Canela

Uoh, oh, oh, vuela el aroma de mi piel sobre tu piel canela
Si estamos distanciados, mi alma se congela
Pareja perfecta de telenovela somos tú y yo

Uoh, oh, oh, vuela el aroma de mi piel sobre tu piel canela
Si estamos distanciados, mi alma se congela
Pareja perfecta de telenovela somos tú y yo

Llegar antes de lo pensado al país británico antes de lo pensado, no solía pasarles mucho a los chicos, pero esta vez sí. Aunque el ser hermanos compensaba muchas cosas, también querían su propio espacio solos para estar en sus cosas y pensamientos.

Sin embargo, aquella tarde que recién acababa de nublarse el cielo, el menor de los hermanos Kropp decidió ir a una pequeña obra de teatro antes del concierto que darían, claro esta que también alimentaría su imaginación para una nueva obra de arte.

Tras avisar a sus hermanos a donde iría, estos dos decidieron acompañarlo (no por que no tenían nada mejor que hacer, sino al ser hermanos cada vez más se unían y podría que se les ocurriría una nueva letra, aparte de que también se divertirian con su hermano menor un rato). Caminaron por varias calles, riendo como si fueran unos niños pequeños, aún estando de la novia de Sebastián.

Emerson por razones privadas sabía que corto con su última pareja hace meses atrás, pero disfrutaba su soltería al máximo. Sin embargo, a pesar de que luego caía en las convenciones de Remington para estar con alguna groupie, no llenaba ese vacío que no podía describirlo. Solo llego a hablarlo con su madre alguna vez, pero jamás con sus dos hermanos mayores.

《—Llegara nuevamente si es necesario, pequeño, a todos nos llega el amor de diversas formas. Si a ella le gustas, te darás cuenta por como es contigo, se nota también al momento que te observara —dijo su madre abrazandolo》. Recordaba dentro del taxi que habían pedido, observando por la ventana las nubes esponjosas que se estaban desvaneciendo por la oscuridad que estaba invadiendo la noche.

Al llegar al teatro, mostraron sus distintivos boletos para la obra. Algo de Shakespeare refrescaria su memoria, y más al observar la arquitectura del teatro, donde el menor simplemente estaba emocionado.

Mientras el mediano le tomaba fotos a la pareja, el menor estaba contemplando demasiado el arte y la forma en la que estaba construído el teatro grande, con ciertas columnas de mármol, paredes de color negro y su gran tapete rojo para caminar sobre el. Una cúpula redonda que estaba encima suyo, dejando ver un candelabro gigante alumbrando mayor parte del pasillo en el que estaba.

Sin embargo, entraron a la sala donde se veía el escenario con los telones cerrados color rojos. Las butacas de un azul marino y ciertamente cómodas para el público que vería nuevamente "Romeo & Juliet". Sin embargo, tras tomarse algunas fotos con algunos fans que encontraron, por fin pudieron sentarse (después de buscar nuevos lugares y no entrar en la típica discusión que solían tener). Por obvias razones, el mediano se sentó en medio junto a su cuñada, y en la orillas de ambos se sentaron el hermano mayor y el menor.

Tras varios minutos de lo que llevaba la obra, la novia del mayor estaba al tope de estar muy sentimental, el mayor miraba con curiosidad lo que sucedía en la trama, el mediano leía el libreto mientras miraba la escena, pero en si, el menor intentaba analizar el contexto de dicha historia y su final, y más en aquella obra.

En cambio, su atención comenzó a irse más allá de al ver a la chica que represento a "El Ama" de Juliet. Simplemente su manera de actuar, como entonaba las palabras, pero le llamaba demasiado la atención su piel. Piel morena. Piel como la canela.

¿De dónde saliste mujer? Amén
Belleza de piel canela, sirve otro té
Prepara un café, por fe
Dios mío, hazme la buena

Me quiere y se aleja, escucho su quejas
Hoy me adoraba, mañana me deja
Te juro por mi vieja
Que te busco y te compro completa

Al acabar la obra de teatro, no dejaba de imaginarse a aquella chica de piel morena y ojos color miel. Sin embargo, este sabía que no estaba enamorado, sino le llamó la atención la interpretación de aquella obra. Incluso más que la actriz de Julieta.

Ocurriendo un plan en su mente para poder conocerla, mintió a sus dos hermanos de que iría rápido a ver su asiento si no se le había olvidado algo y después al baño. Siendo el menor, tenía sus ventajas, era más creyente algunas veces.

Tras preguntar a algunas personas de mantenimiento, siguió las instrucciones para ir a los camerinos de los actores de teatro (no sin tomarse una foto con aquellas personas que se la habían pedido, ¿quién no conocía a Emerson Barrett?).

Al llegar frente a la puerta de los camerinos, como persona educada que era, tocó a está de manera leve.

—¡Voy! —se escucho una voz aguda.

Cuando esta se abrió, solo se escuchó el grito de una chica castaña de tez blanca, quien le hizo pasar al azabache de manera rápida. Solo río de manera leve el menor al oírla gritar.

