11- Cuervo-Nautas

Narra Hipo

Eran alrededor de las seis de la mañana. Volábamos en una ordenada formación hacia un lugar muy especial, un lugar al que alguna vez llamamos hogar. Una isla aliada me pidió ayuda y suministros ya habían sufrido recientemente un terremoto con sus réplicas.
Rápidamente, mandé a un grupo de personas a llevar comida y ayudar con los destrozos ente los que se encontraban Patapez, Eret y los gemelos. Cuando volvieron los gemelos vinieron  a mi casa desordenando todo lo que se encontraba en su camino, como era costumbre. En medio del caos logré escuchar del nombre de Mala y procedí a calmarlos.

Me contaron, una vez más tranquilos, que debido a la distancia entre Isla Mema y la isla aliada pararon en la isla de los Defensores del Ala. Cuando llegaron se encontraron a Mala escribiendo una carta que casualmente iba dirigida a nosotros. Mala, aprovechando que ya estaban allí, les informo de la situación. La isla que nosotros habíamos convertido en un hogar estaba en peligro y con ella todos los dragones que la habitaban.
La explicación que Chusco me dio fue caótica, desordenada e incomprensible, así que su hermana decidió la carta que supuestamente iba a ser mandada a Isla Mema por Terror Terrible para que la leyese por mi mismo.

Hipo Abadejo:

Ha pasado tiempo desde que no tenemos problemas de esta gravedad. Llevo desde que os fuisteis protegiendo El Confín del Dragón* y a sus dragones pero ha ocurrido algo insólito.
Sé que ahora eres el jefe de Isla Mema y que tú también has recibido el comunicado de una isla que reporta que han sido atacados por un terremoto y necesitan ayuda. Yo como aliada, les presté mis ayudas y mandé a un grupo de soldados.
Al volver recibí su reporte y comentaron que durante su viaje se encontraron con unos  navíos que portaban en las velas unos escudos que nunca habían visto ni oído hablar de ellos. Su escudo era un círculo negro con un cuervo con las las extendidas pero que tenía expresión conmocionada y estaba echo de piedra y grietas. 

Cuando estuvieron suficientemente cerca, los barcos de escudo desconocido atacaron a nuestros barcos de maneras hostiles .Reclamaban aquel territorio y imperaban que huyeran. Decían que aquello era territorio "Cuervo-Nauta". En seguida quise ir al Confín ya que se encontraba en la ruta que los "Cuervo-Nauta" proclamaron suya pero todas las rutas y los accesos en barco están vigilados por unos más grandes, claramente protegían una coordenada. Me temo que les pueda pasar algo a los dragones que habitan el Confín.

Por favor, ruego que vayas con tu equipo de jinetes, confío en vosotros pero entenderé si no aceptan la misión

De tu aliada;
Mala


Ahora mismo estaba junto a todos los jinetes, Eret y mi madre yendo hacia el Confín. Por supuesto, no nos negamos a la misión. Nuestra curiosidad por saber sobre aquellos sospechosos barcos era más que notable pero solo aquellos de mi círculo cercano lo sabían, aquellos que se dirigían conmigo a la misión

Chusco: Entonces Johann murió, Krogan desapareció, nosotros volvimos a casa y Estoico se recuperó- terminaba Chusco una larga historia sobre el Ojo del Dragón y nuestras aventuras, dejando anonadados a mi madre y Eret, por su detallado resumen.

Eret: ¿Y que pasó con el huevo?

Brusca: Las doncellas aladas conocían a alguien que conocía a alguien que conocía a alguien que tenía un lugar seguro para guardar el huevo.

La cara de mi madre palideció por un segundo y luego recobró el color con un ligero rubor. Una sonrisa asomaba en su rostros y no pudo evitar soltar una carcajada cuando le pregunté.

Valka: Pues... entonces esa era yo.

Todos nos quedamos en silencio, sorprendidos y mirando a mi madre ¿Quién lo habría imaginado?

Valka: ¿Cómo creíais que tenía un Salvajibestia?- rio.

Hipo: No sé, por ahora sabemos que hay más de uno.

Astrid: Parece que siempre estuvimos más cerca de lo que creíamos- terminó sonriendo y mirándome. El mundo a lomos de los dragones se había vuelto infinitamente más grande para los vikingos pero mi madre hacía tiempo que ya conocía ese nuevo mundo.

