Capitulo 11 Kakashi, en problemas...


"...Cometí errores que espero corregir...solo que no esperaba lo que pasaría..."

Ella no sabia que hacer, si abrazarlo o darle un beso o un simple saludo de manos, sus mejillas se tornaban rojas, su esposo no había cambiado nada en lo absoluto, a pesar de los diez años que habian pasado, parecía que se había vuelto mas atractivo-¿atractivo?-pensó aun mas acongojada -¿de verdad pensaba eso? pero...no había pensado así cuando era pequeña ¿acaso era por su edad?, aunque pro primera vez en su vida se sentía afortunada, su esposo era bastante guapo y ahora lo sabia gracias a su crecimiento, él por su parte deseaba abrazarla con fuerza, como cuando era una niña, e iba hacerlo, pero la culpabilidad del pasado la detuvo, ¿Cómo podría ser un descarado? ¿fingir que nada paso? ¿confesarle o no? Solo así podría ser feliz con ella, pero ¿basarse en mentiras para siempre?-¡muchas personas eran infieles a sus parejas! ¡además ella tenia 12 años!

Sin mas tomo su mano con delicadeza para llevarla a sus labios besando su dorso, haciéndola ruborizar al extremo, mirándole con un brillo en sus ojos ¿Cómo ser capaz de romper su corazón? ¿alguien tan puro como ella?, tomando su mano para salir en dirección a su hogar, donde le esperaban no solo las filas de soldados esperando el saludo oficial, si no que también, los candidatos para su esposa

Días anteriores...

-¡padre!-Hinata reverencio ante su progenitor, quien esperaba en la sala principal del palacio, este le miro con un toque de indiferencia, solo asintiendo con la cabeza, no hubo una palabra de orgullo, ni si quiera que había tenido un buen gusto en la decoración de su casa, o los atuendos esplendidos que vestía, nada, solo el absoluto silencio -¿gusta una taza de té?

-si, por favor

-Elda, por favor llega el té al jardín-la sirvienta asintió ante la petición, para retirarse con una reverencia, mientras que Hinata guiaba a su progenitor hacia el jardín, trataba de actuar como una verdadera dama ante él, al menos para que él se sintiera orgulloso de ella de alguna forma, pero tampoco hubo nada, una vez en allí mientras que las sirvientas servían todo frente a ellos, él decidió inicial la conversación

-me han informado que tu esposo, regresara victorioso de la guerra

-si, han pasado diez años, esperaba que fueran menos, la diplomacia tardo en dar sus resultados

-quizás porque tu lo iniciaste, las mujeres son tienen mucho poderío en la aristocracia

-lo sé...-dijo bajamente-¿tiene algo que decirme además de eso?

-me estas levantando la voz-le reclamo frunciendo el ceño-tal vez sea mucho tiempo en que estés sola y olvidas tu lugar...

-lo...siento...-pronuncio con inseguridad

-sabes que tu estatus aquí es muy frágil, en cualquier momento terminas siendo una divorciada

-¿Qué? yo...

-embarázate-sentencio su progenitor-asegúrate de embarazarte apenas tu marido llegue aquí-aquellas palabras la hicieron sentir aun mas terrible de lo que se sentía- solo así tu marido no se divorciara de ti y mantendrás ese estatus de vida o de lo contario regresaras a casa como una mujer desechada y una vergüenza para la familia ¿eso quieres?

-no...padre...

-asegúrate de tener un heredero-siguió- con lo inútil que eres no tienes otra opción

-...

-y que sea el primogénito de la familia, además tu marido puede tener muchas amantes y tu no puedes reclamarle, si no le satisfaces en la cama no tienes mucha opción de reclamar

-disculpen...-interrumpió Tsunade con una reverencia- mi señora, tengo unos informes que llegaron de la guerra

-¿Qué?-dijo poniéndose de pie-me disculpa padre, tengo asuntos que atender, Marina le acompañara a la salida, su padre no mostro expresión alguna para retirarse, mientras que ambas mujeres se encontraban en el pasillo caminando hacia la oficina -¿Qué asunto sucedió?-le pregunto a la rubia

-no paso nada, solo quería sacarte de ahí –le explico, haciendo que ella se diera cuenta de lo que estaba pasando Tsunade había escuchado todo-¿Cómo tu padre te dijo esas cosas?

-yo...yo...-su mentón temblaba a punto de llorar, brotando las lagrimas de sus ojos, las cuales corrían por sus mejillas-estoy bien...solo quiero ir a mi habitación un momento ¿si?- le respondio fingiendo una sonrisa secándose las lagrimas de su rostro

-pero mi señora...

-quiero ir sola...-respondio sin mirarle para caminar rápidamente hacia su habitación, cerrando la puerta dejándose caer al suelo y romper en llanto de una vez por todas

Presente...

Hinata estaba mas tensa que una viga de hierro, incluso el peli gris sentía la tensión a través de sus manos, mientras llegaban al palacio

-¿Qué sucede?-le pregunto él desprevenido

-yo...na...nada...-respondio desviando la mirada ruborizada

-espero que me cuentes todo lo que ha pasado con nuestro hogar en este tiempo que estuve lejos

-¿nuestro hogar?-pregunto sorprendida y algo sobresaltada

-si-contesto obvio-eres mi esposa ¿no?-ella asintió sintiéndose mejor de aquel recuerdo amargo que inundaba su mente-esta casa es nuestra

-si...si...