Tres actores de los presentes que había solo se acercaron a saludar y pedir algunas fotos con el.

—Chicos, ame la obra de teatro, pero quiero preguntarles: ¿dónde puedo encontrar a...?

—¿Elizabeth, la que interpretó a Juliet? —interrumpió la misma chica que le había abierto la puerta.

—No, a la que interpreto a el Ama de Juliet —respondió sonriendo de lado.

—Ya veo, hablas de Raya, esta junto al estante de Elizabeth —señaló con su pulgar al fondo de la gran habitación, lleno de vestuarios, pintura, estantes con luz blanca, pelucas, y demasiadas cosas para dichos actores.

—Muchas gracias, linda, espero que vayas al concierto de dos días —le guiño el ojo como agradecimiento, haciendo que esta solo se derritiera con un suspiro al verlo caminar hacia el estante que le dijeron.

Pasando por la zona de Elizabeth, esta lo detuvo en seco pidiendo una foto y haciendo otro escándalo, pero este al no querer sonar descortés, aceptó. Sin embargo, rechazó el hablar con ella por su papel en la obra, ya que solo quería hablar con su objetivo.

—De acuerdo, la rarita está al lado...

—Cuida tus palabras, Liz, si es que no quieres que te arranque las extensiones de nuevo —advirtió la voz gruesa de al lado, quien no se veía por una cortina color roja.

Emerson al oír la voz de la chica quedo más impactado, y más que no jugaba con una dulce mujer llena de amor y alegría (o tal vez lo era, pero no lo demostraba). Se aclaró la garganta un poco, y entro por dichas cortinas que separaban un poco los estantes. Contemplando a una chica de cabellos azabache y ojos color miel, claro esta, su piel morena era lo mejor que puso encontrar.

—Disculpe la manera en la que entre, señorita, pero quería verle porque...

—Si eres un maldito acosador, te recomiendo que salgas —advirtió esta mientras se terminaba de poner máscara de pestañas—. Si no, pregúntale que le sucedió al pobre Jason la semana pasada y de ahí cambiamos a nuestro Romeo.

El azabache quedó anonado ante sus palabras. ¿No lo conocía acaso?

—Señorita, creo que usted no comprende a que vine: me encanto como interpreto a el Ama de nuestra Juliet, no vi a alguien mejor que interpretará ese papel secundario en la mayor parte de obras que lo hiciera —explico con emoción el chico mirando a esta quien había sacado su teléfono y solo posó en el espejo—. ¿Me escucho?

—Claro, solo posa un poco, eres famoso y si llego a conocerte después, no me arrepentiré de esta foto —el azabache posó junto a ella mirando el espejo sonriente, claro que recargo su cabeza encima de la chica sacando un poco la lengua—. En fin, gracias. No sé quién seas pero, admito que agradezco tu manera de ver mi esfuerzo en el papel secundario, yo solo trabajo aquí porque necesito el dinero y no se quien seas, pero algún día lo sabré...

—¡Es Emerson Barrett, por el amor de dios, Raya! —exclamaron sus compañeros escuchando lo que sucedía.

—¿Te llamas Raya, Canela? Lindo nombre.

—No soy Canela, me dicen Raya de cariño, realmente soy Saraya. En fin, voy tarde a mi otro trabajo —aclaro la chica poniéndose su chaqueta de cuero negro—. Gracias por ver la obra, sus comentarios y espero la haya disfrutado, recomiendela a sus familiares y lo veré luego.

Emerson simplemente se sorprendió al ver a una chica demasiado apurada y no le importo el saber quien era realmente. Le agrado mucho esa idea, y más al verla salir de los camerinos. Ver su pequeña estatura lo impactó demasiado, pero eso no quitaba lo hermosa que le pareció. Aunque su actitud demasiado ruda no le ayudaba mucho.

《Saraya, Canela preciosa. No me gusta tu actitud, pero no quita el hecho de que seas hermosa y una gran actriz de teatro》

Compra un vestido, escoje la cena
Sé mi delirio, yo, tu condena
Júrame el frío, abraza mis penas
Llena el vacío, préndelo y quema

Oye, morena, baila sin pena, pide otro tema
Estás que te quemas de buena
Estoy que me quemo las yemas
Estoy que te pienso en mis temas (Temas, temas)

Después de buscar a sus hermanos y mentirles nuevamente, decidieron los cuatro ir a comer a una cafetería tranquila en el país británico, y más que acababa de llover algo fuerte.

Sin embargo, llegaron a la primera que encontraron cerca del teatro. Dentro era un lugar grande, tenía un tema muy elegante con colores rojos, blancos y negros en el suelo y las paredes, pero la barra para ordenar eran de unos colores pastel muy llamativos, y más al tener una gran variedad de pan y café.

Tras ver jugar el típico "Piedra, Papel o Tijera" para ver quién pediría la orden, el más pequeño perdió. Riendo un poco tras el chiste que había contado Remington, llego a la caja. Al no haber nadie, toco la campanita una vez para ver si alguien llegaba, cosa que pasó.

