Capítulo Décimo Primero

Helery

Mi cabeza daba vueltas y no llegaba a nada, pareciera que esa parte de mi memoria se había borrado por completo, pequeñas partes llegaban a mi cabeza haciendo que me perdiera más, "ojos azules" eso era la único que recordaba de la noche anterior, maldición, sí tan solo Sammer no me hubiera obligado a ir, probablemente seguiría con mi vagina intacta y con mis recuerdos estables. Debía hacer algo para encontrar a ese chico antes de que alguien más se enterara y mi reputación quedara peor que la de Ariel, a parte de que podía ser uno de esos hombres que les gusta hablar mal de las mujeres.

Maldición Helery ¿En qué lío de has metido?

Tenía mi rostro tapado con una almohada, mañana debía volver a estudiar y no quería verle la cara a nadie, me sentía avergonzada, aparte de que en la noche debía ir a trabajar ya que habían pasado días en los que no había ido, tenía miedo de ser despedida antes de tiempo. Odiaba el hecho de hubiera cometido semejante estupidez por un mal de amores, por haber caído tan bajo al oír las palabras hirientes de Ariel, solo yo era la culpable y de ésta no me salvaría tan fácil.

—Toma —musitó entregándome una pastilla para el dolor—, para la próxima no te metas con un semental —bromeó.

—No es gracioso —bufé tomando la pastilla—. Todo es tu culpa, yo no quería ir.

—Ah no, yo te dije que fueras, no que tomarás y te acostarás con un desconocido que tenía semejante amigo —rió, pero yo solo agaché la cabeza totalmente apenada— ¿Dije algo malo?

—No tomé por gusto, ni tampoco me acosté con un desconocido porque sí, Ariel y Hazza se encargaron de amargarme la noche y solo encontré refugio en el trago y ese chico —confesé sin emoción.

—Lo lamento —suspiró sacando una lista con nombres. Yo la miré sin entender nada—. Estos son los hombres que fueron a dicha celebración ¿Recuerdas algo físico de aquel chico?

—Solo recuerdo que tenía ojos azules —musité viendo la lista—. Los únicos con ojos azules son: Afnun, Samuel, Iker, Kayler, Mariano y Jimmy.

Sammer y yo nos pusimos de acuerdo para empezar el plan planificado, debía buscar a cada uno de los chicos mencionados y verificar quién de ellos era el chico misterioso, solo recordaba esos hermosos ojos azules, claro, también su gran atributo que me dejó adolorida, allí estaba la clave, debía ir de hombre en hombre mirando braguetas para saber quién era merecedor de tremendo miembro, pero debía ser discreta o armaría un problema bochornoso por nada.

Día Lunes, el peor día de la semana, el plan comenzaba hoy, el primer chico sería Afnun; 23 años, cabello mono lacio, ojos azules y una gran personalidad, el chico perfecto para las amantes de la belleza. La primera hora por suerte, me tocaba con él, así que esa sería mi oportunidad. Mientras camina hacia mi respectivo salón, Hazza trató de hablar conmigo en varias ocaciones, pero yo solo lo ignoraba, no me iba a volver a ver la cara de idiota. Al fin había llegado al salón, me las ingenie para sentarme a su lado y poder llevar a cabo mi misión.

—Hola —saludé con una sonrisa algo apenada.

—Eh hola ¿Te conozco? —cuestionó. Claro, se me había olvidado lo invisible que soy.

—Hemos estudiado juntos siempre. —me miró sorprendido mientras yo trataba de mirarle su paquete.

—Perdón, creo que no me fijo mucho en las personas —racó su nuca.

La clase había dado comienzo, era aburrida y difícil, no entendía absolutamente nada, durante la clase sentía la mirada de Hazza y de Ariel encima de mí ¿Cual era su problema? Ya era hora de que me dejaran en paz ¿No les bastaba con todo lo que me habían hecho? Definitivamente eran unos sinvergüenzas. La hora había dado por concluido, me levanté para salir de allí pero resbalé con algo y me sostuve de lo primero que encontré, el miembro de Afnun ¿El miembro de Afnun? ¡Mierda!

—¿Disfrutando el momento Helery? —la voz de Ariel hizo que mi sangre se calentará mientras los demás se reían.

—Claro mi querida Ariel —me levanté con ayuda de Afnun quién tenía sus mejillas sonrojadas —¿No vez que aprendí de la más puta de la universidad? Tú Ariel, sabes más de esas cosas que yo ¿No es así?

Cogí mis cosas y salí de ahí, veía como Ariel estaba totalmente roja por la ira que empezaba a crecer dentro de ella -punto para mí-, aparte de que había descubierto algo, Afnun no era mi chico misterioso, así que la búsqueda continuaba y quién sabe hasta cuándo sería así.

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