Primera parte: 10 de espadas
Tras haber empezado el juego, Salty se aproximó hacia Lumush, quien ronroneaba tristemente.
- ¿Estás bien? – Preguntó Salty a la criatura, que, con mirada triste, le vio.
-Claro que sí... – Lumush empezó a ronronear - ¿Cuál es tu nombre?
-Salty – Dijo, mientras acariciaba la nariz del Getz
-Salty ¿Qué es lo que te trae por aquí? – Preguntó, como un niño, Lumush.
-No es nada. Chio me trajo aquí para ver si podíamos conseguir una llave para un libro importante que tengo aquí.
- ¿Puedo verlo? – Preguntó Lumush.
Salty sacó, de su brazo, el libro dorado con caracteres en bronce. Este parecía verse como un libro común y corriente, pero era imposible de abrir. Parecía que las paginas estuviesen pegadas. No obstante, como le había explicado antes Chio, hay libros que parecen ser normales, sin embargo, un encantamiento los tiene adosados.
- ¿Qué es lo que tiene ese libro, Salty? – Preguntó Lumush, mientras escuchaba que Paragogx había bajado una tercia.
-Me dijo Chio que puede predecir el futuro y lo que se avecine desde cualquier parte del tiempo.
- ¿Cómo es eso? – Preguntó Lumush, con curiosidad como si fuera un niño
-Por ejemplo, y esto me lo dijo Chio. Si alguien viene de siglos atrás, puede llegar hasta este momento y hacer cualquier cosa; cosas malas – Dijo Salty, con un tono dramático, asustando al Getz y riendo un poco – Tranquilo, si logramos abrir este libro nada de eso va a pasar.
- ¿Me lo juras?
- ¿Crees que miento? – Preguntó Salty.
-No – Dijo Lumush con tranquilidad.
-Ahí está, tu tranquilo Lumush – Salty, tras calmar al Getz, le acarició la frente con su mano; pareció que Lumush se sonrojó con el trato amable y amistoso de la pequeña Salty.
Mientras los dos descansaban sentados, Chio y Paragogx seguían jugando baraja española.
Paragogx tenía dos tercias abajo y Chio dos cuartas; las tercias de Paragogx eran 1, 2 y 3 de bastos, junto con otra de tres 1 de espadas, copas y oros; las cuartas de Chio eran cuatro 12 y cuatro 11, de bastos, espadas, oros y copas respectivamente.
Paragogx tenía un 7 y 6 de espadas, mientras que Chio no tenía ya ninguna carta.
A ambos les hacía falta una sola carta; el 10 de espadas.
Mientras ambos jugadores estaban sacando cartas, esperando encontrar la que necesitaban, Chio sacó un 4 de bastos, lanzándolo hacia la tercia de bastos de Paragogx, destrozando su juego y obligándolo a pagar con una de sus dos cartas.
-No puede ser ¡Chio! – Dijo Paragogx.
-Lo siento, debes pagarme – Dijo Chio.
-Maldición.
-Bien, ahora saca una carta – Dijo Chio, con cierto cinismo en su tono y gracia de sabor a victoria.
De la última carta que sacó Paragogx fue justamente la que necesitaba Chio; tan rápido como la carta tocó el resto de cartas, Chio tomó con velocidad el 10 de espadas, como un animal encarnizado y rompió sus cartas, haciendo dos tercias de 11 y 12, y una de 10, 11 y 12 de espadas.
-Bueno – Dijo Chio – Creo que me debes la llave.
-No – Empezó a decir nervioso Paragogx – No ¡No! ¡No puede ser! – Y tras ello gruño y de su regazo en las tinieblas, sacó la extraña llave; el Yd'rmzag no era más que un diminuto trozo de diamante de las nubes; era azul como el cielo en tiempos de frio y suave tal cual el algodón.
-Toma – Dijo furioso Paragogx – Espero y la próxima vez te pueda ganar.
-Ojalá – Dijo entre risas Chio, quien dejó de levitar y descendió, con la mesa, lentamente hasta donde se encontraba la pendiente de la caverna. Salty estaba dormida en el hocico de Lumush, y cuando escuchó a Chio, diciendo que se levantase y que ya tenían que irse, Salty se despertó, tomó el libro dorado y le dio un beso en la frente a Lumush. Este se exaltó un poco y escupió algo de fuego de su nariz; no le hizo daño a nadie, pero si fue algo que sorprendió a Salty...
* * *
Tras haber viajado en la caverna, regresaron a la superficie, en donde vieron que el firmamento había cambiado; el cielo brillaba en un hermoso color naranja y con Cerbero, una de las cinco lunas de Plutón, brillando en un poderoso amarillo pálido, como si fuera una luna, no obstante, la noche no se había presentado.
-Nos tardamos demasiado – Dijo Chio – Déjame revisar que horas son.
Su reloj de bolsillo, traído de la tierra por Yec Tlphu'Za, era de color plata, con una cadena con pequeñas incrustaciones de jade. Parecía ser costoso, pero su uso era inútil si no seguía las reglas del planeta.
-Según el reloj, solo hemos pasado 4 rotaciones de Cerbero – Dijo Chio – Entonces no es tan tarde.