—¡Lo siento, señor! ¡Tarde pero ya estoy! ¿Que orden...? —hizo una pausa la voz gruesa que hablaba y miro al azabache demasiado seria—. ¡¿Tu?! En serio que si me estas siguiendo...

—¡No, no, no! ¿Como cree eso? No, solamente vine a este lugar con mis hermanos, Canela, tranquila, no te estoy siguiendo —le dedico una dulce sonrisa a la chica de cabellos azabache y esta solo arqueo una ceja.

Al asomarse para ver la mesa, y si estaba en lo correcto el chico: habían dos más y una chica que observaban al azabache y sus movimientos, pero lo hacían de una manera tan especial que hasta a ella la saludaron de lejos.

—Ignorare lo raro pero de acuerdo... ¿qué pedirán? Y claro esta, veo que son famosos.

—¿Porque lo dices?

—Mi compañera esta adentro de la cocina gritando demasiado por ustedes —señaló detrás suyo con su pulgar la barra de la cocina, donde se veía a una chica castaña y uno de sus compañeros viendo la escena—. En fin, ¿todo para comer aquí o se lo van a llevar?

—Será aqui, sirve en lo que espero y charlo más contigo —las intenciones de Barrett eran nada más que hablar con ella, y quitarle ese modo rudo que tenía, pero tal vez sería algo tardío.

Tras ordenar todo y pagar en libras, la chica de cabellos azabache, se fue a la barra y le dio el papel a su compañera para los cafés que habían pedido.

—Bien, espero no tarde mucho —hablo sentandose en una silla giratoria del otro lado de la recepción, pero sintió en segundos la mirada del baterista—. Puede sentarse a esperar, yo le hablaré cuando ya esté todo, señor Kropp.

—Puedes llamarme por mi nombre, Canela —sugirió algo incómodo, pero eso no quitaba que su plan seguía en pie.

—Deja de llamarme Canela...

—¡Raya! ¡Ven por favor! —exclamó la compañera de la mencionada.

La chica suspiro y fue a donde le hablaban en la cocina.

Emerson volteo a la mesa de sus hermanos, quienes le hacían señas con la mano sobre el que había sucedido, y más que conocían demasiado bien a su pequeño hermano. El solo se limitó a alzar los hombros y negar levemente la cabeza.

—¡Idiota, malnacido, repugnante! —exclamó Saraya en otro idioma, haciendo que el azabache cada vez más perdiera la cabeza y entraran las ganas de conocerla cada vez más—. ¡Asqueroso sin escroto!

Lo ultimo si lo dijo en Inglés, pero claro esta que se vio sacar rápidamente a un chico muy golpeado a por otra parte de la recepción, y una Saraya muy enojada.

—¡Te lo advertí y mírate, ¿qué dirá tu esposa?! ¡Hasta tus hijos, por el amor del horror!

—¡Solo ella quería...!

—¡No, solamente buscabas una oportunidad así! ¡Eres un enfermo y un maldito acosador! —se quitó el sombrerito y el delantal de su trabajo, dejando ver su top vino y sus jeans ajustados rotos, haciendo que el azabache prestara más atención a la escena.

El chico decidió salir corriendo del local, aunque claro esta la habilidad de la chica: salto la recepción y lo alcanzo fuera del local tacleandolo bruscamente mientras pasaban pocas personas. Se escuchaban sus gritos hacia este, y más que optó por hacerle una llave muy fuerte a este: su cara daba al pavimento mientras esta pisaba esta misma y le hacía girar su brazo y mano al mismo tiempo.

Emerson le hizo una señal a sus hermanos, el saldría a ver lo sucedido (como todo interesado en el bien de la chica y en el chisme).

—No te voy a soltar hasta que digas que lo lamentas...

—¡¿Que sucede aquí?! —exclamó una voz más gruesa, era el patrón. El jefe de ambos trabajadores.

Saraya se vio con el impulso de soltarlo y dejar de pisarlo.

—Tenia retortijones y lombrices, cosa que no se controlo el novato. Es más, hasta le dio diarrea a un nivel indescriptible, jefe, hasta aún le duele —señaló a su compañero en el suelo, haciendo que el mayor la viera arqueando una ceja.

Emerson quien estaba detrás suyo, solo río entre dientes ante la declaración.

—¡Eso... no es... ciert...! —gimio de dolor al sentir una patada fuerte en su riñón por parte de la azabache.

—Y si, aún se retuerce de dolor —la morena hizo una mueca con sus labios.

—Raya, eres mi mejor empleada, pero no te creo esta vez. Ya van muchas con este, ¿que sucedió realmente? Y ahora si dependerá de que no te despida, si es que me dices la verdad.

El golpeado río levemente, aunque esta solo se dedicó a mirarlo de manera intimidante a su manera. Miro a su jefe de nuevo.

—Pues...

—Si puedo hablar, el chico al parecer acoso a la compañera de mi amiga, Saraya, vine a verla y comer algo con mis hermanos, pero al parecer ella jamás me habló de esta situación —hablo el menor de los Kropp—. Y eso no es algo bueno, ya es una violación al respeto a la dulce señorita que está en la cocina. Supongo que ella al no saber defenderse, pidió que Saraya lo hiciera por miedo y más que esta última no le tiene miedo a nada. Soy testigo y mis hermanos igual de lo sucedido.

