El día había amanecido nublado y fresco, sobre esta planicie verdosa llena de una hierba que fácilmente podía llegar en altura al pecho de un hombre adulto. Cabalgando por este paisaje, Aaros viajaba junto a su padre y cinco hombres en busca de un peligroso animal, estaba nervioso y emocionado, pues esta seria la primera vez que su padre lo consideraba para acompañarlo en su cacería. Este era el octavo año de verano  y el sexto de vida de Aaros.

Estaban sobre esta planicie en busca de un Hrakkar, un felino de gran tamaño capaz de devorar al mas intrépido de los cazadores en tan solo unos segundos, su padre había planeado esta expedición hace dos días y marcharon de su hogar para tomar la piel de este León como un regalo de cumpleaños para su esposa. A Aaros se le ponía la piel de gallina tan solo en pensar en el gran tamaño de la bestia, claro esta no era la primera vez que el veía a un León, pero ciertamente no eran del tamaño colosal como los que había en este mundo, por que Aaros tenia recuerdos de una antigua vida en un mundo totalmente diferente y mas avanzado que el suyo. Guardo esta información para el, pues sabia que si comenzaba a divulgar sobre las cosas que vio en sus sueños nadie le creería y lo tacharían de loco, así que prefería dejarlo a un lado, guardar la información y seguir con su vida tranquila como lo había estado haciendo todos estos años.  

-Alto-Los pensamientos de Aaros fueron detenidos cuando su padre se detuvo desde su caballo, miro a los lados para luego mirar fijamente a la derecha, los cinco hombres que los acompañaban sujetaron sus lanzas nerviosamente, mientras su padre tomaba su lanza sujetada a su caballo, Aaros solo pudo ver desde su pony, la hierba no lo ayudaba a ver, pero por la situación intuía que habían encontrado a su presa...o era al revés?

Pronto y en un pestañeo uno de los hombres que nos acompañaban fue retirado del grupo, los caballos se agitaron provocando que los hombres intentaran calmarlos, pero esto dio tiempo a la bestia de tirar a otro de ellos. Padre molesto tomo su lanza y giro a su corcel para cabalgar sobre la planicie verdosa, parecía perseguir a la bestia, pero en un destello blanco fue tirado de su caballo.

-¡Padre!-Grito moviendo mi pony en dirección a donde vi a mi padre ultima vez, pero al llegar solo había un rastro de sangre, bajo del pony y tomo un pequeña lanza...Pronto escucho el gruñido de la bestia, estaba rodeándome sigilosamente, pero logre ver sus ojos amarillos relucientes, estaba furioso y...imprudente le lanzo mi lanza la cual rebota en su cuerpo. El Hrakkar ruje y se abalanza hacia mi mordiendo mi hombro y agitándome a los lados, luego me deja en el suelo, intento escapar, pero el toma mi pierna y mi arrastra nuevamente hacia el mordiendo mi lomo, se detuvo un momento, estaba preparándose para morder mi cráneo y romperlo...Pero afortunadamente una lanza se clava en su hombro, la sangre comienza a gotead y una pizca cae en mi herida abierta...Mi cuerpo reacciono diferente ante el nuevo liquito que empezó a recorrer mi sangre.

Mi padre por otro lado apareció con un fuerte grito de guerra y con un cuchillo rasgo el ojo de la bestia provocando que diera saltos hacia atrás rugiendo de dolor, los hombres asustados aparecieron y rodearon al animal picándolo con sus lanzas para provocarlo mas. Padre solo se giro un momento para verme...parecía preocupado, pero se centro en la bestia tomando mi pequeña lanza y acercándose lentamente...la bestia intento golpearlo pero uno de los hombres enterró su lanza en su pecho, padre dio el golpe final perforando su cabeza con la lanza.

Por otro lado aun seguía tumbado en el suelo, pero me sentía diferente...comencé a levantarme lentamente, Padre se percato de esto y se acerco rápidamente para mirarme, me analizo unos momentos y sin esperar me cargo, uno de los hombres acerco un caballo y padre no lo pensó se monto cargando mi cuerpo cuidadosamente.

-¡Lleven el cuerpo, quiero su piel!-Así cabalgo dejando a los hombres solos, mientras yo escuchaba, veía y olía todo con mas intensidad-Resiste pequeño, te llevare a sanar-Susurro mi padre, yo por otro lado solo vi la luz del sol, brillaba mas intensamente y pronto...fue solo oscuridad.

UNA SEMANA DESPUES

Acariciando suavemente el cabello de Aaros, una mujer pelirroja estaba a un lado de su cama cuidando de su bienestar...Esta mujer es Allys Reyne ultima descendiente de los señores de Castamere y madre del pequeño en la cama.

Ella había logra escapar de la purga, lo que los bardos denominan las lluvias de Castamere, todo gracias a un caballero jurado de su casa que la traslado a Essos con lo poco que pudieron rescatar del tesoro familiar...Despues de algunos años huyendo, el viejo caballero murió y esta mujer fue secuestrado por una horda Dothraki, en su momento pensó que seria su fin, pero gracias a la voluntad de los dioses fue rescatada por este hombre al que ahora llama esposo.

