"Fue un gusto tenerte nuevamente aquí, TaeHyung-ah"

La beta dice dulcemente acompañando a TaeHyung hacia la salida de la habitación donde solía tomar sus terapias.

"Gracias a ti también, noona. Nos vemos pasado mañana" TaeHyung agradeció, caminando hacia las afueras del consultorio, despidiéndose finalmente del recepcionista cuando abandona el edificio y ronda relajadamente por las calles.

El entorno está enfriándose lentamente, pronto va a comenzar el invierno en Busan y los pequeños copos han comenzado a caer por las calles logrando que su cuerpo se encuentre envuelto por un gran abrigo verde que le pertenece a su compañero, esta cae graciosamente contra sus brazos dejando a la vista solo las puntas de sus dedos, lo que lo hace fruncir el ceño con molestia, esta burbujea en su sangre, pero no importa cuando puede olfatear cómodamente el aroma a café con chocolate impregnado fuertemente al abrigo, además, un gran gorro rojo abraza sus claras orejas sobre su cabeza, junto a una bufanda del mismo color que JungKook le regaló en el momento en el que se conocieron, estos solo dejando a la vista sus pequeños ojos mieles tal como la primera vez.

TaeHyung lo agradeció apenas se vio en el espejo, los recuerdos llegaron como un relámpago, los momentos juntos que tenía con JungKook y su hijo era lo más hermoso que tendría grabado siempre en su mente.

El aroma de JungKook alivió el sentimiento de inseguridad cada que asistía a las citas psicoterapeutas, el confort lo acompañaba y de ese modo también podía retirarse a su hogar feliz y calmado, como lo estaba haciendo en aquel momento, dónde ya había pasado por bonitas tiendas que ofrecían algunas flores, alimentos de primera necesidad y quizás para darse algunos gustos.

Quizás podría hoy sorprender a su compañero con una comida casera.

Había pasado un tiempo desde que cocinó para él y para JungKook, ya que en los últimos días habían estado consumiendo comida instantáneamente u hecha por JungKook, su alfa lo había estado mimando para hacerlo sentir mejor y aunque agradecía mucho su esfuerzo quería devolverle el favor.

Y eso hace cuando compra lo que él cree necesario para que esta tarde pueda preparar una pequeña cena romántica en su hogar.

La fecha de navidad también llega a su mente, el recuerdo de que solo faltan cinco días lo atrapa y un pequeño pánico lo atormente al saber que no había planeado algo para su alfa, además de la cena que ambos tienen planificada con los padres de JungKook y al día siguiente con sus amigos.

Quizás podría conseguir algo especial para su bonito alfa al día siguiente, él realmente creía que necesitaba más tiempo para elegir correctamente.

Después de todo era su compañero eterno y quería que su regalo fuera de lo más especial.

"Uh-Uhm, se-ñol" él se sobresaltó, mirando como unos pequeños ojitos brillantes miraban hacia su persona.

TaeHyung observa atento como un cuerpo mucho más pequeño que el suyo jala suavemente de su abrigo, es una niña, está abrigada con un pequeño abrigo celeste que tiene dos estrellas en cada bolsillo, está desgastado al igual que sus pequeñas zapatillas rosas, él nota el cabello de la niña suelto y un poco enredado a simple vista, ¿Qué hacía una niña tan pequeña sola en el frío?

"S-Señol... ¿U-Usted es mi ma-mami?"

Los ojos de la pequeña están próximos a derramar pequeñas lágrimas, los del omega brillan perdidos en la pequeña, sus manos tiemblan y pronto la desesperación de no poder hacer nada lo alcanza, la pequeña niña abraza un peluche de un perrito polvoriento esperando una respuesta, él pronto se encuentra de rodillas y mirando dudoso a la pequeña.

"¿C-Cómo te llamas, bonita?" Pregunta en un hilo de voz esperando la respuesta de la pequeña que rápidamente contesta jugando con su pequeño peluche.

"Las señolitas del colegio me dicen Yeonnie..." Los ojos del rubio miran hacia todos los lados buscando a los padres de la pequeña, escuchando atentamente lo que ella dice.

"¿Y cómo llegaste aquí Yeonnie?" La niña lo piensa tiernamente poniendo uno de sus pequeños deditos en su barbilla tratando de recordar.

"La señolita de pelo lojo dejo la puelta abielta" la pequeña dice alegremente tomando la mano de TaeHyung, quien sonríe suavemente al ver su emoción.