El mayor de cabellos grises lo pensó y miro al baterista curioso.

—¿Esta seguro de sus palabras, chico?

—Completamente —afirmó poniendo una mano en el hombro descubierto de la azabache—, ¿verdad, Can... Raya?

—Exactamente, eso paso y esta Kate ha vivido con miedo estos días cuando le tocaba estar sola —respondió sincera la chica.

El jefe tomó su teléfono y no tuvo de otra más que llamar a la policía, pero claro esta que le pidió a Raya a terminar de atender a los clientes y después se iría a casa, cerrarían temprano después del "incidente".

Tras atenderlos y ver como Kate era interrogada por teléfono junto a su jefe, solamente se puso su chaqueta y se dispuso a ver en su teléfono algunos vídeos de su luchadora favorita, ignorando algunas miradas del baterista.

Al salir del local y terminar de contar lo sucedido a la policía, decidió irse caminando esta vez a casa sola, agradeciendo internamente a aquel chico que desconocía quien era.

—Canela, ¿en qué piensas? —dijo la voz gruesa que conoció aquella tarde, haciendo que esta soltara un respingo.

—Otra vez haces eso y estás muerto —advirtió con su dedo sin mirarlo—. Crei que ya te habías ido con tus hermanos.

—Te quise esperar, simplemente...

—Jamás te rendiras, ya lo note —se llevo una mano a la frente y lo miro con una sonrisa leve, dándole un leve golpe en su hombro—. Gracias, me salvaste de una muy grande.

—¡Wow, sonreiste al fin, será el fin de nuestro mundo! —bromeo haciendo que Raya solo rodeará los ojos.

—Gracioso, en fin, ¿quién eres, Kropp? ¿Vienes de Canada? ¿De Estados Unidos?

—Sigo sin creer lo que dices... —suspiro pesadamente y miraba las calles vacías de aquella parte de Londres, y más que era un ambiente relajante—. Sin gente... ¿puedes creerlo?

—Siempre es así por este lado del Reino Unido, pero a mi me gusta —se estiro un poco, escuchando como tronaban sus huesos un poco—. Solo un tiempo más y me largo.

—¿Porqué? Es bellisimo aquí.

—No soy de origen británico, si tengo raíces de aquí, pero no es mi origen. Realmente soy latina y en unas semanas más me voy, porque aún soy estudiante —rio leve y miro al azabache—. Aún espero que me respondas.

El azabache solo sonrió y miro a la chica en la caminata.

—Soy baterista de Palaye Royale, claro esta que se ve que no sabes quien soy pero es bueno al menos. Es la banda que formamos mis hermanos y yo; venimos y somos de Canada, Canela —se aclaro la garganta y tomo la mano de la chica, besando el dorso de esta como presentación—. Soy Emerson Barrett, para servirte.

La chica se soltó ligeramente del agarre del contrario y arqueo una ceja.

—Traerias loca a cada chica que quisieras por esos modales, pero conmigo no funcionará: Saraya Díaz o Saraya Jones, de acuerdo a mi madre biológica que es latina de México y mi padre que es de aquí, Reino Unido —estrecho su mano con el contrario y sonrió—. No acostumbro hacer muchos amigos, pero gracias por lo de hoy.

—No hay porque, Canela.

—Creo que jamás olvidarás ese apodo y no dejaras de llamarme así por mi piel —se llevo una mano a la sien y masajeo esta un poco, mientras el baterista reía ante su reacción.

Emerson estaba satisfecho ante lo que había logrado un poco, pero el querer conocerla más ya era un hecho que su curiosidad lo pedía mucho, sumando que también no quería dejarla sola por alguna extraña razón...

Uoh, oh, oh, vuela el aroma de mi piel sobre tu piel canela
Si estamos distanciados, mi alma se congela
Pareja perfecta de telenovela somos tú y yo

Uoh, oh, oh, vuela el aroma de mi piel sobre tu piel canela
Si estamos distanciados, mi alma se congela
Pareja perfecta de telenovela somos tú y yo, oh, oh, oh

Después del concierto dado, decidió ir a ver a su nueva amiga al día siguiente, cosa que al no haber tenido su número telefónico, decidió ir a la cafetería nuevamente muy temprano (aunque estaba nublado de nuevo en esa parte de Gran Bretaña).

Tras preguntar a la chica que era amiga de "Canela", siguió las indicaciones que esta le había dicho (como recompensa se llevó un autógrafo de parte suyo). Tomo un taxi, avisando al conductor a que parte iría, y más que se le había hecho raro el no verla trabajar ahí nuevamente.

Bajo del taxi al llegar al lugar indicado. Era una casa enorme, cosa que hasta el le sorprendió en donde vivía. Era un color azul celeste el acabado de afuera, había un ligero camino de losetas de cemento en esta para ir a la puerta. Generalmente se tocaba el timbre, en la casa no había, más que toco la puerta con mucha cortesía.