Parece que la cena consiguió que me perdonara pero no fue fácil. Resulta que en realidad no tenía a Tormenta y Astrid había venido andando. Luego se puso a llover y yo me preocupe por si le había pasado algo. Hablé con su madre y me contó que llegó a casa empapada y resoplando, claramente no le conté que había sido culpa mía. Le pedí perdón numerosas veces pero nada, así que tuve que hacer lo de siempre, raptarla. Luego de eso la llevé a una cena en la cala que yo mismo había preparado. Ahí conseguí que me perdonara, en verdad me dijo que estaba perdonado desde el principio solo quería hacerme sufrir.

Astrid: Hipo- dijo sacándome de mis pensamientos- ¿como decía Mala que era el escudo de los "Cuervo- Nautas"?

Hipo: Pues como un cuervo echo de piedra

Astrid: ¿Uno como ese?- dijo señalando un barco en medio del océano

Hipo: Igual- enuncie para luego girarme hacia los chicos- Vale, chicos, ahí está uno de los barcos, debéis quedaros bien con la idea del escudo

Patán: Vale ¿pero que hace un barco solo en medio del océano?

Hipo: Marcar el comienzo del territorio y si alguien se acerca avisar de ello a los demás.

Eret: Que seguramente no estarán lejos.

Asentimos en silencio y volamos entre las nubes para conseguir la mayor visibilidad de nuestra parte y la menor de la suya. El plan dio comienzo en ese instante.
Más adelante, como preveíamos, vimos unos cuantos barcos más pero todo parecía tranquilo lo importante era llegar al confín.

Minutos después apareció delante de nosotros una isla con un volcán cubierto de nieve y frondosa vegetación por la base de la montaña.

Chusco: ¡Llegamos!

Hipo: Si, está es solo la cara sur y todo parece tranquilo, no?

Valka: Sí, pero deberíamos acercarnos un poco más

Dejamos las nubes atrás y pudimos ver con claridad un barco un poco más grande que los demás. Antes de poder hacer nada, una red de grandes dimensiones volaba en nuestra dirección dando comienzo a su ataque. Con hábiles reflejos, Tormenta lanzó una espina, rasgó la red desviándola y haciendo que cayera al mar.

Hipo: WoW eso estuvo cerca, gracias Tormenta.

Astrid: Bien hecho, chica

Patan: Hipo están apuntando con flechas.

Hipo: Bien, chicos, dispersión y ataque, ¡ya!

Cada uno fue por un lado de manera que dar con puntería a nuestros dragones fuera una tarea más difícil para los marineros del barco. Di el primer ataque con una ráfaga de plasma y luego me siguieron los demás apuntando hacia las velas, flechas y lanzadoras de redes.

En menos de cinco minutos los supuestos Cuervo-Nautas estaban desarmados. Me coloqué mi máscara y baje a cubierta para luego sacar mi espada de fuego, creerme que aunque llegará a tener la capacidad de lanzar fuego no dejaría de utilizar mi fukin espada.

Los marineros sacaron sus espadas listos a pelar contra nosotros. Gracias a nuestros dragones pudimos neutralizarlos a todos y atarlos con cuerdas en pequeños grupos. Me fije en uno que llevaba un chaleco diferente, la mayoría llevaban una camiseta de manga larga y ajustada roja, pantalones negros, guantes largos, chalecos grises y cada uno un casco con pinchos de color marrón y plumas negras por detrás. La persona a la que me acerqué llevaba un chaleco negro, guantes más cortos, su camisa era sin mangas y de color rojo granate, y su casco era de pinchos plateados y plumas negras y blancas.

Hipo: Ok quien de ustedes, amables caballeros- anuncie con sarcasmo- es capaz de decirme quién es la persona al mando?

Todos de inmediato se giraron hacia el tipo que vestía diferente, tal y como pensé era el general del barco.

Hipo: Buenas, sois los Cuervo-Nautas??

-No voy a decirte absolutamente nada

Hipo: Bien, entonces me largo - dije dándome la vuelta.

-Ha sido fácil- susurró uno más de ellos a un compañero de su lado

Hipo: Ay.. es un pena que tenga que quemar el barco, y encima nuestros dragones no podrán con vosotros así que si no sabéis nadar... ¡arivererchi!

-¡¡Juno!! ¡Venga dile lo que quiere!! ¡¡No nos dejes morir!!- comenzaron a gritar el resto.

Juno: Está bien, está bien somos los Cuervo-Nautas, ¿contento?

Hipo: Aún no ¿Qué hacéis aquí? ¿A qué os dedicáis?

-Yo me dedico a tejer bufandas

-Habla de equipo en general, de lo de cazar dragones- le respondió otro cazador a su lado.

Hipo: ¿Con que cazáis dragones??

-¡¡Ya nos exibiste!!- protestó el tejedor de bufandas.

