El pasado influye en nuestro futuro (#7)
Narrador
La amistad en su vida nunca había sido un punto fuerte; jamás había tenido un sólo amigo cosas que hasta el día de hoy le lastimaban pensar. Las personas siempre se habían alejado de él a causa de su apariencia fría y, se atreve a decir, monstruosa cada que alguien le veía pasar por la calle le ignoraban pero antes de ignorarle le dedicaban una mirada de frío pesar, si tanta tristeza les daba a las personas ¿porqué nunca se le acercaron y el ayudaron?, todo eso tenía lugar en el interior de Wolf. Años en completa soledad lo llevo a darse cuenta de una cosa: las personas como él no eran aceptadas habían ya buenas personas y las personas diferentes eran echadas de la sociedad de manera vil y sin tener compación alguna sobre el hecho de que igual eran seres vivos. Han sido muchas las personas que le tomaban como ejemplo para decirle a sus niños que 'si no hacías algo en la vida terminarás como él, triste y solo' y las personas no tenían idea...sólo le juzgaban por su apariencia sin tomar en cuenta el hecho de que él era igual que las criaturitas por las cuales le tomaban como ejemplo; era un niño. Sus padres le habían abandonado a los seis años de edad ya que no lo querían era producto de un embarazo no deseado.
Tantas burlas y hechos negativos en su vida le habrían convertido en lo que es a día de hoy.
Pero no se rindió. Nunca se dio por vencido en la vida, siempre que las personas decían que él no iba a ser nada se tomaba un impulso propio por lograr demostrar lo contrario a lo que las personas pensaban sobre él, gracias a incurcionar en el mundo de la delincuencia y las drogas había logrado dar un paso importante en su vida, y aunque esas actividades no le iban a dejar como una buena persona eso era lo que había. Siempre fue consciente de que todo eso tendría una gran consecuencias pero jamás pensó que serían más de una.
Mucha personas le criticarian por lo que hizo ¿pero acaso había otra opción? fue un día que un vagabundo se acercó a él y le dijo a el oído ¿necesitas ayuda en tu vida? en su voz había perversión y corrupción que se realzaba gracias a el olor de alcohol que provenía de su boca. El tipo le propuso a el él de en ese entonces, un chico de tan sólo 7 años de edad, que vendiera droga a cambio de dinero. Fue la única opción de ganarse la vida que había encontrado y así fue por algunos años. Y aunque había vendido jamás se dejo a si mismo probar el producto, en su interior aún tenía algo de inocencia salvada y eso no lo dejaba hacerlo, sabía muy bien que al ingerir esas sustancias tu vida cambiaba para mal y en el mejor de los casos podías simplemente morir. Varias fueron las veces que mientras vendía a cualquier se le insinuaban. Querían tener sexo con el pequeño Wolf. Nunca se dejo ante nadie; hubieron veces en las cuales casi le violaban, veces que por suerte no pasaban a más de el intento, sólo hubo una vez de la cual no se logro salvar.
Eran las tres de la noche y Wolf aún esperaba en casa de un comprador a que le dieran su recompenza; sentado en la sala con sumo respeto a lo que veía no se atrevía a tocar nada que hubiese en esa casa, no estaba en el lugar por eso, mantenerse al margen era algo importante en ese negocio es mejor prevenir a lamentar.
- Puedes venir - Se escucho una voz llamar desde el otro lado de una puerta color gris; había puesto suma atención a los movimientos del tipo y recordaba a la perfección hacia donde se había ido, lo cual terminaba siendo el mismo resultado, había entrado a la habitación hace una hora y tal parece que ahora era turno de el pequeño Wolf. Empujó la puerta y entró con seguridad a la habitación y logro sentir el irritante olor proveniente de varias botellas de sustancias de nombre desconocidas para él que según suponía estaban ligadas a al alcohol. Giro su mirada hacia enfrente y encontró el tipo sentado en una silla con sus partes íntimas al descubierto puesto que tenía un agujero en el pantalón del cual salían esas partes, Wolf no le dio importancia a ese punto y miro al tipo con sumo cuidado.
- ¿Ya me pagarás? - Preguntó de forma descarada el tipo.