Un ex Dothraki que aborrecía sus creencias y al parecer quedo flechado por su intenso cabello rojo, esa noche escaparon con dos caballos y huyeron a la ciudad libre mas cercana...Después de tiempo paso lo inevitable y ella termino embarazada de su hijo, su padre estaba feliz, mostro su gratitud hacia mi otorgándole todo lo que ella pedía.

Después de tiempo al criar a su hijo se dio cuenta de que el era diferente, la sangre de los leones rojos corría fuerte por sus venas, inteligente, cariñoso y sobre todo valiente, ese era la descripción de su hijo, su padre pensaba que estaba bendecido por el gran semental, pero yo sabia la verdad...mi hijo nació con la sangre del león y el cumpliría con la venganza de su familia hacia los Lannister., Por eso mismo lo entreno desde pequeño en la etiqueta de ser un noble de alta cuna, su padre se encargo de entrenarlo en el arte de la guerra y para mi asombro el pequeño era como una esponja, absorbía todo lo que ellos les enseñaban y por esa misma razón su padre lo llevo a su primera cacería ... Debí saber que todo saldría mal, era solo un pequeño niño al que le estaba exigiendo mucho.

Cuando mi esposo llego con el pequeño mi corazón se detuvo, corrí rápidamente para ver su estado, sangre goteaba por todas partes...Uno de los curanderos de la ciudad lo atendió de inmediato, pero para sorpresa de todos las heridas del pequeño ya no estaban, solo cicatrices de las mordidas de esa bestia., El curandero recomendó el reposo, pero ya había pasado una semana y mi hijo no despertaba, estaba preocupada y rezaba cada noche a los dioses para que lo trajeran de vuelta...Mis suplicas fueron respondidas cuando el se levanto y me miro...sus ojos...ahora eran de un color dorado brillante y si uno prestaba la atención adecuada, sus retinas ahora presentaban una forma mas...¿Felina?

-¿Madre?-Mi hijo me llamo, confundido...yo me acerque a el y lo abrace con cuidado...Los dioses habían traído nuevamente a su hijo y por su aspecto...habían intensificado mas su sangre de León-¿Que...paso?-pregunto y yo lo mire 

-Fuiste atacado...por el León, tu padre te trajo de regreso-Mi hijo pareció recordar el momento del ataque y para mi sorpresa se levanto de su cama-¿Hijo?-

-¿Donde esta mi padre, madre?-pregunto, su voz ya no era la de un niño...era mas intensa y madura para su edad

-Hijo acabas de despertar, debes guardar reposo-Su hijo negó

-Debo hablar con el mama...Es algo importante-Ella no pareció comprender, pero su hijo estaba mas serio y parecía algo confundo

-Se encuentra abajo, dijo que estaba preparando un regalo para ti-Su hijo asintió y salió de la habitación rápidamente en dirección a su padre, una de las sirvientas lo vio y me miro con confucion...no supe que responder  

ABAJO EN EL SOTANO DE LA CASA

-¡Padre!-Aaros grito provocando que los hombres que nos acompañaron en la cacería me voltearan a ver y mi padre se girara rápidamente con una gran sonrisa en su rostro al verme

-¡Aaros!-El me abrazo con bastante cariño y me miro de arriba a abajo-Sabia que un hijo mío no moriría por un ataque como ese, tienes mi sangre y eres fuerte-dijo golpeando levemente su pecho, Aaros estaría feliz por las palabras de su padre, pero estaba enfocado ahora en otra cosa

-Padre...por favor...no mates al cachorro-Mi padre me miro sorprendido al igual que los otros hombres

-¿Como es que tu?-

-Padre...lo siento...siento una conexión con el cachorro-Su padre aun confundido se levanto y miro a uno de sus hombres, asintió y se aparto de la mesa donde un pequeño cachorro luchaba para liberarse de la jaula en la que estaba encerrado, por su tamaño ahora debería tener un año de vida 

-Sacarlo...Si mi hijo dice que tiene una conexión el cachorro se calmara-El hombre asintió sin vacilar y abrió la jaula, el pequeño cachorro salto y se preparo para luchar mirando a todos los presentes en la sala, Aaros lo miro y se acerco lentamente.

Un cachorro de Hrakkar a pesar de ser joven es bastante peligros, su tamaño podría compararse al perro mas grande visto por el hombre, lo cual podría matar o mutilar a cualquiera en la sala con facilidad

El cachorro gruño al ver que Aaros se acercaba, lanzo un golpe tratando de alejarlo de su zona...Pero Aaros no retrocedió, al contrario se arrodillo y comenzó a actuar como un animal, sus ojos se volvieron mas intensos, el cachorro confundido comenzó a olfatear, mientras Aaros acercaba su mano lentamente., El cachorro pareció detectar el mismo aroma y se dejo acariciar provocando una sonrisa en el pequeño...Luego se levanto para acariciar sus orejas

-Tu perdiste a tu madre...pero ahora...ganaste un hermano-Susurro para que solo el cachorro escuchara lo cual fue un éxito por que comenzó a pegarse mas a Aaros, su padre sonrió de lado, estaba orgulloso, sobre todo con el mismo al engendrar a un descendiente digno de su sangre Dothraki.

FIN DEL PROLOGO