Lecuim

Ya estaba cansado, estaba harto de tener que irme y dejarla, de tener que huir por miedo a que ella me vea transformándome, desde el lugar donde me encontraba, oculto en las penumbras, con garras y bigotes, podía ver las gotas brillantes que bajaban por sus mejillas y se perdían en su cuello, entendía muy bien esas lágrimas que yacían de su interior, se sentía utilizada, creyendo que yo huía de cualquier cargo o tan solo, que la quería para follarmela, cuanto me gustaría decirle que era más que una chica para una noche, que un sentimiento estaba naciendo en mi interior, pero lastimosamente no podía, ella no era para mí, pero deseaba que lo fuera.

Tenía que terminar con esto de una vez, tenía que hablar con esa bruja y terminar con ésta estúpida y horrible maldición, había entendido la lección, había entendido que todos somos seres humanos y debemos tratarnos con respeto, que nadie es más que nadie, ahora comprendía todo, con esa aura tan energética que trasmitía esa chica tan hermosa, me hizo entender que en mis vidas pasadas, había tenido como esposa a la mujer equivocada, vuelvo y lo digo, deseaba que ella fuera para mí. Me alejé del lugar, caminando en mis cuatro patas peludas, subí a una gran colina donde entre las nubes, aún se podía observar, la Luna llena, donde podía volver a ser humano, una vez más.

—¡Mierda! —exclamé con furia mientras lanzaba un golpe al suelo— ¡¿Cuánto más durará ésto?!

—Veo que ya estás harto de ser un simple gato —musitó con burla—. Déjame recordarte que fue tu culpa.

—Sí, pero ya aprendí la lección. —dije cansino, pero ella solo rió— ¿Qué es tan gracioso?

—No será más bien, que has encontrado a una chica que enamoró tu corazón —no era una pregunta, lo estaba afirmando, pero aún así contesté en negación, sí ella sabía de la existencia de Helery, la iba a lastimar.

—No digas tonterías bruja, quítame ésta maldición —mascullé harto.

—No —negó moviendo su dedo de un lado a otro—. Y te aconsejo que te alejes de esa chica, tu deber es estar con Ariel ¿Lo has olvidado?

—¡Ya basta! —grité con todas mis fuerzas—. Ariel no es la chica que yo conocía, de la que yo me enamoré en vidas pasadas.

—No te preocupes, yo haré que te recuerde, verás que todo será igual. —sonrió.

—¡No! —grité nuevamente sintiendo la furia brotar por mis poros.

—¡Cállate hijo de la Luna! Seguirás convertido en gato hasta que aceptes tu destino, ese será el pago, por tu estúpida ambición y ego.

Un humo negro apareció de la nada, llevándose a la bruja que destrozó mi alma, tal vez ella tenía razón, debía alejarme de Helery, ella no estaba hecha para mí, mi destino era estar con Ariel, ella había sido mi esposa durante todas mis vidas pasadas ¿Pero por qué había cambiado tanto? ¿Qué pasó con su ternura, calidez y amabilidad? ¿Por qué encuentro en Helery lo que perdí en Ariel? Todo me daba vueltas, debía tomar una decisión, debía dejar a Helery, así mi corazón se partiera en mil pedazos... Adiós mi pequeña, es lo mejor.

😭😭😭