-¡¡capitán!!! –un grito escandaloso se dejo escuchar en el ambiente, saludándolo abiertamente mientras se acercaban, mientras que Kakashi solo quería hacer un agujero y enterrarse en él, ¿Por qué les había hecho semejante propuesta?, la mayoría de los soldados curiosos se acercaron a la pareja principal de la casa, admirando la belleza sin igual de la esposa de su capitán mirándole de manera descarada

...es hermosa...

...un ángel...

...diosa...

.sin duda una princesa...

Hinata a diferencia de su esposo, no escuchaba en lo absoluto los comentarios de los soldados que tan solo con observarla había cautivado mas de un corazón, mientras que Kakashi estaba hecho un demonio al ver como descaradamente se fijaban en su esposa

-¿así que usted es la esposa de nuestro capitán?-pregunto uno de ellos recibiendo un golpe en la cabeza

-eso es de mala educación, Naruto –respondio un joven peli negro

-¿Qué? ¿Por qué Shikamaru? Es la esposa de nuestro capitán ¿no?

-tu nunca entiendes ¿verdad?-menciono con resignación

-eres un idiota-dijo otro detrás de él

-¿Qué dices Sasuke?

-la verdad?

-eso no se le dice a la dama de la casa

-¿tu también Gaara?

-si- carraspeó el peli gris-ella es mi esposa, Hinata Hyuga

-mu...mucho gusto en conocerlos...-les dio una leve reverencia

-¡wow! Si que usted es muy hermosa ¿Por qué me miras así Gaara?

-deja de decir estupideces Kankuro- respondio el peli rojo

-eh...pues...espero que les guste la recepción que he realizado para ustedes-respondio la oji perla de manera amable cautivando hasta al mas serio, dejando un brillo extraño en su andar que todos parecían seguir, sin embargo, la atmosfera de su esposo era el mismo infierno, haciendo mas de alguno temblar

La recepción fue todo un éxito, las sirvientas servían a los gloriosos héroes de la guerra, mientras que Hinata había invitado a algunas damas aristócratas para hacerle compañía y sentirse incomoda al ambiente masculino que se vivía en el momento, aceptando todas con gusto, distraía la joven dama se aventuro a caminar un poco a solas en los pasillos, y allí se hacían presentes las palabras de su padre

...un heredero...

Aquellas palabras hacían ruborizar al máximo ¿Cómo esta misma noche hacerlo?, ni si quiera se habian dado un beso para meterlo dentro de las sabanas de su cama

-¡mi señora!-Marina se adelanto hasta a donde se encontraba ella -¿quiere que prepare todo para esta noche?

-¿Qué?¿esta noche?

-si-afirmo-supongo que usted quiera a estar a solas con su marido después de 10 largos años-pronuncio con naturalidad, mientras el rostro de Hinata no tenia comparación

-si...si...alista todo por favor

-¡si!-exclamo con una voz picaresca-será perfecto, lo prometo-prometió mientras salio de su vista con una estela de polvo dejado detrás de ella

-Marina...-poso sus manos hacia sus mejillas al sentirlas arder-¿Por qué me dice eso?

-eres un idiota-escucho cerca, indagando en la curiosidad

-lo se soy un idiota ¿Cómo se me ocurre?-le respondio reconociendo la voz enseguida ¿Kakashi...?- se asomo a la puerta entre abierta, encontrándolo con un hombre peli negro de la misma edad que él y vestimentas muy escandalosas

-eso te pasa por serle infiel a tu esposa

-¿Qué?...-exclamo cubriéndose la boca con ambas manos

-si, le fui infiel pero...-no quiso escuchar mas, para salir corriendo por los pasillos ¿Cómo reclamarle? Su padre le había dicho que él podría tener amantes, pero su corazón le dolía ¿y si le pide el divorcio? ¿y si tiene que dejar su hogar? ¿Por qué no le dice la verdad y terminan con acuerdos conyugales pacíficos?- solo...esperare que me diga la verdad, no puedo reclamarle...no soy nadie...

-mi señora-ella levanto la vista encontrándose con una cabellera rojiza mirándole fijamente-me presento, soy Sabaku no Gaara, un gusto en conocerla

-el gusto es mío, lord Gaara...-respondio con timidez, sin embargo, la hizo pensar en una cosa, él o uno de ellos, podía ser su escapatoria, si bien seria una próxima divorciada, podía escapar a cualquier parte del mundo, y no volver a su casa, solo necesita contactos para hacerlo, que mejor los soldados de su marido, ellos podían ayudarla- se que es...algo repentino...pero...

-¿Qué?

-¿quiere escoltarme al pueblo mañana por favor?


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Holaaa espero que les haya gustado este capitulo, muchas gracias por la paciencia, mil gracias y abrazos!!!


proximamente...................................Capitulo 12 ¡Celos explosivos!

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