Hipo: Bien pandilla, hay cazadores en la isla. Eret y los gemelos se quedan aquí para vigilar a estos, Patán y Patapez irán al este..

Patán: ¿Y eso porque?

Hipo: Eeeeh

Patán: Yo quiero ir al oeste

Hipo: Bien, iréis al oeste, Astrid y yo iremos al norte, y tu, mamá al este, confío en que te las puedas arreglar sola.

Valka: Estaré bien.

Hipo: Bien ¡vamos allá, equipo!

Salimos cada uno en su dirección asignada. Si los demás estaban alejados tal vez en caso de peligro podamos usar nuestros poderes, la verdad no me quiero arriesgar pero es muy emocionante.

Seguimos volando alrededor de unos seis minutos o más hasta que pudimos ver con nuestros propios ojos lo que alguna vez fue un hogar para los jinetes.

Astrid: ¡El Confín!

Aterrizamos en la zona de los establos, todo estaba un poco más viejo y era notable el tiempo que había estado abandonado pero los recuerdos estaban intactos en nuestras ya no tan jóvenes mentes. 

Hipo: No lo recordaba tan bien, hicimos un buen trabajo.

Astrid: Sí y que recuerdos - dijo sentándose en el borde de la construcción con las piernas colgando y admirando el cielo que ya empezaba a tomar un color más azulado que anaranjado.

Hice los mismo que ella, no pasaría nada por descansar un poco ¿no?

Hipo: Es increíble volver aquí después de tanto, vivimos muchísimas cosas.

Astrid: Si, aquí es donde me pediste que fuera tu novia

Flash back narra la autora

Después de estar un tiempo sentados viendo en atardecer, Hipo se preguntaba cual era el siguiente paso.
Hipo acariciaba el costado de Astrid quien tenía su cabeza recostada en el hombro del chico
Acababan de declararse indirectamente el uno al otro y se habían besado, pero ¿que seguía?

Hipo: Astrid

Astrid: ¿Qué pasa? - dijo saliendo del letargo en el que había entrado debido a la comodidad que le brindaba el castaño.

Hipo: Yo me preguntaba si...

Astrid: si...- lo animó emocionada por creer saber la pregunta.

Hipo: ¿A ti te- te gustaría ser mi no-novia?

Astrid: Si pues claro que sí!

Ambos se dieron un abrazo y se levantaron a la vez para claramente dar uno de sus vuelos nocturnos, pero antes de ello Hipo tomó la mano de Astrid y con la que tenía libre quitó un par de mechones de pelo de la rubia para darle un largo beso, un beso que dejaba sacar a la luz todos los sentimientos que se habían guardado en el pasado. Ese fue el primer beso que se daban siendo pareja oficial y fue además el primer beso en que Hipo tomó la iniciativa después de que Astrid se hubiera adelantado varias veces cuando eran más jóvenes, llenándolo de orgullo por su misma valentía.

Fin del flash back

Se habrían quedado un tiempo más ahí sí por ellos fuera pero sabían que debían seguir con la vigilancia. Cuando estaban apunto de alzar el vuelo escucharon el rugido de un dragón, y no uno corriente

Hipo: ¿Lo has oído cierto?

Astrid: Alto y claro

Hipo: No te recuerda a...

Astrid: Smidbarg y su grupo.

Ambos alzaron el vuelo y fueron tras el rugido que aún seguía sonando como una llamada de socorro.

Llegaron hasta la playa donde pudieron ver un barco igual al anterior que cargaba jaulas con barrotes pequeño y con huecos estrechos por donde ni un terror terrible cabría.
Miraron hacia una de las jaulas y entre el grupo de dragones negros como la noche vieron uno blanco

Hipo: ¡Smidbarg!

Había que liberarlos y no solo a los Terrores nocturnos sino a todos lo dragones que por ende tendrían en el barco aquellos tipo, los Cuervo-Nautas




Hola mis amores cómo están?

Esta vez no me tarde tanto como la última y encima el capítulo es bastante largo a mi parecer 2x1 ¿Qué que tiene que ver el 2x1? Ni idea pero queda bien

En cuanto al nombre de los nuevos cazadores tal vez, aunque sea muy improbable, a alguno les suena ya que están sacados de una saga de libros llamada: Princesas del reino de la Fantasía. Los Cuervo-Nautas son los sirvientes de la jefa de las brujas y no se porque me dio por llamarlos así.

*Otra cuestión, sé que muchos le dicen La orilla del dragón a la base de los jinetes, porque es verdad, así es como la conocen en Latinoamérica pero yo he querido nombrarla por el nombre que se le da en mi país, España: El confín del dragón

Ahora sí Chaoooooo

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