Capítulo 7: La locura me posee
Sigo buscando algo para ayudar al pequeñajo, pero todos mis esfuerzos son en vano. Escucho un rugido lamentándose. Una dragona se lanzó sobre mí con fuerza y puso sus garras en mi cuello. Era la madre del pequeño. Me siento súper culpable.
La dragona para de gritarme y atacarme y corre hacia su hijo, que se estaba desangrando.
Dragona: - Oh no, hijo. ¡Vamos a salir de esta! (Seguía llorando.) Tú... (Dijo con voz de enfado.) ¡¿Por qué le hiciste eso a mi hijo?! (Gritó con mucha fuerza.)
La dragona me atacó por una última vez y luego se marchó con su hijo en la boca, agarrado suavemente para no dañarlo aún más.
¿Y ahora que iba a hacer? Había herido de gravedad a un pobre dragoncito. Aparte, esa dragona me suena de mi antiguo clan, del pueblo donde yo vivía. Se fue con rapidez y agitada a tal zona. Ya luego los dragones se preguntarían lo sucedido, y la dragona les contará. Y también parece que me reconoció. Los demás no deben saber que sigo vivo. ¡Ellos deberían pensar que estoy muerto! Ahora tendrán más razón de hacer una revolución contra mí, pues ataqué a un dragón inocente y maté al jefe del pueblo, y próximo sucesor al trono.
Y como yo tenga que ocupar tal puesto, con una panda de dragones odiosos, ya estoy fastidiado. Pero lo peor es el daño que le he hecho a ese pequeñín. Ya ni sé cómo actuar ante tal situación.
Amethyst: - ¿Por qué dañaste a ese pequeñajo? Aunque seamos solitarios, hay una norma que es para todos los dragones: no herir ni matar a las crías.
Amethyst seguía confundida ante el tema, no sabía que pensar, o si estar enfadada o triste.
Shadow: - Joder, sé que la he fastidiado monumentalmente, y me da pena lo que he hecho a ese pequeñajo. Pero yo pensé que ese era mi padre. No sólo pensé porque escuché un ruido de dragón, si no que lo vi en una clase de visión. Me estoy volviendo completamente loco... No creo que me pueda perdonar esto en toda mi maldita y desgraciada vida...
Amethyst: - La verdad que no sé qué opinar, pero intenta no atacar a nadie más. Es difícil lo que me cuentas, estar viendo visiones de alguien que conoces traicionándote. ¿Hay algo que podamos hacer por él?
Shadow: - Solo pedir que se recupere bien. Ya la madre se ha ido con él, y no creo que tenga ganas de hablar pacíficamente con él que casi asesina a su hijo. Y tampoco quiero seguirle a donde sea que vaya. (Terminé de decir nervioso y a punto de volver a llorar.)
Larry: - Lo siento, Shadow. Todos cometemos errores, solo te pido una cosa, por favor no vuelvas a herir a ninguna cría más. Estamos en paz, esto no es una voz de guerra, ¿entendido?
Shadow: - Vale... Total, me voy a seguir culpando durante montón de tiempo hasta que se me termine pasando. Al fin y al cabo, es culpa mía y solo mía. Merezco sufrir por mí terrible acción. Que el karma me devuelva el sufrimiento que le he hecho a ese pobrecillo dragón. Como siempre, soy un inútil y arruinó todo. Pero la vida continua igualmente, no puedo hacer nada en contra de eso. Y si queremos saber más sobre la guerra para poder detenerla o incluso hacer que nunca ocurra, debemos seguir adelante. Realmente estoy dolorido, demasiado, por dentro. Pero hay que continuar, ya que el tiempo no va a esperar por nosotros, y cuanto antes mejor. Así que en marcha mañana mismo. Aflojaremos el ritmo ya que estamos heridos, pero tenemos que seguir avanzando, aunque sea lento, pero sin parar.
Amethyst: - Yo descansaré debajo de esta raíz de árbol. Parece una pequeña cueva, pero los tres cabemos perfectamente. Un poco pegados, pero bueno, es lo que toca.
Shadow: - Volveré mañana por la mañana. Tengo... Asuntos pendientes...
Larry: - ¿Se puede saber que carajos estás planeando?
Shadow: - Ermmmm... Básicamente intentar encontrar más información y pistas sobre sitios y gente que sabe de la futura guerra. Volveré sano y salvo, no sé preocupen.
Tras eso, nos despedimos y salté con velocidad a unos arbustos. No me di cuenta de que tenían afiladas espinas, así que salí de allí con varias heridas de planta. Fui a la dirección donde se había dirigido la madre, y cuando estaba lo suficientemente cerca, paré en seco.
Shadow: - Al menos el pequeño está bien. Puede caminar y en poco volverá a volar. Eso me calma un poco, aunque lo que haya hecho sea imperdonable.
Continuo con mi trayecto, e intento llegar a donde yo antes vivía, en aquella asquerosa cueva. Desde mi casa se podía escuchar todas las cosas que se decían en las reuniones, ya que estaba al lado de la roca donde se hacían tales reuniones. Me asomé por el hueco de la cueva, que usaba como ventana.
De repente, la madre dragona se sube a la roca y empieza a contar todo el rollazo. Y pues como suponía, tuvo que decir que estaba vivo. Parece ser que me quieren buscar, ya que necesitan un nuevo líder para que no se corrompa el pueblo. ¿Pero por qué yo? Sabían de la muerte de mi padre, que yo la había provocado. Que casi mato a su hijo. ¿Y aún así me quieren de líder del pueblo? Será por herencia, como siempre decía mi padre.
La dragona continuó hablando, y habló de la guerra. No entendí casi nada, pero llegué a escuchar que el líder del clan de los BloodWarriors estaba un poco débil y necesitaba reponer energías. Quieren que yo me haga cargo de su puesto hasta que vuelva a luchar el desquiciado ese que quiere guerra. Ahora me van a perseguir hasta el infinito para traerme de vuelta y tener el puesto de Obscure de momento. La cosa es que yo tendría que iniciar la guerra... Y ya me andan buscando... Esto no puede ser posible... Escapo con rapidez y sigilosamente de la cueva y me voy con los demás.
¿Y si les cuento la verdad? De que yo tengo que iniciar esta guerra, y que irónicamente, a la vez, tengo que ser capaz de pararla. Pero me rehuso a iniciarla ni a participar en ella, huiré de ellos y los mataré uno por uno si no entienden mi maldita opinión. Pero de momento, no les contaré nada a mis amigos. ¿Y si piensan que soy un espía? Cálmate ya, Shadow...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top