- Tu eres el que debe pagarme a mi - Respondió el pequeño Wolf
Una sonrisa macabra salió del hocico del tipo de vestimentas aLugo viejas y rotas. El pequeño Wolf logró ver los amarillos y seguramente podridos dientes del adulto, eso no le asustaba eran ya varios a los que había visto esa a características típicas de un consumidor experto, sus párpados pegados gracias a la intensa risa salida desde el más profundo de su ser y su forma tan escalofriante de reírse hacía saber a él pequeño Wolf que debía ir con sumo cuidado y debía mantener la guardia. Metió su mano a su bolsillo asegurándose que su navaja estuviese en buena posición para ser sacada, en el caso de necesitarlo, lo antes posible. Eran ya mucha las probabilidades de necesitar defenderse de ese sujeto y a ese punto el pequeño Wolf sabía exactamente frente a quién se encontraba.
Un violador.
- Oh, chico...chico, chico... - El tipo decidió acercarse a el pequeño Wolf y cuando sólo eran separados por dos baldosas decidió seguir hablando - ¿Qué no te han dicho lo guapo que eres? - Pregunto de forma descarada; el pequeño Wolf se estremeció ante tal pregunta la cual tenía como respuesta un 'sí'. Sólo se dedico a mirarle fijamente, mientras más veía la cara que tenía aquel tipo decidió que lo mejor sería responder. Pero no podia; el miedo le había invadido ante la posibilidad de terminar haciendo algo indebido y que todo tenga como resultado un momento angustiante. Sabía bien que el tipo quería tener relaciones sexuales, el problema inicia cuando el pequeño Wolf tiene miedo de eso pues solamente es un niño ¿cuál es el problema, entonces? lo que fuese a hacer el tipo ante una probable negacion.
- S-si - Respondió con algo de valentía aunque por dentro estuviese apunto de romper en lagrimas y gritar por ayuda. Eso último no lo aría, había aprendido que en su vida jamás, nadie le ayudaría de forma gentil.
- Je...creo que sabes muy bien lo que quiero de ti.
- S...sexo...
- Exacto ¡jajaja! eres muy inteligente ¿no es así? - Se acercó al pequeño Wolf eliminando el poco espacio que quedaba entre sus cuerpos, su mirada fija sobre el niño y sus pensamientos en "comerlo" esto le resultaba excitante. El miembro del tipo ya estaba algo duro, no lo suficiente para alzarse frente al pequeño como si se tratase de un gran y odiado faraón del desierto.
- Creo...
- Chupa...
...
- GRAAAAR - Se quejó al golpear su cabeza de forma desesperada contra un árbol. Había estando recordando ciertos hechos de su pasado que le hacían sentir terrible, así que para detenerse por completo optó por golpearse la cabeza contra un árbol. Así se concentraria en el dolor y con suerte lograría olvidar lo sucedido.
...
Hacia spinnin de forma rápida, su ritmo cardíaco iba a niveles casi normales pues ya estaba acostumbrado a exponer su cuerpo a exceso de ejercicio, esto era poco con los niveles de entrenamiento a los que estaba acostumbrado, destacando las veces al día que podía llegar a hacer esas actividades físicas y las llevaba a otro nivel.
' ¡Pues a mi si me importa ¿si?!, ¡y me importa porque a diferencia de ti yo si tengo amigos! ' - Esas palabras no dejaban de circular por su mente. Le hacían sentir débil y triste, cosa que no le gustaba en nada al altramuz, quería estar frente a el zorro y darle la paliza de su vida por lo que había dicho; no soportaba que le dijieran eso, un punto débil para él, pues por más fuerte que fuese de forma física y por tantos daños, iguales físicos, que logrará aguantar era débil cuando se trataba de sus sentimientos, después de todo le hacía daño escuchar esas insinuaciones que más que eso el mismo reconocía, era cierto.
Se acostó en el piso, listo para hacer unas cuántas lagartijas que le hicieran olvidarse de lo sucedido. El sudor en su cuerpo le hacía ver como si acabase de bañarse y las gotas caían sobre el húmedo césped soltando un peculiar olor. Y así siguió. Pasaron los minutos y el lobo no paraba de realizar sus actividades y tampoco quería parar de hacerlas; sabía perfectamente que esta era la mejor forma de superar las situaciones, totalmente, era la forma a la que estaba acostumbrado.
Por siempre solo...
...
A la edad de ocho años logró conseguir un apodo en la comunidad. Era llamado 'baby ganstah' gracias a sus diferentes trabajos, que se conectaban gracias a un punto importante. El vandalismo.