Solo se escucharon gritos de adentro. Eso preocupo a Emerson: ¿era su pareja? ¿vivía con una persona mala para ella? ¿Era un imbecil que no sabía respetarla? Muchas dudas surgieron en su mente.

—¡... callate, imbecil! ¡Solo puedes pagar con lo poco que te llega los bienes de aquí, yo soy la idiota que te tiene que mantener porque mamá ya no quiso verte! —bufo demasiado fuerte la chica; hasta que alzo la vista cuando abrió la puerta. Trago en seco y más que tenia en otra mano la sarten—. Jesús... en la madre.

Río leve el menor, recargandose en el marco de la puerta con los brazos cruzados, acomodándose las gafas de sol que traía puestas. Observando a la chica que se puso nerviosa.

—No suelo hacer estas cosas seguido, Canelita, pero me sorprende tu manera de vestir.

Solo llevando un short color negro, un top blanco, una camisa amarrada y unos tenis Converse era algo diferente para el, y más que era Reino Unido. En cambio, la azabache solo se puso una mano en la cara avergonzada por lo sucedido, acomodándose mejor su coleta.

—¡Raya, ¿puedes volver por favor?! ¡Podrías ir a la fama muy...! —se trataba de un anciano muy grande, demasiado fuerte y marcado, claro esta que usaba un traje liso y miro al chico curioso—. Buenas tardes, ¿quién eres y que haces con mi hija?

—Papá —hablo la chica riendo nerviosa, hasta por primera vez y de manera voluntaria toco el brazo del canadiense, provocando que este solo sintiera que se erizara su piel poco a poco ante el tacto—, el es un amigo que conocí hace mucho y no se como llego aquí. En fin, el es Emerson Barrett, baterista de Palaye Royale.

—Un placer en conocerlo, tiene una hija muy hermosa y muy ruda, por cierto —dijo muy propio sonriendo al mayor.

—Ay niña, ¡¿tus modales donde están?! ¡Invitalo a pasar! Jamás me contaste de él, y claro que podría conocerlo. ¡Podría volverte famosa...! —solo se llevó que la chica le lanzara el sartén vacío.

—Solo lo...

—Con gusto me quedo, si no es molestia para usted —respondió antes de que Saraya dijera algo más, cosa que esta solo trago saliva y maldecia en su mente—. Si quiere le ayudo a cocinar.

—Gracias, me gustaría conocerle —sonrio al verlo entrar y pedir permiso—. Por aquí, pase.

Saraya al ver a ambos hablando muy propios de "usted", ella solo se golpeó ligeramente la frente y trató de no perder la cordura. Más su pregunta era: ¿qué demonios hacía ahí y como lo supo en si?

Tras acabaron de realizar la comida, Raya solo acababa de hacer cuentas de lo que sabía, obviamente escuchaba la platica de su padre y su nuevo amigo. Esta solo se limitaba a comer de su plato con calma, ignorando casi la mayor parte de la conversación hasta que llego el tema...

—¿Porque hacerla famosa? —pregunto curioso el baterista—. A veces no es bueno, y claro esta, la avaricia no es muy buena en varias circunstancias.

—Mi Saraya tiene mucho talento para ser luchadora como su padre —se dijo así mismo sonriendo apliamente—. Yo fui uno en la WWE, y fue lo mejor en esos tiempos. Recuerdo la primer lucha de mi hija...

—De ahí vio que tenía el don —hablo por lo bajo la mencionada comiendo—. Mi madre es bailarina profesional, y yo una persona normal que busca una vida normal.

El baterista escuchó esto y se interesó más en ese punto.

—¿A que te refieres con normal? —pregunto el padre—. Y más que me preparo por si hoy me llaman de nuevo.

—Fuiste despedido por razones que no se, pero jamás te volverán a llamar y aún te pagan por repeticiones que ponen de nuevo —hablo con mucha seriedad mirando a su padre—. No seguiré tus pasos, quiero tener una vida algo alejada de las cámaras, lejos de la fama. No quiero ser tu o mamá. Termine, gracias por ayudar Eme.

La chica se levantó de forma brusca de la mesa, dejando sus trastes en el lavavajillas, lavandolos con "suavidad", ignorando mejor la platica de nuevo.

—¿Siempre ha sido así? —interrogó el chico ensombrerado con curiosidad.

—Si, desde que ella era una niña. Fue apartada y excluida, pero en si, se llegaba a defender siempre... esa es una historia que luego ella te contara.

Emerson solo miraba a la chica después de dicho comentario: ¿cuánto habrá sufrido la dulce Canela para tener esa actitud?

Después de algunas horas, ambos chicos se encontraban en un parque relajándose un poco (y más que Raya se ofreció a llevar a su hotel al contrario). Ambos miraban sus teléfonos, aunque en si, el chico decidió pedirle su número, cosa que obtuvo muy difícilmente.

Saraya miraba demasiado a los niños jugar, cosa que suspiro un poco.

—Canela, quería hacerte una pregunta respecto a un tema que me llamo la atención —dijo con decisión el chico mirándola—. ¿Porqué eres así con una actitud muy dura?

