lo que debes ver.
- Yo... - Pensé bien, y tenía razón. Gracias a Wolf yo era yo. Gracias a él yo me había vuelto más fuerte y valiente, sólo para hacerle frente. Gracias a él aprendí que aveces no debo de dudar tanto. Y gracias a él...por fin hoy le puedo hacer frente a la vida. No como antes... - Yo...yo...creo que tienes razón... - Cerré mis ojos, recordando todo lo que hice inspirado en Wolf, dándome cuenta de mucho sobre mí... - Tienes razón.
Un saludo y chao chao
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