En esos tiempos ya vivía en una casa y aunque no fuese la mejor era lo que había y lo aceptaba con gusto, le gustaba tener al menos un sitio donde refugiarse del frío y la lluvia aunque la primera se lograba sentir con fuerza aún dentro de su pequeña pero cómoda residencia. Tenía un baño un cuarto y una pequeña sala que conectaba con una pequeña cocina que contaba con tan sólo una nevera vacía y una olla tirada en el laba platos. Su cama, tendida para mostrar el respeto que le tenía a su hogar, pequeña y algo incómoda y aunque le llamaba cama la realidad era que sólo era un colchón con sabanas encima, mostrando educación que jamás se le había otorgado, encima de el colchón lograba encontrar una cobija y al lado de esta un lobo de peluche, a el cual abrazaba por las noches con el sentimiento de tener a ese lobo como compañía. Se sentía protegido, de alguna manera, junto a ese peluche color café con las patas grises y un olor a lavanda gracias a que hace poco había sido lavado con sumo cuidado por su dueño. Pero más que un objeto, ese lobo de peluche, era su mejor amigo. Todos los días, al llegar de su trabajo, se dedicaba a hablar con su peluche y contrale como le había ido en el día. Se sentaba o acostaba junto a el lobo y le comenzaba a contar todo, hasta el más mínimo detalle, en las partes "chistosas" era Wolf el que reía, y aunque sólo se escuchaba su risa y su voz en la residencia, eso no le importaba. Disfrutaba la compañía dada por ese peluche. Le hacía sentir felíz y protegido.
- ¡Gané! - Gritó el pequeño Wolf al encontrar a su peluche tras un par de cajas vacías - Siempre gano en esto, Nettie, ¡eres muy malo! - Le dijo tomando al lobo con sus manos y alzandolo por los aires, mientras comenzaba a correr por la residencia, simulando ser un avión con el lobo de piloto.
Sus risas llenaban el lugar y un gran sentimiento de felicidad corría en el interior del pequeño Wolf.
- ¡Cuidado! ¡vamos a chocar!...pfff ¡piu! - Gritó y se tiró al suelo, lanzando a Nettie por los aires mientras simulaba haberse estrellado - ¡Pam! ¡Boom! ¡Cabush!...¡auch! - Se quejó cuando su lobo calló encima de su cabeza y una carcajada salió de sus labios - ¡Nett! ¡eres un rencoroso! - Las risas por parte del pequeño canino siguieron con alegría. Momentos así eran los que nunca, jamás, iba a olvidar, después de todo y todos, ese peluche había sido su primer, el único y el mejor, mejor amigo.
...
- Carnicería Vicario...¡bingo! - Se emociono al encontrar el local donde podría conseguir algo de carne para él y Wolf. Un gran letrero con bombillas realzaba al local y le hacía notarse muy bien ante los demás. Fox sonrió y se quedo unos cuantos segundos inspeccionando los alrededores y la apariencia externa del local, no se quejaba, se veía muy bien de hecho. Todo marchaba a la perfección - ¿Quién es el mejor encontrando lugares donde comprar carne para si mismo y su enemigo? YO - Al darse cuenta del grito bajo los brazos con rapidez y miro algo apenado hacia sus aldedores para darse cuenta que nada mas que una pequeña niña le miraba. Fox sonrió y la saludo y la niña para imitar el gesto intento saludar con su mano izquierda, no lo logró puesto que estaba agarrada a la mano de su madre con esa mano, así que decidió probar con la otra y lo logró. Fox le sonrió a la niña y esta le devolvió la sonrisa, llenando a Fox de ternura. Recordó lo que tenía que hacer y se despidio con una movida de mano de la niña, la cual devolvió el gesto, y entró en la carnicería.
Al entrar se encontró con una pequeña fila de personas que seguramente esperaban a ser atendidas. En el final de la fila había un estante de metal para nada sucio; las paredes del lugar reducían gracias al cuidado que están tenían y, claro, a el bello color plata metalizado, se decidió a mirar un poco el lugar y para cuando dio la vuelta se impresionó al darse cuenta que ya casi no habían personas en la fila, de hecho por distraerse en el lugar no se dio cuenta de que hace pocos segundos la fila había avanzado mucho y entre él y otra persona, dentro de la fila, había un gran espacio por que Fox no había avanzado.