—¿Es normal que te excluyan por tus raíces en este país? En algunas partes de aquí, si y lo pase un tiempo en Jardín de niños para que después quieran pasarse de listos contigo y vayas con tu padre para que te enseñe a defenderte. Lo haces, terminas haciendo que media escuela te respete y te tenga miedo para no hablarte, quedas solo y ¡sorpresa! Te mudas a otro país donde acabas en lo mismo posiblemente en primaria y secundaria. Terminas en la Universidad en tu país latino que más quieres, y te enteras que tienes que ayudar a tu padre sobrio en apuestas y demás que ni siquiera puede mantenerse —se llevo una mano al haber hablando tan duro y sin mirar al contrario—. He estado sola casi mayor parte de mi vida. Aquí no he hecho muy buenos amigos que digamos, Kate ni cuenta, solo somos compañeras. En Latinoamérica he hecho varios, pero simplemente muchos se alejan... en fin, ya lo sabes, pediré un taxi.

Se levantó de la banca de metal, y camino en dirección a la carretera, pero el baterista la detuvo antes de eso. La atrajo a el y la abrazo fuertemente.

—No estas sola y no lo estarás de nuevo —acaricio su pelo levemente, haciendo que la chica entrara en confianza cada vez más, y esta correspondiera al abrazo—. Ninguna persona lo merece, y quiero creer que tu no lo mereces. Defendiste a una chica de un modo asombroso, tienes mi respeto, Canela.

Saraya sonrió y lo soltó levemente. Simplemente sabía que ahora tenía un nuevo amigo.

Acércate y bésame la boca
Que a mí me provoca, no dejarte escapar
Anímate y mientras me tocas
Vuélvete loca como las olas de el mar

Mis manos en tu cuerpo
Tu cuerpo entre mis manos
Tocándote como plano
Me visto por si nos vamos

Se podría decir que después de varios meses (en resumen de todo), la amistad de Emerson con Saraya había crecido demasiado después. No había día que no hablaran o se marcaran mutuamente.

Generalmente hablaban de demasiadas cosas, aunque la chica estudiara Bioquimica lejos de el, simplemente estaba muy alegre de que la tuviera cerca suyo. Y más que el le contó acerca de el nuevo álbum que el y sus hermanos tenían en mente, cosa que ella simplemente lo apoyaba y había ocasiones en el que los ayudará.

No había día que Remington o Sebastian molestaran al más pequeño por su nueva amiga, y más cuando estaban en video llamadas.

—¿Que tal tu tarea, esclava de la reforma educativa? —interrogo el canadiense mirando a su amiga a través de su telefono.

—¿Qué esperabas? Al menos yo si quiero una carrera y ser la siguiente Marie Curie —contesto riendo—. Que mis ojeras no sean en vano... ¡a ver mis ojeras!

Esto último hizo que se viera en la cámara de su computadora más de cerca, haciendo que el chico riera fuertemente al ver las expresiones que hacía la chica al verse.

—Canela, eres hermosa aún así con ojeras o no —dijo sincero este mostrando su típica sonrisa con hoyuelos en sus mejillas.

—Pero eso es que no he dormido en días, pero al menos ya casi acabe el semestre de lo que más me gusta —suspiro sonriendo.

—¡Emerson, ven a verme, te espero aquí! —se escucho de fondo la voz de Remington intentando hacer su voz parecida a la de la chica latina, y esta claro que se asomó sonriente—. ¡Hola Ray!

—Hola Rem, ¿qué tal tu día? —respondió riendo al ver la cara de Emerson mirando a su hermano mayor con algo de seriedad.

—Esta lloviendo por acá, Ray, pero alguien no ha parado de hablar de lo emocionada que esperas el álbum —sonrio haciendo que el menor solo pensaba que no lo pusiera en vergüenza, y la chica reía.

—Pues espero demasiado y que me sorprendan más de lo que espero. Me saludas a Sebastian cuando llegue de hacer sus respectivos asuntos con su novia. Saludos también a su madre, díganle que la quiero mucho.

—Ray, está será tu casa, siempre y cuando te cases con Emerson —esto último hizo que la chica riera un poco, pero se escuchó un grito de su madre de fondo diciendo '¡Eso mero! ¡Son el uno para el otro!', mientras que el chico reía igual, pero intentaba que no descubrieran su secreto—. En fin, te veré en unas horas para que analices el álbum.

La chica de cabellos azabache solo reía al ver a los hermanos Kropp medio discutir entre bromas, mientras acababa de hacer su tarea. En eso, sin darse cuenta que aún estaba en la video llamada, puso música, cosa que le llamó la atención la canción que sonaba, pero no presto atención a la discusión aún así.

—Canela —esa voz grave y suave le hizo salir de sus pensamientos—, ¿que canción es? Sabes que soy el más curioso de los tres.

Saraya termino contándole acerca del género del rap mexicano a su amigo, más esa canción: Canela, de uno de sus raperos favoritos.

