1- Excusas y trucos de jefe
Eso era Isla Mema, y allí tienen dragones. Sin embargo, el archipiélago es grande, mucho más grande de lo que Astrid, Hipo y ninguno de los jinetes imaginaron. Los dragones son cosas de cuentos de fantasía, entonces¿quién nos asegura que no hay más magia y fantasía esparcido por un mundo que parece infinito?
Cuando los vikingos comenzaron a viajar con dragones el mundo se volvió mucho más grande... Bien, lo que ellos creían que era grande era una gota en un océano de posibilidades y lugares sin descubrir.
Por ahora...
Narra la autora
Hipo bajo por las escaleras bostezando con cara de zombie (aunque dudo mucho que en esa época existiera siquiera la "historia" de los muertos vivientes). Había tenido una mala noche pero sus horarios como jefe de Isla Mema no perdonaban.
Hipo: Buenos días- saludó bajando las escaleras desde su habitación
Valka: Buenos días, hijo.
Astrid: Buenos días.
Hipo: ¿Como amanecieron las dos mujeres mas hermosas de Mema?
Valka y Astrid: Bien, gracias- contestaron a la vez
Hipo colocó los cubierto en la mesa y se sentó. Entonces Valka trajo el desayuno diciéndole a Astrid que ella ya podía sentarse. No era raro que Astrid se presentase por las mañanas en casa de los Abadejo para compartir cel desayuno con la familia.
Valka: ¡Que aproveche!- dijo ilusionada .
Hipo: Gracias chicas, pero no tenéis porque prepararme el desayuno
La verdad para ese entonces Valka y Astrid habían mejorado sus habilidades en la cocina lo suficiente para preparar un desayuno en condiciones. No obstante, eso no las eximia de ser temidas por sus creaciones más originales, seguían quemando platos y convirtiendo leche en Ponche de Yack o Yagnot.
Astrid: Claro que si, este ultimo mes gas estado hasta muy tarde trabajando y en mi opinión, debes dormir más.
Valka: Si te quieres preparar el desayuno tendrás que madrugar mucho para superarnos
Hipo: Está bien, está bien, gracias pero que sepáis que yo solito puedo.
Entonces Valka y Astrid no pudieron contener la carcajada ante tal sueño que parecía inalcanzable.
Hipo: ¿Que es tan gracioso?
Astrid: La última vez que tu madre te dejo solo a cargo de la casa- decía entre risas- destruiste la casa
Hipo: Eso no es verdad.
Valka: Cuando llegamos había dos terrores terribles en la despensa, pescado por el suelo y cinco platos quemados, mientras que tu estabas colgado del techo.
Ciertamente Hipo se desenvolvía con facilidad en la cocina pero no con las tareas de la casa. Era como Astrid en al cocina, siempre se impacientaba y lo hacía todo demasiado rápido, por no hablar de que solía apiadarse de alguno dragones que vagaban por la aldea, invitandolos a comer.
Hipo: Aun no se como llegue ahí- dijo pensativo y susurrando- Vale puede que lo de las tareas del hogar no sea lo que mejor se me da...
Valka: Pero no te acostumbres, te enseñaremos como Dalla nos enseñó a nosotras a cocinar.
Hipo: ¿Ella no es la madre de Patapez? Es verdad, estuvisteis tomando clases
Valka: Sí y es una gran amiga mía, así que prepárate Hipo Abadejo porque vas a aprender a cocinar.
Hipo: Vale, vale pero ahora no, tengo que irme. Astrid luego nos vemos y necesitaré tu informe de rendimiento de los anti-incendios del Ala Oeste.
Astrid: Claro, adios - se despidió dándole un beso mientras también tomaba su hacha lista para irse en cualquier momento.
Hipo: Adiós mi lady
Valka: Que te vaya bien hijo- dándole un beso en la frente
Hipo: Gracias mamá- agradeció saliendo por la puerta
Valka: Crecen tan deprisa ... - dijo fingiendo llorar.
Astrid: Ya te digo
Narra Astrid
Desde la mañana no lo había visto. Pensé que podría estar en la herrería de nuevo aprovechando su tiempo libre ayudando a Bocon o haciendo cualquier invención que llevaba tiempo en su cabeza que para muchos sería imposible pero para Hipo no, el era,...¿como decirlo?
Era terco como su padre, según Valka, y no se pararía hasta que sus "inventos", los cuales la mayoría eran para mejora de la aldea, funcionaran. Estoico también había dedicado su vida a su pueblo, Hipo lo hacía a su maravillosa manera.
Lamentablemente no estaba allí.
Me dirigí entonces al gran salón con la esperanza de que estuviera allí y no me equivocaba.
Por las mañanas desde hace un mes venia a su casa a ayudar a el y a su madre con las tareas del hogar. Solo había pasado un mes y poco más desde la caída de Drago. Ninguno de los dos acababa acostumbrarse a la compañía del otro sin la presencia del mayor de la casa.
Había pasado un mes desde que Valka volvió, un mes desde la muerte de Estoico y un mes desde que Hipo tomó el trono y se convirtió en jefe.