Una pequeña "o" aparece en la boquita rosa de la pequeña, sorprendida cuando nota una delgada pulsera de floresitas adornar la muñeca de quién ella pensaba era su familiar.

"¡Es muy bonita!" Chilla dulcemente robando una carcajada del omega que asiente otorgándole por primera vez una caricia en el cabello.

"¿Sabes cómo llegar allí de nuevo Yeonnie?" La niña asiente con una linda sonrisa que deja a la vista su dentadura blanca.

"¡Puedo llevalo, a mis amiguitos les gusta tenel visita! Vamos, vamos"

Los ojos del omega se suavizan cuando las pequeñas manos comienzan a jalonear de su ropa, él detiene la emoción de la niña y la envuelve en su bufanda para poder abrigarla, la pequeña parece calmarse y entrar en un lindo trance que lo hace sonreír.

"Ahora sí guíame princesa"

TaeHyung realmente no puede creer la calidez que le genera ver cómo los mofletes de la pequeña brillan en un bonito rojo, él simplemente arrulló las pequeñas manos de la pequeña y la acompaño hasta lo que parecía ser donde estudiaba.

Pronto su sonrisa desapareció cuando vio el nombre del lugar sobre la puerta, la sonrisa de la niña pareció incrementar mientras lo guiaba hacia el interior del lugar.

Orfanato pétalos de primavera.

"¡Yeonnie!" Un grito sobresaltó ambos cuerpos antes de que una chica de cabello rojo viniera corriendo e intentara abrazar a la pequeña castaña que se ocultó tras la pierna del omega.

TaeHyung guío su mano hacia atrás y la ocultó antes de que la mujer se le intentara acercar nuevamente.

"No la toques" gruñó amenazante mirando fijamente a la chica que rápidamente se enderezó.

Él rubio se mentalizó en no atacar cuando su omega araño viendo el peligro en el exterior, por primera vez reaccionó así.

"Buenas tardes" da una reverencia "¿Me permite saber quién es?"

TaeHyung entrega su identificación y habla mientras tiene a la pequeña a su tras.

"Kim TaeHyung de Jeon" comenta rápidamente observando como la chica asiente.

"Kang YenJae" ella dice. "Gracias por traer a Yeonnie, tuve una equivocación y dejé la puerta de la entrada abierta, gracias por traerla de regreso, no sé que hubiera hecho si algo le sucedía."

La respiración de TaeHyung se acelera pensando en ello.

Gracias a la luna él se topó con la bonita niña de cabello castaño.

"No fue nada, pero si me lo permitiera, quisiera... Quedarme un poco más para estar con ella, YenJae" sus mejillas se sonrojan y acaricia la mano de la niña que le sonríe emocionada.

"Claro... Pero debemos hablar con la señorita Lee, ella es la encargada de todos los niños"

La pequeña castaña chilla y sonríe sentándose en una pequeña banca.

"¡Yo espelo, así podemos jugal con mis amiguitos después!"

El sentimiento de calidez de su omega interior no desaparece nunca, ni cuando termina de hablar con la protectora de los niños, ni cuando se queda a jugar con Yeonnie y sus lindos peluches afelpados.

El lindo omega de ojos mieles y rico aroma a vainilla no puede creer lo triste que logra sentirse cuando tiene que alejarse de la pequeña con olor a canela, luego de descubrir que a todos los niños se les otorgaba un jarabe para disolver sus feromonas casi inexistentes para que no fueran atacados por algún peligro en la calle.

. . .

"Cariño" JungKook corre alarmado hacia la entrada de su hogar cuando escucha las bolsas y la puerta cerrarse.

Sorprendiéndose cuando recibe los ojos cristalinos en lágrimas de su compañero, gruñendo instintivamente para cuando se da cuenta de la desesperación que abarca su pequeño cuerpo buscando consuelo.

"Shh... Está bien, bebé... Vamos a la cama y así podemos hablar ¿Si?" Murmura viendo los cabellos rubios de TaeHyung moverse con rebeldía sobre su rostro.

Cuando los dos llegan a la cama, la inseguridad de JungKook incrementa al no recibir respuesta y notar lo devastado que está TaeHyung, con sus ojos brillando en un azul claro y sus orejas aplastadas sobre su cabello rubio, su cola apenas moviéndose de la pena.

Era su omega y él simplemente tenía la necesidad de cuidarlo.

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