Aún así, al día siguiente que de nuevo la azabache no durmió nada, terminó llegando a su casa después de una gran tarde de escuela, celebración de fin de semestre en la casa de uno de sus amigos de el semestre aprobado con notas buenas, termino durmiendo en su recámara demasiado, lo merecido que ya necesitaba después de tantos días. Solo tenía un short puesto y una playera negra puesta, con unas botas y unas medias de red puestas. Claro esta que solo se desmaquillo, no le importo el con que dormiría, solo quería estar en su cama en brazos de Morfeo.

La mañana siguiente, despertó levemente y tranquila (y eso que se durmió desde las ocho del día anterios), pero alguien había acariciado su pelo con suavidad.

Al abrir los ojos, se impresiono al ver quien era: su amigo canadiense quien le mostró una enorme sonrisa de saludo.

—¿Barrett? —parpadeo levemente y lo miro sorprendida—. ¿Qué haces aquí? Y, ¿quién te dejó entrar?

—Vine a verte, porque mis hermanos quisieron...

—No quiero excusas —hablo con seriedad la chica poniéndose una mano en su frente.

Emerson tomó aire y habló:

—Quería ver de nuevo en persona esa carita de piel Morena que tanto extrañé.

Saraya impresionada, desvió la mirada sintiéndose querida de otra manera. Una manera que comprendía, pero ¿el sentia lo mismo después de varios meses?

—Y tu madre me dejó entrar —cambio de tema al instante al ver el silencio que había provocado. La esencia a vainilla lo traía demasiado loco por ella, el mismo hedor que pudo presenciar cuando estuvo en Londres con ella—. Pero he de admitir, Canelita, que me quiere aquí. Me cae bien tu madre.

—Así es ella —sonrio de lado sentándose en su cama, pero Emerson miraba a su alrededor curioso—. ¿Qué? ¿Esperabas ver pósters de Justin Bieber, One Direction o algo relacionado al Pop, con paredes pintadas con colores pastel? ¿Hasta ver peluches como osos, Stitch's, o alguna así?

—Eres más gótica de lo que pensé, pero esos dinosaurios me tientan —señaló mirando el estante de juguetes y libros de dinosaurio—. Alguien realmente quiere que Jurassic Park se haga.

—Una palabra de esto y te mato arrancando tus pelotas —advirtió señalandolo con su dedo índice—. Completos.

Barrett solo río un poco y se levantó de la cama, que no estaba destendida, pero miraba las fotos colgadas en la pared gris junto al tocador de la chica.

La azabache solo se estiró un poco haciendo tronar sus huesos, hasta bostezar un poco. Se alegraba por tener a un amigo como el baterista: demasiado sencillo, no le interesaba el estado de los demás en su vestir, solo que estuvieran bien emocionalmente; muy lindo y gentil en muchos sentidos, caballeroso, y claro esta, también tenía su lado de desorden.

—Canela, ¿quién es este chico que te besa la mejilla? —preguntó señalando una foto. Era ella sonriendo, mientras un chico la tomaba de la cintura y besaba su mejilla—. ¿Debería preocuparme?

—¡Ah, eso! Es mi ex novio, ahora solo somos buenos amigos —sonrio sin tomarle importancia alguna a la foto levantándose con una flojera—. Nada malo, solamente que cortamos por falta de amor y así, cosas de ese estilo. Solo somos amigos y ya... ¿estás celoso?

—¿Porqué debería de ponerme asi?

—¡Ay vamos! Se que no muchos se encelan, pero cuando ven a lo que una mujer le gusto o con lo que estuvo, se puede decir que se ponen en ese estado pensando en que son mejor que el o tienden a ponerse tristes ante lo sucedido —toco la nariz del contrario levemente con su índice sonriendo—. Ya que no se por cuanto te quedarás, ¿te parece si hoy salimos a la obra que habrá en el auditorio nacional? No sé de qué sea, y estarán en remate los boletos. Es para una tarea.

El baterista sonrió negando la cabeza y con gusto acepto la oferta de la chica, llevándose un abrazo de su parte.

—Ahora baja, que mi madre no tardará en gritar que no esté haciendo cosas... tu sabrás, no es necesario repetirlas.

Lo armo por si fumamos
Dinero por si logramos
Compaginar, por fin
Y en el cielo aterrizamos

Y wah-yo-yo-yoi, tengo buena intención
Quiero despertar contigo mañana
Wah-yoi, wah-yoi, tengo la sensación
Que voló mi inspiración por una mexicana

Tras acabar temprano la obra, eran alrededor de las seis. Ambos amigos estaban riendo, caminando parte de la zona, caminaban mucho sin importar que, era obvio que algunos fans se acercaban al reconocerlo, cosa que al baterista le gustaba la idea de estar con ellos, convivir más a fondo y así, pero estaba con Saraya y quería decirle de una vez que era lo que le atormentaba hace días o semanas atrás, perdió la cuenta desde que vio a Saraya dormida en persona.

Los fans comprendían la situación al ver a la chica hacerse a un lado o tomarles la foto, y más que el azabache estaba soltero hace tiempo atrás. Al ver a un chica como lo era Saraya, solo reían nerviosos entusiasmados y agradecían el tiempo del hermano menor de los Kropp.

