Capítulo 11: La Canción del Alba

La batalla contra Zhongli se desató en la Ciudad Celestial, mientras los héroes luchaban con valentía y determinación. Sin embargo, la oscuridad que emanaba del antiguo dios era abrumadora y aplastante.

En medio del caos y el fragor de la batalla, Keqing y Fischl luchaban incansablemente, sus espadas y arcos chocando contra los ataques despiadados de Zhongli. Con cada movimiento, defendían la justicia y la esperanza, pero la fuerza abrumadora del dios malvado finalmente los superó.

Keqing, con su espíritu indomable, fue herida de gravedad por el impacto devastador de Zhongli. Cayó al suelo con un suspiro agónico, su mirada llena de determinación y dolor. Fischl, en medio de su propia lucha, observó impotente mientras la vida abandonaba a su amiga.

El corazón de Fischl se llenó de angustia y desesperación. Arrodillada junto a Keqing, tomó su mano con ternura mientras las lágrimas se deslizaban por su rostro. Con una voz llena de tristeza, le susurró palabras de despedida y gratitud por su valentía y amistad.

"Misericordia, Keqing. Fuiste una luz brillante en este mundo oscuro. Siempre recordaré nuestros momentos juntas y tu coraje inquebrantable. Descansa en paz ahora, mi amiga. Tu legado vivirá en nuestros corazones".

Mientras Fischl se despedía de Keqing, la batalla se intensificaba. La Shogun Raiden luchaba con todas sus fuerzas, canalizando la energía de la visión electro para enfrentar a Zhongli. Cada golpe resonaba con poder y determinación, mientras los destellos de electricidad danzaban a su alrededor.

Sin embargo, la oscuridad y la malicia de Zhongli no conocían límites. En un último acto desesperado, Zhongli lanzó un ataque feroz que superó la defensa de la Shogun. La energía maligna atravesó su cuerpo, dejándola herida y sin aliento.

La Shogun Raiden, en su último aliento, se mantuvo de pie con la cabeza en alto. Su mirada desafiante se encontró con la de Zhongli, mientras el viento soplaba suavemente, llevándose consigo el eco de su valentía y sacrificio.

En medio de la devastación y la desesperación, una figura conocida emergió en el horizonte. Era Venti, el Arconte Ameno, quien había sentido el conflicto y la tristeza que inundaban el aire. Con su presencia serena y su mirada compasiva, se acercó a la escena desgarradora.

Venti, con su voz melodiosa, habló palabras de consuelo y esperanza para aquellos que habían caído en la batalla. Su música flotaba en el aire, envolviendo a los presentes en una suave brisa de alivio y paz.

Mientras tanto, Ganyu, herida pero recuperando la conciencia, se levantó con determinación. A pesar del dolor, se unió a Venti en su lucha contra Zhongli. Su arco resonaba con la fuerza de la criomancia, lanzando flechas heladas hacia el dios malvado.

La batalla final entre Zhongli y los pocos héroes que quedaban fue épica y feroz. Ganyu, con sus ataques precisos y su coraje, demostró su valía como protectora de Liyue. Sin embargo, las heridas de su cuerpo y el peso de la tristeza amenazaban con abrumarla.

En un giro sorprendente, Ganyu se encontró cara a cara con Zhongli. El dios malvado, con su sonrisa maliciosa, lanzó un ataque final hacia ella. El dolor se intensificó, pero en ese último momento, Ganyu encontró una fuerza interior que no conocía que tenía.

Con un destello de determinación, Ganyu canalizó la energía criomántica a través de su cuerpo, creando una barrera de hielo para protegerse. El ataque de Zhongli se dispersó, y con un último aliento, Ganyu lanzó un contraataque desgarrador.

El golpe final de Ganyu hizo retroceder a Zhongli, su mirada llena de sorpresa y desesperación. La criomántica había demostrado su poder, y en ese momento, Ganyu supo que Liyue y Teyvat no estarían perdidos para siempre.

La batalla llegó a su fin, y los héroes se reunieron alrededor de los caídos. La tristeza y el dolor llenaban el aire mientras se despedían de Keqing, Fischl y la Shogun Raiden. Pero también había una chispa de esperanza, una promesa de que su sacrificio no sería en vano.

El camino hacia la paz y la justicia en Teyvat seguía siendo arduo, pero los héroes se mantendrían firmes, recordando a aquellos que habían caído y luchando por un futuro mejor. Con sus corazones llenos de determinación, continuarían la batalla, guiados por los recuerdos de los valientes que habían perdido la vida en esta lucha desgarradora.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top