Las horas de Plutón se mide conforme las rotaciones de sus lunas y el intercambio de estas.
Cada cambio de luna equivale a un año, cuando la luna está del lado izquierdo, significa que están en enero, febrero, marzo o abril, en el medio es mayo, junio, julio y agosto, y por último, en el lado izquierdo, es septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
Los magos, para no complicarse la vida, decidieron adaptar el mismo sistema de temporal que la tierra, exceptuando cosas insignificantes como los cambios de estación, por ende, no había cambio de hora y mucho menos se sabía cuándo caerían tiempos fríos o calurosos días. De todas formas, el clima de Plutón era muy similar a la tierra, debido a que su orbita se había puesto en medio de Marte y Júpiter. Algunos siguen afirmando que es un planetoide o un satélite, sin embargo, eso se hizo con el fin de que jamás se pensara en siquiera habitar ese planeta. Los magos eran seres extraños para los humanos, quienes eran, hasta ese momento, los entes con normas conocidas en el sistema solar, por ende, fueron vetados del planeta tierra, y vivieron en varios planetas, vagando hasta llegar a Plutón, que había crecido con la existencia de basura espacial y diversos asteroides que se fusionaron con el cuerpo estelar.
En el momento que esto ocurrió, el planeta se hizo habitable para los magos, quienes le dieron nueva vida al lugar, dándole las capacidades para hacer sencilla su vivencia en Plutón.
Junto con ello, las lunas fueron usadas para guiar a los magos en el tiempo; que era una variación más comprensible del sistema humano.
Cada cambio de lunas ocurre en un año. Las vueltas de cada luna pueden variar; normalmente Nix y Hidra rotan en una duración de 24 horas, por lo que en sus cambios lunares, es recomendable usar un reloj Nihdrax; Caronte y cerbero, tienen una duración de una hora, por ende, son los que sirven mas para guiar el tiempo de los magos, en estos tiempos se usa el reloj Certorus; En el periodo de Estiga, sus rotaciones son muy extrañas y tienden a tener demasiadas divergencias, pero su duración es igual a la de un año, por lo que se usa el calendario gregoriano de la tierra en este cambio lunar.
Según la ley federal de Thramtuz, no se puede usar el calendario gregoriano más de un cambio lunar, ya que irrumpe con leyes y normas que están fuera de la comprensión; que son excusas por resentimiento hacia los humanos.
En pocas palabras, ellas habían salido a las 4 de la mañana, por lo que no había empezado a oscurecer, si no que apenas iba amaneciendo.
-Todavía tenemos tiempo para llegar al banquete, Salty. Así que será mejor que tomes bien mi mano y salgamos de aquí – Chio le dijo a Salty, quien, tomándose de la mano, salieron volando hasta la escotilla del mirador invertido.
El mirador invertido es una estructura que se encuentra en la nada del cielo del bosque Getz. Este lleva hacia el resto del planeta; el bosque Getz es un santuario, más bien, un área restringida para el público en general, puesto a que las especies allí presentes son exóticas. La última vez que alguien robó un Getz fue hacia años, a inicios de la población del planeta. Un tal Virgilio tomó dos crías, sin embargo, jamás se supo bien sobre ello.
Subieron hasta la base, o mejor dicho, la punta del mirador, y entraron como si fueran delincuentes. Lentamente y sin hacer mucho ruido.
En el momento que entraron, la gravedad se invirtió, haciendo que el bosque se viera invertido y el mirador completamente normal.
De la punta bajaron, Salty y Chio, por las escaleras en forma de caracol y escalinatas, hacia la puerta del inicio del mirador.
El mirador invertido, por dentro, era una enorme biblioteca, con un enorme ventanal que dejaba viendo el suelo y el bosque Getz, esta biblioteca tenía demasiados libros, artículos extraños, entre ellos un casco con la leyenda "Prohibido el uso del casco Mechathra" y por último, no menos importante, habían plantas deformes; no eran como las increíbles e inimaginables plantas y flores del bosque Getz, si no que eran mórbidas, ridículamente tristes y sin sentido de vivir. Marchitas y sin esperanza, cosa que nadie le importaba, excepto a Salty, quien las veía con terror y tristeza, la tristeza y terror más inocentes que pueden existir; de una niña.
En su camino hacia la puerta, vieron de reojo al enorme Getz, a Paragogx, Fargotj y Lumush, volando majestuosamente.
***
Al entrar por la puerta que daba hacia el castillo elfo, lugar donde vivían, para Salty, estudiaba y para Chio, impartía clases, vieron a los elfos de primer año caminar con paso veloz hacia la sala principal; Salty y Chio hicieron lo mismo.
Mientras se mantenían en el conjunto de elfos, Salty se encontró con su mejor amigo, Turtk, un elfo de cabello largo con un lunar en su ojo izquierdo y que siempre llevaba una mochila en su brazo derecho.
-Hola Turtk – Dijo Salty, en un tono amable.
-Oh, hola Salty – Dijo Turtk moviendo su cabellera oscura para ver a Salty – Ay este cabello ¡Como estorba!
Salty se río junto con Turtk se ello antes de entrar al banquete de la mañana, pasadas seis vueltas de Cerbero.
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