Capítulo 9: El Velo de la Niebla
Mientras Ganyu, Keqing y Fischl continuaban su lucha en busca de la justicia y la liberación de Liyue, en otro rincón de Teyvat, Xiao enfrentaba su propio sufrimiento en las garras del shogunato en Inazuma. Encarcelado y acusado injustamente de ser un espía de Zhongli, su vida estaba en peligro.
En lo más profundo de su desesperación, Xiao esperaba en su celda, sintiendo la opresiva presencia de la niebla que envolvía el shogunato. Cada día que pasaba, la esperanza parecía desvanecerse más, mientras se enfrentaba al tormento físico y mental.
Mientras tanto, Sara, leal seguidora de la gran Shogun Raiden, había sido informada sobre la presencia de Xiao en las celdas. Llena de dudas y sospechas, decidió confrontarlo para descubrir la verdad. Sara llegó a la celda de Xiao, su mirada fría y sus palabras llenas de desprecio.
"¿Qué tienes que decir en tu defensa, Xiao?", preguntó Sara con voz despectiva. "Todos los indicios apuntan a que eres un espía de Zhongli, y no toleraremos la traición en el shogunato".
"¿Crees que tus palabras cambiarán algo, Xiao?", espetó Sara con desdén. "Eres solo un traidor y un espía disfrazado. No hay lugar para ti en este shogunato".
Xiao se mantuvo sereno ante el desprecio de Sara, sin permitir que la ira se apoderara de él. A pesar de la injusticia que enfrentaba, su determinación se mantuvo firme.
"Sara, estás cegada por la lealtad a la Shogun", respondió Xiao con calma, sus ojos brillando con determinación. "Pero te aseguro que soy inocente. Mi única intención es liberar a Teyvat de la opresión que Zhongli ha infligido sobre nosotros".
La burla en los ojos de Sara se intensificó, y sin previo aviso, escupió con desprecio en dirección a Xiao. La saliva salpicó el suelo de la celda, una muestra descarada de su desprecio y falta de respeto hacia el prisionero.
"¿Crees que tus palabras cambiarán algo?", exclamó Sara, su voz cargada de sarcasmo. "Eres un simple insecto que se cree un héroe. No eres más que un engaño y no mereces nada más que la ejecución".
Xiao, sin embargo, no permitió que la provocación de Sara lo sacara de su camino. Mantuvo la calma y una mirada determinada, sin permitir que las palabras ofensivas lo afectaran.
"Sara, te equivocas en tus juicios", dijo Xiao con voz firme. "Si me ejecutas, solo estás perpetuando la opresión y la injusticia en este shogunato. No temas a la verdad y busca la justicia real".
La tensión en la celda era palpable, con el desprecio y la determinación chocando en el aire. Mientras Sara se retiraba de la celda con una risa despectiva, Xiao se mantuvo de pie con la cabeza en alto, sin permitir que el desprecio de Sara erosionara su espíritu.
La conversación con Sara solo fortaleció la resolución de Xiao de demostrar su inocencia y liberar a Teyvat de la opresión. Sabía que la batalla por la verdad sería ardua, pero estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío con valentía y perseverancia.
Xiao, con la mirada firme y llena de determinación, explicó su verdadera lealtad y su lucha contra la opresión de Zhongli en Liyue. Pero sus palabras cayeron en oídos sordos, y Sara, cegada por su lealtad a la Shogun, no le creyó y ordenó su ejecución pública como ejemplo para aquellos que se atrevieran a desafiar al shogunato.
La noticia de la inminente ejecución de Xiao se extendió rápidamente, despertando el temor y la indignación entre los ciudadanos de Inazuma. Mientras tanto, Zhongli continuaba con su plan de opresión y malicia, creando una gran muralla alrededor de Liyue y expandiendo su dominio sobre Teyvat.
En una escena paralela, Zhongli mostraba su verdadera naturaleza malvada. Utilizaba su poder divino para oprimir a los ciudadanos de Liyue, obligándolos a someterse a su voluntad y suprimiendo cualquier forma de resistencia. La desesperación y el miedo se apoderaban de aquellos que habían conocido a Zhongli como el antiguo Dios protector de Liyue.
Mientras tanto, Ganyu, Keqing y Fischl continuaban su valiente lucha en Liyue. Con el conocimiento adquirido de los adeptos y la espada sagrada en sus manos, se aventuraron en el corazón de la opresión, desafiando a los seguidores de Zhongli y liberando a los ciudadanos oprimidos.
En medio del caos, cuando la ejecución de Xiao estaba a punto de llevarse a cabo, un grito resonó en el aire, deteniendo a todos en su camino. Era una voz autoritaria, llena de poder y autoridad. Todos los ojos se voltearon hacia la figura que emergía entre la multitud.
Era la Arconte Electro, la gran Shogun Raiden, quien había llegado personalmente para presenciar la ejecución. Su mirada severa recorrió la escena, evaluando cada detalle. Al ver la determinación y valentía en los ojos de Xiao, la Shogun se dio cuenta de que algo no estaba en su lugar.
Con su voz firme y contundente, la Shogun proclamó la suspensión de la ejecución y ordenó una investigación exhaustiva sobre las acusaciones contra Xiao. Era evidente que había fuerzas en juego que intentaban socavar la estabilidad del shogunato y utilizarlo para sus propios fines.
Mientras tanto, Ganyu, Keqing y Fischl se enfrentaban a desafíos cada vez mayores mientras avanzaban en su lucha contra Zhongli. Con valentía y habilidad, liberaron a los ciudadanos oprimidos, uniendo a la resistencia y difundiendo la verdad sobre la verdadera naturaleza de Zhongli.
El destino de Teyvat estaba en juego, y la batalla entre la opresión y la libertad se intensificaba. Xiao, aún prisionero de la incertidumbre, confiaba en que la justicia prevalecería y que la verdad finalmente saldría a la luz.
Continuará...
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