Se movió rápido hasta estar detrás del tipo; se impresionó de la velocidad en la que atendían en el lugar, el olor a carne era presente y en pocas medidas, se dedico a mirar hacia enfrente y esperar a que su turno llegase.
' Aburrido... ' - Pensó el zorro.
...
- Huff...huff... - Jadeaba el lobo mientras su pecho subía y bajaba de forma acelerada pero cada vez se volvía más lenta. Había tenido una buena sesión de ejercicio, fortaleza para el cuerpo, y ahora no sabía que más hacer; eso le ayudaría en su salud y su fisco, pero por muy bueno que haya sido eso no era ni por cerca lo mejor, lo mejor era que se había olvidado casi en su totalidad de lo que había dicho el zorro. Ahora sólo quedaban unas grandes ganas de romperle la cara, no se sentiría culpable por hacer eso, estaría genial después de todo que tomase una venganza. Se sentía más que listo y preparado para demostrarle al zorro lo mucho que no le importaba, pero en su interior sabía que si le importaba pero aunque le importase no lo demostraría, lo que menos necesitaba era verse débil ante su rival. Ahora necesitaba un plan que acatar a la perfección para lograr eliminar a el vulpino de su vista.
' Un disparo a la cabeza ' - Pensó al instante el altramuz. Las posibilidades de sobrevivir ante un sólo disparó eran casi nulas ¿y si mejor son dos o tres? eso le eliminaría; pero no podía sólo pensar en dispararle sin algún plan. Wolf es consciente de un punto muy importante que es la inteligencia del zorro, sabía perfectamente que Fox no es alguien estúpido ni mucho menos, sabe defenderse y evitar una trampa ¿cuántas veces le ha intentado asesinar de un sólo disparó a la cabeza? tantas que ya no tiraba sólo uno, debía resignarse a aceptar que su rival lo esquivaria, debía usar todo su cartucho para únicamente rozarle, si mucho. Era frustrante.
' ¿Un ataque cuando este dormido? ¿empujarlo a un vacío? ¿ahogarlo? ¿o tal vez atacarle de frente e iniciar una pelea cuerpo a cuerpo? - De esa forma tendría más oportunidades de ganarle después de todo en el suelo era mejor que el zorro. La diferencia física y la experiencia marcaban la delantera y de seguro ganaría esa pelea si es que están solos. Así nadie le detendría y Fox no tendría nadie a quien pedirle ayuda ni quien le ayudase. Estaría perdido.
Alzó sus brazos al cielo para poder estirarlos. Gracias a eso notó de forma rápida que un olor algo detestable salía de sus accilas y otras partes de su cuerpo. El ejercicio le había ensuciado y estaba muy sudado.
' Pero primero voy a tomar un baño muy necesario ' - No se había bañado desde que había llegado a ese lugar. Recordó que Master Hand le había contado a él y a su compañero de residencia que tras la cabaña se encontraban aguas termales. Y en acierto, él mismo las había divisado en la mañana al salir de la cabaña a ejercitar, tendría que ir a bañarse en ese lugar.
' Un baño no le ara daño ' - Pensó y comenzó a caminar en dirección a las aguas. Iba a tomarse su tiempo, después de todo todos necesitamos desestresarnos ¿no es así?
...
Siempre había querido ayudar a quien lo necesitase; su vida le había enseñado que todos necesitaban ayuda, por peor que fuera la persona, todos necesitaban una mano de vez en cuando.
Un día; al salir de su casa se dirigió a un parque abandonado por las autoridades locales y donde todos los pobladores del barrio acudían con sus familiares o a cometer actos de delito, todo era posible en ese lugar, nadie hacia nada por el barrio en cuestión y cada vez la avaricia y la maldad manchaban más el lugar; se notaba lo abandonado que estaba el parque por los servicios públicos los columpios, todos en mal estado, rotos y sucios; los pasamanos en igual situación y ya se podrán imaginar como debían estar los otros juegos del parque. No lograba entender como los padres podían llevar a sus hijos a ese lugar, pero tenía algunas razones. Sólo se dedicaba a observar el lugar hasta que escucho un grito venir de lo lejos y su bondad le obligó a ir a revisar. Tal vez se metería en unos cuantos problemas gracias a lo que encuentre, pero igual, en la vida nunca se sabía. Nunca.
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Espero y les haya gustado. Lloré un poco al hacer este capítulo :v
Un saludo y Chao Chao
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