Se sorprendió cuando fue recibido por un fuerte aroma dulce y chocolatoso. Se adentró más y descubrió que aquel tentador olor provenía de la cocina, su novia recién sacaba las galletas del horno y cuando se volteó la impresión casi le hacían tirar toda la bandeja.

─¡Sunghoon, amor hola! Me tomaste por sorpresa, no te escuché llegar. ─saludó la menor dejando las galletas encima del mesón y quitándose el guante antes de correr a recibir con mejor acogida a su pareja.

Ambos se besaron. Sunghoon creyó que Yuna había superado la vergüenza que le hizo pasar ayer y la tomó por la cintura, pegándola aún más a su cuerpo e intensificando levemente el beso.

Shin no se estaba dando cuenta pero la mayor ya estaba dando pie a su plan. De todas formas, aunque fuera la primera vez que sus besos toman un rumbo más fuerte no se separó, en su lugar, correspondió enrollando sus brazos alrededor del cuello contrario.

Al cabo de unos segundos, la falta de aire los consumió obligándolos a separarse.

El respirar agitado de Yuna resonó en los oídos de Sunghoon sorprendiéndolo.

Todo iba a terminar como quería solo si llevaba las cosas con calma para no asustar a su novia.

─E-estabas haciendo galletas. ─dijo buscando que la menor preste su atención en esta.

─Uh... S-sí, quería tenerte una sorpresa para cuando llegarás, y justo a tiempo, pues están calientes, como te gustan.

"Calientes... Como me gustan" Su mente ya comenzaba a jugar con él.

─¡Mmh! ¡Suena delicioso! Vamos a comerlas, me muro por probar... las ─fue un poco cortante y ambos se adentraron a la cocina.