Se sentaron un momento a ver un pequeño lago donde se encontraban. Observaban con atención a lo patos nadar en este de manera tranquila con sus crías, mientras escuchaban el sonido de las personas pasar por sus rumbos.

Saraya suspiro aburrida, acomodando su vestido negro. Llevaba un sombrero negro, unas botas vino ligeras y medias de red.

—¿Canelita, en serio te aburriste?

—No soy Canela.

—Tu piel de canela es preciosa, de ahí te dije Canela. Solo yo lo haré.

—Solo me da flojera si empiezas de toxico —le mostro una sonrisa retadora al canadiense—. Así que bajale un poco a tu drama, si no quieres que me vaya y te deje aquí. Nadie te robara ese apodo.

—¿Como te decía tu ex? —pregunto curioso poniendo su cabeza en los muslo de la chica, y su sombrero recargando en su pecho, dejando ver se cabello azabache y parte de su frente.

—Raya, Saraya baby, Paige que no era Paige, loca, y una infinidad de apodos cursis —río levemente—. Cosa que yo no hacía.

—Eres la persona menos cursi que he conocido —admitió Emerson mirando el cielo sin expresión alguna en su rostro.

—Gracias, lo se —respondió esta aunque lo miro de nuevo—. Estas frenton y amo tu cabello sedoso, maldito sombrerero.

—Ya lo se —río ante su comentario de la chica—. Pero al menos ya comprendí como es tu manera de dar afecto.

Toco la mejilla de Saraya levemente, haciendo que esta lo mirara con curiosidad.

—Canela, piel morena y latina. Eres demasiado preciosa, como igual serás la gran cosa para mi —dicho esto, la azabache solo se sorprendió ante lo dicho—. Creo que puedes comprender lo que intento decir.

La azabache solo desvió la mirada.

—Mi graduación es en unos días, ¿vendrás o regreso con mi ex? Y cuando hablo de que vengas, no es precisamente que vengas como mi amigo —hizo una pausa leve, sintiendo como Emerson se levantaba de sus muslos y se sentaba de nuevo en donde estaba junto a ella—. Comprendere si no puedes...

—¿Quien dijo que no me gustaría ir? —tomo la mano de la chica sonriente, acariciando esta con su pulgar, recostandose en el hombro de la chica sonriente—. Es la declaración más rara que he tenido, pero acepto, Canela.

Saraya al tener emoción dentro suyo y no podía explotar esta misma, provocó que se midiera levemente su labio. Sin embargo, Emerson no se quedaría con las ganas de probar sus labios.

Se acomodó mejor, quitando su cabeza del hombro de la chica. Antes de que hiciera algún movimiento, la azabache no se aguantó y ella fue la que se volteó y lo besó. A pesar de que sus impulsos la traicionaron un poco, este sonrió en sus adentros, tomando a la chica de su mentón, atrayendola a el para disfrutar más de aquel beso comprometedor.

Uoh, oh, oh, vuela el aroma de mi piel sobre tu piel canela
Si estamos distanciados, mi alma se congela
Pareja perfecta de telenovela somos tú y yo, oh, oh, oh

Uoh, oh, oh, vuela el aroma de mi piel sobre tu piel canela
Si estamos distanciados, mi alma se congela
Pareja perfecta de telenovela somos tú y yo, oh, oh, oh

Tiempo después, se encontraban en una presentación de una premiación (eran nada más que los Billboard Music Awards. Los chicos ya habían acabado, pero aún así sonrio al verla sentada junto a su madre conviviendo.

La madre reia demasiado, mientras la chica hablaba de alguna cosa que le habría sucedido o parecido.

—Al fin son novios, los felicito —dijo su hermano mayor, Sebastian mirando la escena y a su hermano—. No sé cómo le hiciste, pero te sacaste un gran partido para ti hermano.

—Gracias, hermano, aunque sigo preguntandome: ¿cómo es que lo hizo? ¿Como me eligió?

—El amor hace cosas inimaginables —respondio el contrario—. Ella es una chica muy opuesta a ti. Creo que deberías enorgullecerte, no todos podemos tener una relación así con un opuesto a nosotros.

Emerson miro a la chica de nuevo, quien se acababa de tomar una foto con su suegra. También sonrió al ver como a esta no le interesaba que la reconocieran por ser solo su novia, sino más por las innovaciones que había hecho.

Todo había empezado desde aquella obra de teatro, simplemente por su interés hacia su tes tan hermosa que a él le parecía en dichos momentos hasta actualmente.

—Lo estoy, también de ella. Es Canela de quien hablamos. Mi dulce Canela, de piel morena y hermosa que tanto me encantó. Saraya, pero me gusta más como Canela. Jamás olvidaré el día que la conocí, y jamás olvidaré que desde ese día, nunca me imaginé estar a su lado como hoy. Siento mucho por ella... la amo demasiado.

Oye, morena, baila si-
Oye, morena, piel canela
Oye, morena, baila si-
Oye, morena, piel canela

Solo se sabe que esa noche después de la premiación, bailaron bajo las estrellas y la luna gigante, alumbrando su camino.

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