El gran salón estaba lleno de gente, con razón notaba que había poca gente en la aldea, y no era día de quejas ¿que hacía tanta gente allí reunida aquella mañana?
Intente ver por encima de la multitud pero no podía, solo veía cabezas de vikingos realmente enfadados, incluso alguno asustado. Iba tomando parte de gritos de la gente intentando saber cual era la razón de su enfado pero no conseguí nada con sentido alguno. Casi todo eran gritos y protestas.
Empecé a dar saltitos hasta que Hipo desde su mesa, donde intentaba calmar al pueblo me vio y se le iluminaron los ojos.
Hipo: Escuchen, lo siento mi novia me reclama, y si tienen alguna objeción pueden comentarselo a ella.
Todo calmaron su gritos pero sin dejar de reclamar a Hipo. Estaba claro que Hipo había vuelto a sacar otra de sus ingeniosas ideas para escabullirse. Y esta vez yo fui esa idea, que en realidad eran excusas.
Astrid: Emmm Hipo
Hipo: Ssshh. Tu sígueme la corriente.
Salimos del gran salón y rápidamente nos alejamos, yendo a la cala donde Hipo encontró a Desdentao. Un pequeño lugar de reunión predilecto.
Astrid: ¿Y que fue eso?
Hipo: Pues... uno de mis trucos de jefe
Astrid: Hipo se que te cuesta esto de ser el jefe pero...
Hipo: Ya lo se, ya lo se, es que no te vi en todo en casi todo el día, solo unos minutos en la mañana y vine a reclamar mi ración de tiempo Astrid diaria- realmente se fue tan rápido que no acabó su desayuno y aquella sensación de alejamiento comenzaba ser común.
Astrid: ¿Ración de tiempo Astrid?
Hipo: Me di cuenta de que no puedo estar ni un día sin ti- intentaba ser romántico mientras se acercaba.
Le sonreí totalmente sonrojada, ya era mi novio desde hace más de dos años y aún conseguía ponerme nerviosa de aquella manera. Me molestaba un poco conmigo misma por permitir que Hipo hiciera eso pero en el fondo me gustaba tener esta especie de momentos románticos con mi novio. Además de que Hipo era un genio de la cursilería.
Hipo: Cursi ¿Verdad?
Astrid: Si pero es bonito- dije dándole un otro beso que él correspondió.
Cuando nos separamos del beso nos sentamos en la hierba mientras Tormenta y Desdentao jugaban.
Hipo: Aun recuerdo los tiempos cuando íbamos de aquí para allá por el simple hecho de buscar aventuras... Ahora puedo seguir haciéndolo, sigo explorando pero no es como antes, no puedo irme muy lejos porque en cualquier momento alguien tendrá un queja por cualquier cosa y el jefe debe estar ahí.
Astrid: Eran buenos tiempos.
Hipo: Me gustaría que las cosas volvieran a ser así.
Eso me dejó pensando, una de las cosas que Hipo más amaba era, además de aprender sobre nuevos dragones, era visitar nuevas islas y tierras desconocidas. Y entonces se me ocurrió una idea casi perfecta para nuestro aniversario.
Astrid: Hipo, se me acaba de ocurrir que, bueno dentro de dos días es nuestro aniversario, recuerdas?
Hipo: ¿Como olvidarlo? se cumplirán tres años junto a usted, mi Lady.
Astrid: Pues pensé en volver a los viejos tiempos,
Hipo: ¿Como?
Astrid: Pues irnos a explorar islas desiertas y tierras desconocidas, los dos juntos.
Hipo: Me parece una idea maravillosa. pero mi madre quiere que cenemos todos juntitos, es la primera vez que esta presente en nuestro aniversario y... ya sabes.
Astrid: Partiremos un dia antes así volveremos al día siguiente para la cena, todo está calculado.
Hipo: Bien, en ese caso si.
Astrid: No olvides la prótesis de repuesto.
Hipo: Lo recordaré, pero ahora mismo tengo que volver al Gran salón, hace poco fue el día de Loki y los gemelos se superaron con la bromas.
Por eso había tanta gente en el gran salón... ¿Como lo olvidé?
Para los gemelos Isla Mema no había cambiado en absoluto, de manera que ellos tampoco. Las primeras semanas después de la batalla mostraron verdadera empatía por Hipo y su nueva situación, manteniendo sus delitos a raya. Pero con el paso de los días regresaron a su actividad normal pues como decía, para ellos nada había cambiado.
Ahora habían más dragones, menos espacio y había pasado de tener un gran y gruñón jefe vikingo a tener a un pequeño y gruñón jefe.
Luego de eso me fui a cumplir con mi tareas en la aldea como ciudadana y como prometida del jefe. Esta lista de tareas había aumentado en los últimos dos meses pero con gusto hacía lo posible para ayudar a Hipo. Esta sería una escapada memorable.
Hola mis amores ¡¡primer capítulo!! ,
Espero que os guste
Sé que me tarde pero así soy yo
El próximo cap lo tendré pronto no tardaré tanto
Ahora si, Chaoooooooooo
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